Guridi
Como dijo, socarrón, Rodríguez Ibarra: ya me extrañaba a mí que llegasen elecciones y los juzgados andaluces se quedasen quietos. Además, en las fechas en las que Rita Barberá se atrinchera en su escaño del Senado y le dice a los suyos: sacadme si podéis. ¿Qué hay mejor que sacar en los periódicos las fantásticas penas que pide el fiscal para Chaves y Griñán? Mientras, Barberá seguramente se quede en su casa, rumiando glorias pasadas y quejándose de lo desagradecido que es el mundo.
Pero vosotros esperáis que yo hable del fantástico pollo que se ha montado a cuenta del apoyo en redes sociales a Guillermo Fernández Vara. Andan las gentes de Pedro Sánchez diciendo que ese apoyo se debe a que Vara quiere ceder el gobierno a la derecha a cambio de nada. Mal dicho, claro.
No está tan claro eso. Y ni el propio Guillermo lo tiene tan claro como propagan sus enemigos ferracianos. De lo que se queja Guillermo es de que parece haber una estructura de difamadores dentro del propio PSOE, muy parecida a la que describía en mi historia inventada del otro día, que se dedica a poner a caldo a los desafectos al líder. Lo que algunos medios llaman el “Comando Luena”. Si esto fuera cierto, sería algo gravísimo y nada tendría que ver con abstenerse o no frente al PP, sino con el posible hecho de que personal de Ferraz, personal del Grupo Parlamentario Socialista y voluntarios reciclados de la campaña de Pedro Sánchez se dediquen a poner a caldo la mitad del partido… con recursos del propio partido.
Pero no voy a hablar de eso, porque nada de eso sé.
Lo que sí que voy a hacer es proseguir con mi historia inventada. Recapitulemos: imaginemos a una secretaria de redes del PSOE -ficticia-, que tiene a sus órdenes a un grupo parecido al que denuncian Vara, el resto de barones y algunos periodistas. Este grupo ficticio se dedica a acosar en las redes sociales a todos los imaginarios críticos con el secretario general inventado de mi relato.
Consiste en dos grupos: uno llamado de “ataque” y otro llamado de “defensa”. Y el político madrileño ficticio que pinchaba los móviles a sus ficticias novias, coloca a un informático amigo, al que se le ceden recursos y medios. Este informático crea lo que se conoce como la “sala del maldades”, repleta de recursos tecnológicos para enmascarar el rastro de los grupos de ataque y de defensa. Pagado con los imaginarios recursos del imaginario partido que describo.
De un uso tímido inicial, tanto la Secretaria de Redes como la jefa de prensa se dedican a utilizar cada vez más las tácticas de guerra sucia en las redes. Ambas para exponer sus méritos al voluble y caprichoso secretario general imaginario y a su implacable secretario de organización. Con el paso del tiempo, ambas terminan compitiendo y el grupo de difamadores cibernéticos termina algo dividido: entre los que son de la Secretaria y los que son de la Jefa de Prensa.
Cuando se empieza a detectar que algo pasa y que es posible que Ferraz coordine acciones de guerrilla en las redes contra sus propios militantes y cuadros, cunde el pánico. Se pide que rueden un par de cabezas. Pero ahí empiezan los problemas.
Si se echa a la gente a la que se ha detectado groseramente se teme que sea tomado como una declaración de culpabilidad. Y lo más importante: dependiendo de a quién se eche, una de las dos competidoras gana poder sobre la otra.
Se fía todo así a que la cosa se termine olvidando y se anima a las dos personas a las que han pillado a que nieguen lo evidente y a que hagan como si nada hubiera pasado.
Pero si los barones ficticios de mi relato hicieran como los de verdad, el pánico aumentaría de nivel y con él, se redoblarían los esfuerzos. El grupo de defensa se integra dentro del grupo de ataque y todos se lanzan contra los imaginarios barones, acusándoles de querer regalar el gobierno al PP, de poner en duda la voluntad de los militantes y acusándoles de ser, en realidad de derechas.
El caso es que en mi relato imaginario ya habría gente detrás de la pista. Entre ella, muchos de los periodistas a los que el grupo de ataque ha acosado e insultado a lo largo de todo un año.
En la realidad nada de esto parece ocurrir, por supuesto. En la realidad nuestros barones siguen protestando sin moverse, confiando todo a que alguien opine algo en El País, a que alguien filtre algo a alguien o a reaccionar a la próxima vez que Luena grabe un comité federal y culpe a los demás de haberlo filtrado.
Seguiré inventándome cosas. A ver dónde acabo.
Yo tendría cuidado en ver donde puedes acabar. A mis oidos ha llegado que se está construyendo una prisión ficticia en Ganimedes, al estilo de las de Guantánamo, y podrías terminar allí.
De ser así, tengo buenas relaciones con quien se presume será el director de la prisión y trataría de prestarte la mayor ayuda.
Al menos esta vez la torpeza de María González Veracruz y sus secuaces ha servido para que los García Page, Puig, Lambán y otros levanten su voz, aunque sea muy timidamente, sin entrar a rematar. O sea, sin plantear la cuestión de fondo: lo que está ocurriendo no es casual, ni fruto de la estupidez de algunos (que también); la suicida línea política de la dirección socialista necesita enrarecer el ambiente interno, convirtiendo en sospechosos a quienes discrepen y en meros repetidores de consignas huecas a sus seguidores (incapaces de salir de la moralina de negarse a promover, con su abstención, la investidura de Rajoy, porque es muy pero que muy malo).
Algún fiscal de Andalucía (como antes, en Valencia, por cierto) demuestra que el deliriro no es exclusivo de nuestros políticos profesionales.
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«Corrupción sobrevalorada».
«Judicializamos la política porque el Derecho es el refugio de los líderes sin discurso. Sólo las marujas y los dementes se obsesionan con la limpieza.»
http://www.elmundo.es/opinion/2016/09/16/57daf773468aeb2e7c8b4597.html
Si sólo la mitad de lo que fabula Guridi se parece a la realidad, aviados estamos…
Me temo que bastante más de la mitad….
» Que un partido con 137 años de historia esté librando batalla en el terreno de los 140 caracteres es un signo de la decadencia de los tiempos que vivimos. Unas declaraciones críticas, perfectamente razonables, del barón Fernández Vara, para enseñar a sus dirigentes a distinguir entre un partido y un club de fans, han desatado una guerra contra él en Twitter.
Cruzar eslóganes en la red no parece propio de un partido adulto, pero cuando lo inicia una camarilla al servicio del mando contra la voz que no secunda al jefe, el diálogo se queda en monólogo y el debate en transmisión de consignas….»
Santiago González hoy en El Mundo
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Vaya guerra de cuchillos. El final cada vez más acerca.
Hay días que Guridi me gusta más , hay días que Guridi me gusta menos.
Yo manifiesto mi opinion al respecto. Lo que denuncia desde luego bien no está.
Tampoco es una practica especialmente ejemplar «inventarse» cosas desde un seudónimo. Que no digo que no se puedan hacer (yo tambien escribo con seudónimo, que no me llamo Laertes eh?).
Pero vamos, que fulano le dice a mengano, que mengano está haciendo, que perengano en realidad lo que quiere es y el juicio de intenciones .. y tararí y tarará. A veces la línea entre la denuncia y el chismorreo queda borrosa. La denuncia es útil, el chismorreo como mucho, entretenido.
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Un tema que sí me parece importante, y del que no se si se habrán dado cuenta de lo que pienso, porque como no ha salido nunca hasta hoy, es sobre si se debe o no investir a Rajoy.
Mi posición es que no, porque la sinvergonzonería y el trapaceo hay que pagarlo aunque sea de vez en cuando. Que el PP produzca otro candidato, tengo entendido que en ese partido hay mas gente.
Asimsimo el PP debe librarse a la de ya de ciertas practicas y modos que no hacen ningún bien a la politica española, como despreciar a las instituciones, arrasar con aquellas que son independientes, dejar de plantear la polictica espñola a base de llamarnos cosas terribles a todos los demas etc.
Si es posible, en le caso de que esto sucedirara, dejar de financiarse ilegalmente ( porque aquello era cosa de Barcenas ¿no?, bueno, de barcenas y de tdoso los que estuvieron antes, parece).
Y hala, mañana o dentro de dos días volveré a decir lo mismo. Que no decaiga.
Dejo por un momento a Sánchez y mi postura ( conocida ) sobre lo que debe hacer el PSOE. Me centro en el patético Fernández Vara y su club de solidarios, con Susana a la cabeza. Así que un presidente autonómico, máximo responsable del partido en su región y dirigente a nivel nacional se siente perseguido por un comando ( de no sé qué) en Twitter y en su partido. Y dice Susana que se solidariza con él. Y Carmen Chacón. Y hasta mi admirado Rubalcaba entra al trapo de la vaina. Ridículamente. Porque uno que piensa que Sánchez debe marcharse y se equivoca gravemente con su «no es no» ( sobre todo con su partido) lo que no está dispuesto a comprar es que dos presidentes autonómicos de la importancia (en este momento ) para el PSOE de Extremadura y Andalucía tengan problemas para decir lo que quieran donde quieran y a la hora que quieran. Que sean perseguidos en twiter es ya entrañable. No quiero ni pensar si llegan a ser perseguidos por el TOP lo que hubieran llorado. Lo único que me queda claro cada viernes es que uno y otros se van a cargar al PSOE. Le pido a Guridi que me avise para el entierro. Aunque solo sea porque fue el partido donde militaron mi padre y mi abuelo. Qué cansancio con tanta mediocridad.
Bastante de acuerdo con Polonio.
Lanza a favor de Guridi: yo interpreto que todo lo que dice lo dice a sabiendas y que lo del chismorreo es un recurso para evitar demandas porque las acusaciones son suficientemente graves.
NOTICIÓN! El País informa de que «el nuevo PP» exige medidas contundentes contra la corrupción! Ya era hora! Bienvenido el nuevo impulso!
PD: Alguien me puede decir dónde y cuándo se ha formado el nuevo PP? Y quién lo forma? Espero que no sea una intoxicación más a favor de invistamos al PP que ya ha cambiado y tal y tal…
..que cosas tienes LBNL. El País o «gente» empujando para que se pacte con el PP, en plan oblicuo además, con lo feo que eso estaría. Que imaginación.. en fin.
Para terminar la ficción del artículo yo lo cierro con la traca final. Pedro Sánchez, despechado ante el cerco de los barones y viendo que su ciclo en el PSOE llega a su fin, se incorpora a Podemos y junto con Pablo Iglesias y Garzón se apresta a dar el sorpasso al partido que lo defenestró.