Vivienda y desgravación fiscal: el final de un absurdo

Barañain 

En el debate sobre el estado de la nación de la semana pasada la medida más notable ha sido el anuncio de la progresiva supresión de la desgravación fiscal por adquisición de vivienda y el paralelo refuerzo de la deducción por alquiler. Se trata de una medida de impacto indudable respecto a la cual, riesgos políticos y demagogias al margen, parece que hay pocas voces solventes que cuestionen su idoneidad técnica.

 

No hay duda de que la intensidad del incentivo fiscal a la compra de vivienda en España ha colaborado decisivamente a la creación de la denominada «cultura de la propiedad», distorsionando la decisión entre compra y alquiler. Por eso, para  José García Montalvo (El País – Negocios 17.05.09) “el anuncio de la eliminación de la desgravación a la vivienda, aunque sea parcial y con efectos retardados, es un paso en la dirección correcta” y considera que “la anunciada equiparación entre las dos formas de tenencia puede contribuir a vencer la negativa percepción social del alquiler”.

 

La deducción por vivienda en nuestro país, dicen los expertos, ha distorsionado las decisiones de ahorro de los hogares.  En España la “riqueza de los hogares” se materializa en un 90% en vivienda; esa excesiva  concentración del ahorro en la vivienda impide otros usos más productivos del mismo (educación, I+D+i, financiación de proyectos empresariales, etc…). Ello explica en buena medida la exagerada proporción de vivienda en régimen de propiedad: en nuestro país, el 85% de los hogares tienen la vivienda en propiedad, frente al 63% de Francia, el 43% de Alemania y el 64% de media de la UE.

 

También parece claro que hay una correlación inversa entre la tasa de propiedad y la competitividad. En la Unión Europea, los  países con la tasa de propiedad más alta (como España, Irlanda, Italia, Bélgica, …) son los  más atrasados en el ranking de la competitividad. Se achaca esto a los perjudiciales efectos que la elevada tasa de propiedad tiene sobre la movilidad de los trabajadores  y, por tanto, sobre la tasa de paro estructural.

 

Distintos organismos internacionales, entre ellos la OCDE y el FMI, han señalado a la deducción por compra de vivienda como uno de los elementos que ha estado detrás de la burbuja inmobiliaria que se ha producido en nuestro país en la última década. No sólo el precio real de la vivienda se duplicó en este período,  frente a un crecimiento del 30% de media en la UE, sino que, además, ha habido años en los que se construían más viviendas en España que en Francia, Italia y Reino Unido juntos. Y eso por no hablar del rápido crecimiento del endeudamiento de los hogares que se ha situado por encima del 130% de la renta disponible, cuando la media de la UE no alcanza el 95%.

 

(Llegados a este punto, conviene recordar que la advertencia que a este respecto hizo el FMI se produjo en el año 2005, cuando Rodrigo Rato era su Director General.  A  Rodrigo Rato, que se manifestó a favor de la supresión de la deducción por vivienda debieron chirriarle los oídos cuando escuchó la primera propuesta que hizo el PP en esta legislatura que fue la de aumentar la deducción por vivienda o cuando ha escuchado la protesta de estos días de Rajoy ante el planteamiento del gobierno, pretendiendo abanderar, demagógicamente,  a la “sufrida clase media”).

 

Dos simples datos ilustran hasta qué punto la deducción por vivienda es un lastre en el objetivo de cambiar  el modelo de crecimiento de la economía española:

 

La deducción por vivienda en 2008 tuvo un coste para las arcas públicas de cerca de 7.500 millones de euros. Esa cantidad fue  más que lo que se asignó a toda la inversión pública en I+D+i. Es decir, de no existir la deducción por vivienda podría más que duplicarse la inversión pública en I+D+i, lo que favorecería una economía más sostenible, con más productividad y más renta per cápita.

Ese importe equivalió prácticamente a todo el presupuesto del Ministerio de Industria (el de nuestro ilustre bloguero Miguel Sebastián) es decir, al presupuesto de comercio, turismo, industria, energía, telecomunicaciones y sociedad de la información.

 

A las razones de eficiencia que avalan el planteamiento del gobierno, hay que sumar razones de equidad. La deducción por vivienda, hace más regresivo al Impuesto sobre la Renta: son los contribuyentes de mayor nivel de renta los que más se benefician de la deducción por vivienda. De modo resumido,  el 10% de los contribuyentes con menos recursos está ayudando al 10% de los más ricos a comprarse una vivienda.

 

La deducción por vivienda no facilita a los ciudadanos con menos recursos el acceso a la vivienda, algo que sí hace el gasto público en vivienda de protección oficial que es mucho más progresivo que la deducción fiscal por vivienda. Volvamos a los datos del ejercicio de 2008: con los 7.500 millones de euros que costó la deducción por vivienda se podrían haber puesto a disposición de los ciudadanos con menos recursos más de 100.000 viviendas de VPO de 70 m2.

 

Con todo, lo más importante a tener en cuenta puede ser que  la deducción por compra de vivienda no ha conseguido  el propósito con el que fue concebida, que no era otro que el de facilitar el acceso a la vivienda a los ciudadanos. Cada vez ha sido mayor el esfuerzo que ha supuesto en relación con el salario medio de un trabajador en España hacer frente al precio de la vivienda. En apenas diez años el pago de la hipoteca ha pasado de suponer un 20% de la renta mensual a requerir (teniendo en cuenta el efecto de la deducción) el 41%. Lo que habría estado ocurriendo es que la deducción por compra de vivienda se ha trasladado, de hecho, al precio de la vivienda. En estas condiciones, el contribuyente aparece como un intermediario que otorga una subvención actual al vendedor de la vivienda, en último extremo los promotores inmobiliarios, que son los beneficiarios últimos de la deducción. Para algún experto (M. Ángel López García,   Instituto de Estudios Fiscales) es la deducción por compra de vivienda lo que explica en el largo plazo que ésta sea más de un 20% más cara de lo que sería sin la existencia de dicha deducción.

 

Pero es que, además de estas razones estructurales, en el contexto actual existe una razón de tipo coyuntural que no había existido hasta ahora. Hasta hace un par de años se esgrimía como argumento en contra de eliminar la deducción por vivienda que la misma traería consigo un parón en la economía. Ahora no tiene sentido este razonamiento pues la actividad en el mercado inmobiliario está en mínimos, incluso por debajo de lo que sería deseable. Escribía  Josep Oliver, Catedrático de Economía Aplicada de la UAB,  (El Periódico de Catalunya 14.05.09)  que la necesidad de incentivar el mercado del alquiler de viviendas era una petición que  la OCDE hizo al Gobierno de España ya en 2003 “pero como era en una fase de expansión económica no había el consenso social necesario para retirar un estímulo que fue instaurado  en 1985 por Miguel Boyer, para relanzar una economía  que estaba prácticamente estancada”. 

 

En realidad, la eliminación puede tener un efecto expansivo sobre el sector inmobiliario, algo deseable si aceptamos la hipótesis de que en el momento actual es excesivo el ajuste a la baja del mismo. En efecto, el anuncio de eliminación de la deducción por compra de vivienda a partir del 1 de enero de 2011 generará un incentivo importante para adelantar las decisiones de compra de vivienda en el próximo año y medio.

 

 “¿Por qué el cambio de la deducción de vivienda puede funcionar?” se preguntaba Luis del Amo, director del Registro de Economistas Asesores Fiscales (Público, 13/05/2009). Se trata en su opinión de una medida imaginativa que puede conseguir el efecto pretendido. “Llevar al mercado la demanda que se encuentra en stand by a la espera de ver dónde toca fondo el precio`… es una estrategia muy utilizada en la venta de determinados bienes y servicios cuando se hace una oferta con fecha de caducidad o hasta agotar una cifra de unidades.” En palabras de Josep Oliver,  ahora, en plena crisis, se trataría de hacer de la necesidad virtud. “La virtud es lógicamente incentivar la compra de vivienda para los que estando decididos a hacerlo  esperaban a una mayor reducción de los precios; la necesidad,  no es sino situar el déficit público por debajo del 3% a partir de 2011, de acuerdo con los compromisos adquiridos con la Comisión Europea.”

 

Con todos los matices que se quieran, parece innegable que  la eliminación progresiva de la desgravación por la compra de vivienda, combinada con paralelos cambios en la deducción por alquiler – que sin ser la panacea,  sí pueden hacer que esta deducción deje de ser simbólica-,  supone dar pasos adelante  tanto en la estrategia de cambio del modelo de crecimiento de la economía española como  en el objetivo de conseguir un sistema fiscal más progresivo.

66 comentarios en “Vivienda y desgravación fiscal: el final de un absurdo

  1. Dígale que se ponga a estudiar, don Fernando. Con los chicos de esa edad hay que imponer cierta autoridad.

  2. ¿Como era aquello de que un subordinado hacía lo que su o sus jefesle ordenaban…? Federico mucho pico y poco gúevo.

  3. Continúo:
    Si no se les impone cierta autoridad, no sólo no estudian sino que en cuanto uno se descuida, se ponen a abortar como locos.

  4. Don Fernando, le prometo que el domingo, en Dos Hermanas, servidor le va a cantar las cuarenta al mismo Zapatero para que la bombilla y el ordenata estén en casa ya. Esto ….. ¿no le interesa también lo de los 2000 leuros de vellón para cambiar de buga?.

  5. Por cierto, no sabría identificar a los «duros de Ferraz», pero sí al «duro de Génova, 13»: el rostro de Don Federico Trillo-Figueroa. Anda que no.

  6. Estoy en ello. Espero que se confirme lo de las ayudas para la compra de una moto, que quiero cambiar de Harley.

  7. Historias imperfectas
    (sentimos las faltas ortograficas):

    ¡¡Andestas ,que no te veo!!
    un cuento popular.
    (una historia de lo mas tierna)

    Fernandito era un niño aplicado al que le gustaba disfrazarse de Rambo.
    Un día, su madre le pidió que llevase unos velas a su abuelo Fernando, que vivía al otro lado del bosque, recomendándole que no se entretuviese por el camino, recogiendo hongos alucinógenos, pues cruzar el bosque era muy peligroso, ya que siempre andaba acechando por allí el Lobisón.

    Fernandito recogió el macuto con las velas y se puso en camino. El chaval tenía que atravesar el bosque para llegar a casa de el abuelo Fernando, pero no le daba miedo porque allí siempre se encontraba con muchos amigos: los pajarrcos madrileños, pío, pío, pío, las comadreja valencianas vestiditas de canesú…

    De repente vio a Lobisón, que era enorme, delante de él.

    — ¿A dónde vas, niñato? — le preguntó, Lobisón, con su voz ronca.

    — A casa de mi abuelito — le dijo Fernandito.

    — No está lejos, que se busque la vida, yo no lo llevo con mi todoterreno de la guardia civil— pensó Lobisón para sí, dándose media vuelta.

    Fernandito siguió su camino rodeado de pajarracos y comadrejas.
    Entre la maleza del bosque empezó a sentir por sus orificios nasales un fuerte olor a Yerba de primera calidad. Sabía que estaba cerca del huerto de su abuelo Fernando.
    Al salir de la maleza se encontro ante un mini valle de amapolas rojas en cuyo centro se erguía un bosque de plantas de Yerba de primera calidad. El olor era para entrar en coma…¡¡Dios, qué bueno!!-pensaba Fernandito.

    Divisó a su abuelo Fernando sentado en una hamaca, en el porche, como siempre…quejándose a grito pelao de la maldita bombilla.

    Abuelo Fernando, ¿Por qué estas triste? – Preguntó Fernandito

    El abuelo Fernando se revolvió en la mecedora del porche, rechinando los dientes, le dijo a su nietecillo del alma:

    Estoy triste, porque me siento muy solo en medio de este huerto de yerba, alejado de la populosa ciudad…..sin una triste bombilla.
    Con todo el deseo que tenía de verte y pasar un tiempo contigo, ahora siento la necesidad de alejarme de este huerto del olvido y volver a cualquier ciudad agitada y contaminada, para volver a mi humilde adosado, donde por la mañana me despierto con las sirenas de las fábricas, y por
    las noches estoy rodeado por sirenas de la policía y ambulancias, conversando con los niños y jóvenes de todas las edades, a través de internet en Debate Callejero.
    Mi querido nieto, tú eres el único entre todos tus hermanos que alivias mí tristeza, porque en este huerto de yerba, siento como si fuéramos todos huéspedes de una pensión y no como una auténtica comuna. Cada uno ve un programa de televisión distinto y hablan por teléfono con todo el mundo, menos con la propia familia que está Dios sabe dónde.

    Fernandito asiente cabizbajo y argumenta:
    «Por eso, la mayoría de los niños ya no escuchan los cuentos de los abuelos, ni la familia se reúne para conversar. La televisión ha dejado de ser un medio para entretener y educar, para convertirse en una ventana abierta a los curiosos, para mostrar todo lo que sucede en un hogar, y hasta lo mas íntimo en una alcoba. Yo me pondría muy contento, y me quedaría, si toda la familia y las normas de ética que deben observarse en ella por medio del diálogo entre niños, padres y abuelos, nos permitieran tener a cada uno de nosotros un ordenador portátil como el que nos ha asegurado Zapatero.

    El abuelo Fernando, asintiendo y cogiendo a su nieto por los mofletes fuertemente y acercándoselo a la nariz, le dijo:

    Solo así podríamos comprender, mi querido nieto, que la televisión tiene que ser utilizada para formar ciudadanos libres, y no un rebaño de consumidores irracionales al servicio de un pequeño grupo de socialistas iluminados por Zapatero…. pero qué mas dá.
    Espera a que vengan Sarah Y Amistad en la vioneta, después de distribuir una remesa de calidad suprema para los Holandeses… espera y vas a ver lo que vale un peine.
    Como dice Amistad… prepara los papeles que despegamos…JAJAJA…qué nervios.

    Fin.

    Un relato popular para Debate Callejero, plagiado de «Caperucita roja» y el cuento: «El niño y el abuelo desolado» de Rocco Castiglia», por El Que Os MIra con permiso de la autoridad competente…..jeje.

    Con todo mi cariño a Fernando y a Fernandito.

  8. Amistad.. qué cuento tan bien adaptado…jeje

    Fernando… y si te sale alborotado y se hace de los nuestros…?

  9. Curioso artículo de un tío petardo. «Gracias», se titula, y lo escribe hoy en varios medios (yo lo he capturado en «Sur» de Málaga) Iñaki Ezquerra. ¿Qué le parece, Sr. Lezo?

    **En un momento en el que Zapatero está solo y en el que esa soledad se ha escenificado con tintes patéticos en el último Debate sobre el estado de la Nación, a uno no le sale hacer leña del árbol caído sino darle las gracias sinceramente por su apoyo al cambio vasco y porque ese apoyo precisamente ha tenido el precio de esa radical soledad. Uno piensa en lo bien que le hubiera venido el pasado martes un cable del PNV, uno de esos discursitos indulgentes, paternalistas y melosos que el PNV sabe hacerles a los partidos nacionales cuando les quiere sacar algo, y no puede dejar de valorar lo que el acorralado presidente habría rentabilizado ese espaldarazo nacionalista, lo providencial que le habría resultado ese vasito de agua en el desierto del abarrotado Congreso de los Diputados. Le habría servido ni más ni menos que para sacar un poco de pechito, el justo para decir: «no estoy solo». Y, sin embargo, mantuvo el tipo y aguantó el mal trago del ‘quo vadis’ de Erkoreka, y le devolvió el latinajo en un revés de la raqueta verbal en el que no sólo había un inusitado fulgor dialéctico sino una cuestión de verdadero y hondo calado político: ¿adónde va el PNV?
    Y es que Zapatero y su partido ya está muy claro adónde van. Van, afortunadamente, a la rectificación de una política autonómica que en Euskadi se había revelado inviable. Lo que no sabemos es adónde va el partido de Urkullu, que puede hoy caer en la tentación de radicalizarse para mantener la cohesión en las afueras del poder, pero que, simultáneamente, cuanto más se radicalice, más se alejará aún de la posibilidad de recuperarlo y de volver a ser una alternativa verosímil de gobierno. La verdad es que todo es posible en el nacionalismo vasco, incluso la sensatez. A uno, por ejemplo, le llamó mucho la atención el arrebato de patriotismo español y de realismo económico que le entró al mismo Erkoreka en aquel pleno. Es la primera vez que uno ve a un nacionalista preocupado por el destino de los cuatro millones de españoles que se han ido al paro. Las curas de humildad a veces hacen milagros. Pero a lo que iba, a la hombría que le salió a Zapatero a la hora de responder al interesado rapapolvo peneuvista. Nunca le he visto tampoco plantarse de ese modo y sacar esa lección de dignidad que me puso de su lado y que agradezco como vasco. Y no soy un estómago agradecido. Ni necesito que me regale un ordenador, que ya tengo, ni un coche, que no uso. Nunca me llegó la bombilla prometida de Sebastián y la píldora me la compro yo sólo para no quedarme embarazado. **

    Pero si este tío es uno de los priostes de la «Revelión Síbica»….. ¿Es sincero este arrebato zapateril?

  10. No se me equivoque, PMQNQ; lo del MEJOR GOBIERNO DE LA HISTORIA DE ESPAÑA

  11. … era algo que decía cierto Arouet, que sí debía de ser del núcleo duro por entonces. Y no creo que le faltase fundamento: Irak, matrimonio para todos, dependencia, varios años sin muertos de ETA, PIB al 4 % anual, desempleo más bajo de la democracia, superávit fiscal.

  12. Tiene usted razón, Teoura, ¿en qué estaría yo pensando?…. Perdóneme por la confusión.

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