Y el PSOE dijo no

LBNL

Como era previsible por más que Felipe, Borrell y otros próceres no dejen de hacerle el juego a quienes quieren cargar toda la responsabilidad de la futura gobernabilidad de España sobre el PSOE. No. Rajoy ganó las elecciones – por segunda vez y abriendo todavía más brecha de votos y escaños – y le corresponde a él y a su partido gestionar la victoria. Asumimos todos que esta vez no rechazará el encargo del Rey – podría hacerlo aplicando la misma lógica porque no tiene garantizados los apoyos necesarios – y que tendrá que currárselo. Nunca le hemos visto en semejante tesitura. Cuando perdió con Zapatero en 2004 y 2008 se dedicó a la oposición implacable, desmedida y sin ningún aliado. Cuando ganó con mayoría absoluta en 2011, tampoco necesitó ninguno. Ahora sí, como Cifuentes en Madrid. A currar Mariano, por una vez. Demuéstranos que vales también para Presidente de un país europeo moderno en el que hay que pactar con los adversarios, la estrategia a largo plazo y el día a día, incluidos nombramientos y respuestas rápidas a los acontecimientos.

El problema es que los números no le salen al bueno de Mariano incluso si negocia, hace concesiones y pacta con quienes podría resultar menos antinatural. Y la oposición del PSOE nos abocaría a nuevas elecciones. No llegará la sangre al río. Pero Rajoy que pase por caja y vaya pagando peajes. Primero con Rivera, con el que parece que se reunirá mañana – ya era hora, ¿no? Las elecciones fueron hace dos semanas ¿y no han sido capaces de encontrar un hueco?? Ciudadanos últimamente ya no menciona lo del veto ad personam pero no será una perita en dulce. Para conseguir su apoyo, Mariano tendrá que comprometerse a cesar a todo aquél que sea imputado por corrupción y a muchas cosas más. Con luz y taquígrafos. Con canarios y nacionalistas vascos la cosa será más mundana: concesiones locales, principalmente pasta, pero quizás acercamiento de presos de ETA a cárceles vascas, lo que no estaría nada mal porque, desactivada ETA, la dispersión (que recordemos es una medida excepcional contraria al principio general del código penal de que los presos deben cumplir condena cerca de sus domicilios) no tiene ningún sentido.

Entonces y sólo entonces – y por supuesto tras no haber conseguido ser investido en las dos primeras votaciones de investidura – podría el PSOE acceder a que uno de sus diputados se ausentara de la votación. Pero no solamente en aras de la responsabilidad para evitar unas nuevas elecciones. No. Por supuesto que a cambio de dos o tres compromisos simbólicos pero importantes, por ejemplo referidos a los recortes adicionales que pide Bruselas, los desahucios y los refugiados.

El PSOE dice haber entendido el mensaje de que debe liderar la oposición y reconstruirse conformando una alternativa. No sería mal principio extraer un par de medidas que mitiguen el coste social de un nuevo gobierno del PP. Rajoy dice en público que no quiere más recortes de Bruselas y que España ha salido de la crisis. Bien. Que se comprometa a no aceptarlos y a cuadrar las cuentas imponiendo más a los más ricos sin tocar los servicios sociales a los menos. Se supone que Ciudadanos le exigirá a Rajoy que cumpla rápidamente acogiendo la cuota de refugiados que Bruselas le ha impuesto a España solidariamente con el resto de los Estados Miembros de la UE. Bien. El PSOE le puede exigir un esfuerzo adicional, voluntario, consistente en traer refugiados directamente de Líbano y Jordania, no sólo realojar a los que se acumulan en Grecia o en Italia, que es a los que se refieren las cuotas de Bruselas. Y se supone también que Ciudadanos no dará la batalla por los futuros desahuciados. Las medidas que se tomaron en su momento son básicamente papel mojado. Hay muchas otras que pueden tomarse como no desahuciar en invierno, no desahuciar a nadie para que el banco se quede con la vivienda vacía o mitigar la pobreza energética (que el impago de hasta una cantidad determinada de las facturas de la luz, gas y agua se acumule como deuda pero no permita a las empresas concesionarias cortar el suministro).

Rajoy dice que unas terceras elecciones serían una catástrofe imperdonable y tiene razón. Que se lo curre entonces. Que cite a aquellos cuyo apoyo necesita y negocie. No le van a pedir la luna pero sí concesiones importantes para cada uno de ellos. Y si el apoyo – tácito – del PSOE es necesario a última hora, que vuelva a ceder. Y si no, que cada palo aguante su vela.

Pero no llegará la sangre al río. No se imaginan el pasmo que causa en Europa que hayamos tenido que repetir las elecciones. Si tuviéramos que repetirlas de nuevo Rajoy pasaría un bochorno insoportable tratando de explicar su incapacidad para conformar una mayoría – no ya de gobierno sino para su mera investidura – después de haber vuelto a ganar y ahondando la brecha.

Si yo fuera Pedro Sánchez, lo que me pediría el corazón y el alma es someter a Rajoy a la misma medicina que las CUP sometieron a Artur Mas. No creo que lo vaya a hacer y no es seguro que fuera una buena cosa, tanto porque nos guste o no Rajoy volvió a ganar, como – y no es baladí – porque otro líder en el PP no garantiza nada.

En fin, Rajoy ganó, que vaya a ver al Rey y luego hable con todos. Ya está tardando. Y que curre. Por una vez. Y luego ya veremos.

Y por supuesto, cero patatero con Iglesias. Si Rajoy sigue de Presidente en funciones y ha ahondado su mayoría es por culpa de que Iglesias y cia prefirieron jugar al sorpasso antes que apoyar o abstenerse ante el “mal menor” que suponían el PSOE y Ciudadanos. Una vez investido el nuevo gobierno cabrán muchas colaboraciones en temas puntuales y alianzas en el Congreso contra toda medida intolerablemente ideológica como las muchas que hemos tenido que soportar durante los últimos cuatro años – casi cinco ya. Pero hasta entonces, ni agua. Jugasteis a aprendiz de brujo y os salió el tiro por la culata: que cada palo aguante su vela.

Porque esa es otra. La investidura es un problema político-matemático pero, asumiendo que Rajoy la consigue, le va a resultar tremendamente fastidioso gobernar. Va a tener que trabajar todos los días y mucho. Todas y cada una de sus medidas de gobierno – incluidos los presupuestos – los tendrá que negociar con varios partidos políticos, incluído el PSOE. Va a ser muy duro para el pobre Mariano. De hecho, aunque cada vez parece menos probable, no descarto que tire la toalla antes de la segunda vuelta de la votación de investidura anticipando que en septiembre empieza la Vuelta Ciclista y que gobernando en minoría no va a poder ver cada etapa echado en el sofá cada tarde.

7 comentarios en “Y el PSOE dijo no

  1. Solo coincido en una cosa con LBNL y no es menor: «Y por supuesto, cero patatero con Iglesias».
    Bienvenido al club.

  2. Hay dos ideas que se repiten mucho últimamente y que, a mi juicio, son muy ilustrativas de la decadencia política actual de nuestra socialdemocracia.

    Una es la que descarta que se cargue sobre el PSOE “la responsabilidad de la futura gobernabilidad de España”. Es curioso. Toda una vida defendiendo la utilidad del voto a una determinada opción política porque así se gobernará o, al menos –si no se gana-, así se podrá condicionar la política del que vaya a gobernar y ahora, se empeñan a en rechazar esa responsabilidad, que por lo visto es una pesada y tramposa carga. En vez de sacar pecho de la evidencia de que todas las miradas estén puestas en el PSOE (pese a su pérdida de escaños), se empecinan en demostrar que lo suyo era luchar por liderar…la oposición. ¡Menuda birria!

    Otra es el mantra de que comprometerse en la gobernabilidad del país –de una u otra forma- sería suicida para el PSOE, porque dejaría libre todo el terreno de la oposición a los reaccionarios populistas. ¿Qué pasará cuando el PSOE gane unas elecciones –hipótesis seguramente inverificable-, y deba formar gobierno? ¿Lo rechazará por no dejar el mando de la oposición al coletas? ¡Ah, que no es lo mismo!..¡Claro, depende de los compromisos que se adopten y las garantías que se logren en ese acuerdo de gobernabilidad! Pero desdeñar esa posibilidad de influenciar y hacer valer el peso de tus escaños por miedo a la compaña que monte la oposición es la mejor evidencia de la poca confianza en tus capacidades de gobierno (que siempre, siempre, siempre, tiene ventaja sobre la oposición, como debería haber comprobado ya el PSOE).

  3. A mi me da6la sensación que el PP ha iniciado ya la campaña electoral para unas nuevas elecciones.

  4. Yo creo que Rajoy va a intentar ser investido gratuitamente, ya que tendrá que enfrentarse a una dura oposición que le supera en escaños y que podría forzar leyes contrarias al programa del PP. Dudo mucho que Rajoy no aproveche su situacion para obligar a ivestirle, si, o si, o al precipicio de unas nuevas elecciones.

  5. De acuerdo con Fernando. Lo lógico es que- tal como están las actitudes de los grupos-, Rajoy pida la investidura sí o sí. Porque es cierto que, como escribe LBNL, si tuvieramos que repetir las elecciones «Rajoy pasaría un bochorno insoportable» en Europa pero eso sólo sería un momento y lo terrible sería para los otros explicar la situación a sus electores (¿o es que alguien duda de a quienes repsonsabilizarían mayoritariamente los ciudadanos?).
    Las concesiones importantes sólo deberían negociarse con la contrapartida de un mínimo sostén parlamentario.

  6. Escribí el otro día que la buena noticia para el PSOE es que los españoles le siguen otorgando la llave de cualquier tipo de gobierno. La mala es que mientras exista Podemos ganará la derecha. A día de hoy Ciudadanos ( que debería ser la regeneración de esta derecha nuestra) y el PP son complementarios pero PSOE y «este» Podemos no lo son. Así las cosas o influyes en la formación del gobierno ( algo que el PSOE ya debió hacer el mismo 20D con el PP) o te vas a la oposición a esperar mejores tiempos. Si de algo sería un fracaso unas nuevas elecciones es de eso que algunos han dado en llamar nueva política. Ríos de tinta sobre el fin del bipartidismo y las maravillas de la nueva pluralidad y resulta que ahora son incapaces de llegar a mínimos acuerdos. Podemos impidió que gobernará Sánchez porque ya estaban en el sorpasso ( y con él no pocos analistas camuflados que ahora piden, curiosidades de la vida, un pacto tripartito: PSOE+Podemos+Ciudadanos). Dicho lo cual quien tiene que mover el culo es un señor llamado Rajoy que ha entendido que ganar unas elecciones es lo mismo que formar gobierno. Hablamos mucho de los deberes que tiene que hacer el PSOE pero la mediocridad de esta derecha ganadora es también un buen síntoma del lamentable momento que vive España.

  7. Vamos a ver…estamos en la misma situacion que el las anteriores elecciones.
    Aun no sabemos si Rajopiyus le dira al Jefe del Estado que está preparado para asumir un debate de investidura.
    No sabemos si volverá a rechazar el mandato del Rey para formar gobierno.
    A dia de hoy lo unico que diferencia esta situacion de la anterior es que ademas, no sabemos que gobierno le ofrecerá Pablito Churchix al Rey.

    Pero bueno,sigo afirmando que las bases para la formacion de un nuevo gobierno ya estas escritas en el acuerdo de PSOE con Ciudadanos.
    Todo lo que se salga de este marco,no llegara a ningún puerto.
    Es decir,solo la investidura de Peter Sanchez evitara unas nuevas elecciones.
    Asi pues ,caballeros callejeros y cabelleras al viento sin coletas y a lo loco,les emplazo a no ser derrotistas.

    ¡¡¡Arranquense la cabeza y piensen!!!.

    ¡¡¡Ad Astra per Aspera,semper fidelis!!!…..JAJAJA…..que nervios.

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