Alfons Salmerón
Esta semana hemos asistido al adiós de Ada Colau. Su despedida del Ayuntamiento de Barcelona y de la coordinación de Catalunya en Comú es todo un símbolo del fin de un ciclo que empezó en 2015 y se cerró en las pasadas elecciones municipales. El ciclo de la llamada nueva política que se fraguó en las plazas en el 2011 como respuesta a la crisis del 2008, que cristalizaría con la creación de Podemos en las europeas del año anterior y que en Barcelona ciudad tuvo una expresión muy particular en la formación Barcelona en Comú, cuya base fundamental fue el movimiento contra los lanzamientos hipotecarios que en aquellas fechas proliferaban en toda España, bajo las siglas de la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca), de quien la ex alcaldesa de Barcelona fue su portavoz.
El fulgurante ascenso y caída de la nueva política y del espacio que representa Ada Colau es digno de estudio. Todo lo que ha ocurrido en la historia política de nuestro país en tan solo nueve años podría explicarse a partir de la irrupción de ese espacio político que conquistó alcaldías importantes en aquel verano de 2015 con Madrid y Barcelona a la cabeza pero también Valencia o Zaragoza. Sigue leyendo