Guridi
Pedro Sánchez sigue improvisando. Así, a lo valiente, que es como le gusta a él. Ahora nos quiere sorprender con un «gobierno en la sombra» lleno de figuras de prestigio. De momento nos ha presentado a la que será su número 2 por Madrid, Margarita Robles, que es una gran jueza pero que moviliza a las bases socialistas entre poco y nada. Más bien nada.
Para ello se ha hecho a sí mismo un vídeo en directo en Facebook y se ha traído a Sara Hernández (la desconocida secretaria-títere del PSOE-M) para que le dé palmas. Se subió el vídeo a Facebook, Sara dio palmas y todo fue bien. Sánchez ya pudo volverse al coche oficial a seguir disfrutando de la vida y a seguir elaborando sus tácticas de concursante de “reality”.
Lo mejor es que también va a recuperar a Borrell, se quiere traer a Gabilondo (cuando no sería imposible que fuera presidente de la Comunidad de Madrid si a Cifuentes le siguen pillando corruptos) y alardea de su panel de expertos, como hacía su amigo Carlos Mulas. El caso es hacerse fotos con ese panel, pero que su experiencia ni se note ni se comparta.
No haría falta fichar talento de fuera, ni recuperar talento de antaño si Sánchez y Luena no hubieran echado antes al talento que ya existía. Que nuestra militancia decrece casi a un ritmo de un 50% cada Ejecutiva.
Pero, ¿qué más da? Aquí importa salir guapo, decir obviedades, echarse unas risas con un inútil equipo de comunicación pagado de sí mismo (hola, Marichta) y, como suele decir Pedro: “disfrutar al máximo de este momento, que es muy especial”. Para qué decir más.
Podemos e IU continúan con su tormentoso amor. Podemos, como buenos abusones, maltratan y humillan a sus nuevos socios, pero Alberto Garzón, como buen maltratado, cree que la fuerza del amor hará que se les abran los ojos y cesen en su maltrato para corresponder al amor con el amor. No es así. Por desgracia. Nunca es así.
Podemos ya está en el proceso de querer expropiar los aparatos provinciales de IU, les ningunea en las listas y les trata a patadas en general. A algunas federaciones, como la valenciana o la asturiana, todo esto les da mil patadas en las gónadas.
Pero todo se espera solucionar con Pablo Iglesias presumiendo de lo generosos que son (sin serlo) y con Alberto Garzón apelando a la generosidad de unos compañeros que están a cara de perro con unos podemitas que les odian. Y es que Podemos es odio, básicamente. Si les quitas al enemigo, les quitas la razón de ser. Así que no tiene que ser nada fácil para ellos pensar que de repente son aliados con los pitufos gruñones, los perdedores crónicos, los de la estrella roja y la bandera del Che.
¿Y el PP? ¿Qué hace el PP? El PP se regodea. Su electorado se mantiene más o menos fiel. Ven venir una abstención que les dará una mayoría más amplia, hasta con menos votos, y se dedican a ir a lo suyo. Ya han reeditado sus coaliciones de costumbre, repartido puestos en las listas y hasta se sienten seguros enviando de nuevo a Rajoy como candidato.
Eso demuestra hasta qué punto la división de la izquierda, el adanismo, la proliferación de tuercebotas en el PSOE y la sobredosis de estrategas de baratillo por doquier nos llevan invariablemente hacia un escenario parecido al que estamos a punto de dejar, pero con un PP reforzado, mientras que los demás siguen debilitados.
Enhorabuena. Seguid así.
Es evidente -a la vista de ese panorama-, que la izquierda no es que no vaya a ganar, es que no merece conseguir la victoria.
Leo hoy (a Jorge Bustos) sobre la perseverancia de Iglesias como vendedor de humo: «primero nombró ministros de un gobierno ficticio, después renunció generosamente a un cargo que no tenía y por último otorga a IU escaños que aún no ha ganado».
Señores todos, ¿se han fijado que las observaciones que lanzan sobre el líder de la formación morada tienen un fuerte componente emocional? Lo mismo me observo leyendo algunos articulistas del Pais como Luque o Unzueta.
Les animo a que sean un poco más objetivos. Si analizamos las cosas un poco más racionalmente, verán que es el único que vuelve reforzado a la contienda electoral y el único que realmente está haciendo cosas para ganar a Rajoy, como proponer acuerdos para el Senado, mientras el señor Sachez mariposea con Cs.
Esta inquina solo hace más probable la pasokización. Se les está ofreciendo una salida, aprovéchenla!
Así que el objetivo es derrotar a Rajoy. Ahora. Cuando votaron en contra de la investidura de Pedro Sánchez, y permitieron que Rajoy siguiera, cuál era el objetivo? Qué cosas! Copia Javier un comentario de Jorge Bustos que viene como anillo al dedo: ministros de un gobierno ficticio, renuncia de un cargo que no tenía y reparto de escaños que aún no ha ganado. Y ahora se «nos» ofrece una «salida». Hombre, hombre, hombre…Como dijo aquel, al menos permitan que en nuestra hambre mandemos «nosotros». Esa tentación totalitaria…
Senyor_j , casi todo en estos últimos meses tiene un fuerte componente emocional, y en especial , el que vuelca en el escenario un amoroso Podemos y un Parlament claramente golpista con el que coquetea el primero.
Con un PSOE en horas muy bajas, internamente devastado por la estupidez criminal de un Sanchez sin talento alguno que debe recurrir a la política de renovación de fichajes por el escaso interés de sus candidatos, la emoción dominante no es agradable : preocupación creciente e incertidumbre.
La amalgama inconsistente en los ayuntamientos de las principales ciudades con el apoyo suicida de los socialistas es suficiente motivo para darles la espalda en esta ocasión.
La falta de respeto institucional con ofertas permanentes de coaliciones al alimón; la ambigüedad en asuntos de estado ; las amenazas a las libertades y a la clase media mediante un programa económico inaplicable, minan su credibilidad y sustituyen la falta de ideas por activismo en forma de propaganda.
No es inquina, es deconfianza.
¡Igual habría que repasar la 1a temporada de Borgen!
Madre mía que perlas se leen por aquí. El papel lo aguanta todo, y los bytes más. Está claro.
Personalmente noto la sensación cuando oigo a PSanchez o aledaños (Hernando etc) de que ya no queda nada en la nevera. Uno de los grandes problemas de PSOE desde la crisis, puede que incluso antes es que si le pides que te hable 5 minutos de sus planes….puede que 3 como poco se queden llenos de retorica desustanciada. Todo lleno de verbos como «impulsar», «coordinar», «empoderar»..ya saben.
Esto no se arregla cambiando al secretario general. Tampoco veo mucho que se arregle con la panoplia de habilidosas y creativas descalifciaciones que se reparten a izquierda y a derecha (más bien a izquierda) .
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Off topic:
Un año después de aquel episodio de tragedia griega con referendos, corralitos, pulsos, dimisiones in extremis y alguna otra vuelta de tuerca a las reformas, la UE mas temprano qeu tarde está a puntito de aceptar una Reestructuracion de la deuda helena, con más de un elemento común con la propuesta griega de entonces.
Yo recuerdo leer aquí muchas cosas acerca de la «irresponsabilidad», incluso «cerdear» se escribió, mucha superioridad moral, y mucha leccion y tal. Bueno pues resulta que si, que los griegos son finos…pero que se va a reestructurar porque la postura de la UE en este tema ha tenido mucho de roleplay para satisfacer a públicos internos. O sea, que el populismo va por barrios y pinta de distintas maneras.
¿Y a mí que me parece que nos pasamos con la adjetivación?
A diferencia del articulista, yo, la verdad, no militaría en un Partido que dirige ese «amigo de Carlos Mulas» que «sigue improvisando» y «diciendo obviedades» con «tácticas de concursante de reality», y al que un comentarista le atribuye -ojo al dato- «estupidez criminal sin talento alguno». Algo no encaja cuando alguien admite ser liderado por un criminal estúpido: o asumes o te vas, digo yo.
Tiene razón Ren. Si crees que tu SG es el asesino de la estanquera lo mejor que puedes hacer es abandonar el partido cuanto antes. Lo del PSOE es de traca: mientras un grupo nutrido de sus militantes insisten en que no les votemos, dedicados como están al bonito arte de matarse entre ellos, muchos ciudadanos seguimos insistiendo en votarles. Por qué: igual por el recuerdo del partido que fue. O poco más. En realidad la gran suerte del PSOE es que hace tiempo que dejó de ser un partido de militantes para ser un «solo» un partido de votantes. Un día de estos esos militantes que andan todo el día buscando un SG como la solución de todos sus males se van a encontrar que ya no tienen partido. Están en ello. Y con insistencia.