Canis: La demonización de la clase obrera

Julio Embid

Esta semana me compré el libro de Owen Jones: Chavs, la demonización de la clase obrera en una librería de Malasaña. Malasaña es, en Madrid, el típico ejemplo de barrio gentrificado de liberales jóvenes de clase media alta, con una amplia oferta de ocio cultural, viviendas rehabilitadas y precio del suelo y el alquiler muy elevado. Incluso es posible que los partidos de izquierdas ganen a las derechas. Sin embargo la gran mayoría de sus habitantes no tiene absolutamente ni puta idea de que ocurre fuera de la M30, en las afueras de la gran ciudad. Yo no tengo nada en contra de las librerías con cineforum, las mesas para beber vino mientras se habla de libros, ni contra las gafas de pasta o los Vetusta Morla, pero sí, que al hilo de la lectura de Chavs, querría hacer unas cuantas reflexiones.

En el libro hay una entrevista al líder laborista británico Neil Kinnock, el cual perdió dos veces contra Margaret Thatcher y contra John Major en 1987 y 1992, el cual critica fuertemente la huelga de los sindicatos mineros en 1984 contra los recortes y la desindustrialización de Margaret Thatcher. Esa huelga supuso el principio del fin de la conciencia de la clase obrera británica, el enfrentamiento de los mineros de Yorkshire contra los de Nottinghamshire y la ruptura total del Partido Laborista británico con los sindicatos.

Desde entonces y a pesar de Tony Blair, en Gran Bretaña, la izquierda siempre ha ido a remolque y la clase obrera es fácilmente ridiculizable por la clase media. Series de éxito como Shameless ayudan a eso. No en vano el libro abre con el chiste: “Qué lástima que cierre Woolworth’s ¿Dónde van a comprar todos los chavs sus regalos navideños?”.

En España desde entonces hemos tenido chistes parecidos: “He oído que Camela se disuelve. Los autos de choque van a estar de luto”. Sin embargo este chiste no tiene nada de inocente porque implica un desprecio de clase, en ocasiones de gente que se autoubica ideológicamente en la izquierda o en el centro-izquierda. Hace dos años las protestas del 11M sacaron a la calle a decenas de miles de jóvenes que protestaban. Varios estudios de la Fundación Alternativas demostraron que la gran mayoría de los indignados y que protestaban eran universitarios, cercanos a la treintena y de clase media alta, y no tenían absolutamente nada que ver con la clase obrera proletaria que habla el marxismo. Los comus siempre han tenido un problema bastante grande con la realidad. Hoy, la clase obrera, ve Telecinco, escucha Radiolé, va a la Fabrik, se pone tetas, vota al PP, tunea sus coches, escucha en el móvil a Daddy Yankee y a Wisin y Yandel, lee el Marca, grita con Messi y Cristiano, sobrevive con menos de mil euros y hace todo lo posible por ser feliz. Y si a la divine gauche se la suda donde están Villaverde, Fuenla, el Panben o Las Águilas, a la clase obrera de allí se la suda su indignación y su revolución.

Una de las pocas discrepancias que tengo con una de las personas que más respeto es que ella piensa que el PSOE volverá a ganar las elecciones cuando recupere el voto de las clases medias y las profesiones liberales. Yo pienso que el PSOE volverá a ganar las generales cuando duplique al PP en el Puente de Vallecas, Carabanchel, Usera y en Villaverde. Son dos formas distintas de ver el asunto.

Esta semana una amiga me dijo que Algeciras es la nueva ciudad olímpica. Yo le pregunté por qué y ella me dijo que porque todo el mundo va en chándal y lleva oros colgados del cuello. Estoy por tatuarme a Camarón en el brazo izquierdo. No es hora de renunciar a nuestra simbología.

9 comentarios en “Canis: La demonización de la clase obrera

  1. Buenos días Julio, gracias por el artículo! Sólo me gustaría añadir que en el barrio de la periferia donde vivo, que es de clase obrera, la gente vota más a la derecha que a la izquierda, y sobre todo a la Falange!!! aunque nadie va con chandal ni con oros ni con coches tuneaos, porque no hay dineros. Temendísimo………

    Saludos!

  2. Por otro lado seguro que no hace falta recordar a nadie que mañana día 17 se ‘celebra’ el TORO DE LA VEGA, a estas alturas todos ustedes ya sabrán de qué macabra ‘celebración’ se trata:

    «PP, PSOE y UPyD, a favor del linchamiento de Vulcano» (Ruth Toledano):

    «Que se sepa que todos ellos, PP, PSOE y UPyD, están a favor del linchamiento de Vulcano. Que se sepa que todos ellos coinciden con el tal Quintana en que el Toro de la Vega “saca lo mejor del ser humano”. Que se sepa que los responsables de las principales formaciones políticas de nuestro país consideran que lo mejor que llevamos dentro es la crueldad, el acoso, el ensañamiento, la humillación, el gusto por infligir dolor y muerte a otro. […] Creen eso. Y por eso nos tratan en consecuencia.»

    http://www.eldiario.es/zonacritica/PP-PSOE-UPyD-linchamiento-Vulcano_6_175742433.html

  3. Gracias por el articulo que tiene un toque de aire fresco.
    Complementario a lo que dice Embid, sobre si los partidos de izquierdas deben mirar a «Fuenla», «Panbe» etc, o escarbar en acercarse a Malasaña o La Latina yo quisiera traer a colación un palabro de estos que aparecen por ahi de vez en cuando y que, me parece, aplica al caso.
    El término en cuestión es «proletarización», y yo lo he oido aplicado al fenómeno de que profesiones que antes parecian dar un cierto estatus y unas ciertas garantías de ingresos y condiciones de trabajo mejores que la media, ya no lo hacen. Se habal de proletariazion de las clases medias, o proletarización de la gente con estudios universitarios y superiores. Me parece bien traído.
    Puede que en Malasaña etc no se den cuenta de que no hay tanta distancia a Panbe o Fuenla. Si esto es así, los partidos de izquierdas tendrían, como buena solución, intentar ser un poco más de izquierdas (y abramos el melón de lo que es ser de izquierdas hoy.)
    Para debates de este calado y otros mas pintorescos, dicho sea lo siguiente con algo de maldad, el PSM, que con mas fracasos que aciertos, algunos merecidos y otros no, lleva años intentando dar con el quid de la cuestion.

  4. Claro que en tiempos de Marx la clase obrera vivía en los suburbios de Londres, Paris, etc. y no tenía Seguridad Social. Pero ahora la clase obrera vive en Indonesia, Bangladesh, China e India. Empresas como H & M, Inditox, C&a, etc. la explotan para que esa clase media que vive en Malasaña puedan comprar barato su vestimenta progre.
    Esta clase media de los paises occidentales gana sueldos muy parecidos a los de la clase obrera de sus mismos paises, pero es 4 o 5 veces mayor que la clase obrera de Indonesia, Bangladesh, India o China. Pero, el mundo occidental no podía seguir viviendo como hasta ahora si resulta que una parte de nuestra cesta de la compra se ha fabricado en esos paises. Por eso han empezado a haber recortes en casi todos los items de nuestra cesta de la compra que subvenciona el Estado.
    Estoy totalmente en contra de la crueldad del toro de la vega o de Tordesillas. Pero estoy convencido de que la mayoría de personas que votan al PP o al PSOE y demas partidos también lo están. Otra cosa es que no tengamos el valor de presentarnos en Tordesillas para mostrar nuestra indignación a esas fuerzas vivas de esa ciudad que no quieren perder votos de sus crueles conciudadanos.

  5. Los chavs, los canis, Camela -que. al parecer, se disuelve (¡?)-, los comus, el Panben,… ¡Virgen del Tremedal! ¡Menos mal que delante del ordenador se tiene a mano la wikipedia (y la frikipedia)! En mi desconcierto estaba a punto de echarme a la bebida.

    ¿Que leen el Marca y gritan con Messi y Cristiano? Bah, eso no es nada. Hoy, en Bilbao, me he desayunado con la cadena SER que abría el noticiero con el siguiente notición: «Hoy es un día para la historia», y se refería a que el equipo de futbolistas mangantes de esta ciudad estrena nuevo campo de futbol (el nuevo San Mamés, una memez cuyo coste debería poner los pelos de punta). Al slair a la calle me topo copn la portada de El Correo que a toda página titula «Hoy empieza el futuro». Me he cagado en la madre que les parió a todos ellos (sean canis, pijis o medianis).

  6. El 15M puede que tuviese una extracción social de clase media (media-alta, me parece una exageración), pero tuvo el mérito de conectar a gente muy diversa en contra de una política del PPSOE (o es que ya hemos olvidado quien empezo los recortes y quien dió los miles de millones a los bancos?) pero tuvo el mérito de concienzar políticamente a mucha gente, y muchos continuaron su lucha en otras movidas, en los barrios, en la PAH, etc. Como los movimientos «Ocupy…» en otras partes del globo el 15M adoptó el leme «somos el 99%» señalando de forma clara quién se beneficia del sistema económico mundial y por donde pueden ir las alianzas para hacerle frente (http://www.lacan.com/thesymptom/?page_id=2884). Expulsar la clase media de izquierdas (los pijoprogres) de esta alianza con otros sectores obreros y populares es un error estratégico mayúsculo que solo beneficia a los conservadores.

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