Lobisón
En los seminarios académicos a veces se aprenden cosas, aunque sea al precio de pegarse un madrugón indecoroso para llegar cuando no se celebran en Madrid. Recientemente, en uno sobre el nuevo papel de América Latina en el mundo pude escuchar a un experto chino, que por fortuna hablaba un español bastante decoroso, que lo más probable es que desde este año el crecimiento de la economía china tienda a estabilizarse ligeramente por encima del 7%. Estas profecías deben tomarse siempre con cautela, pero si estuvieran acertadas podrían tener algunas consecuencias.
Un 7% de crecimiento es una barbaridad, por supuesto, y especialmente para los países que estamos atrapados en una recesión para la que, en el mejor de los casos, se augura una lenta y agónica salida. Sin embargo, un crecimiento del 7% en China es insuficiente para prolongar el boom de las exportaciones latinoamericanas de materias primas. De hecho, desde 2007 el crecimiento latinoamericano ya se ha desacelerado, aunque siga siendo muy envidiable para los europeos. ¿Qué sucedería si la región vuelve a crecer lentamente?
El experto chino quiso endulzar el disgusto hablando de oportunidades empresariales y de inversión, de nuevas formas de cooperación, etc. Pero el hecho es que, aunque América Latina ha dejado de ser una región de mano de obra sin cualificación, abundante y barata, no ha entrado en una dinámica fuerte de diversificación. Más bien al contrario, se ha producido una ‘reprimarización’ de las exportaciones y las economías latinoamericanas. La región no parece estar en condiciones de convertirse en una nueva China, e incluso Brasil ya tiene problemas de competitividad —por lo que llaman la guerra de las divisas— y tampoco puede seguir creciendo apoyándose sobre todo en el consumo interno, al revés de lo que sucede o puede suceder en China.
Eso tiene varias implicaciones. La primera es que la notable expansión que han tenido estos años las políticas sociales, que se han traducido en una reducción de la desigualdad en 12 de los 17 países de la región —ojo: de la desigualdad, no sólo de la pobreza, aunque ésta ha caído en 15 puntos—, podría tener un frenazo. La segunda es que las clases medias emergentes y vulnerables (algo así como un 35% de la población) se podrían enfrentar a una seria frustración de expectativas si la caída del crecimiento no se ve compensada por una expansión de las políticas sociales.
Pero luego hay otro problema para Europa, o mejor dicho para Alemania, si China entra en una nueva fase económica. Puede que los ricos y las nuevas clases medias chinas quieran seguirse comprando automóviles Mercedes, pero es probable que la producción se vaya desplazando a China, dejando el diseño y la I+D para Europa. Y esa tendencia significaría desempleo y minijobs para los trabajadores alemanes. ¿Seguirán manteniendo su fe en la austeridad los gobernantes alemanes si eso sucede? ¿No deberán redescubrir los puestos de trabajo en el sector social? Y, sobre todo, ¿no echarán de menos a los mercados del sur de Europa que han decidido asfixiar con las políticas de consolidación fiscal a carga de caballo?
Entre América latina y China, no sé yo si me aclaro; para mi gusto el artículo ha quedado un poco elíptico. A ver si Magallanes, Roselló o el autor -si se ha recuperado del madrugón-, me lo pueden explicar.
Con perdón del articulista, me permito colgarles esta Carta al Director, aparecida hoy en El País, referente a las declaraciones del Gobernador del Banco de España sobre la oportunidad de rebajar o suprimir el salario mínimo. Recuerdan a las múltiples recomendaciones de su antecesor, Miguel Angel Fernández Ordóñez. Y si uno tiene en cuenta los salarios de estos señores, recuerdan incluso a aquella recomendación del insigne Presidente de la Patronal, Díaz Ferrán, cuando decía que lo que hacía falta en España era «trabajar más y cobrar menos». Pues eso.
http://elpais.com/elpais/2013/06/03/opinion/1370281738_954349.html
Yo diria que la conclusión del asunto es la siguiente:
China hasta ahora ha mantenido a Amerca latina y a Alemania con buenos datos de crecimiento debido a que importaba mucho. Si deja de importar tanto esto puede frenar el crecomiento de estas dos áreas. Bueno no va a ser.
Preocupante es que se haya producido una reprimarización de las economias suramericanas. Entiendo que esto significa que puesto que lo que China quiere son materias primas, estos paises hayan entrado en un grave descuido de su modernización en otros ámbitos excepto en el de converitrse en minas y campos de cultivo de materias primas para calmar el apetito de China. O sea, en vez de burbuja inmobiliaria, una burbuja de producción de materias primas. Pero es que, además, en muchos de los 17 paises, se ha producido una burbuja inmobiliaria. Bueno, pues,nada bueno para la recuperación de la economía mundial. ¿Podemos alegrarnos de que las exportaciones alemanas se vean perjudicadas y, por ende, quiera ayudar a los paises del sur de Europa para que importemos mas productos alemanes? Me parece que no. Alemania tiene otros mercados, el primero de todos EEUU. La economía de EEUU está casi recuperada del todo; han bajado la tasa de paro al 6% y la Reserva Federal se ha propuesto seguir inundando de dolares al país hasta que la tasa de paro baje al 5% . Pero bueno, algunas migas caerán de una contracción de la economía germana. No hay duda que el BCE está dispuesto a emular al resto de bancos centrales del mundo en cuanto Berlín levante el freno actual. El mes de Septiembre que todos anelamos,está mas cerca y después de las elecciones alemanas puede empezar a llovernos la preciada agua que retiene el BCE.
Preocupante es que se haya producido una reprimarización de las economias suramericanas. Entiendo que esto significa que puesto que lo que China quiere son materias primas, estos paises hayan entrado en un grave descuido de su modernización en otros ámbitos excepto en el de converitrse en minas y campos de cultivo de materias primas para calmar el apetito de China. O sea, en vez de burbuja inmobiliaria, una burbuja de producción de materias primas. Pero es que, además, en muchos de los 17 paises, se ha producido una burbuja inmobiliaria. Bueno, pues,nada bueno para la recuperación de la economía mundial. ¿Podemos alegrarnos de que las exportaciones alemanas se vean perjudicadas y, por ende, quiera ayudar a los paises del sur de Europa para que importemos mas productos alemanes? Me parece que no. Alemania tiene otros mercados, el primero de todos EEUU. La economía de EEUU está casi recuperada del todo; han bajado la tasa de paro al 6% y la Reserva Federal se ha propuesto seguir inundando de dolares al país hasta que la tasa de paro baje al 5% . Pero bueno, algunas migas caerán de una contracción de la economía germana. No hay duda que el BCE está dispuesto a emular al resto de bancos centrales del mundo en cuanto Berlín levante el freno actual. El mes de Septiembre que todos anelamos,está mas cerca y después de las elecciones alemanas puede empezar a llovernos la preciada agua que retiene el BCE.
PMQNQ
Muy buenas ambas cartas al director.
Sobre el asunto, pontifica, en su estilo habitual, la lideresa:
“A los que critican sugerencias como estas hay que exigirles que expongan sus propuestas, si es que las tienen. Porque la cruda realidad es que el paro sigue invencible, mientras los críticos del comisario Andor [que propuso el contrto único] y del gobernador Linde se sienten llenos de bondad porque dicen defender a los trabajadores, en un alarde de hipocresía y de falta de solidaridad con los millones de parados”.
Su propuesta es tan simple como venenosa: dado que hay tanto paro que los empresarios puedan contratar como quieran y al precio que deseen, que siempre habrá alguien dispuesto a ello, y que nadie proteste por ello.