José MarÃa Calleja
La detención de tres etarras en Francia, presuntamente responsables del robo de 350 pistolas, demuestra de forma empÃrica hasta qué punto la policÃa española ha seguido haciendo los deberes: perseguir a los terroristas, detener a los que cometan delitos y llevarlos ante la justicia. Las detenciones las ha llevado a cabo la policÃa francesa pero con inteligencia de la PolicÃa Nacional española, con la información precisa de la policÃa española para poder actuar.
La flota de apocalÃpticos, que hablaba y no paraba de supuestas dejaciones de responsabilidades, y que incluÃa en ese presunto entreguismo una no demostrada inactividad de la policÃa española, tiene ahora una especial oportunidad para rectificar. No lo ha hecho, ha pasado al galope por las detenciones y ha vuelto a golpear en la ceja del Gobierno de Zapatero sobre su imaginado entreguismo a los terroristas. Estamos en una fase en la que, de la misma forma que hay periodistas que hacen opinión y cábalas sin información, hay quienes pretenden hacer polÃtica sin datos concretos, o al margen de los datos concretos.
La detención de los tres etarras en Francia, como las detenciones en la Comunidad Autónoma vasca (CAV) de individuos supuestamente relacionados con el terrorismo callejero, son datos de la realidad que no deberÃan ser pasados por alto, desde luego por los periodistas, que nos dedicamos por oficio a contar lo que pasa, a narrar los hechos, pero tampoco por los polÃticos, a los que se supone un fuerte anclaje con la realidad que les rodea.
En cualquier caso, la detención de los etarras es una excelente noticia y puede ser interpretada como una primera consecuencia –no irrelevante, desde luego–, derivada de ese robo de pistolas.
El robo de las 350 pistolas ha sido el golpe más fuerte dado al proceso de final del terrorismo. En primer lugar, por la evidencia de que nadie que robe pistolas parece que esté dispuesto a utilizarlas para la paz. Si la banda ha decretado un alto el fuego no puede dedicarse a robar… armas de fuego.
En segundo lugar, porque el robo se produjo justo la vÃspera de que el Parlamento europeo debatiera una propuesta en la que se condenaba al terrorismo, se apoyaba a las vÃctimas y se animaba al proceso de final del terrorismo nacionalista vasco en España. Ese robo de los terroristas fue interpretado de la única forma posible: como un evidente sÃntoma de inmadurez de la banda terrorista para acabar con su actividad criminal, como una falta de convicción por parte de algunos de sus miembros –como mÃnimo, los que robaron las pistolas y los que ordenaron el acto terrorista– respecto del final dialogado del terrorismo.
Las detenciones se producen en uno de los momentos más complicados del proceso del final del terrorismo y en el mismo dÃa en que la banda terrorista daba publicidad a un comunicado plagado de delirios. Ahora resulta que el modelo a seguir en este corner del cantábrico es del lÃder indigenista boliviano Evo Morales.
La banda terrorista se ha pasado toda la vida buscando un paÃs en el que encajar sus ensoñaciones, desde una Albania con txapela, hasta una YugoslavÃa del Cantábrico, pasando por una Alemania de acero comunista y Altos Hornos del Nervión. Recuérdese que el Ãnclito Txema Montero –supuestamente uno de los listos– dijo en su dÃa que el modelo vasco de Eta serÃa una copia de Albania, en lo polÃtico, y de la Alemania del Este, en lo económico. Desde luego, ¡cuántas melonadas se han dicho respecto de este asunto y qué gratis han salido la mayorÃa de ellas! ¡Pensar que en algún momento alguien imaginó que la CAV podrÃa ser un trufado de semejantes delirios! ¡Qué pena que no consultaran antes de decir tamaña estupidez con los propios habitantes de esos paÃses que, pasados los años, ya hemos visto lo felices que vivÃan bajo tan brutales dictaduras! (Lo de querer aquà una mezcla de Albania y la DDR solo ha sido superado por aquella afirmación del Txikito de Amorebieta –de soltero, Jon IdÃgoras– ya saben, cuando dijo que se oponÃa a la autovÃa de Leizarán porque sabÃa de buena fuente que serÃa utilizada por los carros de combate de la OTAN para invadir lo que viene a ser Hego Euskal Herria).
El caso es que los terroristas ya han pagado una primera consecuencia del robo de pistolas, que la policÃa española actúa y que gestos como estos tienen que hacerles ver que es incompatible buscar el final del terrorismo mientras se cometen actos terroristas como robar pistolas, quemar autobuses o prender sedes de partidos. Estos datos deberÃan ser tenidos en cuenta por todos y especialmente por los que ya han dibujado un panorama agorero en el que solo habÃa claudicaciones de los demócratas e impunidad de los asesinos.