Arthur Mulligan
“Un nuevo tiempo”, “acuerdo entre diferentes”, “impediremos el continuismo”, etc. «Os vamos a turrar, a todos, nosotros (la uma de los creyentes) y vosotros (los españoles). Pero os vamos a turrar. Porque somos de aquí aunque gastronomicamente valoramos más las cotidianas morcillas de Burgos que el maigret de canard»
Pero ahora toca elecciones y el 75 % de los votos irán a parar a candidatos bastante desconocidos pero carece de importancia porque se aplicará la famosa ley de los vasos comunicantes ya que a pesar de que divergen en la forma y orientación, su nivel no queda afectado.
Existe una razonable satisfacción intermedia, siempre y cuando no se alteren consensos básicos y sobreentendidos.
Al contrario que en el caso catalán, en Euskadi el nacionalismo vasco a tenor de las encuestas publicadas obtendrá el 75% de los escaños y un 70% de los votos quedando por tanto socialistas y populares en un rango casi marginal gracias, entre otras cosas, a la dejación sucesiva del rigor constitucional.
La errática sucesión de posicionamientos de Ferraz y Moncloa sobre la polinización de la izquierda y la fábrica de anabolizantes esteroides que entrega a Bildu en Navarra, no ayudan.
Queda la emoción del juego, la fidelidad a las marcas y el traslado de la mesa de poker a Madrid, en un horizonte en el medio plazo muy inestable.
Pero eso no ha impedido que disfrutemos de los homenajes multitudinarios a nuestros jugadores del Athletic, como reivindicando que la suerte engrase otras facetas de nuestras vidas.
Todo pende de un hilo: una declaración de Koldo, un documento firmado por Begoña, la esposa del Presidente, recomendando sus cosas y sus máster, una degradación de la situación económica, una derrota del PNV y sus reacciones, un no se sabe qué, o tal vez un cansancio de estar así, mintiendo, ocultando, despotricando.
O un Armagedón político por acumulación de pruebas.
Por eso queremos más fiestas y que no aparezcan los políticos, al menos hasta la semana que viene, en la que ya vueltos al trabajo sin Feria de Sevilla que nos consuele, permanezcamos atentos a la pantalla y nos digan por fin que ya termina todo, se convocan nuevas elecciones y Pedro abandona la política para la que se encuentra escasamente dotado.
P.S.: Agotado de caminar junto a la Ría entre multitudes, primero lleno de optimismo, hasta que la masa volvía a entonar desafinando con dureza nuevos himnos, salmos a la esperanza de que todo se arreglará, tal vez dentro de otros cuarenta años.
He leído vascos comunicantes
Ya el título mismo de este artículo de Mr Mulligan ,es un verdadero despropósito.
Según él ,está a punto de morir de aburrimiento.porque resulta que los vascos votan como vascos y no como el desearía.
Si en Euskadi,ganara el PP y VOX , dormiría plácidamente y todos los días se levantaria con el pie derecho como un buen españolazo,estaría en una España atada y bien atada.
Como Dios manda…¿verdad?
Pero resulta que Dios sólo existe en la imaginación de los que niegan la voluntad del hombre de crear su propio destino y la escusa más recurrente para afirmar su voluntad.por encima de los demás.
Y es que la democracia en si misma es la negación de la participación de Dios por mucho que clamen al cielo,aquellos a los que se les contradice o de aquellos que quieren asaltar el Cielo ,convencidos de que no iran al Infierno.
Puede que el aburrimiento del que habla ,sea el reflejo de que en El País Vasco la democracia no está supeditada a lo que diga Ayuso y sus palmeros.
Por cierto tendria que alegrarse de que El Atltetic y toda su hinchada festejaban por toda la Ría que han ganado y levantado ¡¡La Copa del Rey!!.
Nunca había visto tantos vascos festejar que son españoles.
…JA JAJA…que nervios.