Carlos Hidalgo
Quien dio por finalizada la guerra civil en el PSOE con la llegada al Gobierno de Pedro Sánchez y la derrota de Susana Díaz en Andalucía, seguramente tenía las mejores intenciones pero se equivocaba. El adelanto electoral al 28 de abril -no se olviden, lo leyeron primero aquí y en mi periódico- supone también un adelanto de la venganza pospuesta de Pedro Sánchez contra un grupo parlamentario con el que nunca terminó de llevarse bien.
José María Barreda y Soraya Rodríguez ya han sido arrinconados y será difícil, si no imposible, verles en puestos de salida el domingo 28. Lo mismo le va a ocurrir a cerca de tres cuartas partes de los 84 diputados del PSOE. No se tendrá en cuenta su preparación, su trabajo o su aptitud para el puesto. Se tendrá en cuenta si en su día se les encuadró dentro de los “traidores” que desalojaron a Pedro Sánchez el 1 de octubre de 2016.
Obviamente Pedro Sánchez tiene todo el derecho a formar sus propios equipos. Pero las listas al Congreso de los Diputados y al Senado son la expresión humana de todo un partido político y han de ser, por tanto, un esfuerzo colectivo, no un empeño individual. Proseguir la venganza es un error, pero es un error para el que las circunstancias ponen alfombra roja: Sánchez es presidente del Gobierno, tiene unos estatutos hechos a medida y el electorado no está para melindres, dado que la ultraderecha acecha a la puerta del Congreso y el voto útil se va a movilizar más que en otras ocasiones.
No deja de ser irónico que la precampaña del PSOE, que se presentó ayer, se base en el amor, use corazones y use de banda sonora “mi querida España” y “como yo te amo”, mientras que las listas se van a elaborar guiadas por el resentimiento y no por el diálogo y el acuerdo.
Incluso en el libro de Sánchez, también puesto a la venta ayer, traspasa ese resentimiento, donde Sánchez iguala la amistad personal a la obediencia política ciega, donde involuntariamente hace lo mismo que hizo Nixon: equiparar sus reveses al rechazo de una élite a un tipo normal.
La purga en las listas será implacable, se advierte desde Ferraz. Y seguramente los territorios ofrezcan pocas resistencias. Con unas generales a un mes de unas autonómicas, municipales y europeas, la gente no está para peleas. Y cuando Ciudadanos ya ha presumido de estar dispuestos a poner el cordón sanitario al PSOE y no a la ultraderecha, cuando la ultraderecha ya presume de cómo aplicará la mano dura a los “traidores” a España y cuando la derecha del PP se suma al discurso de dividirnos entre buenos españoles y traidores, lo que toca es hacer piña y mirar hacia otro lado si a Pedro se le va un poco la mano prorrogando por tercer año consecutivo octubre de 2016.
Tampoco importa tanto. El país tiene problemas más graves. La sucesión de elecciones que nos espera es muy importante y espero que por una vez el PSOE no se dispare al pie con diatribas internas.
Pero la venganza es injusta.
Confieso que la única razón que encuentro para votar a este PSOE de Sánchez es impedir que el trifálico repita a nivel nacional su éxito en Andalucía. Ya sé que Sánchez no es el diablo como pinta esta derecha imposible pero cuando pongo negro sobre blanco sus aciertos ( que los ha habido ) sus errores ( algunos clamorosos) y sus cambios de opinión en cuestiones importantes me sale un balance negativo. Y lo que es peor, me sale que el único objetivo de Sánchez en el gobierno es Sánchez. No veo otro. Escribió alguien hace tiempo que en España llevamos una larga temporada eligiendo al menos malo. En mi opinión el tuerto es hoy Sánchez. Así está la cosa, Pero no me pidan que de muestra de felicidad sin finalmente consigue la presidencia. Mi voto no es a Sánchez sino contra el trifálico. Y creo que no soy el único.
Es un negocio sucio ese de las candidaturas, sobre todo el de decir quien está mas y menos preparado y quien entra y quien sale. Puede haber algun caso clamoroso (sin duda) y tambien puede haber ejemplos estupendos. Por mi vamos a dejarlo en que son como las salchichas, para disfrutarlas, mejor no saber demasiado de su origen y proceso.
A mi por ejemplo me parece un resultado excelente que Barreda no salga, y no porque sea malvado, sino porque no es nada interesante, viva la renovación y eso ¿No?
Lo malo de los procesos con tensiones internas es que a lo mejor a veces no se han podido, o sabido, guardar ciertas formas, y que desde luego, si uno se ha significado mucho con el perdedor o ha dicho mas de una barbaridad en contra del vencedor….. No es la parte mas bonita de la política, seguro.
Por otro lado , slavando injusticias -que seguro qeu las hay, como en todas las guerras- desde mi punto de vista estoy muy a favor de que el enfoque Susanista políticamente habalndo, se abandone. Que se haga con los menores destrozos posibles y con el mayor respeto al merito y capacidad posible, desde luego. Nunca me he sentido identificado con las posturas que defendia S Diaz y sus adláteres, ni el ¿proyecto? político que aprecia tener. Item más los resultados indican que mucho entusiasmo no despertaba ni en su casa, asi que….
En cuanto P Sanchez, me remito a los muchos comentarios al respecto que he escrito aquí. No me gusta mucho, no era mi candidato cuando se presento con Madina pero lo prefiero a Susana cualquier día de la semana. ¿Que no es lo mejorcerrimo? ¿y quien lo es Guerra? ¿Felipe? ¿Los de antes? ¿los de ahora? es un conflicto, para mi, en este momento, de segundo orden.
Como señala Polonio, el que prefiera puede irse con el trifálico, demostrando una vez mas que por sus actos uno se retrata
Agradezco los comentarios y, como he dejado ver en el texto, con el fascio de verdad a las puertas iré a votar como un león. Todo lo demás es secundario.
Purga,venganza,resentimiento.
Palabras que ensucian los argumentos.
Sólo falta que en los partidos de fútbol se diga:
El árbitro purga al equipo visitante en venganza por el resentimiento que mostró el jugador expulsado.
A Polonio: No, no es el único. ¡Pero ojalá seamos muchísimos más que ellos!
¿ El fascio a las puertas ? Realmente pienso que no se lo creen . ¿ El fascio a las puertas ? Venga ya !