Senyor G

Empecemos si eso por el final o por lo importante. Sigo pensando que no quiero la OTAN y lo que para mí representa, en algún otro artículo lo he dejado claro. No sé si eso me convierte en “izquierda chalada” y no sé si lo de izquierda chalada hay que leerlo como algunos dicen lo de “derechita cobarde”. No he venido hoy a discutir de eso ni a echar en cara ciertos discursos y personal sentando cátedra que he leído por ahí. Igual hay que decirlo, también he leído otras opiniones que he considerado más acertadas. Yo también me equivoco y pensaba que Putin no invadiría Ucrania, y nunca con las dimensiones que lo ha hecho.

Podría venir aquí con un montón de comparaciones sobre situaciones anteriores, y las que vendrán y diferentes raseros. A los ucranianos e incluso a los rusos les dará igual. Ojo, que aplicar la misma ley para todos es fundamental en el liberalismo. Pero no, incluso podría hacer comentarios especialmente quisquillosos sobre UEFA, FIFA y Eurovisión, pero ya digo que no, que ya todo el mundo tiene más o menos claras sus posiciones y las dudas. Sobre todo las dudas. No es fácil orientarse queriendo ser justo y ecuánime y a la vez resolutivo. He ido leyendo aquí y allá y no sabría bien qué mencionar aquí, pero sí que me atrevo – por lo diferente que es lo que dice y por quién lo dice –  a mencionar este artículo de Pepe Beunza. De hecho me he creado una lista en twitter con diferentes y variados perfiles sobre esta guerra y al final uno acaba abrumado con unos y otros. Desde los dos jóvenes comunistas ucranianos secuestrados por grupos de nacionalistas ucranianos o detenidos por el gobierno; hasta una historia de un ucraniano detenido en Italia acusado (injustamente según las fuentes) de matar a un periodista al inicio de esta guerra que fueron las hostilidades en Donbás.

«En tiempo de desolación nunca hacer mudanza, mas estar firme y constante en los propósitos y determinación en que estaba el día antecedente a la tal desolación, o en la determinación en que estaba en la antecedente consolación. Porque así como en la consolación nos guía y aconseja más el buen espíritu, así en la desolación el malo, con cuyos consejos no podemos tomar camino para acertar«.

Hasta aquí, certeza en la desolación. Respecto a la invasión de Putin, pues lo que diga al menos el tratado de Westfalia. Ese acuerdo dio algo de tranquilidad en Europa, igual ya para fuera la historia es otra. Da igual que quién invada sea una democracia, una oligarquía o que se acabe concentrando en una monarquía. No se invaden otros países y punto.

Prefiero soluciones europeas que otras. Y sepamos todos que todas las decisiones que tomemos tienen pros y contras, y más hablando de armas, guerras e invasiones, el mínimo será malo a día de hoy. A mí en mi casa me dijeron de pequeño que las guerras son malas incluso si las ganas, y sabiendo que la habían perdido aún pesa más esa frase.

Y ahí en las historias sí que saco, si no conclusiones al menos ciertas guías o la luz de una cerilla. Por ejemplo, estamos hablando de sanciones económicas y me parecen bien. Se critica, y también me parece bien, que se comercia y se guerrea al mismo tiempo, pero esto viene así de antaño, desde los condados catalanes que bajaban hacia el sur peninsular comerciando cuando se podía y saqueando cuando no. O al revés. Incluso hace unos días en un reportaje en La 2 (vayan a lo público y visiten RTVE Play) sobre las naves españolas que iban y venían a los territorios conquistados en América, hacían hincapié en los primeros viajes de Francis Drake a “nuestros territorios” de ultramar. A veces comerciaba y a veces atacaba, como buen corsario. Y otras dicen que el comercio y el sacar a España de la autarquía fue lo que nos llevó a la democracia, ahora igual nos dicen otra cosa.

Pero lo realmente interesante que puedo aportar a los debates de hoy es de la experiencia afgana pasada, la del cambio de década entre 70s y 80s. No sé si saben que el PSUC fue el partido más importante de Catalunya, incluso en las elecciones, porque al principio el PSC eran tres organizaciones y Convergencia iba en coalición, primero con unos y luego con otros. Pues todo aquel partido se fue al garete. Y decir todo aquel partido partiendo de la lucha antifascista contra el Franquismo es mucho decir. Se acabó rompiendo entre eurocomunistas, un pequeño grupo de leninistas y los prosoviéticos. A estos últimos también se les llamó afganos, por su defensa de la ayuda soviética a la república afgana contra la carcundia islamista del lugar. No se llamen a engaño, no se rompió por esto, pero fue un factor importante, más que nada me imagino que por la toma de posición y situación en el mundo.

De aquella experiencia, nos hemos pasado desde 1981 intentando recomponer esa unidad, porque al final igual mejor tener menos razón con ⅓ de diputados que mucha con 1. Al final aquella guerra pesó en nuestro día a día pero la ruptura pesó en muchas cosas y posibilidades de hacer. De ocupar espacios al menos para que otros no los ocupen contra lo que defendemos. Así que cierta sospecha y escepticismo nos ayudarán a día de hoy por lo menos a serenar los debates y si estamos por la paz no nos ataques con determinada beligerancia.

Otros también puede extraer algunas conclusiones de aquella guerra, sobre tener cuidado con a quién armas porque una vez se cogen las armas no es fácil devolverlas ni buscar otra formas de diálogo. Porque, sí los EEUU armaron aquello que luego fue Al Qaeda y los Talibán sólo para hundir a la URSS, no mejoraron su obra en cuanto a derechos y libertades en aquel país. Mejor no jugar a demiurgos de depende qué, nunca sale bien.

Y aquí iría a otras guerras y experiencias de nuestro país, no por donde lo llevan a algunos, sino por hasta qué punto un gobierno al que le montan una guerra puede controlar su territorio y aliados.

Ya les digo, a los ucranianos les va a dar igual lo que diga aquí. También les digo pensando en la contaminación de las ciudades, que todas las imágenes que nos aterran, nos entristecen y nos dan pavor y que unos y otros nos muestran para hacernos apelar por tomar determinado partido en esta guerra, son iguales en cualquier otra guerra, las veamos o no, incluso para el soldado bueno y que toma partido por el lado correcto del historia. Incluso.

Duden, especialmente de lo propio y siempre de lo que nos dicen que es mayoritario.