Lobisón
Quizá es un simple fenómeno de saturación, pero la incredulidad y la repulsión se han disparado tras las informaciones sobre la Operación Púnica. Ya es demasiado, tras la imputación contra el ministro Angel Acebes, los nuevos datos sobre pagos de la caja B en las obras de Génova, la apasionante saga de los Pujol, etcétera, etcétera. Hasta la propia Esperanza Aguirre se quedó sin habla en un primer momento al saber de la detención de Carlos Granados (dice que nunca había sospechado nada).
¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Lo primero que hay que tener en cuenta es que ‘fuentes jurídicas informan de que no se trata de una trama de financiación irregular de partidos, sino de gente que está en política, a la que se le acaba la carrera, y «se corrompe para lucro personal»’ (El País, 27 de octubre de 2014). No vale entonces remitirse a las deficiencias de la legislación sobre partidos o a la escasa transparencia de éstos. Es cierto que el cierre en falso del ‘caso Naseiro’ sentó un mal precedente y pudo hacer pensar a las cúpulas de los partidos que siempre se podía encontrar una salida. Pero ahora el problema no es ése.
Cabe imaginar que el primer problema es el efecto riqueza creado por la burbuja inmobiliaria, que hizo pensar a muchos que tonto el último, y que en realidad en el juego de la corrupción todos ganaban, los contratistas y concesionarios y los que cobraban las comisiones. Hasta que las cosas se han puesto realmente mal no se ha desatado el rencor de los ciudadanos —que eran los indudables perdedores— y podía suceder que un político notoriamente corrupto fuera triunfalmente reelegido. El ilusorio sentimiento de riqueza creció mucho más rápidamente que los anticuerpos democráticos.
¿Qué se puede hacer? Dada la imposibilidad práctica de crear una cultura cívica luterana en un país como el nuestro, y más aún de hacerlo en un plazo razonable, cabe confiar en los aspecto positivos del rencor social que se ha desatado. Un buen ejemplo es el de las tarjetas opacas de Caja Madrid: a nadie parece importarle demasiado si el delito fiscal lo cometían los usuarios o la empresa, y de hecho la percepción pública es que el delito fiscal es lo de menos. El problema es que los usuarios se llevaban crudo un dinero del que no tenían que dar cuenta, y que podían gastar en lencería y flores o en clubs de alterne, aunque Ignacio Sánchez-Cuenca, voluntarioso como es, haya subrayado que los consejeros de centro-izquierda gastaban más en productos culturales.
En realidad nadie puede creer seriamente que los altos niveles de retribuciones, con o sin tarjetas, responden a la necesidad de comprar libros, dar estudios a los hijos o tener una vivienda decorosa (no necesariamente lujosa). El furioso impulso antiigualitario ha disparado los niveles de retribuciones y de gastos de los altos ejecutivos mientras el país de abajo se ajustaba el cinturón hasta asfixiarse. Y es posible que ahora el rencor de los de abajo, con su baja forma de pensar, se traduzca en una creciente presión contra las remuneraciones demasiado altas que restablezca el sano temor a la ostentación que caracterizó al capitalismo puritano.
Mientras tanto es obvio que habría que establecer mecanismos de control ciudadano sobre los procesos de contratación y decisión de las instituciones públicas. Y, no nos engañemos, si los medios de comunicación están potenciando el crecimiento de Podemos no es porque los presenten favorablemente, sino porque publican sin cesar información sobre corrupción a la vez que nos muestran los efectos sociales de la austeridad que nos recomendaban estos héroes del capitalismo ostentoso. Aunque los que ya han ido a la cárcel o están pendientes van moderando el tono.
¿Qué se puede hacer? Reforzar los medios de la agencia tributaria y la fiscalía anti-corrupción, por ejemplo. Reforzarlos a saco, dotándoles de funcionarios, ordenadores y poderes. Alargar la prescripción del delito fiscal a 10 años en vez de 5. Creo que fue bajo el Gobierno Zapatero que se acortó, lo que nunca entendí. Y elevando las penas por blanqueo, cohecho y delito fiscal.
Dice bien Lobisón que es poco realista esperar una cultura luterana en España a corto plazo. Las normas se cumplen por una combinación de convicción y penalización. Si la primera falta, la segunda debe ser más dura.
Nadie pensaba que fuera posible reducir las tasas de mortandad en carretera o implantar la prohibición de fumar en lugares públicos. Tanto en un caso como en otro, a mi juicio, la legislación fue excesiva, pero el resultado se consiguió.
Es imposible acabar con la corrupción pero no es en modo alguno imposible acabar con la escandalosa tasa de corrupción, pública y privada, que nos asuela.
Y también hay medidas positivas. Creo que ya he mencionado aquí el sistema de trabajo por horas implantado en Bélgica que incentiva el afloramiento de los trabajos parciales, por ejemplo las asistentas de hogar, de forma muy eficaz. El Estado subvenciona con un euro la hora trabajada de forma que la asistenta, o el chapuzas, o el contratado ocasional, prefiere cobrar en limpio. El paro se reduce, la economía sumergida se reduce y los ingresos fiscales aumentan, con lo que el Estado gana incluso descontando los euros subvencionados.
No hace falta magia sino ponerse. Upss, juro que no es una referencia implícita a Pablemos.
Buenos dias Lobisón,caballeros callejeros y cabelleras al viento (¡fuera las coletas!…jeje.)
Si ,saturado estoy….es un contratiempo que La plaza de La Bastilla sea una plaza de París….pero bueno ,ya que la cigueña viene de Paris,lo mas logico seria devolverles a los parisinos,a todos los corruptos para que los paseen por La bastilla….bueno lo de pasear es un decir…..ejem.
Si…saturado estoy ,todavia me llegan los mareos mentales que me produjo Pablo Iglesias en la entrevista que le hizo Jordi Evole en «Salvados»…..mi mujer y yo nos miramos y antes de empezar a vomitar,cambiamos de cadena…aun me duele la cabeza.
Si ,saturado estoy viendo la contumaz perseverancia, en los debates de TV3 ,de los contertulios ,en negarse a reconocer que se estan engañando a si mismos….entran en bucle y rizan el rizo de sus encajes de bolillos mentales,sin apenas despeinarse.
Si,saturado estoy,aunque los que ya han ido a la cárcel o están pendientes vayan moderando el tono….la cancion sigue siendo la misma y sigue retumbando en mi cabeza ,a punto de estallar.
Ante mi doy fe.
AC/DC
firmado:…JAJAJA….que nervios.
A Lobisón siempre es un placer leerle, aunque sea por la atemperada mordacidad de su prosa.
Hola Lobisón, gracias por el artículo. Hay un comentario que así sin más parece muy feo, en el penúltimo párrafo:
«Y es posible que ahora el rencor de los de abajo, con su baja forma de pensar, se traduzca en una creciente presión contra las remuneraciones demasiado altas que restablezca el sano temor a la ostentación que caracterizó al capitalismo puritano.»
«El rencor de los de abajo….. con su baja forma de pensar……. presión contra las remuneraciones demasiado altas…….»
Antes de analizarlo me gustaría que se explicase mejor, a ver si es que yo no lo he entendido bien y resulta que el comentario no es tan feo…. Gracias y un saludo!
Sarah, eso me pasa por pedante. Parafraseo a Brecht en lo de ‘la baja forma de pensar de los de abajo’.
Es de Perseguido por buenas razones:
dictaron contra mí una orden de detención
por la que se me acusa de pensar de un modo bajo, es decir,
el modo de pensar de los de abajo.
A mí me pasó lo mismo que a tí y a tu mujer. Amistad, viendo y oyendo a Pablo Iglesias con Évole. Esa mezcla de ignorancia y de faltar a la verdad (por ejemplo, el salario máximo que dijo que existía en Suiza, fue rechazado abrumadoramente en referendum, luego NO EXISTE), de pedantería, de enamoramiento de sí mismo, de osadía….. agggggg.
Por cierto, ¿nadie se ha dado cuenta de que llamo Carlos a Francisco Granados y me quedo tan contento? Qué mayor estoy, caramba.
Ah que lo dijo Brecht!! jejeje Gracias Lobisón!
Voy a aprovechar la mención de PMQNQ y de tu buena disposición a ver si se puede aclarar lo siguiente:
En el primer link hay un artículo de Marzo ’13 sobre un referendum, Minder, en el que la población de Suiza aprueba poner un tope a los sueldos máximos (excesivos):
http://www.elperiodico.com/es/noticias/economia/suiza-aprueba-referendo-limitar-salario-los-directivos-2330756
En el segundo link hay un artículo de Nov.’13 sobre un referendum, 1:12, en el que la población de Suiza aprueba No poner un tope para los sueldos:
http://economia.elpais.com/economia/2013/11/24/actualidad/1385300498_733811.html
Los porcentajes en ambos casos son opuestos, y cada uno tiene un nombre diferente. ¿Porqué ha habido 2 referendum para lo mismo en el mismo año? O no es lo mismo y no me he enterado bien…..
Más saludos!
Sarah, aunque supongo que la aclaración se la pedías a PMQNQ, lo que pasa es que en el primer referéndum se obliga a que los directivos y sus salarios estén controlados anualmente por los accionistas, mientras que en el segundo se quería fijar un tope legal con independencia de lo que pudieran decidir los accionistas.