Aitor Riveiro
El pasado Puente de San Isidro Madrid celebró, a parte de la festividad de su patrón, el aniversario del Movimiento 15-M. Entre el 12 y el 15 de mayo la Puerta del Sol volvió a resonar con los cánticos de decenas de miles de ‘indignados’. Además de Madrid, que fue cuna de las movilizaciones hace ahora un año, muchas ciudades de España secundaron las movilizaciones hasta el punto de que, por primera vez desde que estallara el movimiento, no fue en la capital donde se produjeron las manifestaciones más multitudinarias, sino en Barcelona, según los datos oficiales aportados por los cuerpos de seguridad.
Esta es la primera gran diferencia entre el 15-M de hoy y el de los días previos a las elecciones municipales y autonómicas de 2011. Pese a ser de carácter estatal (e incluso internacional si lo asociamos a otros como ‘Occupy Wall Street’ o ‘We are the 99%’), hasta ahora el peso del movimiento radicaba en Madrid, generando incluso recelos en algunos sectores tradicionalmente combativos arraigados en otras regiones. Es cierto que algunos de los episodios más mediáticos del proceso han tenido como escenario las calles de, por ejemplo, Barcelona; sin ir más lejos, el brutal desalojo de la Plaza de Cataluña y el consiguiente bloqueo del acceso al Parlament, agresiones a diputados mediante. Sin embargo, Madrid es, o ha sido hasta ahora, el nodo central de un movimiento que es, por su propia naturaleza, descentralizado.
Y en Madrid estaba puestos los ojos durante el #12M15M (como ha sido referenciado en las redes sociales el aniversario del movimiento). La capital vivió cuatro días de aparente contradicción. La asistencia a la gran marcha del sábado 12, con las ya clásicas columnas provenientes de los cuatro puntos cardinales, no alcanzaron ni por asomo la asistencia de las primeras manifestaciones de 2011 ni tampoco la de la jornada de movilización internacional del pasado 15 de octubre. Y, sin embargo, las previsiones volvieron a fallar ya que incluso dentro del propio 15-M existían dudas en los días previos sobre el éxito de la convocatoria, que superó las expectativas.
A esta aparente contradicción contribuyó decisivamente el Gobierno central al movilizar ni más ni menos que a 2.000 agentes de la UIP para impedir a toda costa una nueva acampada en el Kilómetro Cero de España. El despliegue se demostró absurdo desde el primer momento y se confirmó en la madrugada del sábado al domingo: apenas un par de centenares de personas intentaron recuperar el que fuera centro neurálgico de la protesta durante 2011. La policía, eso sí, no hizo el viaje en balde y se esforzó en cometer todo tipo de tropelías y brutalidades completamente desproporcionadas y gratuitas, con el consabido aplauso de los políticos y prensa de extremocentro.
Aquí llegamos a la segunda gran contradicción. La Puerta del Sol continúa siendo el símbolo del movimiento con la inexcusable ayuda de policía, Delegación del Gobierno y Ejecutivo regional. Y, sin embargo, el 15-M ha logrado que la céntrica plaza de Madrid no se convierta en su objetivo: ha desaparecido la obcecación: se ha desalojado la plaza para ‘tomar’ otras plazas.
Durante el pasado invierno el Movimiento 15-M pareció diluirse entre el frío, la apatía y la victoria del PP cuando no estaba siquiera hibernando. Los nodos que desde un principio defendieron con insistencia el núcleo duro de los ‘indignados’ se han activado en barrios y pueblos, lejos del foco y con acciones concretas que han mantenido las brasas encendidas debajo de las cenizas.
En este tiempo el 15-M ha sufrido un proceso de izquierdización; o mejor dicho, ha desechado la transversalidad que se pudo respirar durante 2011. Aunque formalmente las asociaciones que integran y capitanean el movimiento mantienen que no son de izquierdas ni de derechas (“somos los de abajo y vamos a por los de arriba”), y es cierto que aceptan en su seno a cualquier persona independientemente de la ideología siempre que respete el espíritu asambleario, tanto los cánticos como las principales reivindicaciones que se han podido escuchar durante el #12M15M pueden ser fácilmente identificadas como de izquierdas: defensa cerrada de lo público; han desaparecido las referencias a un Gobierno de tecnócratas; ataques furibundos contra la reforma laboral; las crítica a los sindicatos han perdido fuelle; todos los políticos siguen siendo iguales, sí, pero algunos son más iguales que otros. En Madrid, Esperanza Aguirre es diana recurrente: la némesis del movimiento, abriendo sin quererlo la puerta al jugoso espacio que antes ocupaba Gallardón en Madrid a su otrora colaboradora y hoy enemiga declarada, Cristina Cifuentes.
Este hecho resta poder al 15-M y, a la vez, lo hace más combativo y unido. Una de las grandes bazas del movimiento en su nacimiento fue, precisamente, su carácter transversal. Esto le dio mucha visibilidad, frenó los ataques públicos contra sus integrantes y simpatizantes y ayudó a que muchas personas poco politizadas y reticentes a los eslóganes se acercaran a comprobar qué sucedía. Pero a la vez impedía el progreso del grupo hacia sus objetivos, fueran estos cuales fueran, precisamente porque, aunque existía una causa común y una indignación colectiva, las recetas diferían. Y cuando se rasca más allá del eslogan surgen diferencias de forma y fondo que imposibilitan una acción común. O la dificultan enormemente.
Así, podemos decir que en los últimos meses el 15-M ha logrado algunos de sus objetivos. Menores, quizá; desnaturalizados o aguados en otros casos. Pero el Gobierno del PP, y vamos a la enésima contradicción, ha introducido en su discurso y en la legislación algunas de las reivindicaciones tradicionales del movimiento.
– Uno de los primeros anuncios del Ejecutivo de Mariano Rajoy allá por febrero fue la limitación de los sueldos en las cajas de ahorros que habían recibido o iban a recibir dinero público para sanear sus balances. Leída la letra pequeña podría parecer el chocolate del loro o una acción dirigida a la galería, pero la realidad es tozuda: fue el PP el que se atrevió a realizar un gesto que seguro puso en guardia a algunos prebostes del país.
– A esto hay que sumarle la investigación anunciada hace pocos días por el fiscal general del Estado sobre las propias cajas de ahorros. Es cierto que se deja fuera a Bankia, el gran pufo promovido, consentido y protegido por el PP al completo; pero no se puede negar, como en el anterior caso, que se abre una espita cerrada a cal y canto hasta ahora. Veremos si el Gobierno puede regular y controlar la presión o no.
– También en fechas muy recientes la Dirección General de la Policía ha aprobado una circular para poner coto a las denominadas redadas racistas, operaciones sistemáticamente desmentidas por los sucesivos Gobiernos pero que cualquiera con ojos en la cara podía ver. Esta ha sido una reivindicación histórica de la izquierda y, en los últimos meses, del 15-M, que ha hecho bandera de la defensa de los derechos del migrante, especialmente en barrios como Lavapiés, Carabanchel o Arganzuela en el caso de Madrid, donde se han producido enfrentamientos directos con agentes de la policía.
Pero el logro más importante ha consistido en la visualización de uno de los grandísimos problemas que está sufriendo España y sus ciudadanos desde el estallido de la crisis: los desalojos. El drama de miles de familias expulsadas de sus casas por los bancos que se lucran con las ayudas públicas del Gobierno y del BCE mientras usan dinero baratísimo para comprar deuda pública y apretar a los políticos para llevar a cabo más y más ajustes. Un círculo vicioso en el que el ciudadano se convierte en una surte de sumiso que paga para que le echen de su casa sin importar las circunstancias.
El 15-M ha logrado detener ciento de desalojos gracias a la colaboración y la lucha de los vecinos y al asesoramiento legal y desinteresado a los afectados. Y el Gobierno, otra vez el del PP, ha introducido en la legislación algo parecido a una dación en pago ‘a posteriori’, es decir, aplicable a determinados casos aunque no estuviera recogida en el contrato. Con mucha letra pequeña otra vez, sí; solo para casos muy, muy extremos, sí. Pero se ha abierto la puerta a una figura denostada hace apenas unos meses y que provocaba poco más que hilaridad en los jerifaltes de la banca.
Todos estos logros quizá no sean mérito exclusivo del 15-M, aunque nadie podrá discutir que ha sido este movimiento el que los ha puesto sobre la mesa con fuerza. Quizá el Gobierno, a diferencia de lo que hizo el anterior, se toma en serio un organismo vivo y difícilmente controlable que, como decimos, se ha consolidado como netamente de izquierdas y que, además, cuenta con la simpatía mayoritaria de los españoles, como revelas un par de encuestas realizadas en los últimos días.
Los sindicatos están sumidos en su propia crisis de identidad, burocracia y representatividad que se han mostrado incapaces de ofrecer a los trabajadores una alternativa, no digamos de movilizar si quiera a sus propios afiliados; el PSOE no levanta cabeza en las encuestas, mantiene batallas internas pendientes de resolver y tiene una visibilidad menguante en la calle. ¿Es entonces el 15-M el principal escollo para la mayoría absoluta del PP?
Quizá sí. Las encuestas que antes mencionábamos retratan un movimiento que generaba, antes y después de su aniversario, una amplia simpatía entre los españoles, que también mayoritariamente defienden que el 15-M tiene razón en sus principales reivindicaciones. ¿Y quién rechaza a los ‘indignados? Principalmente, los votantes del PP, que además lo consideran por una enorme mayoría un “movimiento radical antisistema que pretende sustituir el actual sistema por otro”.
Buen balance aunque no estoy del todo de acuerdo. Cómo podría… 🙂
De verdad el movimiento ha conseguido seguir vivo en los barrios? Lo oigo todo a menudo pero no lo veo. No vivo en un «barrio», por eso pregunto, porque nada me gustaría más que fuera cierto.
Me alegro de que los supuestos transversales (upeyderos y demás demagogos) hayan dejado el movimiento. Podían haberse apoderado del mismo y es bueno que no haya sido así.
No estoy seguro de que las medidas que se citan como producto del 15M lo sean verdaderamente. La limitación de sueldos e indemnizaciones para directivos de empresas públicas es una de esas medidas que a uno le da vergüenza no ya que el PSOE no la haya tomado sino que no se la hayamos reclamado… Pero las pocas veces que el Gobierno Rajoy tiene sentido común, es necesariamente gracias al 15M? Ojalá.
La circular de la policía, me temo, es producto de la burocracia interna policial ante la sinrazón de detener a gente que luego no se puede expulsar y ni siquiera mantener en los superpoblados CIEs.
Y la investigación sobre los desmanes de las cajas me temo que habría tenido lugar igual sin 15M, porque clama al cielo y hasta los votantes del PP la piden.
Si estoy de acuerdo con lo de los desahucios. De hecho creo que esa debería ser la bandera principal del movimiento, tanto por la injusticia flagrante y urgente que suponen como por la necesidad de aglutinar una causa que consiga materializar la fuerza colectiva en un resultado concreto. Eso sí, discrepo completamente de que la dación en pago del PP lo sea verdaderamente. Estoy convencido de que el código de conducta voluntario no se aplicará apenas nunca.
El descontento generalizado como resultado y reacción lógica a los efectos de la crisis no necesita del 15 M. Se palpa en el ambiente y el gobierno lo valora y tiene en cuenta en lo posible. No es el 15 M quien canaliza ese descontento, sino al revés, quien se beneficia del mismo para expresarse en su estilo, si le dejan.
La indignación existe, pero ni la paternidad de la misma es adjudicable al 15 M, ni lo que se pueda entender como resultados favorables, por la vía de actitud y acciones de gobierno con medidas que buscan algún tipo de solución a los problemas de la ciudadanía más afectada por la crisis, se pueden considerar reacciones al movimiento 15 M.
Al 15 M solo se le puede asignar su papel de catalizador a la hora de establecer fecha y lugares a los que acudir. Ora cosa es que todos los que acudan estén dispuestos a expresarse manteniéndose en acampadas continuas y desafiando las limitaciones impuestas a la manifestación, cosa que no es así. La mayoría es más silenciosa y se deja ver si hay oportunidad para ello, pero sin participar en acciones incívicas, que si son limitadas pueden verse bien aunque no se participen en ellas, por eso de que otros den la cara por mí en esos temas de dar caña, pero que si son extremas, repudian.
Las visiones del 15M son tan variadas como gente se identifica con el, alguien me comento en el blog que el 15M había despachado de un golpe a la izquierda, y no le falta razón, son demasiados nodos. Las webs que han surgido, la cultura de intercambio de noticias y enlaces, la preocupación por algo que antes dejabamos pasar son las acciones representativas del 15M todo eso de las calles y de la izquierda es el discurso de los medios…por cierto eso se hizo en el iniverno
OFF TOPIC
Tengo curiosidad por cómo valorarán el sector universitario del blog el plantón que le dieron ayer a los rectores a Wert. Merecido se lo tiene, desde mi punto de vista, por su arrogancia y su insistencia en no poner sobre la mesa y debatir esos recortes. Y si de lo que se trata es de mejorar la universidad española, lo lógico es suponer que se tendría que hacer en cooperación con la comunidad universitaria, no enfréntandose a ella.
De todas formas. con Wert ya he perdido las pocas esperanzas que tenía de que razone o actúe de un modo que se pueda considerar mínimamente sensato o coherente.
Otro Off Topic
Muy interesante el programa de Hora 25 ayer, entre las 21 y las 22 horas. Angels Barceló no es santo de mi devoción (soy más fan de Montserrat Domínguez), pero me gustó mucho (al tiempo que resultaba descorazonador) el análisis de cómo todas las medidas adoptadas por el Gobierno están minando las posibilidades para el desarrollo profesional y personal de las mujeres en este país. Un auténtico retroceso en todos los frentes. A eso sí lo llamaría yo violencia estructural contra las mujeres, ejem, ejem…
Y si de lo que se trata es de mejorar la universidad española, No mujer, se trata de reducir presupuestos. No hacía falta reunirse, ya se apañaran con lo que les den
Hay otro aspecto del 15-M en que los datos les dan la razón, aunque ni el PSOE ni el PP querran cambio alguno. El sistema electoral.
HAyun post en el Cercle Gerrymandering buenísimo que relaciona sistema proporcional con mejor Indice de Desarrollo Humano. En catalán, eso sí (y gràficos buenisimos)
Alé!
http://www.cerclegerrymandering.cat/si-el-15m-tingues-rao-sistemes-electorals-desenvolupament-huma/
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Frase de día: LBLN No vivo en un Barrio… és Heidi!!!
Como todos los lectores de DC que me hayan leido antes, el 15M, así, en general no me «mola». Lo veo demasiado naif y con poco hueso, y no me gusta nada esos llamamamientos reiterados a no votar y cosas de esas.
Puedo compartir alguna cosa de las que dicen, pero igual que puedo compartir alguna cosa de las que dice cualquiera medio razonable.
Eso sí, a base de porrazos policiales y de meneos extremocentristas y otros, a este paso van a conseguir que encabece la próxima asamblea vecinal.. (si es que en mi barrio se animan y les pillo un dia). Quizas hasta la proxima manifestación.
Saludos tengan ustedes
@LBNL,
no pude ayer contestarte a tu réplica a mi intervención por tu artículo.
Efectivamente la intervención se ocupa principalmente de garantizar que los acreedores extranjeros tengan prioridad sobre cualquier otra cosa a la hora de cobrar, ¿y????
Sin estar intervenidos oficialmente, se pagan actualmente los vencimientos a nuestros acreedores sin que la UE ni el FMI aporte un solo euro. ¿Qué ventaja da a Francia y Alemania intervenir España? Yo diría que hay más inconvenientes que ventajas. El mayor inconveniente, que el dinero que habría que poner para llevarlo a cabo es mucho: se ha llegado a decir que incluso alrededor de 500.000 millones de euros, o incluso más, una cantidad que desestabilizaría a toda la zona euro no solo desde el punto de vista financiero o monetario, entre otras cosas, porque daría pie a que otros acreedores quisieran hacer lo mismo con la deuda de otros países… por ejemplo, Italia.
En cambio, permitir que el BCE inyecte liquidez sale (en valor absoluto) más «barato» a la UE.
Si lo fundamental es que los bancos alemanes y franceses cobren, mejor hacerlo sin gastarse un solo euro del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
Por eso creo que España no será finalmente intervenida.
Sobre lo del 15-M veo que es un movimiento que ha creado una cierta movilización social ante las consecuencias de la crisis (protestas, asambleas, debates), pero que apenas tendrá consecuencias en la toma de decisiones políticas. No obstante, buena parte de las propuestas del 15-M son bastante «demagógicas», bajo mi punto de vista. El movimiento quedará como una anécdota para la posteridad, creo yo.
Pratxanda: y tú la Srta. Rotenmeyer, no te fastidia 🙂
Latinmunich: Es obvio que sería más viable para que sigamos siendo solventes (es decir, seguir pudiendo pagar nuestros préstamos a medida que vencen) si el BCE nos prestara a un tipo bajo lo necesario. Pero no lo hace. Sólo interviene reticentemente cuando la cosa está a punto de salirse completamente de madre. Entretanto tenemos que refinanciar a tipos más caros, ergo, cada vez pagamos más en intereses, ergo, cada vez somos menos solventes. Si sigue así, y la cena de ayer en Bruselas indica que no tiene pinta de que vayan a cambiar las cosas a corto plazo, llegará un día en el que tendremos que pedir el mal denominado «rescate», es decir, préstamos a un tipo menor que el que ofrece el mercado. Y a cambio exigirán que demos todo tipo de garantías y aceptemos todavía más recortes. Y saldrá igual de mal que con los otros rescatados.
Es un sin sentido del que no se sabe por qué no salimos. Tontos? Sin duda lo son. Agenda oculta? Yo creo que también. Integración por las malas.
@LBNL,
el BCE no lo hace ahora. Pero si la cosa se «desmadra», lo hará (eso es lo que creo yo). Por tanto, quizás una prima de riesgo de 480 puntos básicos no sea ahora mismo una situación tan límite.
Lo de la integración por las malas, estoy de acuerdo. Ten en cuenta que nuestros socios comunitarios ya no se fían de nosotros: ni de la deuda real de nuestras administraciones públicas ni de los balances que presentan nuestras entidades financieras. Por tanto, no les queda otra que hacer las cosas por las malas, que es una de las formas de aprender que tienen los seres humanos desde que el hombre es hombre. Y por eso se aprovechan de que la prima de riesgo es alta. Así nos vemos obligados (por las malas) a hacer reformas. Si no, actuaríamos con lo de la política de dar una patada hacia adelante al problema, o sea, posponer las reformas.
Lo de la agenda oculta, pues… no sé a qué te refieres, la verdad.
En resumen: no hay que olvidar que lo de rescatar ha transmitido un mal mensaje a los mercados. Los mercados han acabado por buscar a otro país con «vulnerabilidades» para atacarle. Por tanto, si España es intervenida para ser rescatada, los mercados irán a por el siguiente, que puede ser Italia. ¿Tendrá la UE dinero suficiente para rescatar a España, y luego a Italia, y luego a … y luego a…. y luego a….? Obviamente no. Y esto es lo que me hace pensar que España no va a ser rescatada.
Es muy razonable todo tu comentario, sea 15 m o cualquier fecha, la sociedad española está en la encrucijada de ver como todos los logros y libertades se esfuman como las volutas del huno de un cigarro. Quizás el mayor error del partido en el Gobierno haya sido la impaciencia que ha tenido para imponer medidas sin esperar a conseguir consenso a través del dialogo. Rajoy y su Gobierno en su afán de contentar a los mercados y a la señora Merkel han emprendido una carrera contra reloj para recortar, ajustar, reprimir y en definitiva podemos decir que en menos de cinco meses hemos perdido la ciudadanía el logro de treinta años.
Durante la campaña electoral se ha mentido sistemáticamente y lo que es peor los ciudadanos se lo han creído (los que se lo hayan creído), quizás el 15M no supo lanzar un mensaje claro de lo que se nos venia encima, o quizás la ciudadanía no supo entenderlo. Los trabajadores que habían perdido su trabajo se agarraron a un clavo ardiendo esperando que las promesas de Rajoy se convirtieran el la panacea para el estado del bienestar que estaban perdiendo a marchas forzadas, ahora cuando las circunstancias nos han demostrado que la pérdida de los derechos y libertades han galopado como el caballo de Atila pisoteando el derecho a la enseñanza, el derecho a la sanidad, el derecho a una pensión justa, los movimientos ciudadanos se están haciendo notar.
Cuando los recortes pegan al que menos tiene y los bancos reparten el dinero entre sus dirigentes y cientos de millones salen en su ayuda para que sigan robando y no contentos con lo que está pasando cada día las primas de riesgo aprietan mas y mas exigiendo que la ciudadanía sea la que pague los platos rotos. Ante esta situación no es de extrañar que el ciudadano responda abiertamente contra semejantes injusticias, y que tengan en cuenta unos y otros que la sociedad está preparada y gracias a los años en que la cultura ha llegado a todos.
Un pueblo analfabeto es más fácil de dominar, este no es el caso que tengan en cuenta que vamos a defender unos derechos y unas libertades que ningún Gobierno por legítimo que sea y tenga mayoría absoluta tiene derecho a suprimir. Este Gobierno tiene a gala el récord de Gines de haber retirado la confianza del pueblo en tan poco margen de tiempo. Hay un antiguo refrán y todos son verdaderos LAS OBEJAS SE PELAN PERO NO SE DESUELLAN señores del Gobierno.
@trigo limpio,
abusas de la demagogia.
En primer lugar, los recortes lo exige Bruselas y nuestros socios de la UE. Lo están haciendo todos todos todos los países que tienen problemas. Y da igual el color político que gobernara, los recortes y reformas se llevarían a cabo.
Efectivamente al PP en campaña se le llenó la boca de buenas intenciones. Llámalo, si quieres, mentiras. Pero lo mismo pasó con el PSOE en el 2008. Hicieron un programa que luego no cumplieron. Y también nos vendieron la moto.
Sobre el 15-M intentaré hilar fino:
lo que en su inicio se resumía en puntos muy concretos como la lucha contra la partitocracia bipartidista, el fin de los privilegios de la clase política, la persecución de los políticos corruptos que hacen de su cargo un negocio y la modificación de la ley electoral (propuestas todas nada descabelladas), ha derivado hacia un cuestionamiento a la práctica totalidad del sistema en gran consonancia con ciertas proclamas de los partidos más escorados a la izquierda. Y esto es lo que, a mi entender, les ha llevado a ser demasiado pretenciosos y en el que el pensamiento dominante, inevitablemente, pone en riesgo el deseo de otorgar al movimiento un carácter incluyente, independientemente de los pensamientos políticos de cada persona.
AL movimiento le sobran las frases que desembocan en el reduccionismo, impidiendo una política y acción ilustrada. Las asambleas se nutren de consignas y lemas del tipo: «que no nos gobiernen los mercados», que si «no hay pan para tanto chorizo», que si «todos los políticos son iguales», todas ellas muy demagógicas y huecas.
Los procesos de participación en las asambleas son limitados, las propuestas son muy homogéneas, unidireccionales y se retroalimentan con debates poco ventilados. Las discusiones no tienen riqueza, versatilidad ni pluralidad.
Y algo fundamental: siempre es fácil recoger la indignación de todo el mundo y difícil gobernar y tomar decisiones.
En fin, este movimiento quedará como una anécdota en la historia.