Juanjo Cáceres

Una escena teatral absolutamente imaginaria y ficticia

PERSONAJES

Pedro, presidente

Félix, ministro de la presidencia

Félix entra en el despacho de Pedro, con el paso acelerado y rostro de preocupación

• Pedro, no me cabe duda de que la presentación del acuerdo con Sumar ha sido todo un éxito para nosotros, pero me preocupa el exceso de ruido provocado por el de Siempre. Si ya es bastante difícil culminar todas las etapas hasta la investidura, solo nos faltaba vérnoslas con un socio de gobierno partido en dos.
• Félix, tú siempre tan preocupado… Va a salir bien.
• Admiro tu confianza, Presidente, pero en muchos otros países seríamos el hazmerreír por relacionarnos con toda esta gente.
• En muchos otros países tampoco tendríamos la oportunidad de formar gobierno. Pero míranos: ahí estamos Yolanda y yo. ¿Te gustó Yolanda, Félix? Yo creo que estuvo estupenda.
• Bueno, sí, como es ella… Pero no han tardado ni medio minuto en lanzarle todo el “fuego amigo” que tenían y en insinuar con mucha claridad que hacemos con ella lo que queremos.

Súbitamente, Pedro estalla en una carcajada que dura algo más de 30 segundos.

• Félix, no sé qué haría yo sin ti y sin estas reflexiones compartidas. ¡Qué cosas tiene la gente! No sé cómo pueden pensar eso…
• Pues a mí no me hace tanta gracia.
• Porque te tomas las cosas demasiado en serio. Te recordaré una vez más lo que ya te he dicho otras veces: nosotros se lo debemos todo a Podemos. ¿Cómo me voy a enfadar yo por sus infinitas travesuras?
• 2015 nos queda ya muy lejos, Pedro.
• ¿Y dónde estaba el partido entonces, Félix? Bajo la bota de Mariano. ¡Estábamos hundidos con 110 escaños y míranos ahora con 122! Si Podemos no lo hubiera reventado todo, aun estaríamos con ese aquí. “Muy españoles y mucho españoles”, ¿te acuerdas?, “Cuanto peor para todos, mejor, mejor para mí, el suyo beneficio político”. ¡Qué estilo! ¡Qué oratoria!

A Pedro le asalta una nueva carcajada, que Félix interrumpe al cabo de un rato.

• ¡Pero son insoportables, Pedro! Lo que han dicho de nosotros…
• Nada, nada. Te lo he dicho muchas veces, pero te lo vuelvo a repetir: nosotros tenemos el tanque de la presidencia y el resto va con escopetas. Ya pueden dispararnos ellos, el PP y quien sea, cuanto quiera. Nosotros hacia adelante a culminar nuestros objetivos y a formar el nuevo gobierno.
• Cuando recuerdo lo de Meritxell…
• ¿Las broncas por lo de Alberto? Fue un poco tenso, pero mira con quien está ahora Alberto… Podemos cambió la política española para bien y para mal. Su otra gran contribución a la humanidad es esa fórmula de estar en el gobierno y en la oposición, compaginando ministerios con el lanzamiento de perdigonadas desde fuera. Pero son tan solo eso: perdigonadas. Y ya ves de lo que les está sirviendo: sobre todo para debilitar su espacio y, en consecuencia, para fortalecer el nuestro. ¿Tú crees que sin el de Siempre tendríamos nosotros los diputados que tenemos, después de cómo nos quedamos en 2015?
• No sé qué quieres decir, Pedro…
• Mira, yo con Podemos no habría ido ni a la vuelta de la esquina, pero tras la moción de censura y la repetición electoral de 2019 no había otra. Sabía que sería una tortura tenerlos en el Consejo de ministros, pero supimos hacer de la necesidad virtud y tampoco fue tan difícil torearlos. El de Siempre no tardó en aburrirse y prefirió montarse su Waterloo particular en las elecciones de Madrid de 2021. Ahora que lo que nunca me hubiera imaginado es que dejaría caer su dedo sobre a alguien como Yolanda en su lugar. ¡En Yolanda! Por cierto, ¡qué bien estuvo en la rueda de prensa del acuerdo! De hecho, yo creo que se nos vio muy bien a los dos, ¿verdad?
• Estupendos, Presidente, ya lo sabes y no haces más que repetirlo.
• Es verdad, perdóname, ¡pero es que adoro a Yolanda! ¿Te lo había comentado antes?

Resuena otra estruendosa carcajada, tras la cual Pedro prosigue con su reflexión.

• Al final, pese a que nos han hecho pasar algún mal rato, como lo de la ley del Solo sí es sí, el balance es fenomenal: salvamos las elecciones de julio y Podemos hace lo posible para que Sumar sea una cosa pequeñita y efímera, lo que a larga se traducirá en un PSOE cada vez más grande. ¿Qué más se puede pedir? Si hasta el problemilla de Irene nos lo gestiona Yolanda, la pobre. ¡Qué voluntarismo! Que se fue hasta Bruselas. ¡Es lo mejor que nos ha pasado!
• Me fascina tu optimismo eterno, Pedro…
• Una vez un amigo mutuo me dijo que para invertir en bolsa siempre hay que ser optimista, ¡así que imagínate para sacar adelante un pacto con Puigdemont!

Ahora es Félix quien se ríe a carcajadas.

• Casi me has alegrado la mañana, Pedro.
• ¿Casi? ¡Alégrate del todo, Félix! El tanque, Félix, el tanque. Pactemos lo que tengamos que pactar y a seguir nuestro camino. Mientras estemos en marcha y no dudemos, no habrá quien nos pare.
• Contigo todo parece tan fácil…
• Fácil, pero no sencillo. Recuerda lo más importante: yo antes muerto que sencillo.

Entre fuertes carcajadas, abandonan ambos el escenario.