11-M(entiras) (II)

Aitor Riveiro

Había previsto, ingenuo de mí, un orden determinado para esta serie de artículos destinados a exponer algunas de las mentiras que los ‘agujerólogos’ y demás ‘vendelibros’ han lanzado al aire (ya sea hertziano, impreso o digital) desde aquel fatídico 11 de marzo de 2004. Sin embargo, la semana pasada vivimos uno de los momentos más esperpénticos de la vida política de este país. Y no eran fáciles de superar algunos de esos precedentes. Ni dejarlo pasar por alto.


Resumiendo: el 9 de septiembre de 2006 el ex director general de la Policía y eurparlamentario del Partido Popular Agustín Díaz de Mera declaró en la cadena Cope que sabía de la existencia de un informe que relacionaba a ETA, los islamistas radicales y el 11-M. La madre de todas las mentiras comenzaba una andadura breve pero intensa. Según el íntimo de �?ngel Acebes, secretario general del PP y ministro de Interior durante aquellos aciagos días de marzo, el informe había sido secuestrado por la actual cúpula del Ministerio ya que ponía en entredicho la “verdad oficial��? del peor atentado cometido en España, guerras mediante.

La existencia de tal informe habría hecho tambalearse al Gobierno de la nación. Se demostraría que el PP había dicho la verdad, que Mariano Rajoy no se equivocaba cuando el 13 de marzo de 2004 afirmaba en una entrevista a ‘El Mundo’ que “tenía la certeza moral de que había sido ETA��?.

Si es cierto que la Comisaría General de Información elaboró tal informe y que Rubalcaba lo escondió, éste ya no tendría fuerza moral para seguir siendo, no ya ministro, sino diputado. Y con él, todos y cada uno de los grupos parlamentarios que antes, durante y después de la Comisión de Investigación del 11-M del Congreso dieron pábulo a una trama islamista en la comisión de los atentados.

El caso es que el propio Díaz de Mera declaró durante dicha comisión que no tenía ninguna prueba que relacionara a ETA con el 11-M. «Ya me gustaría a mí tenerla. No la tengo», dijo durante el interrogatorio al que le sometió el líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares.

 

El problema es que cuando uno hace una afirmación de tal calibre (que tal informe existe y que Telesforo Rubio –entonces comisario general de Información- sabe dónde está y también «con cuántas llaves está sellado») corre el riesgo de ser llamado a declarar ante el tribunal que juzga dichos sucesos. Dicho y hecho. Para alguien que sólo quiere “saber la verdad��? y que tiene las pruebas que demuestran esa verdad, la ocasión es inmejorable, perfecta.

Y lo que nadie pensó que podía suceder, sucedió. La declaración de Díaz de Mera ante el tribunal presidido por Gómez Bermúdez transcurría de forma tranquila. La fiscalía y los primeros abogados de la acusación le preguntaban sobre su trabajo al frente de la Policía antes y después del atentado, sobre los informes que apuntaban (o no) hacia una posible acción terrorista de células durmientes vinculadas o mimetizadas con Al Qaeda, sobre el asalto a la casa de Leganés donde fue asesinado el GEO Franciso Javier Torronteras.

Llegó el turno al abogado de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M José María de Pablo (visiten estos dos enlaces para que no quede duda de quiénes son 1 y 2) le preguntó por el informe. El interrogatorio transcurrió tal que así:

-Abogado (A): ¿A qué informe se refería en esa entrevista?
-Díaz de Mera (DdM): Al mismo que usted.
-(A): ¿Puede precisarnos qué informe es?
-(DdM): Yo conozco lo que dice, las generalidades; no conozco con precisión el contenido.
-(A): Usted habla de dos autores concretos. ¿Puede decirnos quiénes son los autores?
-(DdM): No puedo decírselo porque no lo sé y la fuente tampoco me dio el nombre completo de los autores. Me dijo que eran un hombre y una mujer.
-(A): Cuando usted dijo «de la existencia de ese informe sabemos muchos»… Eso, ¿qué quiere decir, que todos los mandos conocían la existencia de ese informe?
-(DdP): Unas 10 ó 15 personas
-(A): ¿Lo conocía el que en el momento de esa entrevista era comisario general de Información, Telesforo Rubio?
-(DdM): A mí se me dice que es el comisario general de Información quien lo encarga.
-(A): ¿Y sabe usted quién dio la orden de hacer desaparecer ese informe?
-(DdM): Yo nunca he dicho que alguien haya dado la orden de hacerlo desaparecer
-(A): ¿Cuál es esa orientación que no quisieron seguir los que elaboraron ese informe?
-(DdM): Presumiblemente la controversia falazmente establecida y con potencia reflejada en los medios entre la versión oficial y la conspirativa.
-(A): Esa orientación previa sería para reforzar esa versión oficial…
-(DdM): Así se me indica a mí
-(A): ¿Quién es la persona que le habla de este informe?
(negritas mías)

Díaz de Mera no comprende nada llegados a este punto. El abogado amigo, que probablemente pensaba que estaba haciendo lo correcto (o quizá alguien le había dicho lo qué debía preguntar), había metido en un lío al europarlamentario, ex director general de Policía, ex alcalde de �?vila, ex teniente de alcalde y portavoz de la misma ciudad bajo la regencia de �?ngel Acebes, quien le nombró máximo responsable de la Policía… (vaya lío, ¿no?). El caso es que De Mera estaba en un brete, porque, ¿cómo dar el nombre de una fuente inexistente, que hablara de un informe nunca realizado y nunca “desaparecido��??

En un alarde de valentía Díaz de Mera pidió al presidente del tribunal que “no se lo tomara a desacato��?, pero que no podía revelar la fuente. El resultado: 1.000 euros de multa por desacato y una elevación al Supremo para que juzgue al político del PP, aunque primero habrá que esperar a ver si la Eurocámara da el visto bueno al procesamiento, al ser Díaz de Mera aforado.

Después, despiporre. “Díaz de Mera solicita ayuda a policías de confianza para salvar su acusación sin pruebas��?. Luego, “La cúpula policial de Acebes desmiente la teoría de Díaz de Mera sobre el nexo de ETA y el 11-M��?. Luego, “Mayor Oreja llama «buitre carroñero» al PSOE por pedir responsabilidades a Díaz de Mera��?. Y luego, Acebes: “Díaz de Mera es un hombre honorable��?.

Eso sí. No todo está perdido porque hay alguien que todavía cree en él. Alguien de una incuestionable trayectoria. Sólo ellos podía querer “saber la verdad��?. ¿Qué le habrá hecho la verdad a esta gente?

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