Ariamsita
El artículo que os traigo hoy viene a raíz de esta noticia de finales de febrero que rescatábamos esta semana en Twitter. En ella se habla de una nueva medida propuesta por el PSOE, aún por definir, relativa a la búsqueda de una mayor igualdad en materia de permisos de maternidad y paternidad. Medida que buscaría pasar de una situación actual en la que la baja de maternidad es de 16 semanas y la de paternidad de solo 4 a un total de 16 semanas para cada progenitor. Estos permisos serían, a su vez, obligatorios e intransferibles.
Parece obvio que, de implantarse, la medida tendría efectos positivos en términos de igualdad, a falta de determinar el impacto de los mismos. En un contexto en el que la decisión de tener hijos sigue teniendo más costes a nivel profesional para las mujeres que para los hombres, parece lógico crear mecanismos que hagan más simétrica la toma de este tipo de decisiones, lo que en principio será deseable en términos de igualdad.
Por otra parte, nos encontramos no solo con una propuesta de aumento de igualdad en las prestaciones por maternidad, sino también ante un aumento de la generosidad del Estado del Bienestar, al quedar constante la prestación por baja de la madre y aumentar hasta en 12 semanas la del padre. No sabemos cómo pretende el PSOE financiar este aumento de generosidad del sistema, por lo que una estimación del coste sería deseable antes de seguir entrando en detalles, así como conocer qué otras políticas complementarias podrían llevarse a cabo.
El hecho de hacer de la prolongación de permisos parentales una prestación intransferible debería, en principio, reducir el desequilibrio en la distribución de la carga de la crianza de los hijos, que actualmente recae fundamentalmente sobre la mujer. Si partimos de la base de que la situación en el mundo laboral no es igualitaria entre hombres y mujeres, el hecho de que las bajas por maternidad y paternidad se igualen será un paso hacia reducir el sesgo que hace que los empresarios sean más proclives a contratar a un hombre que a una mujer en edad fértil por miedo a una baja de maternidad.
Sin embargo, podríamos preguntarnos hasta qué punto será esto eficaz, si tenemos en cuenta que que la franja de edad en la que los hombres pueden plantearse tener hijos será forzosamente más amplia que la de las mujeres, de modo que, a la hora de contratar, el eventual empresario será consciente de que un hombre puede retrasar más esta decisión que una mujer. En este sentido, nos planteamos que, si bien esta propuesta se trata de un paso hacia adelante, no deja de ser una medida parcial que no solucionará totalmente la asimetría entre hombres y mujeres frente la decisión de tener hijos. Sería necesario analizar también el riesgo de que la igualación de los costes -en términos de carrera profesional- para el padre y para la madre, mediante el aumento de los del primero, en la medida en que supone un aumento del coste global para la familia, acabe actuando como un incentivo negativo para las parejas trabajadoras a la hora de considerar tener hijos.
Otro debate es el que nace de la presunta obligatoriedad de la medida, que podría justificarse por la situación de partida desigual a la hora de tomar las decisiones de la que hablábamos antes. El hecho de que se tratase de una prestación irrenunciable podría, probablemente, tener efectos positivos en la igualdad laboral de hombres y mujeres. Sin embargo, ¿justifica este posible aumento de igualdad, en principio no enorme, la intromisión en la libertad individual por parte del Estado que supondría el hecho de obligar a ambos progenitores a renunciar a su carrera durante los cuatro meses siguientes al nacimiento? Entiendo el papel del Estado a la hora de incentivar la igualdad y de crear los mecanismos y el contexto adecuado para que esta sea posible, pero me cuesta encontrar justificable la pérdida de libertades que acarrearía esta medida con la vaga justificación de una posible mejora en la igualdad.
Así, partiendo de la base de que la igualación de los permisos se trata de algo positivo, en términos tanto de generosidad del Estado como de igualdad, se abren preguntas interesantes con respecto a los otros puntos de la medida: ¿Estamos dispuestos a defender una “equiparación” a la baja de los salarios de hombres y mujeres, en aras de conseguir la igualdad?¿Es justificable el hecho de aumentar el coste profesional de tener hijos para ambos por reducir así la diferencia entre sexos? ¿Existiría algún otro modo de reducir esta diferencia sin necesidad de aumentar el coste de oportunidad para el padre?¿No deberían ser estos últimos los que, en función de sus carreras, decidan quién va a pasar más o menos tiempo en casa? O, más ampliamente, ¿hasta dónde tiene el Estado derecho a entrar a decidir en algo tan personal como lo es la gestión del tiempo con los hijos?
El Estado Catalán Bolivariano, obligará todos los varones padres de matrimonio heterosexual a cogerse 1 mes de permiso de paternidad justo al acabar el mismo para sus parejas (entre el 6º y el 9º mes)
La lactancia materna será obligatoria (de ahí hasta el 6º mes) salvo justificación médica
Y si no te gusta te vas a tu querida Somalia, eh, liberal… 🙂 (risas)
PD: Y ya no hablamos de cerrar el Corte Ingles a las 18:30 y el resto de tiendas a las 19… que se cena antes de las 20 horas.
Estar vasectomizado va a terminar siendo un situación a reflejar en los curriculum vitae.
Muchas gracias Ariamsita por alertarnos sobre este modo que tienen algunos de meterse en la vida de los demás. La Ley , en todo caso, debería orientarse en facilitar mas y mejor la maternidad, dejando a los ciudadanos la organización familiar de sus asuntos , con prevalencia en las decisiones para la mujer.
Hola Ariamsita, gracias por el artículo.
En mi opinión es positivo que el Estado obligue a que cada progenitor tenga el mismo período de baja, por paternidad y por maternidad.
Y esto es debido a que la mentalidad de los empresarios sigue estando basada en que el trabajo para su empresa es prioridad nº 1, y por tanto las bajas por paternidad son un ‘estorbo’ a añadir a las bajas por maternidad, como bien demuestra Fernando en su comentario (sólo la vasectomía Fernando?)
Por otro lado ¿la dedicación a la carrera profesional se puede ver perjudicada por un periodo de paternidad?
En cuanto al presupuesto, después de todos los dineros que nos han robado no cabe preguntarse si habrá dinero para este proyecto, claro que lo hay, y mucho, pero hay que dárselo a los proyectos positivos para la sociedad, y sin bajar sueldos 🙂
Saludos!
Creo que sí, Sarah. El estado debe obligar a que cada progenitor tenga el mismo período de baja, por paternidad y por maternidad. Y no sólo los que trabajen por cuenta ajena sino también los autónomos, aunque tengan que cerrar el negocio cuatro meses.
Hombre, si el trabajador autónomo tiene que cerrar 4 meses por cumplir con su derecho, el responsable de solucionar esa situación es el Estado.
incluyendo a las trabajadoras autónomas… 🙂
y ya si nos ponemos a decir cosas que se deben hacer para mejorar la vida de l@s autónom@s nos desviamos demasiado del tema!
Querer igualar la maternidad y paternidad me parece una solemne majadería y solo hay que ver sus efectos sobre los cuerpos de los cónyuges. No somos ni remotamente iguales en este asunto.
estamos rodeados de tantas solemnes majaderías….
No es solo -con ser eso muy importante- la cuestión de la libertad que, como plantea Ariamsita, se ve mermada por esa prtensión «igualitarista». Es que la razón de ser del carácter obligatorio que tiene una parte ( solo una parte, variable según paises) del permiso maternal es la recuperación de la mujer y es evidente que tal necesidad no existe en el hombre. Maternidad y paternidad son términos parecidos solo en el sonido. La pretensión igualitaria en ese asunto concreto, por vía de la obligatoriedad de un permiso paternal desorbitado, económicamente inasumirle, es absurda (error de concepto) pero ejemplifica bien la deriva ideológica de la izquierda. ¡Y si solo fuera por esa majadería!
A mí lo que me parece una majadería es que se justifique la no obligatoriedad del periodo de paternidad con la recuperación del cuerpo de la mujer…
El otro dia tuve la oportunidad de asistir a una reunion bastante «nivelosa» con directivos de compañias y altos funcionarios de instituciones europeas. La media de edad era algo inferior a los 50.
Eramos 30 hombres y 3 mujeres.
Creo que eso lo dice todo.