Buenos dias caballeros callejeros y cabelleras al viento sin coletas y a lo loco.
____Cuentos de verano ___-
Cartoon’s News:
El Rag-Gatòn» :
El gato Moneyer Jinks en la reunión de The WeCan`s Rats subido al pulpito , ha apelado a la “responsabilidad de todo el mundo”. “Lo que nos estamos jugando es tan importante que ningún tipo de ratón enano y ningún tipo de Gato insignificante puede frenar algo que pertenece a todas Las Ratas”…¡¡¡Malditos roedores!!!
(Todas la ratas presentes a coro –¡¡¡Malditos Roedores!!!)
“Con una suma de cabecitas de ratón no se constituye sino un ratón Frankenstein”….¡¡¡Malditos Roedores
(Todas la ratas presentes a coro –¡¡¡Malditos Roedores!!!)
Mientras tanto Dixie Together Now y ,Pixie Atlantic Wave ,se reunen con Tom Garçon y Jerry Tale Gong ,en un Vertedero clandestino para planear el secuestro de El Gato Moneyer Jinks y pedir su parte de la Tarta electoral.
En otro lugar de La Mancha ,de cuyo nombre no debo acordarme
,Pablito Churchix Flautist conocido bajo el alias «Hortelano’s Dog» ensaya la nueva melodia de su nueva canción para su Flauta Magica Zambombera ,sin preservativos ,a capella.
Estaba la rana sentada cantando debajo del agua,
cuando la rana salió a cantar
vino la mosca y la hizo callar;
la mosca a la rana,
que estaba cantando debajo del agua,
cuando la mosca salió a cantar
vino la araña y la hizo callar;
la araña a la mosca, la mosca a la rana
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando la araña salió a cantar,
vino el ratón y la hizo callar;
el ratón a la araña, la araña a la mosca,
la mosca a la rana,
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando el ratón salió a cantar
vino el gato y lo hizo callar;
el gato al ratón, el ratón a la araña,
la araña a la mosca, la mosca a la rana,
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando el gato salió a cantar
vino el perro y lo hizo callar;
el perro al gato, el gato al ratón,
el ratón a la araña, la araña a la mosca,
la mosca a la rana,
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando el perro salió a cantar
vino el palo y lo hizo callar;
el palo al perro, el perro al gato,
el gato al ratón, el ratón a la araña,
la araña a la mosca, la mosca a la rana,
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando el palo salió a cantar
vino el fuego y lo hizo callar;
el fuego al palo, el palo al perro,
el perro al gato, el gato al ratón,
el ratón a la araña, la araña a la mosca,
la mosca a la rana,
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando el fuego salió a cantar
vino el agua y lo hizo callar;
el agua al fuego, el fuego al palo,
el palo al perro, el perro al gato,
el gato al ratón, el ratón a la araña,
la araña a la mosca, la mosca a la rana
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando el agua salió a cantar
vino el hombre y la hizo callar;
el hombre al agua, el agua al fuego,
el fuego al palo, el palo al perro,
el perro al gato, el gato al ratón,
el ratón a la araña, la araña a la mosca,
la mosca a la rana,
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando el hombre salió a cantar
vino la suegra y lo hizo callar;
la suegra al hombre, el hombre al agua,
el agua al fuego, el fuego al palo,
el palo al perro, el perro al gato,
el gato al ratón, el ratón a la araña,
la araña al la mosca, la mosca a la rana,
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando la suegra salió a cantar
ni el mismo diablo la pudo callar…….JAJAJA…..que nervios.
El artículo es un pura sangre de las cuadras del autor pero la fuerza de sus convicciones liberales no debe borrar los elementos de verdad incuestionable que refleja el artículo.
El fraude de Syriza se agiganta por momentos; más que del partido propiamente dicho, lo es de sus dirigentes y en especial de su líder,un iconoclasta oportunista que se alía con la extrema derecha incendiando un gobierno de extremistas, propio de un país extremo en su formación política.
¿Por qué debemos el resto de los europeos pagar el costoso precio de su desorganización interna?
¿Por qué no dice exactamente la verdad al pueblo griego?
Imaginemos por un momento que uno de los estados de EE. U U. decide unilateralmente que siendo el 1,5% de la economía del país no tiene porque obedecer las leyes federales y que además el resto del país debe mantenerlos porque su desarrollo ha sido desigual y obedece a causas históricas que determinaron su mal momento actual. ¿Absurdo, no?
Hay que exigir con rotundidad el desalojo de los aventureros que en este momento ocupan las instituciones griegas, de todos ellos, incluidas formaciones pardas como Amanecer Dorado para que Grecia reciba ayuda. La necesaria. La que le ocultan.
Últimas noticias sobre Grecia.
Carlin en EL PAÍS :
« Sísifo, personaje de la mitología griega, pecó de orgullo y lo pagó caro. Por engañar a los dioses fue condenado a cargar una roca hasta la cima de una montaña pero, al cumplir su misión, la roca rodaba cuesta abajo al lugar donde empezó. Sísifo descendía la montaña, recogía la roca y otra vez para arriba. Siempre, y para siempre, con el mismo resultado.
Hoy se repite la historia. Grecia es Sísifo. Los griegos engañaron a los dioses de la Unión Europea cuando falsificaron sus cuentas para poder cumplir los requisitos de admisión al euro; y Syriza, la coalición gobernante electa en enero, ha fracasado en su pretensión de negociar con los eurodioses como iguales. Ahora el pueblo griego se enfrenta a la condena de cargar la roca de sus deudas y
sus errores per saecula saecu
lorum.
Ríos de tinta y algoritmos se han derramado en el intento de diagnosticar el problema pero pocos dan con el fondo humano de la cuestión. Se trata de algo tan eterno como sencillo, contado hace 2.500 años en las tragedias griegas. El héroe cae como resultado de un “fallo trágico”. En casi todos los casos el fallo trágico acaba siendo una variante del mismo tema, el orgullo que ciega al protagonista a sus propias limitaciones. Por falta de humildad y autoconocimiento excede las fronteras que el destino le ha impuesto, generando una espiral de calamidades que lo lleva a su destrucción.
He aquí el fallo trágico que ha llevado a Grecia a la ruina. Los griegos, anclados en un orgullo ancestral, que poca relación tiene con la realidad moderna de su país, no han querido reconocer que simplemente no están capacitados para competir en el mismo terreno, obedeciendo las mismas reglas económicas de juego, que Alemania y Francia, o incluso España e Italia. Lo más parecido a un consenso entre los expertos que han participado en la gran polémica de los últimos meses es que la entrada de Grecia en el euro fue un error. No es ningún secreto por qué. Lo contó el autor estadounidense Michael Lewis en su bestseller mundial Boomerang: Viajes al nuevo tercer mundo europeo, publicado en 2011. El país menos europeo y más tercermundista que Lewis visitó fue Grecia.
Lewis descubrió un país que festejó su incorporación al euro a principios de siglo, y su acceso a los créditos bancarios del norte, viviendo muy por encima de sus posibilidades. Siguieron con la antigua costumbre del soborno y la trampa para no pagar impuestos, recaudando para el Estado una ridícula proporción de lo que correspondía, pero en poco más de una década los salarios en el sector público griego se duplicaron —y eso en un país con dos veces más funcionarios estatales que el Reino Unido, cuya población es casi seis veces mayor—. El sistema de educación pública griego es uno de los peores de Europa pero a Lewis le asombró ver que empleaba más profesores por alumno que el finlandés, número uno en el ránking mundial. La edad de jubilación en Grecia era, y sigue siendo, 57 años (en muchos casos menos) mientras que en Alemania los jubilados no reciben sus pensiones estatales hasta los 67 años. Lewis cita en su libro a un exministro de finanzas, Stefanos Manos, que declaró una vez que tal era la ineficiencia, corrupción y exceso salarial en el sistema nacional de ferrocarriles que le resultaría más barato al Estado pagar para que todos los griegos viajaran en taxi.
Hablé hace un par de años en Atenas con Stefanos Manos, que se lamentaba del primitivismo cultural detrás del funcionamiento económico de su país. “Todo se maneja sobre favores personales”, dijo. “La gente sigue creyendo que puede atenerse a una sinecura y no hacer nada, para siempre”.
Hoy la fiesta se acabó. Lo único que no han perdido los griegos es el orgullo. Lo decía la semana pasada Haridimos Tsoukas, un académico del Warwick Business School de Inglaterra: “Grecia es una nación orgullosa… Históricamente la nación griega deriva su autoestima, si no de Platón y de Aristóteles, de la batalla contra sus opresores”. Resistir es todo. Por eso, y por más ineficaces que hayan resultado ser las negociaciones del Gobierno con los alemanes y demás divinidades europeas, muchos griegos han celebrado las poses bravuconas de sus líderes electos frente a los “chantajistas”, “terroristas” e incluso “nazis” que les exigen apegarse a las reglas de juego del mundo real. Por eso, optaron por un rotundo a las medidas de austeridad impuestas por los dioses del norte en el referéndum del domingo pasado, medidas que el propio Gobierno griego aceptaría prácticamente en su totalidad cuatro días después.
El referéndum, cuyo resultado fue celebrado en las calles de Atenas como si Grecia hubiera ganado un Mundial, fue absurdo en cuanto a utilidad práctica. Tuvo valor únicamente como ejercicio de terapia colectiva para un pueblo pobre y humillado que no se reconcilia con la verdad de que, como decía el autor Eduardo Mendoza la semana pasada, “desde que murió Aristóteles no ha dado un palo al agua”.
Fue tan inútil el gesto del referéndum como si Sísifo, al llegar a la cima de la montaña y ver la roca rodando hacia abajo, decidiera negar su impotencia y emitir un grito de rebeldía hacia los dioses —antes de darse media vuelta y rendirse una vez más a su inexorable destino—.
Los griegos de hoy tienen, sin embargo, una opción que Sísifo no tuvo. Una segunda oportunidad. Pueden mirarse en el espejo, reconocer sus limitaciones, dejar de engañarse a sí mismos, aceptar quiénes son y entender que su lugar por naturaleza no es en los cielos de la eurozona sino solos, a su manera, en la agreste y noble tierra helena. Para el bien de ellos y de todos los europeos deberían redefinir su noción de orgullo patrio, retirarse voluntariamente de lo que se ha vuelto para ellos la tiranía del euro y buscar su propio destino en la independencia y la libertad.»
Vargas Llosa escribe bien pero piensa mal…… 🙂
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Buenos dias caballeros callejeros y cabelleras al viento sin coletas y a lo loco.
____Cuentos de verano ___-
Cartoon’s News:
El Rag-Gatòn» :
El gato Moneyer Jinks en la reunión de The WeCan`s Rats subido al pulpito , ha apelado a la “responsabilidad de todo el mundo”. “Lo que nos estamos jugando es tan importante que ningún tipo de ratón enano y ningún tipo de Gato insignificante puede frenar algo que pertenece a todas Las Ratas”…¡¡¡Malditos roedores!!!
(Todas la ratas presentes a coro –¡¡¡Malditos Roedores!!!)
“Con una suma de cabecitas de ratón no se constituye sino un ratón Frankenstein”….¡¡¡Malditos Roedores
(Todas la ratas presentes a coro –¡¡¡Malditos Roedores!!!)
Mientras tanto Dixie Together Now y ,Pixie Atlantic Wave ,se reunen con Tom Garçon y Jerry Tale Gong ,en un Vertedero clandestino para planear el secuestro de El Gato Moneyer Jinks y pedir su parte de la Tarta electoral.
En otro lugar de La Mancha ,de cuyo nombre no debo acordarme
,Pablito Churchix Flautist conocido bajo el alias «Hortelano’s Dog» ensaya la nueva melodia de su nueva canción para su Flauta Magica Zambombera ,sin preservativos ,a capella.
Estaba la rana sentada cantando debajo del agua,
cuando la rana salió a cantar
vino la mosca y la hizo callar;
la mosca a la rana,
que estaba cantando debajo del agua,
cuando la mosca salió a cantar
vino la araña y la hizo callar;
la araña a la mosca, la mosca a la rana
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando la araña salió a cantar,
vino el ratón y la hizo callar;
el ratón a la araña, la araña a la mosca,
la mosca a la rana,
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando el ratón salió a cantar
vino el gato y lo hizo callar;
el gato al ratón, el ratón a la araña,
la araña a la mosca, la mosca a la rana,
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando el gato salió a cantar
vino el perro y lo hizo callar;
el perro al gato, el gato al ratón,
el ratón a la araña, la araña a la mosca,
la mosca a la rana,
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando el perro salió a cantar
vino el palo y lo hizo callar;
el palo al perro, el perro al gato,
el gato al ratón, el ratón a la araña,
la araña a la mosca, la mosca a la rana,
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando el palo salió a cantar
vino el fuego y lo hizo callar;
el fuego al palo, el palo al perro,
el perro al gato, el gato al ratón,
el ratón a la araña, la araña a la mosca,
la mosca a la rana,
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando el fuego salió a cantar
vino el agua y lo hizo callar;
el agua al fuego, el fuego al palo,
el palo al perro, el perro al gato,
el gato al ratón, el ratón a la araña,
la araña a la mosca, la mosca a la rana
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando el agua salió a cantar
vino el hombre y la hizo callar;
el hombre al agua, el agua al fuego,
el fuego al palo, el palo al perro,
el perro al gato, el gato al ratón,
el ratón a la araña, la araña a la mosca,
la mosca a la rana,
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando el hombre salió a cantar
vino la suegra y lo hizo callar;
la suegra al hombre, el hombre al agua,
el agua al fuego, el fuego al palo,
el palo al perro, el perro al gato,
el gato al ratón, el ratón a la araña,
la araña al la mosca, la mosca a la rana,
que estaba sentada cantando debajo del agua,
cuando la suegra salió a cantar
ni el mismo diablo la pudo callar…….JAJAJA…..que nervios.
Imprescindible el artículo de Mario Vargas Llosa en el país de hoy.
El caballero Cipolla y el desvarío griego – Vía @el_pais http://elpais.com/elpais/2015/07/10/opinion/1436524048_632154.html
El artículo es un pura sangre de las cuadras del autor pero la fuerza de sus convicciones liberales no debe borrar los elementos de verdad incuestionable que refleja el artículo.
El fraude de Syriza se agiganta por momentos; más que del partido propiamente dicho, lo es de sus dirigentes y en especial de su líder,un iconoclasta oportunista que se alía con la extrema derecha incendiando un gobierno de extremistas, propio de un país extremo en su formación política.
¿Por qué debemos el resto de los europeos pagar el costoso precio de su desorganización interna?
¿Por qué no dice exactamente la verdad al pueblo griego?
Imaginemos por un momento que uno de los estados de EE. U U. decide unilateralmente que siendo el 1,5% de la economía del país no tiene porque obedecer las leyes federales y que además el resto del país debe mantenerlos porque su desarrollo ha sido desigual y obedece a causas históricas que determinaron su mal momento actual. ¿Absurdo, no?
Hay que exigir con rotundidad el desalojo de los aventureros que en este momento ocupan las instituciones griegas, de todos ellos, incluidas formaciones pardas como Amanecer Dorado para que Grecia reciba ayuda. La necesaria. La que le ocultan.
Totalmente de acuerdo con Mulligan y con Vargas Llosa.
Y muy atinado el editorial de El País:
http://elpais.com/elpais/2015/07/11/opinion/1436641350_056730.html
Últimas noticias sobre Grecia.
Carlin en EL PAÍS :
« Sísifo, personaje de la mitología griega, pecó de orgullo y lo pagó caro. Por engañar a los dioses fue condenado a cargar una roca hasta la cima de una montaña pero, al cumplir su misión, la roca rodaba cuesta abajo al lugar donde empezó. Sísifo descendía la montaña, recogía la roca y otra vez para arriba. Siempre, y para siempre, con el mismo resultado.
Hoy se repite la historia. Grecia es Sísifo. Los griegos engañaron a los dioses de la Unión Europea cuando falsificaron sus cuentas para poder cumplir los requisitos de admisión al euro; y Syriza, la coalición gobernante electa en enero, ha fracasado en su pretensión de negociar con los eurodioses como iguales. Ahora el pueblo griego se enfrenta a la condena de cargar la roca de sus deudas y
sus errores per saecula saecu
lorum.
Ríos de tinta y algoritmos se han derramado en el intento de diagnosticar el problema pero pocos dan con el fondo humano de la cuestión. Se trata de algo tan eterno como sencillo, contado hace 2.500 años en las tragedias griegas. El héroe cae como resultado de un “fallo trágico”. En casi todos los casos el fallo trágico acaba siendo una variante del mismo tema, el orgullo que ciega al protagonista a sus propias limitaciones. Por falta de humildad y autoconocimiento excede las fronteras que el destino le ha impuesto, generando una espiral de calamidades que lo lleva a su destrucción.
He aquí el fallo trágico que ha llevado a Grecia a la ruina. Los griegos, anclados en un orgullo ancestral, que poca relación tiene con la realidad moderna de su país, no han querido reconocer que simplemente no están capacitados para competir en el mismo terreno, obedeciendo las mismas reglas económicas de juego, que Alemania y Francia, o incluso España e Italia. Lo más parecido a un consenso entre los expertos que han participado en la gran polémica de los últimos meses es que la entrada de Grecia en el euro fue un error. No es ningún secreto por qué. Lo contó el autor estadounidense Michael Lewis en su bestseller mundial Boomerang: Viajes al nuevo tercer mundo europeo, publicado en 2011. El país menos europeo y más tercermundista que Lewis visitó fue Grecia.
Lewis descubrió un país que festejó su incorporación al euro a principios de siglo, y su acceso a los créditos bancarios del norte, viviendo muy por encima de sus posibilidades. Siguieron con la antigua costumbre del soborno y la trampa para no pagar impuestos, recaudando para el Estado una ridícula proporción de lo que correspondía, pero en poco más de una década los salarios en el sector público griego se duplicaron —y eso en un país con dos veces más funcionarios estatales que el Reino Unido, cuya población es casi seis veces mayor—. El sistema de educación pública griego es uno de los peores de Europa pero a Lewis le asombró ver que empleaba más profesores por alumno que el finlandés, número uno en el ránking mundial. La edad de jubilación en Grecia era, y sigue siendo, 57 años (en muchos casos menos) mientras que en Alemania los jubilados no reciben sus pensiones estatales hasta los 67 años. Lewis cita en su libro a un exministro de finanzas, Stefanos Manos, que declaró una vez que tal era la ineficiencia, corrupción y exceso salarial en el sistema nacional de ferrocarriles que le resultaría más barato al Estado pagar para que todos los griegos viajaran en taxi.
Hablé hace un par de años en Atenas con Stefanos Manos, que se lamentaba del primitivismo cultural detrás del funcionamiento económico de su país. “Todo se maneja sobre favores personales”, dijo. “La gente sigue creyendo que puede atenerse a una sinecura y no hacer nada, para siempre”.
Hoy la fiesta se acabó. Lo único que no han perdido los griegos es el orgullo. Lo decía la semana pasada Haridimos Tsoukas, un académico del Warwick Business School de Inglaterra: “Grecia es una nación orgullosa… Históricamente la nación griega deriva su autoestima, si no de Platón y de Aristóteles, de la batalla contra sus opresores”. Resistir es todo. Por eso, y por más ineficaces que hayan resultado ser las negociaciones del Gobierno con los alemanes y demás divinidades europeas, muchos griegos han celebrado las poses bravuconas de sus líderes electos frente a los “chantajistas”, “terroristas” e incluso “nazis” que les exigen apegarse a las reglas de juego del mundo real. Por eso, optaron por un rotundo a las medidas de austeridad impuestas por los dioses del norte en el referéndum del domingo pasado, medidas que el propio Gobierno griego aceptaría prácticamente en su totalidad cuatro días después.
El referéndum, cuyo resultado fue celebrado en las calles de Atenas como si Grecia hubiera ganado un Mundial, fue absurdo en cuanto a utilidad práctica. Tuvo valor únicamente como ejercicio de terapia colectiva para un pueblo pobre y humillado que no se reconcilia con la verdad de que, como decía el autor Eduardo Mendoza la semana pasada, “desde que murió Aristóteles no ha dado un palo al agua”.
Fue tan inútil el gesto del referéndum como si Sísifo, al llegar a la cima de la montaña y ver la roca rodando hacia abajo, decidiera negar su impotencia y emitir un grito de rebeldía hacia los dioses —antes de darse media vuelta y rendirse una vez más a su inexorable destino—.
Los griegos de hoy tienen, sin embargo, una opción que Sísifo no tuvo. Una segunda oportunidad. Pueden mirarse en el espejo, reconocer sus limitaciones, dejar de engañarse a sí mismos, aceptar quiénes son y entender que su lugar por naturaleza no es en los cielos de la eurozona sino solos, a su manera, en la agreste y noble tierra helena. Para el bien de ellos y de todos los europeos deberían redefinir su noción de orgullo patrio, retirarse voluntariamente de lo que se ha vuelto para ellos la tiranía del euro y buscar su propio destino en la independencia y la libertad.»
Vargas Llosa escribe bien pero piensa mal…… 🙂