Confianza

Lobisón

La imputación por el juez Castro de la infanta Cristina ha causado satisfacción en muchos ciudadanos, que se preguntaban, como Diego Torres, por qué su mujer estaba imputada y la de Urdangarín no. La sospecha de que no todos somos iguales ante la ley flotaba en el ambiente, y no sólo en casa de los Torres. En principio, entonces, la imputación debería de ser buena para la confianza en la justicia, pero no es seguro que sea así. Si la Audiencia resuelve a favor del recurso del fiscal Horrach las críticas reaparecerán con más fuerza, y sin embargo lo cierto es que las informaciones aportadas por Torres no parecen pruebas claras de complicidad de la infanta en los manejos de su marido.

Igualmente puede ser un bluff la anunciada nueva transparencia de la Casa Real: la opinión pública, sobre todo la más crítica, puede considerar muy insuficiente lo que se decida en el Congreso al respecto. Y es que el problema, en este momento, no es que exista un deseo de mejorar el funcionamiento de las instituciones, sino que se ha acumulado una fuerte agresividad hacia ellas, comenzando por la Casa Real. Puede ser un consuelo que el Príncipe no tenga tantas opiniones negativas como el Rey, pero pensar que la abdicación de Juan Carlos I resolvería el problema es un alarde excesivo de optimismo incluso para mi, que soy tan partidario de confiar en que todo este follón tenga solución.

Porque es un follón inmenso. Los dos grandes partidos no suman ya en intención de voto, según Metroscopia, el 50%. Puede que haya quienes crean que esto significa no sólo el fin del denostado bipartidismo, sino también el comienzo de una política mejor. Pero cabe sospechar que sólo implica problemas crecientes de gobernabilidad: ¿se imaginan si el PP tuviera que buscar un acuerdo con CiU y PNV para formar un nuevo gobierno? No es tan evidente que eso fuera bueno para España —o sí, que diría Mariano Rajoy—, sobre todo si a la vez crece el voto de protesta a partidos sin programa de gobierno, o el voto en blanco.

Se puede decir que el Rey y los dos grandes partidos se lo han buscado, pero el problema es saber cómo salimos de aquí, cómo reconstruimos un país en el que los ciudadanos vuelvan a tener confianza en las instituciones, y no confundan el voto con un mensaje de Twitter. Se repite mucho eso de que las conductas irregulares y los errores serían menos llamativos si hubiera continuado la prosperidad y no hubiéramos entrado en este espiral de crisis, desempleo masivo, desahucios y pérdida de derechos. Puede sonar cínico, pero creo que es cierto. Ahora bien, una vez que ha bajado la marea y hemos visto quiénes y cuántos nadaban desnudos —en la inmortal expresión de Warren Buffett—, ¿cómo restablecer la confianza en el decoro de los nadadores?

Aunque Rajoy no comunique nada de lo que repite, y aunque Rubalcaba parezca atrapado en el regate a corto, parece evidente que este país necesita urgentemente un discurso de futuro, un mensaje positivo que restablezca el sentimiento compartido de pertenencia a una sociedad. Promesas creíbles de una recreación del Estado de bienestar y de los derechos de los ciudadanos. Promesas de que va a haber trabajo para los jóvenes, comenzando por los investigadores y los mejor formados, pero también para quienes han visto destruido su futuro por la crisis del ladrillo. Ya saben la frase: no queremos más verdades, queremos sueños.

9 comentarios en “Confianza

  1. «¿cómo restablecer la confianza en el decoro de los nadadores?»
    Cambiandolos, La solución no puede pasar por quienes nos han llevado hasta aqui. No es la solución mágica, pero sería el principio. Cambio en las élites de los partidos, las instituciones, etc Y no he dicho «extractivas», OJO! Cómo? es más dificl…. de entrada las perspectivas de voto del PPSOE bajan. ç

    La gobernabilidad…y su p.. madre.

    Y qué si el PP dependiera del PNV y de CiU? Eso le iría bien a los españoles que no tienen la nacionalidad y se estan quedando sin cobertura médica. Por no hablar de la posibilidad de que los ministerios económicos recayeran en vascos y navarros. Miel sobre hojuelas. Mínimo paro, deuda, etc

    HOyga! Holanda no sabe lo que es un gobierno con mayoría absoluta desde 1945 y no les va mal. Dinamarca tiene nueva partidos en su cámara y si no voy equivocado gobierna un tripartio o quatripartito. Y la primera ministra no se ha suicidado. Y es una mujeeeer. Empezemos por ahí, SSS no cobró sobres. Pues que quiten al cara plasma. ¿Estamos a tiempo de poner a Ines Sabanés por Cayo Lara?

    En España no ha habido gobiernos de coalición en 30 años. Y hay más km de TGV que en ninguna parte. ¿Nos sirve de algo? Dejando aparte los dueños de las constructoras y los sobrecogedores.

    «Promesas creíbles de una recreación del Estado de bienestar y de los derechos de los ciudadanos. Promesas de que va a haber trabajo para los jóvenes, comenzando por los investigadores y los mejor formados, pero también para quienes han visto destruido su futuro por la crisis del ladrillo»

    No joda! ¿Hay fecha para el referendum? (Humor polaco inside)

  2. En esta frase de Lobisón está la clave, en mi opinión: «Se puede decir que el Rey y los dos grandes partidos se lo han buscado, pero el problema es saber cómo salimos de aquí, cómo reconstruimos un país en el que los ciudadanos vuelvan a tener confianza en las instituciones, y no confundan el voto con un mensaje de Twitter.»
    Yo no sé cómo se sale de esta situación, pero la situación me da mucho miedo. Yo creo que el juez y el fiscal han actuado de acuerdo y con prudencia en lo de la Infanta: yo la imputo (el juez) a pesar de que no hay evidencias claras de su colaboración, y me quito de encima la presión popular insostenible, y tú recurres (el fiscal) explicándolo. Y que resuelva la Audiencia. Si fue así, me parece un ejemplo de buen hacer.
    Hay en este caso y en muchos otros un afán de justicia, obviamente, ante la sucesión de escándalos indignantes que nos rodean. Pero con ese afán de justicia se pueden mezclar otros afanes que a mí me asustan.

  3. Muy bueno el artículo de Lobisón. Muy acertada su frase: «Y es que el problema, en este momento, no es que exista un deseo de mejorar el funcionamiento de las instituciones, sino que se ha acumulado una fuerte agresividad hacia ellas, comenzando por la Casa Real.»
    La impotencia frente a los recortes, mezclada con ver que tantos directivos de Cajas y políticos se han estado forrando a costa del contribuyente y que hayan querido arreglar el problema de las cajas engañando a la gente con preferentes han creado una atmosfera anarquizante en los ciudadanos. Parece que Rajoy ha leido a Lobisón cuando ha exigido que el Banco Central Europeo tenga los mismos poderes que la Reserva Federal y el Banco de Japón.Me he alegrado que lo haga, aunque solo sea por miedo.

  4. Hilando fino, yo no le veo nada de malo a que la infanta declare, toda vez que parece existir, como señala Lobison, un agravaio comparativo palpable entre su situación y la mujer del otro socio.También parece que lo hay con la operacion Malaya, Pantoja y Julina Muñoz (gravisimo precedente)
    Hablando en serio, a nadie hace daño que declare. Peor impresion ,en cambio, me parece que da el baile de la yenka este de el juez da el paso adelante, el fiscal atrás.
    Pena mora seria que de esta crisis lo unico que pagara el pato fuera el forma de estado, corriendo a una república desde una monarquia constitucional únicamente por frustración, pero es un debate que se esta abriendo. El Pais le daba carta de naturaleza el pasado domingo con un articulo de titular rimbombante y contenido menos sesudo, pero que ahi esta. Ver en la portada del pais impreso «¿Monarquia o Republica?» , ya es indicativo.

    Me quedo con el final de la entrad lobisioniana, como sucede en otras ocasiones. Necesitamos sueños y esperanza. Como el comer.

  5. Yo lo que anticipo es el fin de la Ley D´hondt. No creo que, si el bipartidismo se debilita a niveles de tener que gobernar en coalición, ésta lo sea con el PNV y/o CIU. Más bien intuyo que el previsible aumento que de forma paralela se daría en IU y UPyD, así como el tambien previsible incremento de ERC a costa de CIU, traiga como consecuencia una reconsideración sobre las ventajas o inconvenientes de establecer una mayor proporcionalidad al voto, lo que redundaría en una distribución más lógica en el paramento a tenor de los votos obtenidos por los diferentes partidos y una menor preponderancia de partidos que hablan de secesión en el parlamento del estado español. …….. bien es verdad que a mí me gusta creer lo que desearía que ocurriese y no siempre acierta uno.

  6. Muchos sueños muy creibles tendrán que vendernos los de arriba para que compremos sus somníferos otra vez. Y eso que a la mayoría de nosotros nos encantan los somníferos.

  7. ¿Queda en este país alguien más que yo que siga defendiendo al rey? Se me ocurre pensar en una República y en posibles candidatos y se me abren las carnes.

  8. No se se quien es la frase «No queremos más verdades, queremos sueños»…..a no ser que venga de la famosa frase de Martin Luther King «I Have a Dream»….aunque pienso que puede venir de una estrofa de una canción de ABBA del mismo titulo en la que cantan después de hablar de hadas y fantasias…..

    Tengo un sueño, una fantasía
    Para ayudarme a atravesar la realidad.
    Y mi destino hace que valga la pena la espera,
    Empujando a través de la oscuridad, aún otra milla.
    ….
    Aunque luego hablan de angelitos y uno se empalaga con sus voces y acaba borracho para olvidarles…..pero bueno para gustos musicales los de Don Cicuta …..jeje.

    Dicho esto ,la situación española no está para dormirnos en los laureles y tener la genialidad de transmitir a los demas un sueño revitalizador…..mas bien estamos inmersos en un colchón de plumas de cuervos que nos producen mas que sueños ,pesadillas.
    Pero no desesperemos…siempre tenemos la posibilidad de )en vez de tener un sueño regenerador) alucinar como elefantes rosas volando en una cacharrería….¡a que mola!…..JAJAJA….que nervios.

  9. Mira que se le dijo, años atrás, que era tiempo de abdicar, de pasar el testigo a Felipe, que mejor hacerlo entonces que no forzado por acontecimientos desagradables venideros. Ahora ya es tarde, me temo que ahora hace bien Juan Carlos en mantenerse contra viento y marea. Tal como está el patio, el cambio en la jefatura del estado me parece una operación que sólo añadiría inestabilidad y confusión y los pescadores al acecho del río revuelto dan miedo (incluidos los ardorosos «regeneracionistas republicanos» que empiezan a pulular).

    Me ha parecido muy interesante la observación der PMQNQ:
    «Yo creo que el juez y el fiscal han actuado de acuerdo y con prudencia en lo de la Infanta: yo la imputo (el juez) a pesar de que no hay evidencias claras de su colaboración, y me quito de encima la presión popular insostenible, y tú recurres (el fiscal) explicándolo. Y que resuelva la Audiencia. Si fue así, me parece un ejemplo de buen hacer.»

    No sé si habrá sido así, pero comparto la apreciación. (En cualquier caso, me pareció bastante más sensato el recurso del fiscal que los argumentos del juez para la imputación).

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