El autismo del PP

Lobisón

A los gobernantes les cuesta mucho reconocer que han perdido la legitimidad de ejercicio cuando cuentan con legitimidad de origen, sobre si todo si obtener esta última ha sido fruto de un largo proceso y de una áspera confrontación. Un perfecto ejemplo lo ofrece Mohamed Morsi, el presidente egipcio, ahora amenazado por los militares si no consigue resolver la crisis abierta por las masivas movilizaciones en contra suya. Podemos lamentar la amenaza militar, pero es evidente que Morsi ha seguido un curso de confrontación en el que, frente a las protestas, se ha limitado a reafirmar su victoria electoral de hace un año, y a acusar a sus oponentes de ser seguidores del depuesto Mubarak.

Esto es más visible si comparamos la deriva de Morsi —o de Erdogan— con la respuesta de Dilma Roussef a las protestas en Brasil. Su popularidad puede haber caído 27 puntos, pero el país no se ha polarizado. El problema del autismo de Morsi y Erdogan, por el contrario, es que han partido en dos sus países. Ahora bien, conviene distinguir estos casos de autismo elegido o autoimpuesto con el autismo al que se ve abocado un gobierno atrapado por las circunstancias y por las restricciones externas.

Frente a los casos Bárcenas y Gürtel, el PP está sumido en el autismo. Las llamadas a una nueva forma de hacer política, y las condenas de los supuestos delitos del pasado, chocan con la imposibilidad del PP de hacer un relato realista de esos hechos que por una parte sea verosímil y por otra no haga saltar en pedazos al gobierno, o al menos a la cúpula del partido. Y todo ello, además, en una situación de tremendo desgaste provocado por los recortes y la crisis social, y la falta de señales convincentes de reactivación económica.

Pero las cosas empeoran con el tiempo. Los escándalos hunden sus raíces en la época de Aznar, y a cada nueva noticia en este sentido crece la furia de el ex presidente contra sus sucesores. Puesto que es incapaz de admitir la posibilidad de haber cometido errores o de haber aceptado regalos que han resultado estar envenenados, atribuye el deterioro de su imagen a una conspiración frente a la que Rajoy y los suyos se han mostrado desleales o al menos débiles e indecisos.

Pero a la vez sobre la actual cúpula del PP —con la excepción de la vicepresidenta— pesa la sospecha de haber recibido sobresueldos de origen ilícito. Incluso si estos se declararon a Hacienda —lo que no es seguro que haya sido la norma—, puede que su reconocimiento tuviera efectos devastadores sobre la credibilidad de los beneficiarios. Y la más que posible financiación ilegal de las campañas, además, sería un golpe demoledor para quien, como Mariano Rajoy, fue su coordinador.

Se entiende por ello que Rajoy y el PP hayan caido en el autismo. La pregunta es si alguien tiene un plan B, más allá del probable plan de reaparición triunfal de Esperanza Aguirre. Qué tiempos.

4 comentarios en “El autismo del PP

  1. España es un país moderno donde su presidente ya no da decimonónicas ruedas de prensa sino que se comunica con el demos a través de modernas teles de plasma.
    España es faro y guía de la democracia desde 1978. No se puede comparar Turquía y Brasil con la patria de Aznar. Aquí los nazicomunistas de los escraches y el 15M no pueden socavar el estado de derecho. O el gobierno va a hacer lo primero que que le digan cuatro iluminados en una plaza. Erdogan es una nenaza que no sabe defender el estado de derecho. AHH!!! Si Felip Puig fuese turco….
    Eso sí, una democracia perfectible. Algun problemilla con los DNI hay. El de la infanta, y ahora se ve que en la documentación del caso gurtel, sin duda por error, aparece un DNI de los reservados por el CNI. Qué cosas, no?
    Es probable que Alicia Sanchez-Camacho dedique los 80.000 leuros a alguna asociación de niños autistas. Ya saben, dinero como indemnización de la agencia que la espió por orden de… vaya a saber quien… del PP.. o no!
    Cómo no va a defender el PP el estado de derecho si hasta se tienen (se dice) fiscales de confianza. Yo sólo tengo médico de cabecera, desgraciadamente

  2. Es el calor, sin duda. Bueno, y la recuperación esa que empieza y que ya no se puede aguantar.

  3. En efecto, el dia ha sido muy caluroso y las neuronas no se coordinan. Como dice Lobisón: » y la imposibilidad del PP de hacer un relato realista de esos hechos que por una parte sea verosímil y por otra no haga saltar en pedazos al gobierno, o al menos a la cúpula del partido. Y todo ello, además, en una situación de tremendo desgaste provocado por los….» . La solución al estilo de la de Nixon no es posible en España. Esperanza puede decir que le da mucha vergüenza todo esto, pero ella ya no puede sustituir a nadie. Está todo en manos de lo que quiera declarar Barcenas. Actualmente eso es difícil de dilucidar. Podría Rajoy prometerle una amnistía para todos los delitos de financiación ilegal de partidos si se niega a contar lo que pasó. Es decir, ser condenado para ser indultado al poco tiempo. Pero no sé si Barcenas aceptaría esto sin llevarse a Arenas y otros a compartir la condena. Otra solución es que una vez condenado Barcenas se convocase un gobierno de coalición provisional hasta unas nuevas elecciones generales. En fin, el juicio de Bárcenas será lento y poco a poco nos acostumbrarán a una segunda amnistía en España, esta vez para la financiación ilegal de los partidos. A CiU también le gustará esta posibilidad.

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