¿Federalismo asimétrico? Apuntes de «empantanados»

Senyor_J

El Procés ha generado muchos monstruos y entre los monstruos que ha generado se cuenta una abrumadora obra publicada, que abarca desde las vivencias del 1-O hasta la proclamación de la República, pasando por testimonios en primera persona de algunos de sus protagonistas más destacados. Separando algunos análisis interesantes de obras con vocación revisionista o nostálgica encontramos «Empantandos», el libro publicado por Joan Coscubiela (@jcoscu en Twitter) para narrar sus vivencias y visiones de lo acontecido en el último tramo de la anterior legislatura catalana, con sus leyes de transitoriedad, sus referéndums, sus 155 y sus presos. El libro evidencia una capacidad analítica encomiable, constituye un muy buen relato crítico del periodo y se atreve a entrar en el terreno de la propuesta, de manera tímida pero poniendo sobre la mesa elementos concretos. Y uno de los elementos en los que pone el énfasis es la posibilidad de avanzar en la federalización del Estado español, con la vocación de consolidar una estructura territorial asimétrica. Echémosle un vistazo a eso.«Para que el Estado federal responda a su objetivo de cooperación, debe garantizar espacios multilaterales en los que determinar la gobernanza del conjunto de la federación y los instrumentos de cooperación y solidaridad. Y en los que todos los estados actúen en igualdad de condiciones. Esos espacios multilaterales deben garantizar la simetría entre los diferentes entes estatales, pero no comportan, a mi juicio, la negación de las relaciones bilaterales de los estados federados con la federación».

La revisión de las relaciones entre las partes que componen el Estado se viene planteando en los últimos años desde la perspectiva uniformizadora (Estado) o unilateral (soberanismo), por lo que es relevante poner de nuevo sobre la mesa la bilateralidad como método de relación razonable entre una parte y el todo. La bilateralidad fue uno de los objetivos escasamente alcanzados del Estatut de 2005 y mucho tienen que ver los fracasos de entonces con los fracasos de hoy. Hablar en 2005 y algunos años antes de bilateralidad le hacía pasar a un catalán por prepotente. Hoy, cuando ese mismo catalán ha puesto en marcha un mecanismo para independizarse de España, es el momento de cambiar las perspectivas.

«Ese federalismo simétrico que propongo puede convivir perfectamente con un federalismo materialmente asimétrico que refleje las diferencias objetivas y de partida … del «café para todos» del Estado autonómico. Y que se refleje en el nivel de competencias y en el grado de poder político, especialmente en todos aquellos aspectos que afecten a la lengua, a la cultura y a la educación».

Dicho de otro modo, el planteamiento es el siguiente: se ha establecido un modelo autonómico uniforme para territorios que muestran ambiciones muy distintas en cuanto al desarrollo del autogobierno y, además, se ha optado por la homologación entre territorios a medida que algunos de ellos ganaban más poder competencial. La propuesta sería, pues, reconocer esa diferencia de partida en la llegada, y establecer así mecanismos diferenciadores. Durante un tiempo podíamos dudar de que esa diferencia existiese realmente, que alcanzar un mayor techo competencial era una voluntad compartida por todas las regiones españolas, pero los últimos acontecimientos despejan cualquier duda respecto a ello: no podemos suponer aspiraciones equivalente cuando la reivindicación política se sitúa en extremos opuestos entre unos territorios y otros. La referencia del autor a la lengua, a la cultura y la educación, elementos de gran sensibilidad e instrumentos utilizados en el choque, tampoco es casual.

«Una tercera pieza de este encaje de bolillos para conseguir que la asimetría federal no genere desigualdad entre personas debería asegurarla un doble mecanismo de garantías: adjudicar al Estado central las competencias legislativas plenas sobre la regulación de las relaciones laborales y la normativa fiscal sobre hechos imponibles que, como el capital, ostentan una gran movilidad geográfica, así como la competencia plena sobre el sistema contributivo de la Seguridad Social tanto en su vertiente normativa como de gestión. A ello debería sumarse, en materia de financiación, los mecanismos de equilibrio horizontal y vertical que garanticen la igualdad en la financiación de los derechos sociales básicos reconocidos constitucionalmente».

Relaciones laborales, normativa fiscal y Seguridad Social: tres ejes de las políticas del bienestar que el autor propone que queden en manos del Estado central, poniendo el dedo en la llaga respecto a la competencia fiscal existente entre las diferentes regiones españolas. Asimismo, mecanismo de solidaridad dirigidos a los derechos sociales, sobre los cuales el autor añade algo más:

«Deberíamos ser conscientes de que el principal riesgo para la igualdad entre personas proviene de modelo socioeconómico y que el origen de la desigualdad es de clase y no territorial …. Lo que debemos pedirle a un Estado federal es que no contribuya al aumento de las desigualdades, sino a su reducción, pero no solo a través de su eficaz ordenación territorial, sino de una potente política fiscal que reduzca la desigualdad primaria de renta que genera la economía».

Quizás lo más valioso de estas aportaciones no sea lo que dice, que también lo es, sino la capacidad de poner sobre la mesa estas cuestiones, de recordar los temas ausentes, de evidenciar todo lo que hemos dejado de decir y todos los debates que han desaparecido de la arena pública con motivo del Procés. Ese también es otro de sus grandes logros, por lo que el hecho de que libros sobre el Procés las incorporen, es muy de agradecer. No cabe duda que la el camino hacia la salida del empantanamiento atraviesa esa ruta.

4 comentarios en “¿Federalismo asimétrico? Apuntes de «empantanados»

  1. Mas valor que «El Guerra», tienen tanto Coscubiela como Senyor_j.
    Y digo esto porque a mi entender se sitúan en un terreno intermedio pero deshabitado. Hoy por hoy , dicho sea a grandes rasgos, muy poca gente fuera de Cataluña está por eso del federalismo asimétrico, -aunque luego, si lo hubiera, se apuntasen- y casi nadie en Cataluña parece estar en ello, da la impresion desde Madrid que el eje divisivo ya está en otras coordenadas mucho más lejanas.
    Usted vive ahi, los que viven ahi tendrán una lectura mas cercana de lo que pasa, pero esa estrategia es la que ha intentado mantener el PSC, ir situandose un poco «en medio» y cada vez mas «pallá» hasta que al final el Catalanismo se volvio independentismo y además por las bravas y a lo bruto, y ahi ya no se podia ir.
    Si usted tiene la lectura de que desde el independentismo puede haber gente que baje al federalismo asimétrico, supongo que podría ser una opción a contemplar, ahora bien, con todo respeto, a los demás no nos metan, o no nos metan tan temprano. Particularmente el PSOE se ha deslomado intentando vender en el resto de España las bondades de reconocer la identidad catalana, y está pagando un precio altisimo, encima por cosas que a lo mejor no hacian una especial ilusion en Madrid, las Castillas, Andalucía , Extremadura y, por que no decirlo, a mucha gente en la propia Cataluña. Y cuando más lejos se habia llegado en todo, le montan estos números.por no hablar de Podemos, que encima apostó mas fuerte, con un sistema casi casi confederal, y esto le ha costado una escision del partido en Cataluña, cortada sus posibilidades de crecimiento en el resto de España y a lo mejor hasta 20 diputados (broncas internas aparte.)
    Tratemos de entendernos todos, pero primero arreglen las cosas ahi, convenzan a esa otra parte de catalanes que se siente amenazada por un futuro «indepe» o siente que su identidad no ha sido respetada.. «en resumiendo» asegurenos de que el federalismo asimétrico va a arreglar algo, y ya los demás nos ponemos si eso. Personalmente fijese que yo estoy hasta por un referedum cuyo resultado sea la victoria del quedarse, porque entiendo que eso contribuiria a solucionar la faceta identitaria del asunto. Yo creo que también es merito en parte del catalanismo haber metido aunque sea a empujones, el concepto de Comunidad Autónoma, realidad que hoy da problemas , si, como todo, pero que en conjunto en muchas cosas hasta es beneficiosa. Yo podría ser su público en entender que las Comuniddes Autonomas no son todas iguales, que hay sentimientos nacionales y tal, pero por favor, que eso no tiene por que costar siempre dinero.
    En Cat , en mi opinion desde aqui, lo primero que hay que hacer ahora es bajar del monte a los indepes, luego cerrar la brecha (si se puede) entre catalanes indepes y catalanes no indepes y luego ya, ayudamos los demás , que a parte de todas las desconfianzas, resuqemores etc, encima está ahora el tema como para tocarlo..

  2. Entiendo, sr_L, lo que me plantea. Y entiendo que esa sea su posición. Y entiendo incluso que se nos encomiende hacer bajar del monte a los bandoleros…

    Pero, ojo, porque la posición de «ustedes lo han liado, pues ahora lo deslían», no tiene por qué ser necesariamente justa. O no del todo.

    Yo entiendo que las cosas ahora están como están y que muchos han sido los que han querido hacer ingeniería electoral a base de Procés para asegurar su continuidad institucional, sin tener en cuenta que la cosa se les podía ir de las manos. Pero no siempre fue así. Hubo un tiempo en que la posición catalana era de interlocución. Hubo una propuesta para España liderada por socialistas que cuando se puso sobre la mesa fue vapuleada. Si lo pensamos bien, de lo que habla Coscubiela es de hacer tabla rasa de los últimos 15 años y de poner los relojes de nuevo en 2003 para formular propuestas dentro de los debates que habían entonces. Básicamente porque hemos aprendido dos cosas: que de otro modo solo nos queda unilateralismo o recentralización y que el Procés se ha cargado los debates importantes.

    Que no digo que yo esté tampoco de acuerdo con esa marcha atrás, porque no puede borrarse lo que todo el mundo ha hecho: desde campañas anticatalanas hasta tentativas secesionistas. Pero sí que podemos tomar esos elementos para poder hablar de cosas concretas y hacer de nuevo propuestas entre todos, ya que otras de las cosas que hemos aprendido es que las propuestas hechas desde Cataluña acaban fácilmente «cepilladas» en Madrid.

  3. En nuestra Constitución no existe el derecho a decidir la escisión de una parte del territorio nacional mediante un referéndum de auto determinación ,ni al de autonomia ni tan siquiera la posibilidad de un referéndum a nivel nacional.
    Y no digo estatal porque ,por mucho que les pese a los nacionalistas catalanes ,vascos ,gallegos,canarios,valencianos o andaluces,España es una Nación.
    Los Separatistas catalanes se quejaban de que el Tribunal Constitucional les había amputado partes de su estatuto aprobado en referéndum,y ellos se cargaron con su mayoría parlamentaria con leyes hechas ad hoc,el estatuto,La Constitución española y crearon una fortaleza republicana en su pensamiento colectivo que no tiene ni pies en el suelo ,ni cabeza capaz de discernir entre realidad y utopía por reafirmar sus premisas en una ucronía mental.
    Ejem….dicho esto..permitanme que sienta pena por ellos,por todos aquellos que han hecho del proces un valle de lágrimas de cocodrilo.

    Que es violencia?.

  4. Lo peor de la izquierda triste y mustia es su permanente contaminación por el nacionalismo; un complejo de castración en sus partes movilizadoras. Allí donde se ve movimiento surge la inmediata atracción de amalgama sobre la que reinarán algún día.
    En Euskadi lo vivimos en la figura de un outsider : Madrazo y su federalismo de libre adhesión , esto es , ¡ viva Cartagena !
    El invento les permitió alojarse unos años en el gobierno sideral del loco Ibarretxe
    , exactamente en el mismo lugar que ocupan los socialistas perdedores ( también vagamente federalizantes ) hasta que cesa el medro por consunción.
    Nadie sabe a ciencia cierta que fue de semejante lumbrera y no se le añora.
    Más o menos como a los socialistas vascos y sus cosas. Como al muy triste Coscubiela , forjador de derrotas simétricas. Y esperemos que le llegue su turno a los Pablistas Podemitas , a pesar de la imposibilidad de federar a los círculos cuya tendencia natural es a concentrarse.

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