Justicia estatal, justicia global y filosofía

Ricardo Parellada 

Hace unas semanas propuse sin éxito a los articulistas de DC hicieran alguna vez pedagogía de sus propias disciplinas. Es claro que aquí participamos gente de bagajes y formaciones muy diferentes, interesados en general por el presente, animados por una curiosa simpatía virtual y coordinados por la mano magistral de Alguien. A mí me encantaría aprovechar este clima para que los articulistas reflexionaran también a vuela pluma sobre la naturaleza de su vocación. ¿Se imaginan a Lope deleitándonos sobre la esencia de la poesía, a Van den Broek sobre la naturaleza de la prosa, a Padre de Familia sobre los fundamentos del derecho, a don Cicuta sobre los vaticinios de las ciencias sociales, a Sicilia o Antesala sobre las predicciones económicas, a Aitor o Millán sobre el alcance del periodismo o a Teoura sobre las leyes de la combustión de los hidrocarburos, como dice el anuncio de Repsol? De momento yo dejo la esencia de la filosofía para otra ocasión y hoy propongo la distinción entre justicia estatal y justicia global y una reflexión sobre la pertinencia y la irrelevancia de la filosofía.

 

En la Introducción a uno de los libros colectivos que ha editado sobre justicia global, Thomas Pogge cuenta que pidió financiación a una fundación importante para organizar el congreso en el que se presentaron las contribuciones recogidas en ese libro. Los evaluadores externos de la fundación rechazaron su solicitud alegando que las cuestiones que se iban a examinar en el congreso demandaban un tratamiento interdisciplinar, desde la economía y el derecho, y que era muy dudoso que los filósofos tuvieran algo interesante que decir. En mi opinión, los escritos y las propuestas del propio Pogge son un buen punto de partida para examinar la relevancia y la irrelevancia de la filosofía en planteamientos sobre la justicia a escala internacional.

 

Las teorías modernas de la justicia están concebidas para contextos estatales. Siguiendo el planteamiento seminal de John Rawls, el objeto fundamental de la teoría de la justicia es la estructura básica, es decir, el conjunto de normas y procedimientos económicos y jurídicos en los que se desenvuelve la actividad de los ciudadanos de los estados democráticos. De acuerdo con la propuesta de Rawls, la estructura básica de una sociedad es fundamentalmente justa o injusta si respeta o protege las libertades, la igualdad de oportunidades y el tratamiento diferencial o compensatorio, en alguna medida, hacia los más desfavorecidos. Se trata de una teoría de la justicia estatal o, utilizando un anglicismo usual, doméstica (domestic justice). El estado es justo o injusto según lo sea su estructura básica, es decir, las normas y procedimientos básicos a los que están sometidos sus ciudadanos.

 

Ahora bien, las leyes de un estado influyen también, y cada vez más, sobre ciudadanos de otros estados. Influyen de manera directa e inmediata sobre los ciudadanos extranjeros que entran en contacto con ese estado mediante las leyes de inmigración y extranjería, derechos y coberturas para los inmigrantes ilegales, etc. Pero influyen también de forma aparentemente indirecta, pero muy poderosa, sobre otros estados y sus ciudadanos tanto mediante medidas propias, como la política de aranceles, subvenciones o ayudas a la exportación, como a través de sus políticas y posiciones en la arena internacional. Cuando se considera que un estado es justo o injusto no sólo por la influencia que ejercen sus normas y regulaciones sobre la vida de sus propios ciudadanos, sino también por el tipo de influencia y efectos que ejercen sobre la vida de ciudadanos de otros estados, entonces se da el tránsito de la perspectiva de la justicia estatal a la perspectiva de la justicia global. Se trata de un cambio importante de perspectiva. Dos ámbitos en los que se ve con claridad las implicaciones de los planteamientos de la justicia global son la concepción de las necesidades humanas y algunas normas y medidas internacionales.

 

La noción de necesidades humanas, necesidades básicas universales, es indispensable, como complemento de los derechos humanos, para poder realizar razonamientos y comparaciones transculturales, dar sentido a las nociones de bienestar, calidad de vida y desarrollo humano, e incluso para poder criticar la injusticia y la opresión. Sin una noción decidida de necesidades humanas es imposible la crítica fundada de la adaptación de las preferencias y las expectativas a las situaciones injustas. La negación de las necesidades, las capacidades o los derechos más básicos es el aliado más fiel del conservadurismo y el mantenimiento del status quo. Y mostrar esto último es una tarea eminentemente filosófica, aunque, curiosamente, no sean siempre los filósofos los que más han sobresalido en esta tarea. En el pensamiento social de los últimos treinta años, dos hitos importantes para estos propósitos son la teoría de las necesidades humanas de Len Doyal e Ian Gough y las teorías de las capacidades humanas de Amartya Sen y Martha Nussbaum.

 

Las teorías de las necesidades o las capacidades humanas tienen que analizar una paradoja. Como muestran Doyal y Gough, desde el punto de vista teórico hay muchas maneras de negar la existencia de necesidades o derechos básicos, mientras que las políticas sociales y la práctica jurídica dan por supuesta la existencia de esas necesidades humanas básicas, que reclaman su protección con mayor urgencia moral y normativa que otras. La tarea propiamente filosófica consiste en analizar y desentrañar la complejidad de esta paradoja. Aunque Doyal y Gough no se sitúan profesionalmente en la filosofía, llevan a cabo una tarea filosófica y conceptual de la mayor importancia con la crítica de la negación de las necesidades básicas desde el liberalismo, el socialismo, la antropología, la sociología y el culturalismo. Por su parte, Martha Nussbaum lleva a cabo el análisis de las concepciones de la diversidad cultural y las acusaciones de dogmatismo y paternalismo que se utilizan para negar la existencia de capacidades y derechos humanos universales. La tarea filosófica consiste en mostrar la compatibilidad o la incompatibilidad de los derechos humanos y la diversidad cultural, utilizando para ello, de nuevo, las herramientas conceptuales y los datos históricos y empíricos relevantes. En su discurso ante la asamblea general de las Naciones Unidas el 9 de diciembre de 1948 para pedir la aprobación de la declaración de derechos humanos, uno de los padres de ésta, el diplomático y filósofo chino Peng-chun Chang, la presentó como un documento multicultural, que señalaba el mínimo de decencia en el trato a los seres humanos por parte de la sociedad y los poderes públicos, pero abierto a múltiples especificaciones y a la diversidad de culturas y tradiciones.

 

Por otro lado, desde una perspectiva global es cada vez más importante pensar la naturaleza y los efectos de normas y procedimientos internacionales que tienen gran influencia en la calidad de vida de muchas personas. Uno de los grandes méritos de Thomas Pogge como teórico de la justicia global es insistir claramente en los efectos nocivos para los estados pobres y sus habitantes de algunas reglas y prácticas en las relaciones internacionales o con relevancia supra-estatal. Destacan tres: las reglas del comercio internacional —en particular el proteccionismo agrícola de los países ricos— y los privilegios de los gobiernos para endeudar a sus estados y para vender sus recursos naturales, con independencia de la legitimidad o ilegitimidad de su forma de acceder al poder, ya sea mediante elecciones democráticas o cruentos golpes de estado.

 

Pues bien, la pregunta es ¿qué puede ofrecer la filosofía sobre estos fenómenos, que son esenciales para completar los puntos de vista económicos sobre los problemas internacionales con consideraciones de justicia? Mi impresión es que la filosofía, tras ofrecer algunas ideas básicas sobre la justicia, tiene muy poco más que decir. La filosofía política muestra la estructura de los principios y las nociones más generales de justicia y el sentido de transitar de nociones de justicia estatal a justicia global. Ciertamente, el planteamiento de la justicia global como referida a normas y estructuras generales de funcionamiento internacional, parece útil y significativo. Y también lo es la propuesta de Thomas Pogge de concebir los deberes asociados como deberes negativos, pues la voluntad de no hacer daño, sin necesidad de apelar a la benevolencia, sería suficiente para comprender y combatir la injusticia de muchas normas estructurales de las relaciones y el comercio internacional. Las políticas internas de los países ricos disocian por completo los problemas internos sectoriales, como los de sus agricultores y ganaderos o su industria automovilística, de sus discursos y políticas de ayuda al desarrollo. Una clara inteligencia de la noción de justicia global y de los efectos devastadores de algunas reglas internacionales es incompatible con el discurso de los países ricos sobre sí mismos y sobre sus relaciones con los países pobres, y ha de tener, ciertamente, una influencia cada vez mayor en la presentación pública de estos problemas.

 

Sin embargo, la complejidad de los factores económicos y políticos es grande y sólo desde un conocimiento profesional experto se puede llegar a establecer un juicio político acerca de las posibilidades y la conveniencia de acción. El discurso filosófico ofrece una conceptualización adecuada de las nociones de justicia, explicita las diferencias entre los criterios económicos y otros criterios, e incluso puede insistir de forma general en la necesidad de abordar las urgencias de los grupos de presión internos sin olvidar la incidencia de las políticas fuera del territorio nacional. La filosofía puede pedir, quizá, que se incorporen estos elementos y esta conciencia al trabajo y el análisis político. Pero es poco lo que la filosofía como tal, en cuanto disciplina abstracta y conceptual, puede ofrecer para sustanciar o dar concreción a ningún tipo de política internacional. No son tareas de competencia de la filosofía.

 

Cuando la teorización filosófica sobre la justicia global alcanza alguna concreción política, es obra en realidad de filósofos informados sobre economía o relaciones internacionales. Sus propuestas no las hacen en tanto que filósofos, sino en tanto que conocedores, más o menos informados, de otras disciplinas, de igual manera que el análisis filosófico más relevante sobre los fundamentos o la universalidad de los derechos humanos no tiene por qué ofrecerlo un filósofo, sino que podrá ofrecerlo un científico social o un jurista que filosofa. La apuesta por la justicia global y la realización de los derechos humanos debe ser una prioridad de la actividad política y económica, que ha de hacer suyas consideraciones básicas de justicia. La filosofía es la disciplina que examina despacio la complejidad y las implicaciones conceptuales en éste y muchos otros campos, pero el economista o el político ilustrado puede haber recibido estas nociones de la cultura y la ideología ambiental, accesible a todos, sin necesidad de acudir a la filosofía formal. La realización de la justicia y los derechos humanos son empresas políticas, no filosóficas.

 

El discurso filosófico sobre la justicia global se encuentra a menudo con un escepticismo como el manifestado por los evaluadores de la propuesta de Pogge para organizar un congreso, a la que me he referido más arriba. A mi juicio, este escepticismo obedece a razones diferentes a las que explican la impaciencia de activistas o teóricos de otras disciplinas ante análisis filosóficos sobre problemas propiamente abstractos. Hans Metha se impacienta ante la reflexión sobre los fundamentos de los derechos humanos y no necesita ni le interesa llevarla a cabo. Pero se trata de un terreno en el que la aclaración conceptual sólo puede provenir del ejercicio propiamente filosófico. En cambio, en el caso de la justicia global, la filosofía puede ofrecer consideraciones relevantes sobre la noción de justicia y la universalidad de las necesidades y los derechos humanos, pero muy poco para la realización efectiva de la justicia y los derechos. La teoría de la justicia y los derechos ilustra y enriquece la ideología y el espíritu de los tiempos. Y la política debe estar alentada por la voluntad de justicia y la búsqueda del bienestar de todos los seres humanos. Pero no son las reflexiones filosóficas las que permiten llevar la justicia a la actividad política y económica.

 

 PD. Pinchad AQUÍ para ver la foto de mi hija Irene bailando flamenco.

¿A que es infinitamente más guapa y salerosa que la de Padre de Familia y finitamente más que la de Pratxi?

24 comentarios en “Justicia estatal, justicia global y filosofía

  1. Ahí te quiero ver, ZP. Ha caido la primera: CCM.

    Nos cuentan que el auditor se ha negado a firmar la auditoría, llena de salvedades, y que ello ha provocado: a) el NO de Unicaja al matrimonio y b) la intervención del Banco de España. Así que una Caja de mierda, que no otra cosa es CCM, tiene un desface patrimonial de 3.000 millones de euros (un Banesto, para entendernos), con créditos concentrados en tres empresas que representan casi el 50% de sus activos (¿Qué hace una Caja de mierda financiando la compra de Colonial?¿Es esa su función social?). Casi 700 millones en tres empresas «delsector»…

    Ahí te quiero ver, ZP (y MAFO) para que nos informes quiénes son esas empresas, quiénes componen sus consejos de administración, qué estaban financiando esos créditos, cómo se concedieron y con qué garantías, con qué finalidad y, lo más importante, quiénes: nombres y apellidos y filiación política, aprobaron en esa Caja de mierda 700 millones a tres empresas «delsector»…No nos defraudes, ZP. Si con una Caja de mierda se nos oculta, y se nos miente, qué ocurrirá cuando lleguen los problemas a otras Cajas más importantes, que llegarán.

    ¿O van a jugar los partidos al hoy por tí, manaña por mí? Ya no nos creemos- por lo menos algunos como yo- que tanta «chorizada» sea el producto de «lacrisisfinancierainternacional». 9.000 millones en avales públicos a una Caja de mierda merecen toda la información del mundo (y algo más que la esperpéntica rueda de prensa de ayer de Solbes). ¿O es que la crisis sólo ha puesto al descubierto nuestra propia estafa piramidal en el sector de la construción, gracias a la financiación de las Cajas y otras entidades? Al menos en EEUU llaman a las cosas por su nombre y algún Mardoff cae de vez en cuando.

    Por cierto, ¿ha intervenido ya la fiscalía en el tema CCM? Y ya que estamos: ¿De qué se reía el señor Hernández Moltó ayer cuando ya sabía que *su* Caja había sido intervenida? ¿Qué era lo que le hacía gracia? ¿Los 9.000 millones que los españoles vamos a tener que avalar por culpa de su nefasta gestión?

    ::

    Y si le pido cuentas e información a ZP es por ser del único que me fío en este tema…del resto de autoridades locales, reponsables de esas Cajas, no me creo nada de nada: ya sean de derechas, socialistas o nacionalistas.

  2. Gracias, Ricardo Parellada, por el artículo.

    Primero y más importante, enhorabuena por la beba. No voy a entrar en la trampa saducea (¡toma del frasco, Cicuta!) de las clasificaciones… En este caso al menos, el autor sí parece haber pasado de la filosofía al acto, de la idea al ser. Y con muy buenos resultados.

    En cuanto al fondo de lo que planteas, no veo mucho espacio para la controversia. ¿Quién puede discutir que existe un hiato entre, por un lado, la fundamentación última de nuestras convicciones e inclinaciones; y, por otro, su articulación práctica en un programa de acción política que hagamos nuestro?

    Comparto también la idea de que, desde un enfoque no nacionalista, cuesta encontrar racionalidad a la estanqueidad entre los ámbitos estatal y universal de la justicia. Pero de ahí a tirarle coces a la PAC media un buen trecho que conviene caminar más despacio.

    Abrazos para todos.

  3. Buf, Polonio: «Ahí te quiero ver, ZP» suena fatal. Como si estuvieras deseando que «cayera el primero» (¡y nos anuncias, casi con fruición, que serán más…!) para calibrar la pasta de la que está hecho el Presidente. Hombre; no nos lo sometas a pruebas tan duras, no sea que no vaya a estar a la altura y nos quedemos todos espachurrados.

    Yo de estas cosas no entiendo mucho, pero suscribo tu llamada a la transparencia absoluta. 9.000 millones, se gasten o no, no son cuatro perras, sino que superan el presupuesto de muchos ministerios. Representan más del doble de toda nuestra AOD. El hecho de que este agujero se haya producido en una banca «pública» es inquietante. ¡Qué buen momento para algunos autos de fe en los que chamuscar a unos cuantos banqueros, constructores y quienes los apadrinaron!

  4. Yo también me pregunto de qué se reirá Hernández Moltó en la foto que publica El País. Le recuerdo con un comportamiento infame hacia Mariano Rubio interrogándole.

  5. «Señor Hernandez Moltó, ¡míreme a la cara! ¡De frente! Me recuerda, ¿no?»

  6. Menos mal que he aclarado que el «ahí te quiero ver, ZP» era por ser ZP del único que me fío en este tema Cajas. Cuando lo escribí me pareció redundante, pero compruebo que no.

    Y no, no es fruición.Pero el tema Cajas no es sólo una cuestión anexa al tema crisis, sino que va ligada al tema corrupción. La lucha por Caja Madrid es un buen ejemplo. Yo creo que ZP tiene una buena oportunidad para, como bien decía Isidoro el otro día aquí, gestionar la crisis desde postulados «progresistas». Debería empezar por contar la verdad de esas Cajas, de las que él no tiene ninguna responsabilidad, sobre la gestión de sus responsables y de quienes se han estado llevando la pasta estos años, vía sociedades y otros…

    A nuestras entidades financieras les ha faltado liquidez y financiación, efectivamente, por culpa de la crisis internacional, pero lo que la falta de liquidez ha dejado al descubierto, en algunas de ellas, es simple y pura corrupción. CCM hoy es también un buen ejemplo: ¿cómo estará esa Caja que ni UNICAJA, también controlada por el PSOE, se ha prestado al matrimonio? Las soluciones a la crisis son complejas y dificiles, lo sabemos, pero sí hay algo que está en manos de ZP, como ya está haciendo Obama, es contar la verdad de lo que está pasando. Ya no nos vale con el mantra de «laculpaesdelacrisisinternacional». Por cierto: ¿cuántos millones de sus activos le ha comprado el Tesoro Público a CCM? ¿En qué los ha empleado la Caja? Queremos saber.

    Estamos dispuestos a aguantar hasta que llegue la «clarita», como nos pide un ZP ridículamente resignado, pero informados y con la verdad. Ahora es una buena oportunidad: «ahí te quiero ver, ZP». Tampoco vendría mal meter en la cárcel, de vez en cuando, a algún delincuente financiero. No todo ha sido la mala suerte de esta puñetera crisis: también se lo han estado llevando calentito.

  7. Buenos dias ricardo parellada,caballeros callejeros,cabelleras al viento y «las bebas»(Teoura dixit):

    Esta crisis hay que llevarla con filosofia,aunque para Polonio…no sean «las reflexiones filosóficas las que permitan llevar la justicia a la actividad política y económica»… a la hora de enjuiciar la labor politica de Zapatero…jeje.

  8. Gracias por el artículo, profesor Parellada. Un gran ejercicio de honestidad intelectual reconocer las limitaciones de su disciplina. A mí me produce urticaria cada vez que oigo a alguien hablar de democracia global, gobernanza global, estado del bienestar global -un ejemplo de ello es el artículo de Sartorius hoy en El País- y las miles de ideas globales con las que se llenan folios y folios. No sé muy bien a qué se refieren y cómo piensan aplicarlo. Casi siempre acaban concluyendo que la solución es moral. Como si eso significase algo….

    Sobre CCM, me uno a los coblogueros: transparencia. Además, los que han gestionado de forma tan horrible esta caja deberían empezar a responder con su patrimonio o que la fiscalía se ponga manos a la obra. No es posible que unos tipos pongan el riesgo el ahorro de miles de personas y su única respuesta sea una sonrisa. ¿Se tomaron decisiones excesivamente arriesgadas? ¿Qué criterios se siguieron para tomar estas decisiones?

    He leído los comentarios de ayer y antes de ayer y coincido con Teoura y Polonio, lo que llevo al poder a ZP no sólo fue el fondo de sus propuestas, sino también sus formas: el cambio tranquilo, la oposición constructiva, el dar ejemplo y no caña…. De Aznar nos molestaba su cara de enfadado con el mundo, su cabreo permanente con la opinión pública. Un ejemplo puede aclarar mi argumento. Aznar se metió en la guerra de Irak con el 90% de los españoles en contra. Blair hizo algo parecido. Pero cada uno siguió caminos distintos. Mientras que el británico invertía su tiempo en explicarse y dar argumentos, Aznar ignoraba esta oposición y daba la imagen de un político aislado del mundo. La política no sólo consiste en tomar decisiones, sino también en explicarlas. El PP fue desalojado del poder y los laboristas siguen en el gobierno. Esperemos que ZP tome de nuevo la iniciativa política pronto. Prefiero mil veces a un PSOE a medio gas que a un PP en plena forma….

  9. Agardecimientos al artículo de Parellada, al que lamento no dedicar mi primer comentario hoy.

    Antes de que haya que llamar a un exorcista para que se haga cargo de aquí Polonio, creo oportuno poner un par de cubitos de hielo en el asunto.

    En el contexto de una crisis internacional que se ha llevado por delante a grandes, grandísimos bancos, tampoco parece ilógico que alguna entidad financiera española se viese en problemas -uno-

    Distinguir entre mala gestión, gestión poco eficiente, gestión culpable y corrupción es algo para lo que puede convenir una comisión de investigación. Es poco probable que la dirección de la caja saliente quede bien retratada, y seguro que sale algún asunto donde se ve que la caja quiso ser instrumento de configuración de poderes y contrapoderes, pero de ahí a que tenga que acabar gente en la cárcel va un trecho muy largo, porque a la cárcel van los delincuentes, no los tipos que nos caen mal (o los «capitalistas cocos malos» buhhhhhhh ) -dos-

    El montante de lo que CCM adquirió en las subastas de liquidez del Tesoro Público es público y notorio, así como sus estados contables, movimientos, porque así debe ser. La liquidez se dedica a hacer frente a los pagos que tenga que afrontar la entidad, por préstamos recibidos de otras entidades y por retiradas de efectivo diarias de los clientes, por ejemplo. Sé que sería entusiasmante encontrar que Moltó cogió un saco de dinero del Tesoro y se lo llevó personalemnte a —– (ponga usted aquí el supervillano que más le mole). Lo siento, esto no va de eso. -tres-

    De nuevo tendremos que oír cositas de que la privatización de las cajas solucionaría todo este embrollo y que hay que mantener a la política fuera de la gestión financiera. Mentira cochina, primero porque la política nuncca está fuera de absolutamente nada. Podrás mantener fuera a «lo público», pero nunca a lo político. Segundo, me encanta que la política esté presente en el interior de las instituciones financieras, siempre que lo esté de modo transparente y llevado a cabo por buenos gestores. Un tonto es tonto y un listo es listo tenga carnet o no lo tenga. -cuatro-

  10. ¡¡Asi ,asi ,asi gana el PP!!

    «Cuando hace un mes todavía se exploraba la posibilidad de una fusión entre Unicaja y Castilla-La Mancha, lo que hubiera evitado el aval estatal sobre ésta última, el PP ordenó a sus consejeros dimitir en bloque, expedientando a los que no lo hicieron así. Entre los consejeros que huyeron ante las dificultades figuraban desde el presidente de la Comisión de Buen Gobierno de la caja, Arturo García Tizón –también líder del PP de Toledo- o Ignacio López del Hierro, la pareja de María Dolores de Cospedal. La secretaria general del PP insiste en que esa decisión fue motivada por la “falta de transparencia”. El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha lamentado la “campaña de descrédito” que padeció la entidad precisamente en los momentos de dificultad.»

    ¿Que gana España con su actitud?

  11. Entre llavarse un saco de dinero, cosa que nadie ha escrito aquí (¿se lo llevó acaso Mariano Rubio cuando el tal Moltó le acusó de no sé cuantas cosas mirándole a los ojos?) y efectuar una gestión negligente, incluso culposa, existe un repertorio amplio en el código civil, mercantil y penal: la prueba es que la Caja acaba de ser intervenida por el BE, sus gestores destituidos, el Gobierno aprobado una línea de avales de 9.000 millones, y todo después de que un vecinito (Unicaja) dijera no en matrimonio a la intervenida. – uno-

    Quien no se ha creído las cuentas de CCM, presentadas por el tal Moltó al su C. de administración de su caja, es su propio Vicepresidente, que se ha negado a firmalas. Algo que, como todo el mundo sabe, es absolutamente normal en una sociedad anónima: ¿le habrá explicado alguien que existe el registro mercantil?- dos-

    Tampoco se las creído el auditor, quien se ha negado a admitirlas sin algunas importantes salvedades, de ahí el NO de Unicaja. De hecho, la intervención ha impedido que conozcamos esas salvedades. Why. – tres-

    Esta misma mañana nos hemos enterado que el propio BE duda que las cuentas de CCM reflejen la realidad de la entidad, debido a «imprudentes» contabilizaciones de activos ( cuánta generosidad en ese «imprudentes»). – cuatro-

    No sé a quién escuchan algunos sobre que hay que privatizar las Cajas o dejar la política al margen de…Allá cada uno con sus compañías y sus caricaturas. No es mi caso, sino todo lo contrario: algunas Cajas han servido, siendo como son públicas, sólo a un núcleo selecto de clientes para financiar sus operaciones especualtivas, como el propio balance de CCM demuestra con su concentración de riesgos ( y la propia inspección del BE ha denunciado), totalmente alejadas de su función social. BE lo lleva denunciando desde hace tiempo. Y como todo el que se dedique, además de la teoría financiera, a la práctica.
    Hoy mismo los clientes de CCM estarán muy contetos con Moltó, ese hombre sonriente. Yo también, en la parte que me toca de los 9.000 millones en avales. Creo que Zapatero también está muy contento con Moltó. Bellísima persona Moltó- cinco-

    Me alegra saber que algunos ya saben en qué empleó CCM el dinero procedente de su venta de activos al Tesoro Público. El problema es que el BE, según parece, y su inspección mosca cojonera, no lo tienen muy claro. Las dudas al señor MAFO, please – seis-

    Efectivamente, un tonto es un tonto- the end.

  12. En esta partida de tute ,es evidente que el Gobierno va por altas y el partido popular va por bajas.

    Si el gobierno juega bien sus cartas favorables,impedira que el partido popular gane esperando que los demas se estrellen o no tengan los puntos necesarios para seguir gobernando….y ganar esa partida.

    De momento los populares no han cantado ni las veinte en bastos ,ni las cuarenta de oros.

  13. Tal parece que desde Bentham hasta la fecha, el papel social de las Cajas de Ahorro -o cuando menos de algunas cajas- ha ido minorándose en proporción inversa al saleroso ritmo especulativo. ¿Será éste un caso?.

  14. 16
    No veo excesiva diferencia ni incompatiblidad entre mi post y el tuyo, solo un tono mas tranquilo que otro.

    Para fobias y filias (siempre que sean insanas) esta la psiquiatría o la psicologia, no un servidor.

  15. Goder… goder….. gege.

    Supongo que a esa niña ya le habrás comprado unas castañuelas y un trage de faralaes, Parellada.

  16. Yo estoy totalmente a favor de poner cubitos de hielo, como hace Sicilia en su comentario 11. Manterner la cabeza fría siempre es bueno para juzgar lo que sea.

  17. Yo también quiero poner mi cubito de hielo centrándome en la niña de Parellada:Enhorabuena, es preciosa, disfrutadla que luego crecen enseguida

  18. Seguro que no eres consciente de lo deprisa que crecen, Amanda… vertiginosamente. Llegan a hacerse mayorcísimas y mayorcísimos.

  19. Muchas gracias por los comentarios y por los parabienes para Irene y abrazos para todos.

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