MCEC
Pues sÃ, mucho lo siento pero no hay más remedio que seguir hablando de las listas electorales porque estamos en vÃsperas de que el Tribunal Constitucional resuelva los recursos interpuestos contra la anulación de las listas de ANV por el Tribunal Supremo. Rebobinemos. El Gobierno (FiscalÃa y AbogacÃa General) impugnó la inscripción de ASB en el registro de partidos polÃticos y todas sus listas electorales. El Tribunal Supremo aceptó el argumento de que ASB pretendÃa suceder a la ilegalizada Batasuna y dejó sus listas fuera de juego. Y con seguridad aceptará la no inscripción del partido como tal en la vista programada para la semana que viene. Porque es obvio que ASB es un instrumento por el que Batasuna pretende sortear los efectos de su ilegalización.
La patata verdaderamente caliente es la resolución del Tribunal Constitucional a finales de esta semana sobre la concurrencia electoral de las listas de ANV que el Gobierno impugnó por considerarlas “contaminadas��? de Batasunismo por la presencia en ellas de 3 ó más militantes o candidatos de dicha formación en anteriores elecciones; impugnación validada por el Tribunal Supremo tras un intenso debate.
En teorÃa, el Gobierno pudo haber optado por lanzar el procedimiento de ilegalización de ANV argumentando que se habÃa puesto al servicio de Batasuna. Como clama el PP, o bien ANV se ha puesto al servicio de Batasuna y por tanto está contaminada de Batasunismo en su totalidad, o no lo está en absoluto.
Además, el Gobierno optó por una vÃa, la impugnación de listas electorales de un partido legal, que no está expresamente contemplada en la Ley de Partidos (a diferencia de la de agrupaciones electorales que sà lo está), porque el legislador no previó que ningún partido polÃtico fuera a prestar su carcasa legal a otro ilegalizado.
Sin embargo, la reclamación del PP es un ejercicio más de la demagogia a la que nos tiene tan acostumbrados. SÃ, porque es cuando menos dudoso que ANV, partido longevo y que condena explÃcitamente la violencia, pueda ser ilegalizado por mucho que haya aceptado a Batasunos en sus listas.
Pero la demagogia del PP es aún mayor porque el largo y complejo procedimiento de ilegalización de ANV no podrÃa en ningún caso haber concluido antes del 27 de mayo por el simple efecto de los plazos legales para la interposición de demanda, argumentos de las partes, sentencia, recursos y sentencia definitiva. Por ello, si el Gobierno hubiera instado la ilegalización de ANV, el resultado habrÃa sido necesariamente la “provisionalización��? de las elecciones en el PaÃs Vasco y Navarra en cualquiera de los dos supuestos posibles.
El primero serÃa que ANV concurriera a las elecciones en paralelo al progreso de la demanda de ilegalización, con la posibilidad de que el Tribunal Supremo o luego el Constitucional decidieran a posteriori ilegalizar sus listas. ¿Se imaginan el marasmo polÃtico-jurÃdico que supondrÃa anular la elección de un alcalde elegido por mayorÃa absoluta? Imaginable sÃ, pero ciertamente indeseable.
Alternativamente, habrÃa sido posible demandar la suspensión cautelar de las listas del partido cuya ilegalización se pretendÃa. ¿Pero se imaginan la victoria polÃtica de la izquierda abertzale si posteriormente el Tribunal Supremo o luego el Constitucional hubieran decidido que no correspondÃa ilegalizar ANV y, por tanto, fuera necesario repetir las elecciones?
Instar la ilegalización de ANV, el recurso legal más ortodoxo, hubiera sido contrario al deber del Gobierno de procurar el bien general y, por tanto, hizo bien en evitarlo. Ahora bien, se me escapa por qué nadie en el Gobierno o en el PSOE lo ha explicado apropiadamente.
Si se hubiera hecho, la opinión pública habrÃa comprendido mejor que, pese a los obvios indicios de concertación entre Batasuna y ANV, la única opción posible y eficaz para el objetivo perseguido (evitar la concurrencia de batasunos a las elecciones) era impugnar las listas más contaminadas. Al parecer tampoco la FiscalÃa y la AbogacÃa General lo argumentaron convincentemente y de ahà las discusiones, vacilaciones y compromisos en el seno del Tribunal Supremo.
El problema es que las tareas y funciones del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional no son idénticas. La Sala Especial del TS tiene el deber de garantizar el cumplimiento de la sentencia, penal, de ilegalización de Batasuna. En cambio, el Tribunal Constitucional tiene el deber de garantizar el respeto a la Constitución de leyes y actos jurÃdicos, incluidas sentencias o autos judiciales como el del pasado domingo del TS.
El TS evaluó las pruebas aportadas por el Gobierno y dictaminó que la concurrencia electoral de las listas impugnadas supondrÃa un fraude a la sentencia de ilegalización de Batasuna. Pero el TC tendrá también que evaluar en qué medida la anulación de tales listas no viola los derechos fundamentales de los ciudadanos que las componen, en su gran mayorÃa completamente ajenos a Batasuna, al menos oficialmente. Y también tendrá que velar por los derechos polÃticos de ANV que, repitamos, es un partido legal que condena la violencia, y que se ve ahora impedido de presentarse en unas 125 circunscripciones, sin tener la opción de corregir sus listas dejando fuera a los candidatos “contaminados��?.
La jurisprudencia del TC hasta la fecha permite intuir que su criterio será más restrictivo, más garantista, que el del TS. Pero no seré yo quien aventure un pronóstico, especialmente porque la jurisprudencia vale más para casos idénticos y esta es la primera vez que el TC tiene que pronunciarse sobre la impugnación de listas de un partido ya legal; hasta ahora sólo lo ha hecho sobre listas de agrupaciones electorales y partidos en vÃas de inscripción.
Yo confÃo en la Justicia. Más allá de los cálculos periodÃsticos sobre los 6 Magistrados del TC “progres��? y los 6 “carcas��? y el voto de calidad de la Presidenta “progre��? que desharÃa un empate, espero y deseo que el TC falle sobre los recursos de ANV con una mayorÃa suficiente, a poder ser por unanimidad.
En este sentido, el desempeño de Gómez Bermúdez como Presidente del Tribunal del juicio del 11M es un buen augurio. Como se recordará, su nombramiento como Presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional fue muy comentado polÃticamente y contestado jurÃdicamente (hasta tres veces hubieron de nombrarlo antes de que el TS aceptara la motivación del nombramiento como suficiente). Se suponÃa que su carácter conservador iba a servir para realzar y dar pábulo a las teorÃas “conspiranoicas��?. Pues bien, se ha comportado con la profesionalidad ejemplar que se les supone a los jueces y que tantas veces se echa en falta.
Ya sabemos qué dirá el PP si el TC falla contra los recursos y acepta la anulación de las listas validada por el TS: la inacción del Gobierno ha permitido que Batasuna vuelva a las instituciones, etc., etc. ¿Pero qué dirá el PP si el TC acepta los recursos y permite que ANV se presente en todas las circunscripciones impugnadas? ¿Y si el TC además clarificara en su auto que la vÃa de la ilegalización no habrÃa podido prosperar en tiempo y forma? El Constitucional puede hacerlo porque, a diferencia del Supremo, es un tribunal de naturaleza mixta jurÃdica-polÃtica, que no tiene que limitarse a lo que se le plantea; al contrario, puede, e incluso debe, motivar sus decisiones más ampliamente.
Esperemos al dictamen de los sabios. Pero el Constitucional nos harÃa un gran favor si aclarara qué habrÃa dictaminado si el Gobierno hubiera instado la ilegalización de ANV en vez de impugnar sólo la mitad de sus listas. Y tal y como están las cosas, serÃa un favor no sólo a agradecer sino casi debido.
Ah, una última cosa. Si tras el fallo resulta que ANV se puede presentar en todos los municipios ¿se manifestará el PP contra el Constitucional como ya hizo contra el Supremo después de que rebajara la condena a De Juana? ¿Serán capaces de ir tan lejos en el camino de deslegitimar las instituciones del Estado que tanto dicen amar, respetar y defender? Para mi no hay duda. Como tampoco sobre que serÃa mejor para la fortaleza de nuestra democracia, y también la lucha contra ETA, que finalmente ANV pudiera concurrir a las elecciones en la gran mayorÃa de las circunscripciones por las que presentó listas.
¿Sólo llevamos tres tazas? Cada vez que veo la palabra «lista»,me entran sudores frÃos… Por lo demás, creo que MCEC (o TCEC, lo mismo da) lo explica bastante bien. De momento, me ha aclarado bastante el asunto… hasta que llegue uno de los coblogueros y diga todo lo contrario.
Al final, resulta que se están repitiendo los mismos problemas que en el caso de De Juana Chaos: una situación lÃmite, con pocas (o ninguna) salidas airosas, una decisión impopular, demagogia a chorros, y el Gobierno que no sabe cómo explicar sus estrategias sin complejos, lo que da un mayor margen aún a la conspiracionitis que aqueja a este paÃs.
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También estoy de acuerdo con lo que comentas del juez Gómez Bermúdez. SerÃa bueno que aprendiéramos a «juzgar» a los jueces y otros profesionales por su labor y no sólo por sus ideas, y evitar caer en el simplismo de considerar que, por pensar de una manera, va actuar automáticamente de una determinada forma (como el perro de Paulov). La ideologÃas, o las formas de pensar siempre influyen, no lo niego, pero el caso es que las personas suelen mucho más complejas de lo que creemos, y puede que para alguien sea más importante aplicar la ley según los hechos que su opinión sobre el Gobierno.
Ya lo he visto varias veces. Hace poco, alguién cuestionaba la profesionalidad de mi padre sólo por ser militante del PSOE. Por eso, es mejor ser prudentes y juzgar a las personas por sus actos y no por lo que creemos que piensan.
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Muy bueno ayer el artÃculo de Permafrost. Sé que resulta controvertido poner en el mismo saco a Rosa DÃez, Fernando Savater y PÃo Moa. En cualquier caso, es cierto que en muchos aspectos, piensan parecido en estos tiempos. No sé si Rosa o Savater tienen arreglo, en el sentido de que recuperen un poco la lucidez. Me gustarÃa pensar que sÃ, al igual que otras personas que desbarran cantidad últimamente, pero no soy muy optimista al respecto.
Toda la argumentación casuÃstica del artÃculo de MCEC se basa en el conocido e incomprensible refrán «Al que no quiere caldo, se le dan dos tazas» (hay variantes del dicho, pero todas remiten a esta idea-fuerza). Hasta que MCEC no aclare exactamente el significado del refrán, será difÃcil evaluar en su conjunto la argumentación jurÃdica que encierra.
Aclarado esto, creo que el problema consiste en meterse dentro del laberinto jurÃdico creado por el Gobierno. Según lo veo, es necesario coger un poco de perspectiva y enfocar el asunto desde un punto de vista más polÃtico. Sabemos desde hace muchos meses que se iba a llegar a un galimatÃas como este a propósito de Batasuna. El Gobierno ha preferido no aclarar las cosas, o bien derogando de una vez la Ley de Partidos, o impugnándolo todo y trasladando la responsabilidad final a los jueces. Ha preferido tirar por la calle de en medio, creando un lÃo monstruoso en el que se ponen recursos y contra-recursos en plazos de 48 horas para asuntos que afectan a los derechos básicos de la ciudadanÃa. Y, encima, como el propio MCEC reconoce, retorciendo un tanto la Ley de Partidos, que no contempla la impugnación de listas en un partido legal.
Para algunos derogar la Ley de Partidos es polÃtica-ficción: pero era una alternativa posible. Muchas veces el PP crea ese ambiente irrespirable porque el Gobierno anda siempre con medias tintas y se muestra vacilante. Si da un golpe de mano, y sabe explicarlo, muchos ciudadanos descontarán la bronca que pueda armar el PP. Y si no se quiere hacer, pues entonces hay que ir a por todas. Lo que ha ocurrido es que nos hemos instalado en la marrullerÃa sin fin y en la improvisación del dÃa a dÃa. Huele a ministro de interior.
Ya me gustarÃa compartir el moderado optimismo de MCEC. En plena campaña electoral, Sebastián en busca y captura. Ya nadie se acuerda de Gestcartera y la salida por piernas de Valiente y Ramallo. A Zapatero le crecen los traidores: a Conthe hay que sumarle Imaz. El acoso del PP por las listas sólo apuntan a Zapatero; contra el PNV, que va mucho más kejos, ni una palabra. Ayer, en el Palamento, el PSOE se quedó solo, tampoco entiendo por qué no votó con la mayorÃa. En el socialismo catalán, aguas revueltas y Convergencia pactará con el PP. Solbes da pena, escucho la radio, leo los periódicos de papel y los otros y abro el paraguas. Hoy me exilio en el Leroy, recados en el portal de al lado. No se recibe duelo.
El tÃtulo es la adaptación del no quieres caldo pues dos tazas al hecho de que ésta es la tercera semana que escribo sobre el mono sub tema de las listas electorales…
Lo que no termino de entener a pesar del esfuerzo expositivo de MCEC es que si todos estamos de acuerdo de que ANV es la carcasa que Batasuna está empleando para burlar la Ley de Partidos, o que existen «obvios indicios de concertación entre Batasuna y ANV»: ¿por qué sólo impugnar las listas más contaminadas? ¿Por qué no plantear que la presentación de esas candidaturas es una forma de burlar una sentencia firme del Tribunal Supremo?
Tal y como se ha procedido – y a pesar del extremismo del PP – no es en absoluto insensato pensar que Batasuna se va a colar en las elecciones y que el Gobierno y la FiscalÃa podÃan haber hecho más para evitarlo. Que luego el TC dice que te has pasado. Oye mea culpa, lo interpreté de otra forma, no es el primer ni el último pleito que pierde la FiscalÃa y la AbogacÃa del Estado y listo.
Sino no te quejes de que la opinión pública piense que en el fondo querÃas que Batasuna fuera a las elecciones aunque sea de rondón y sin condenar la violencia por un cálculo que, además, no explicas en virtud de no se sabe qué proceso.
Creo que voy a cambiar el tÃtulo a «La ilegalización no era factible». Ese es el tema. Los criterios para impugnar listas, según la jurisprudencia del TC, son restrictivos. No cabe tampoco impugnarlas todas asà como asà salvo que procedan de un partido ilegal, como ASB. Pero ANV no lo es, por eso no cabÃa una impugnación generalizada sino la motivación individualizada de cada una.
En un artÃculo anterior yo abogué precisamente por la impugnación de todas las listas de ANV y que luego el TC las revocara o no. Nadie ha explicado por qué hacÃan falta 3 batasunos en una lista para impugnarla y por qué no 2 o 1 o 4. La comunicación en la lÃnea habitual, of course.
¡No me lo puedo creer! ¿Pero no era culpa del PP que se hablara de ETA todos los dÃas? Miércoles en el blog y artÃculo sobre listas, tontas y mediopensionistas de ETA. Y el tercero consecutivo del autor. ¿No estará dirigido este blog por gente del PP? ¿No será que quieren ocultarnos los grandes logros del MEJOR GOBIERNO DE LA HISTORIA DE LA DEMOCRACIA con este tipo de discusiones sobre una banda terrorista acabada y que ya no quita el sueño ni a los niños? Descarto que la intención sea criticar al Gobierno, y sus decisiones en este tema menor, pues sabido es que este Gobierno nunca se equivoca y cuando se equivoca, rara vez, es por culpa del PP. Bueno, ahora se ha lanzado una nueva versión exculpatoria ( la sexta versión, creo ): la culpa, dicen desde Moncloa, si todo sale mal, es de Rubalcaba. Sólo de él. Parece que la confianza en el buen fin de las decisiones tomadas es escasa y han preparado una salida de emergencia con barba y forma de Ministro del Interior. Todo sea por la patria y por el bien de ZP, a quien la guardia pretoriana guarde muchos años. Ya sabemos que don José Luis es sólo la reina madre y en estos temas él nunca entra, su reino no es de este mundo, asà que mejor hablamos del Gobierno la próxima semana, como Tip y Coll hacÃa con los gobiernos franquistas. ¡Ni que España fuera una democracia! Pero es normal, don José Luis se va a dedicar, según nos ha manifestado El PaÃs, a revitalizar Europa con Sarko, ya saben, el recién elegido presidente francés que era sólo un zaplana hortera hasta el mismo sábado. Ya ven, ZP y un “alomojóâ€? facha por el saneamiento y el bien de Europa. Asà podrá don José Luis sacar de una vez el hombre de Estado que lleva dentro y podremos verle todo su poderÃo polÃtico sin que le moleste el malvado PP. Y asà se podrá criticar de una vez…a la oposición. ¡Olalá!
Yo me niego a seguir colaborando con el PP y hablar de ETA, como pretende el autor del artÃculo de hoy. Que critique al PP, que es lo que hace falta en este momento y se deje de temas menores y de bandas terroristas acabadas. Hay que ir a lo importante.
Buenas a la concurrencia, tras unos dÃas de desconexión bloguera. Para mÃ, la parte fundamental del artÃculo de MCEC es:
«Además, el Gobierno optó por una vÃa, la impugnación de listas electorales de un partido legal, que no está expresamente contemplada en la Ley de Partidos (a diferencia de la de agrupaciones electorales que sà lo está), porque el legislador no previó que ningún partido polÃtico fuera a prestar su carcasa legal a otro ilegalizado«.
¡Claro que el legislador no previó eso! El legislador no previó absolutamente nada, porque la Ley de Partidos es una aberración legal. Cuando el Legislativo recurre a las leyes ‘ad hoc’ suele suceder que, con el tiempo, se acaban volviendo en contra de los que la promovieron.
La Ley de Partidos buscaba ilegalizar Batasuna por la vÃa rápida y prescindiendo de los mÃnimos resortes de un Estado de Derecho, aprovechando, además, un TS y un TC tan politizados y mediatizados que eran extensiones puras de los dos grandes partidos, es decir, de quienes promovieron la Ley.
Como la Ley se hizo única y exclusivamente contra Batasuna, los que la redactaron no tuvieron en cuenta que, unos años después, a los excelentes abogados del entorno de ETA se les ocurrirÃan mil y una fórmulas para saltársela a la torera. Y eso ha ocurrido.
¿No hay plazos? ¡Cómo va a haberlos! Cuando se pidió la ilegalización de Batasuna no habÃa prisas, porque el horizonte electoral era otro, porque se tenÃa claro contra quién se iba… Pero, ¿cómo iba el legislador a prever que un partido legal podrÃa tomar el relevo? Bueno, ya pasó con el PCTV, pero nuestros legisladores no se destacan por su perspicacia, no digamos por sus ganas de trabajar.
En fin, que estamos ante el resultado de una de las peores leyes de la historia democrática de la humanidad: la presencia de Batasuna en los ayuntamientos… otra vez.
Gracias, TCEC, por el esfuerzo de claridad en la exposición de un asunto muy enrevesado.
Que la situación es jurÃdicamente confusa resulta una evidencia. Lo que a mà me parece que exige la prudente gestión de la cosa pública ante un caso asà es actuar buscando un resultado lo menos malo posisble, de manera razonable y dentro del respeto a los principios y al (imprefecto) marco legal.
Creo que hay dos posturas que deberÃan distinguirse. La crÃtica frontal a Ley de Partidos (Pérez-Royo, Cicuta, Landa, aitorirvero) me parece legÃtima; quienes piensan que ha sido y es un instrumento negativo y que el Gobierno deberÃa haberlo derogado tendrÃan que explicar a) si lo consideraban factible, sobre todo tras la T-4; y b) las consecuencias que hubiera tenido dicha derogación. Pero atacar la legislación vigente es una cosa, y atacar la interpretación que le dio el Gobierno a esa legislación es otra.
Yo le veo lógica a lo que se ha hecho: no aceptar listas claramente vinculadas a Batasuna; examinar otras listas de un partido legal y que condena la violencia pero respecto a las que se investiga (y demuestra) una conexión orgánica suficientemente sólida con Batasuna; y aceptar aquellas otras en las que dicha conexión no se puede acreditar. El resultado, en contra de lo que dicen el PP y aitorirvero, no es «la presencia de Batasuna en los ayuntamientos» (algo que, en todo caso, quienes se oponen a la Ley de Partidos aplaudirÃan), sino una presencia limitada en algunos ayuntamientos de elementos de la izquierda abertzale que condena la violencia y respecto a los que no se ha podido establecer una conexión suficiente con Batasuna. Me parece que la reacción de Batasuna no da la razón a quienes sostienen que los terroristas «se han colado», «han derrotado al Estado de Derecho», etc.
Creo que la situación plantea dos incógnitas: la jurÃdico-constitucional que señala SCEC (y yo creo que el TC puede sorprender autorizando todas o parte de las candidaturas de ANV -aquà sà que puede jugar el mayor o menor grado de chapuza con que FiscalÃa y AbogacÃa del Estado hayan podido «acreditar» la penetración de las listas por parte de Batasuna) y, sobre todo, la incógnita de la reacción de ETA. Porque, como he dicho, me temo que es probable que los etarras no den por buena la resultante y vuelvan a atentar. Lo de las cartas de extorsión que se ha conocido hoy no es alentador.
Como Cicuta y según dije ayer, veo en todo esto una estrategia, probablemente de Interior, que no me parece mal. Me gustarÃa q ConfÃo en que quienes tienen más datos la hayan lanzado con fundamento. Yo no sé si, como dice Landa (a quien sigo leyendo con interés y con crecientes problemas de comprensión), se ha pensado en un mecanismo para «exonerar» de responsabilidad al Presidente del Gobierno si la cosa va mal. Lo que sà me consta es que Zapatero ha asumido costes polÃticos y riesgos enormes en el intento de acabar con la violencia, y no me cuadra nada que vaya a ponerse de perfil si la maniobra descarrila.
9 arouet
Me das la razón: el problema es que el Gobierno se ha encontrado una ley mala, pésima. Pero, ni aún queriendo, podrÃa haberla derogado, siendo el PSOE uno de los grandes valedores y defensores de tal ley.
No me voy a meter yo en considerar qué tenÃa o no que haber hecho el Gobierno cuando se encontró con ANV y sin tiempo para impugnar. No tengo ni idea de cuál es la solución correcta, lo reconozco.
Sobre si se presenta o no Batasuna, no confundamos términos. Que el Gobierno y la FiscalÃa han dejado pasar listas ‘contaminadas’ está claro; precisamente ayer, durante los anuncios de ‘El hundimiento’, me pasé por Telemadrid donde un concejal del PSE (Nicolás… ¿Gutiérrez?) ponÃa un ejemplo que no ha sido impugnado y en el que se presentan candidatos que lo fueron con HB, EH o listas ‘independientes’…
Otra cosa es si Batasuna (o derivados) debe presentarse. Yo tengo claro que quien no debe presentarse son los terroristas, pero dudo bastante que toda Batasuna sea un conglomerado terrorista, lo siento. Y tengo muy claro que el Código Penal tenÃa y tiene herramientas suficientes para detectar esos terroristas e impedirles presentarse, porque ya se hacÃa antes de la Ley de Partidos.
Voy más allá. ¿Cómo se puede pretender que la izquerda abertzale se presente a las elecciones si el haberse presentado antes con Batasuna, HB, EH o demás lo imposibilita? ¿Qué solución le damos entonces a Batasuna? ¿O pretendemos que, de la noche a la mañana presenten miles de listas sin una sola contaminación?
TCEC.
Lamentablemente no estoy de acuerdo en tus conclusiones. Lamentablemente también este asunto me provoca un hartazgo supino.
Lamentablemente creo que llegados a este punto no nos podemos poner de acuerdo ya que partimos de premisas distintas.
Y lamentablemente ya no veo ningún motivo para seguir militando en el Partido Socialista.
Esto que ha hecho con ANV ha sido la puntilla.
Un par de cosillas, aitorivero;
– Con una modestia inhabitual y digna de elogio, afirmas «no tengo ni idea de cuál es la solución correcta, lo reconozco». Por ahà andamos, creo, casi todos; y las dudas aconsejan poderación en el juicio.
– No estoy seguro de que la Ley de Partidos sea, como dices, «pésima». Lo que sà pienso es que constituye el marco legal, vigente e «imperfecto», en el que debe moverse el Gobierno, porque lo juzgo irreformable en la actual coyuntura. Además, mi apreciación es que ha sido útil, aunque obviamente no resuleve todos los problemas.
– La izquierda abertzale tiene muchas marcas más allá de Batasuna, EH o ASB para hacerse presente en las instituciones. No hace falta que te recuerde Aralar o incluso el PCTV. En todo caso, y especialmente tras el 14-D, la «solución» que yo le darÃa a Batasuna es que se distancie de la violencia, algo no tan complicado de hacer.
– Se ve que eres más abierto de mente que yo, porque citar como argumento de autoridad a alguien que sale en Teleespe revela que careces de los prejuicios que a mà me lastran.
Un abrazo.
12 arouet
La ley de partidos es mala porque sólo sirvió para «resolver» un problema puntual y se ha mostrado ineficaz, en incluso contraproducente, al aplicarla a otra circunstancia. La legislación debe contemplar todas las posibilidades para evitar este tipo de problemas y la Ley de Partidos falla aquà estrepitosamente.
Por otro lado, a mà me parece pésima porque, como he explicado en este foro muchas veces, niego la mayor: la ley de partidos es una norma ilegÃtima, un atajo que coarta derechos y que pone en peligro la esencia misma de la democracia.
El PCTV no se presenta. Y que exista Aralar no quita para que algunos abertzales quieran presentar otro partido. Creo, de todas formas, que no me has entendido cuando pregunto ¿cómo vamos a reconducir a los batasunos a la polÃtica si su sola presencia en una lista la «contamina»? Incluso en el caso de ANV que rechaza EXPLÃ?CITAMENTE la violencia.
En Telemadrid no sólo salen Herman Terch, Prada y demás giliflautas… El que dio los datos, lástima que sea un desmemoriado porque no recuerdo ni el pueblo, llevaba las listas que no se habÃan impugnado y que presentaban a miembros de Batasuna… y era del PSE.
Coincido bastante con lo que dice Aitor Riveo. Por mi parte creo que, aun no planteándose derogar el Gobierno la -en mi opinión-, muy lamentable Ley de Partidos, ni siquiera esa ley ad hoc, le «obligaba» a presentar impugnaciones contra ANV. Otra cosa es que el Gobierno, «arrugado» frente al PP, haya optado por lo creian la vÃa con menos riesgos polÃtiocs.
Por supuesto, me encantarÃa que el TC nos sorprendiera siendo capaz de reparar lo que yo considero una agresión en toda regla al derecho de sufragio, base de la democracia. Pero me temo que perderán la oportunidad de dignificar su función.
Respecto al informante de Telespe, del tal Niko Gutierrez del que hablais, supuesto concejal socialista en Miravalles sólo informaré a AitorRiveiro que, como habrá tal vez deducido ya, pertenece al escasÃsimo grupo de lumbreras que tiene como referencia a Rosa DÃez. Sé que con eso está dicho casi todo, pero añado que me serÃa difÃcil aportar de él alguna página que no sea un insulto a la inteligencia. Por no decir otra cosa. Pueden consultarse sus diversas memeces producidas en los ultimos meses en la web de Plasta Ya y en alguna otra igualmente tóxica.
No es porque me haya agradecido el esfuerzo expositivo pero estoy totalmente de acuerdo don Arouet (9), incluido lo del interés y la creciente dificultad de comprensión con la que leo a Landa (no se qué contestar a su mensaje 7, creo que se puede ser crÃtico con el Gobierno y al tiempo con el PP, cuyas posiciones me parecen lamentables).
DecÃa Don Cicuta esta mañana que el Gobierno ha organizado un lÃo horroroso de recursos y contrarecursos. Discrepo. Ese mismo lÃo lo vivimos cuando las autonómicas vascas y las últimas europeas, y antes con el anterior Gobierno, en las generales. Es decir, es lo que impone la ley que hay que hacer. Porque se ha impugnado todo, todo lo impugnable, no lo no impugnable, obviamente. No hay calle de en medio. Lo que supuestamente se podrÃa haber hecho extra (instar la ilegalización de ANV) no era factible en la práctica.
Con respecto a la derogación de la ley de partidos. ¿Por qué? Aitor, puedes explicar por qué pone en peligro la democracia excluir a los violentos, racistas y demás democraticidas del juego democrático? Por qué es inconstitucional si el TC ha dictaminado su encaje constitucional? Qué razón para rebajar la exigencia democrática, que además es tan fácil de cumplimentar? No es perfecta, sin duda, como no lo son la ley belga o alemana similares porque al ser estados garantistas como el nuestro, los excluidos encuentran vÃas legales para intentar sortear sus efectos, de lo que me alegro. Y el Estado tiene que intentar que no lo consigan. Es decir, no puede ser al mismo tiempo un atentado a la democracia porque excluye a los “malosâ€? y mala porque hay vÃas legales para que se presenten al ser demasiado garantista. Si lo es, y creo que es asÃ, no es un grave atentado a la democracia.
Aitor 10, la FiscalÃa ha seguido criterios objetivos y la presentación de candidatos de EH, creada tras la tregua, no parece haber sido motivo de contaminación, sà de HB. Lo que decÃa el concejal en cuestión al que también vi era que curiosamente la lista de ASB en su pueblo estaba menos contaminada que la de ANV, la primera impugnada y la segunda no. Es perfectamente posible que la policÃa y la FiscalÃa no hayan hecho bien su trabajo. Esperemos que el TC sà lo haga.
Gracias por el artÃculo, MCEC. Comparto los elogios a tu claridad expositiva. Sobre todo, si pensamos en la complejidad del asunto.
Creo que la Ley de partidos es imperfecta, pero no por ello ha sido inútil. Cuando se aprobó, tenÃa una postura crÃtica. Pero viendo los resultados, creo que ha sido un instrumento útil para arrinconar y derrotar a los batasunis.
Quizás la ley haya que mejorarla porque no se anticiparon todos los planes A, B, C, D o E que los batasunis iban a utilizar para saltársela. Pero una cosa es mejorar la ley y otra tacharla de «ad hoc». Creo que una ley con este espÃritu -toma palabro-, debe de existir en una democracia porque: ¿no hay que defender las democracias de sus enemigos? Dicho de otra forma, ¿no son necesarias unas reglas del juego que excluyan a aquellos que quieren destruir la democracia? En otros paÃses, como Alemania, se ilegalizan partidos nazis. Nadie dice que ésa sea una ley ad hoc….
Para mÃ, la complejidad de la legislación está en diferenciar derechos individuales de colectivos. En teorÃa, una ley de partidos inhabilita a un partido para presentarse a las elecciones. Pero para llegar a esta conclusión, se están usando criterios individuales: futano concurre en el puesto 5 de ASB…. Esto no me encaja, porque, en cierta forma, futano se ha quedado eternamente sin su derecho a concurrir a las elecciones. Por lo tanto, ¿contra quién va la ley de partidos: los batasunis o futano? Es un embrollo jurÃdico que me intriga. Si alguien sabe como resolverlo….
Respecto a lo que dice Landa sobre una estrategia de Moncloa para escurrir el bulto, no lo veo. Me suena a teorÃa conspirativa, oscura y enrevesada. Vamos, que no me suena creÃble.
Isidoro, si la Ley parece que lleva a «un embrollo jurÃdico» es, entre otras cosas, porque se trata de una ley «ad hoc», porque está hecha pensando en un único destinatario: el mundo de la izquierda abertzale y en un momento polÃtivo concreto y al servicio de una estrategia polÃtica concreta.
Basta darse una vuelta por el texto de la dichosa Ley -que en mala hora apoyó el PSOE queriendo enfatizar su voluntad de sostener y no criticar la polÃtica antiterrorista del ejecutivo (justo lo contrario de lo que hace ahora el PP)-, para ver que, más allá de las aparentes buenas intenciones con que llena su parte explicativa, todo su articulado es un conjunto de medidas redactadas (de prisa y mal) no para regular la (aún inexistente) vida democrática de los partidos politicos -lo que serÃa muy de desear-, sino para reprimir a unos determinados actores polÃticos. Sà que es una ley ad hoc. Y eso pasa factura.
Aunque parezca pesado el asunto, y se insista por tantos en lo inadecuado de seguir con esta «tabarra» la verdad es que toca un aspecto crucial de nuestra vida democrática. Me encantarÃa discutir, por ejemplo, ese mal ejemplo -y tan reiterado-, de la ley alemana que se invoca como referencia, cuando me parece que nada tienen que ver las circunstancias. Pero nada de nada. Por lo visto es inconveniente referirse demasiado al caso irlandés y la conducta seguida en la democracia británica -«es que son situaciones muy diferentes»-, pero sà vale traer a colación la legislación con la que Alemania afrontó sus fantasmas del pasado Nazi (y del entonces vecino comunista), o sea del Horror con mayúsculas, porque parece que ahà sà somos capaces de deducir analogÃas con respecto a este problemilla de los vascos independentistas amigos de la ETA. Hay que ver.
Hola, querÃa comentaros una anécdota. Hoy vino a dar una conferencia a mi colegio mayor Enrique Múgica. Después de la conferencia, tuve la oportunidad de cenar con él junto con el director y el subdirector de mi colegio. La verdad es que como conferenciante deja mucho que desear porque su conferencia fue aburrida porque leyó absolutamente todo. De todos modos, en la cena pude hablar con él y me comentó anécdotas del 23-F, asà como su opinión sobre el conflicto en Oriente Próximo y otros temas. No quiso hablar de los tres años de gobierno socialista y habla del «mal llamado proceso de paz». La verdad es que discutà un poco con él sobre este tema pero fue en un clima tranquilo. Sinceramente, fue un gusto conocerle a pesar de no compartir parte de sus tesis actuales. Contó anécdotas sobre Euskadi muy enriquecedoras y dijo que «sigue siendo socialista». Un saludo a todos.