Melinda
La película Shame, dirigida por el director Steve Mcqueen (Londres 1969) no me pasó desapercibida cuando la estrenaron. Sabía que iba de sexo y que era dura porque eso es lo que me llegó del boca a boca de personas que la habían visto. No había leído ninguna crítica, pero incluso cuando lo hice –ayer, antes de ir a verla, – seguí sin pistas claras de la temática, aunque lo que sí leí era que Shame era una buena película sin concesiones en la que se trataba la adicción al sexo del protagonista. Me decidí a verla, primando en mi decisión una crítica que leí en Le Monde sobre Ellas, la otra película que me tentaba ayer: decía la crítica de Le monde que Ellas trataba el tema planteado con eufemismos feministas y que resultaba poco creíble, excepto desde una óptica de corrección política.
Por las razones que fueran, lo cierto es que salí muy sorprendida del cine porque me encontré con una película profunda sobre las patologías del amor y el sexo. Además de un planteamiento narrativo excelente que te mantiene sin aliento por inesperado y que vas descubriendo en el transcurso de la película.
El protagonista, Michael Fassbinder, tiene adicción al sexo duro: ése es el punto de partida; pero lejos de recrearse el film en ese tema con escabrosas escenas, puede decirse que sólo se ven las justas para presentar a un personaje hermético y atractivo aunque inquietante, que se va desvelando como un ser complejo y torturado en el recorrido de la película.
Brandon, que así se llama el protagonista, vive solo en Manhattan y trabaja en una empresa, en cuyas oficinas se le ve reunido en alguna ocasión con otros colegas. Su jefe, de su edad más o menos, pero casado y con niños pequeños, siente admiración por Brandon como sex symbol y en una ocasión lo invita a tomar unas copas, esperando beneficiarse de sus dotes conquistadoras. El jefe se emborracha y después de bailar desaforadamente con una rubia a la que conoció en la barra –mientras Brandon se muestra en todo momento distante y en control-, se deja conducir al interior de un taxi por Brandon, quien cierra la puerta del taxi y se va andando en dirección a su casa. Pero entonces, la rubia, que se ha despedido de sus amigas, detiene su coche al ver a Brandon -quizás lo haya esperado- y se ofrece a llevarlo. Lo siguiente es una escena descarnada de sexo a lo Brandon: penetración brutal de la chica contra un muro en un lugar inopinado del trayecto de ambos. La chica no parece estar pasándolo mal, aunque no es imprevisible que hubiera preferido una interacción más delicada por lo que habíamos visto anteriormente de ella.
Esta escena, las continuas masturbaciones del protagonista -incluso en el aseo del trabajo- alguna otra con prostitutas de lujo en su apartamento, más su interacción sexual vía internet con profesionales del sexo, incluyendo un intercambio sexual en un antro gay nos dan una buena medida de la adicción irreprimible del protagonista al sexo puro y duro.
Pero, ya antes de esta salida de Brandon con su jefe, empiezan a oírse unos inquietantes mensajes telefónicos en el piso de Brandon, que él escucha atentamente, pero a los que nunca responde. Se oye una seductora voz femenina, que claramente lo conoce bien y que le pide una y otra vez que responda, por favor. En uno último se desespera y llora, apelando a su compasión porque dice estar enferma de cáncer. No hay duda para el espectador de que se trata de una “novia” abandonada por el protagonista y que, enferma o no, se resiste a dejar de verlo.
Brandom entra un día en su apartamento y se encuentra la música a todo meter y el piso completamente desordenado y revuelto. Suena el agua de la ducha en el baño y, antes de abrir la puerta bruscamente, se arma con un bate de béisbol.
La sorpresa de Brandon y la del espectador van al unísono al descubrir que en la ducha está la mujer que dejaba los mensajes telefónicos – la atractivísima protagonista de Drive, Carey Mulligan- quien a su vez se pega un susto de muerte por la brusca irrupción de Brandon armado con el bate. Éste es un climax de la película que, en unos minutos más te permite suponer que aquella chica es hermana de Brandom, y que entre ellos ha habido una relación incestuosa. Ella, que es cantante, no tiene donde vivir y quiere que su hermano la acoja en su piso. El se niega tajantemente, pero acaba accediendo a dejarla vivir allí sólo unos días y le promete que irá a verla actuar esa tarde en una sala de fiestas. No hay duda ya entonces de que Sissy –así se llama ella- está colgada de su hermano.
La película, entonces, da un giro de noventa grados, al presentarnos una lucha denodada del protagonista consigo mismo: su jefe y él acuden a ver actuar a su hermana y la adorable Sissy seduce sin esfuerzo al parlanchín jefe que, esta vez, tiene muy claro que no quiere perder comba. Todo esto ocurre en el piso de Brandon –en su propia cama-, quien se tiene que comer el marrón y las uñas sin poderlo remediar en la habitación de al lado. Opta, por fin, por irse a correr y a la vuelta de su carrera emprende una frenética “limpieza de vida”, bajando a la calle cuatro enormes bolsas de basura en las que metió atropelladamente todo lo relacionado con su obsesión por el sexo, incluido su ordenador personal. Después, quita con asco las sábanas de su cama y se dispone a descansar un rato -ya ha amanecido-, pero Sissy aparece en la habitación y quiere compartir con él su descanso como si de una loving couple se tratara. Brandon la expulsa con violencia de su lado y aprovecha para echarle en cara lo mucho que le compromete y humilla que haya ligado con su jefe.
En toda la película hay una escena de serena seducción amorosa entre el protagonista y una bella e inteligente compañera de trabajo que se le aproxima un día, por entonces, con ganas de ligue. Cenan en un restaurante y la cosa promete. La chica no se anda por las ramas y él resiste el envite contestando con franqueza: ante la pregunta, él confiesa con cierto pudor, parece, que es posible que una vez le haya durado una relación hasta cuatro meses. Se despiden, algo temerosos, y muy respetuosamente, después de la cena. Pero, en un segundo encuentro de suma atracción sexual entre ambos, Brandon se muestra impotente y se produce un frustrado desencuentro que para él, al menos, supone un duro golpe.
Una nueva aparición del jefe da otro giro de tuerca al agobiado Brandon, que no ha conseguido todavía echar a su hermana de casa, mientras ella le mensajea continuamente reclamándole atención y afecto: su jefe le recibe en su despacho y le hace saber de malas maneras que el técnico de ordenadores de la empresa ha descubierto escenas infames de sexo en su PC. Brandon no responde. Se encuentra pillado e incapaz de salir de su propio infierno. En su vuelta a casa en metro, se produce un accidente, y el rugir de las sirenas le hacen presagiar que su hermana está en peligro. Corre despavorido hacia su casa, esperándose lo peor, y la encuentra bañada en sangre por el que no es su primer intento de suicidio.
En una escena final, Brandon despliega, por fin, todo el afecto que siente por Sissy, acompañándola en el hospital, mientras ella se debate entre la vida y la muerte.
Como colofón, la película cierra con una escena en el metro, donde Brandon se vuelve a encontrar con una atractivísima viajera sentada enfrente de él. Es la misma mujer y el mismo encuentro con que da comienzo la película. En el primer encuentro, la chica, aunque se turba en un comienzo, enseguida le desafía sosteniendo su escrutadora mirada e incluso revolviéndose en el asiento. Sin embargo, sale del metro de súbito y aunque él la persigue por la estación, logra despistarlo. En el último encuentro, la chica parece feliz de reencontrarle y es ella quien lo engancha con la mirada. Él se la queda mirando atónito, muy serio. Ella se levanta para salir del tren y lo que pueda ocurrir después ya no nos lo cuentan.
Añadiría, por último que Shame –un buen título para esta película- me ha parecido una buena forma de tratar el tema del divorcio entre el sexo y los afectos, así como el de las terribles consecuencias de las relaciones incestuosas. No entiendo las razones que motivaran al director a temer cortes de censura (que no se realizaron). A mi me ha parecido una película valiente e inusualmente higiénica sobre el tema tratado. Esclarecedora.
Hola a todos, es posible que los que no hayais visto la película os quedeis boquiabiertos con mi aparente contradicción de que, por un lado, diga que en Shame no hay regodeo ninguno con escenas escabrosas,mientras que a continuación añada:
«Esta escena, las continuas masturbaciones del protagonista -incluso en el aseo del trabajo- alguna otra con prostitutas de lujo en su apartamento, más su interacción sexual vía internet con profesionales del sexo, incluyendo un intercambio sexual en un antro gay nos dan una buena medida de la adicción irreprimible del protagonista al sexo puro y duro».
Bueno, pues.. reitero que no hay contradicción porque está hecho con maestría y más que enseñártelo te lo cuentan con indicios suficientes, los justos.
Perdoneme melinda ….pero os traigo una Fe de Erratas curiosa,cortado y pegado a las 4H 58 ‘ 10/07/2012 en El Mundo ese diario de Peter Jodete:
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VENEZUELA Elecciones en octubre
Hucho Chávez asegura que se encuentra ‘totalmente libre’ de cáncer
El presidente afirma encontrarse en las mejores condiciones para afrontar la campaña y arremetió contra su rival, Henrique Capriles.
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He buscado en la Wiki y he encontrado esto:
«Hucho» es un género de peces teleósteos marinos y de agua dulce de la familia de los salmónidos. Una de sus especies se distribuye por el centro de Europa, el río Danubio y los afluentes de su cuenca hidrográfica, mientras que las otras cuatro se distribuyen por Asia.
Es decir un Salmon.
Leido esto…¿en que estaria pensando el que ha escrito ese titular de noticia?.
Se nos adentramos en la psicologia cognitivo-pragamatica elemental y sabiendo que la G esta al lado de la H ,podremos llegar a la conclusion que ha habido premeditacion y alevosia ya que la C esta mucho mas abajo a su izquierda y ha sido tecleada antes de la H….en fin,mirense las manos y onbserven sus dedos….desconfien de ellos ,siempre ponen lo que pensamos…tienen vida propia …..bueno ,no me hagan caso….ejem.
¡¡Felices pesadillas!!….JAJAJA…que nervios.
Gracias, Melinda. No he visto la peli, así que no puedo opinar…
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Viendo las noticias de hoy, creo que seguiré la misma estrategia que José Roselló y el avestruz…
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No sé si algún valiente del blog habrá visto alguno de los nuevos telediarios… ¿Se nota mucho cambio? Sólo he picoteado, y me ha dado la sensación de que sí, pero no he tenido cuerpo para ponerme el suficiente tiempo delante de la pantalla.
Si a esto añades la reposición de Ana y los siete, y que han quitado la reposición de la genial Frasier para reponer Curro Jimenez, por no hablar de la supresión de Saber y Ganar por «vacaciones», casi dan ganas de tirar la tele por la ventana… Ale, ale, a ver pelis y a esperar tiempos mejores…
Hay que hacer justo lo contrario: tomar partido hasta mancharse, como escribió G. Celaya. Hoy menos que nunca la táctica del avestruz.
Esta noche con lo mineros. Y mañana, también.
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Como (casi) siempre, tienes razón, Polonio… y sí, esta noche y mañana, al lado de los mineros.
Eso sí, nada de telediarios de la La1. Pueden ser nocivos para la salud (mental).
Hola Melinda!! Con tu permiso para el tema ‘Tórrido Verano’ yo cedo la palabra a D. Frans Van den Broek 🙂
Esta noche con los mineros!!!
Vi «Shame» hace un par de meses, me gustó, y la recomendé. A pesar de ser un tema duro y complicado, me pareció una apuesta arriesgada por tratar un tema como el de la adicción, pero tomando la adicción al sexo en lugar de otras más tratadas cinematográficamente, y hacerlo de una manera magistral desde mi punto de vista.
La forma de presentar visual e introspectivamente dicha adicción me parece que logra que el expectador empatice con la problemática personal difícil de abordar en un contexto de relaciones personales bajo patrones convencionales. De ahí que cierto aislamiento (sentimental, familiar y de relaciones sociales) suponga para el protagonista la vía de escape para normalizar su propia vida. Nueva York le permite tener esa vida, vivir aislado, desapercibido, y a la vez tener a su alcance la posibilidad de canalizar su adicción. Otras ciudades no lo permiten.
Los tontos de los cojones empiezan a devolverle al gobierno de Rajoyibus Lecter «El Displicente» ,la misma bilis que ha alimentado al Partido Popular durante los gobiernos de Ziluminatius.
Les traigo un corta y pega de una noticia en La Gaceta -Negocios.y sus primeros comentarios.
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Bruselas quita las competencias al Gobierno en el sector financiero.
Ordena despidos y no pagar el dividendo .
NEGOCIOS.COM | AGENCIAS
La UE impondrá a España más de una treintena de condiciones a cambio del rescate a la banca, todas ellas incluidas en el Memorándum de Entendimiento.
España tendrá que cumplir 32 condiciones a cambio de la ayuda europea de hasta 100.000 millones de euros que recibirá para recapitalizar su sector bancario, según el Memorándum de Entendimiento del Eurogrupo.
ensenada18:34 | 10 de julio, 2012
Bien por D. Mariano Rajoy. Puede estar orgulloso de haber rendido España a las tropas de la Unión. Sólo le queda dimitir, pero para eso hay que tener vergüenza y sentido del honor. Claro que si hasta el PP de la Seu de Urgel vota a favor de quitar el nombre de Plaza de España, si no se ha atrevido a tomar ninguna decisión política sobre el aborto, el matrimonio gay, cambiar la politica de claudicación ante los terroristas, o cumplir una sola de las promesas electorales. Si lo suyo es salir corriendo, o ir de prepotente chulo de taberna portuaria, que podemos esperar. Que siga de Presidente tres años y medio mas.
Garabato18:43 | 10 de julio, 2012
¡Pues hala!…
… todos aquellos que hasta ahora han estado asumiendo esas «competencias», directamente que vayan a competir por otro puesto de trabajo en la Oficina de Empleo.
Garabato18:45 | 10 de julio, 2012
… como tiene que hacer cualquier trabajador que se queda sin empleo.
Mariano el tijeras18:46 | 10 de julio, 2012
Menos mal que no estamos intervenidos…Y Mariano haciéndose una foto con un libro o viendo el fútbol y sin dar la cara. Realmente vergonzoso. A Mariano el puesto le viene muy grande, por eso piensan en Europa que es el presidente mas incompetente de la UE.
Garabato18:51 | 10 de julio, 2012
¡Ah!…
… y si es posible, que se nos informe (aplicando la Ley de Transparencia), sobre las «condiciones» en las que se debe (según la última reforma laboral), despedir a todos ésos de las «competencias», que han demostrado ser unos «incompetentes».
Mariano el tijeras18:53 | 10 de julio, 2012
Por cierto, y de Rato no se dice nada como que también han admitido a trámite la querella que le ha puesto el 15M?
la prima18:54 | 10 de julio, 2012
Garabato , ve a dar una vuelta al Jardín Secreto , te veo muy descolorida , estas preñada ? , ja, ja, ja, ja,
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Ante mi doy fe.
AC/DC
firmado:
JAJAJA….que nervios…ay ¡que me meo ,que me meo!!
Estoy de acuerdo con Wilson en que el marco de Nueva York no sólo permite, sino que puede hasta incitar un modo de vida solitario, salpicado con encuentros sexuales sin implicación afectiva alguna, si ése es el deseo del sujeto en cuestión. Pero el tema es que la película te plantea que Brandon no está cómodo en esa situación, aunque la maneje como un mago. Fruto de ello es el intento de trascenderla en el encuentro con su atractiva colega del trabajo, escena en la que el director de la película se recrea sin límite proporcionándonos un escenario en el que los dos disfrutan mutuamente de su compañía mientras cenan en un restaurante con buena comida y buenos vinos en el que prima la atención personal.
Tampoco es baladí, a mi modo de ver, que el detonante de ese intento de cambio sea la presencia de la hermana «colgada» en su casa. Pero no porque ella venga a salvarle de nada, sino por todo lo contrario: ella viene a continuar una relación con él a todas luces incestuosa y que él, obviamente, ha decidido abandonar.
Su rechazo frontal a la hermana no debiera interpretarse como expresión de la incapacidad afectiva de Brandon, sino como todo lo contrario: una fuerte determinación a romper con todo aquello que ahora le produce repulsión.
Hola melinda….no he querido hablar sobre tu articulo sobre Shame y el sexo en Nueva York no porque no este de acuerdo contigo ,sino porque hasta que no veas «El Sabor de la sandia» hasta el final,no sabras lo que es una pelicula que habla sin tapujos sobre el sexo ,con una mirada mas que inquietante.
Claro está que esa pelicula,tiene sus años y no creo yo que la hayan programado en ningun cine español …aunque sea de verano……jeje.