Cómo va la guerra

LBNL

Va mal, por supuesto, rematadamente mal, con civiles ucranianos muriendo bombardeados, heridos, padeciendo asedios inhumanos como en Mariupol y huyendo en masa a Europa – ya han llegado dos millones y medio y subiendo… Pero la capacidad de destrucción de la artillería y aviación rusa no esconde el tremendo fracaso militar de su ofensiva. Posiblemente Putin no decidió invadir hasta un par de días antes de hacerlo pero, en todo caso, no se lo comunicó a su Estado mayor hasta el último momento, por lo que sus tropas no estaban a punto. Además, subestimó claramente la voluntad y capacidad de resistencia ucraniana que ha frustrado su pretensión de tomar Kiev rápidamente y sustituir al gobierno democrático ucraniano.

En consecuencia, intensifica la destrucción y el sufrimiento ucraniano pero su invasión progresa muy lentamente al tiempo que el odio de sus supuestos hermanos eslavos aumenta exponencialmente, al punto que ya es imposible su sueño de que Ucrania pase a ser una república satélite como Bielorrusia. Puede ganar batallas, con gran esfuerzo y muchas bajas propias, pero la guerra la ha perdido ya. Por no hablar del efecto devastador sobre la economía rusa de las sanciones masivas que las democracias occidentales le han impuesto a Putin y sus amigotes; el default está a la vuelta de la esquina. Pero no confío en absoluto en que las negociaciones en curso vayan a parar la guerra. Les explicó por qué.

Pero antes, algo más de detalle sobre la situación sobre el terreno. El bombardeo inicial, centrado en las defensas antiaéreas ucranianas, no fue demasiado exitoso: los misiles rusos no son tan precisos o su inteligencia era pobre, a saber. El caso es que los ucranianos conservaron suficiente capacidad como para impedir la supremacía aérea rusa, todavía más frágil con los Javelin y otros Manpads que se le suministraron a Ucrania en los meses anteriores a la invasión. El mantenimiento de tanques y blindados tampoco era óptimo y los análisis señalaban que a partir de mediados de febrero el deshielo daría paso al barro. Y así ha sido con lo que los Grupos de batallón táctico (TBGs en inglés, que es la formación rusa al uso) no pueden apartarse de las carreteras como atestiguan los múltiples vehículos rusos abandonados en el barro. Y en las carreteras, sobre todo en el norte donde la orografía es favorable para la guerra de semi guerrilla que está librando el ejército ucraniano, es fácil atacar la cabeza y la cola de los convoyes para detenerlos y luego atacarles a placer. Todo ello viene explicado con más detalle – en inglés – aquí.

En el sur la orografía es menos favorable y el ejército ucraniano está sufriendo muchas más bajas para ralentizar el avance ruso. Y escasean las municiones. Pero están llegando desde el oeste y todo parece indicar que van a seguir llegando.

La buena noticia es que Putin no puede permitirse bajas ilimitadas y se estima que pueden ser ya unos 20 mil efectivos rusos fuera de circulación entre muertos y heridos. La mala es que Putin no puede permitirse perder la guerra porque sabe que cae con todo el equipo. De ahí su desesperación y paranoia – aquí cómo despotrica contra los oligarcas que no viven en Rusia.

Decía Javier Solana ayer que a estas alturas Putin seguramente es consciente de que se ha equivocado. Discrepo. Estoy convencido de que culpa a sus generales por ejecutar mal el plan, como hacía Hitler. Este hombre no tiene remedio. Es como el del chiste del que va por la autopista y escucha en la radio que hay un conductor kamikaze y comenta que no es uno solo sino muchos. Vive en un mundo ficticio en el que Rusia es una unidad de destino en lo universal a la que Occidente maltrata, sin darse cuenta de que sus métodos, políticas y objetivos, que para él son irrenunciables, son inaceptables y la causa de su ostracismo, que ya es irreversible.

Está convencido de que Ucrania no es una nación, como tampoco Bielorrusia – en esto seguramente tiene razón… – y que los territorios que estaban bajo dominio del imperio ruso deberían seguir bajo su órbita, ya sea Crimea, Besarabia, Asia Central o los bálticos. No está solo: se estima que más de la mitad de la población rusa – menguante ya de antes y ahora todavía más, con un flujo constante de miles de salidas hacia Finlandia – apoya la invasión. Pero se equivocó de plano al pensar que su fantasía podía convertirse en realidad sin un coste inasumible. Al fin y al cabo la anexión de Crimea le salió prácticamente gratis – no murió nadie, diferencia importante – y la rebelión del Donbás tuvo un coste asumible – y las sanciones por valor de un 1% del PIB ruso solo se acordaron tras el “error” de derribar el avión civil holandés MH-17 con más de 300 civiles dentro. Así que una ofensiva relámpago para tomar Kiev sin apenas víctimas civiles le pareció un cálculo coste-beneficio provechoso. Por si acaso, Gazprom disminuyó su suministro de gas en los meses anteriores – los depósitos estaban en mínimos – para recordarle a Europa su dependencia.

Pero no pudo tomar Kiev y Biden no se ha achantado, y la Unión Europea menos. Y ahora está al borde del default con más de 400 mil millones bloqueados. Así que un pan como unas hostias.

Con estos antecedentes es difícil creer que las negociaciones en curso con vistas a un alto el fuego vayan a poder fructificar. En las últimas horas se multiplican las noticias sobre la posibilidad de que Ucrania esté dispuesta a renunciar a entrar en la OTAN y a reconocer la soberanía rusa sobre Crimea y los territorios conquistados en el sur. Pero no lo veo.

Para empezar, es difícil de creer que Zelensky y su gente vayan a aceptar lo que no aceptaron antes de la invasión. ¿Si es aceptable, por qué no hacerlo antes de la destrucción de media Ucrania? ¿Y si no es aceptable, por qué hacerlo cuando la resistencia sobre el terreno aguanta y los suministros occidentales siguen llegando? Pero es que, además, es muy dudoso que gran parte la población ucraniana fuera a aceptar semejantes concesiones después del baño de sangre. Y todavía más que Occidente vaya a aceptar levantar las sanciones porque Ucrania se vea obligada por la fuerza a condonar la agresión. Es decir, una cosa es que Ucrania renuncie a entrar en la OTAN y otra que la OTAN acepte la exigencia rusa de cerrarle la puerta a los países vecinos a Rusia. Y sin levantamiento de sanciones ni compromiso de no expansión de la OTAN, Putin estaría peor, mucho peor, de cómo estaba antes de la invasión.

¿Y entonces qué? Mucho me temo que la guerra va para largo. Que el escenario más probable es de una prolongada guerra de desgaste con Ucrania convertida en un inmenso campo de batalla desierto – antes de la invasión se calculaba que podrían ser entre 3 y 5 millones de refugiados – hasta que algo cambie. Es demasiado aventurar qué podría ser ese algo pero, por ejemplo, que Europa entre en recesión severa por el aumento de los precios de la energía, o que la población rusa se rebele frente al severo deterioro de las condiciones de vida – una cosa es no poder usar más la VISA y otra no tener comida que comprar porque falla la cadena de suministros. O que, una vez estabilizado el frente, como ya lo estaba en el Donbás, la ausencia de víctimas durante un tiempo largo permita iniciativas diplomáticas que puedan encontrar fórmulas ambiguas que nos permitan a todos salir del atolladero en el que nos ha metido el siniestro déspota que ocupa el Kremlin desde hace más de veinte años. Veremos pero no es un buen augurio que la guerra civil siria acabe de cumplir once años…

9 comentarios en “Cómo va la guerra

  1. Rusia no está empleando todo su arsenal militar para su invasión de Ucrania,digamos que se está deshaciendo de su material obsoleto y empleando a la tropa menos profesional y eso le está lastrado en la conquista de los objetivos ,en la rapidez de sus actuaciones que llevan a que cada vez sean más sangrientos sus ataques a la población civil.
    Sin duda alguna tiene preparadas a las tropas técnicamente más profesionales a la espera de una posible intervención de la OTAN.
    Ya estamos viendo que ningún Civil está a salvo de sus ataques refugiense donde se refugien y tengo el convencimiento de que ni las Iglesias Ortodoxas serán respetadas si se emplean como refugio .
    Siempre dirán que los Ucranianos usan a la población civil como escudos humanos,prueba de su cinismo desorbitado.

  2. En España tenemos a «los chalecos amarillos» en las carreteras como vanguardia de las manifestaciones que prepara VOX para los próximos días..

    La Bilis cuando se mezcla con la impaciencia y la incertidumbre crea monstruos como VOX.

  3. EDITORIAL El Periódico.

    La convocatoria de paro en el sector del transporte, convocada por una asociación sin representatividad y que ganó prominencia a través de la difusión de mensajes alarmistas sobre la hipotética quiebra de suministros que desencadenaría, ha llegado a su tercer día sin haber superado en ningún momento la condición de minoritaria. Pero aun así, está a punto de empezar a tener consecuencias serias en la distribución de algunos productos y amenaza la operativa de bastantes empresas en sectores como el agrícola, el de la alimentación o el de la automoción.

    La industria láctea paralizará su actividad a partir de hoy por la huelga de transportes
    Sin la implicación de las organizaciones que representan al sector del transporte en carretera, los organizadores han fiado el éxito de su convocatoria más al boicot de la red de carreteras, con piquetes en puntos sensibles para el tráfico de mercancías, que al seguimiento propiamente dicho entre los profesionales. Las protestas, denuncia la patronal CEOE, amenaza con causar «graves perjuicios en la cadena de suministros», que se suman a los del encarecimiento de la energía y las materias primas que ya sufren las empresas, y las propias asociaciones de transportistas mayoritarias reclaman que la Administración actúe para evitar daños en quienes no están secundando la protesta. La respuesta del Gobierno ha sido actuar «con contundencia» contra los actos de «violencia, fuerza y coacción».

    La confusa identidad de la plataforma convocante y algunos de sus mensajes permiten albergar algunas dudas sobre las motivaciones de la iniciativa. Pero ni siquiera lo extemporáneo de su proceder ni la poca representatividad orgánica de los organizadores de la protesta hace aconsejable restarle importancia, ni que sea como síntoma. No dar una respuesta razonable a problemas objetivos por los cauces oportunos (interlocución con los agentes sociales afectados, toma ágil de decisiones más allá de las promesas vagas e información transparente) supone arriesgarse a que el malestar se encauce por senderos poco constructivos y de difícil manejo sobre todo si son abducidos por quienes ya han practicado más de una vez los mecanismos del populismo más reaccionario. El fantasma de los chalecos amarillos no deja de sobrevolar como un horizonte a evitar.
    …..

  4. Amistad, Rusia no está reservando ni su mejor armamento ni sus mejores tropas. Me consta. Otra cosa es que no las esté utilizando todas, como los aviones. Eso sí. Pero ha utilizado sus temidos Iscander a mansalva, con resultados mucho peores de los esperados, quizás por no tener inteligencia suficientemente buena.

  5. La guerra la inició Puting, pero no me extrañaría que la termine otro. Un gobierno de las características del ruso, basado en la intimidación, la represión y el autoritarismo, está cimentado sobre unos pocos fieles que ejercen el poder sin escatimar medios, los que sean. Pero eso suele acabar siempre de ka misma manera. Con un golpe de mano.
    La población rusa no es equiparable a la siria, chechena y otras que puedan ser gestionadas bajo el terror. Hoy puede estar narcotizada y bajo los efectos del terror y la propaganda, pero eso suele tener un final previsible.
    Putin ha perdido la guerra en Ukrania, falta por ver si también en Rusia.

  6. No se, pero presiento, posiblemente por querer convertir un deseo en realidad, que Rusia va camino de otra revolución de los claveles.

  7. La relación de medios y fines es esencial para los análisis . Rusia ¿ quería esto ? . No, de ninguna de las maneras . Como dice bien LBNL el proceso es irreversible .
    La sangre derramada reclama justicia . Los países damnificados también . El pueblo ruso , tanto más se descontamine tanto más exigente será. Los desastres se acumulan .No vemos datos de inteligencia verificables , pero internet está ahí.
    Hay esperanza en la resistencia .

  8. Me encantaría equivocarme pero yo no me ilusiono en absoluto con que a Putin se lo quiten de enmedio los rusos: se estima que alrededor de un 60% apoya la guerra…

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