Juanjo Cáceres
Las elecciones andaluzas pusieron fin, como era de prever, a la era de las ilusiones. Confieso que esta primera frase y los tres párrafos siguientes los tenía escritos varios días antes de iniciarse la votación y conocerse los resultados, porque la inevitabilidad es, como indica el propio concepto, inevitable.
Los electores andaluces se enfrentaron a su decisión de voto en unas condiciones verdaderamente funestas. Este jueves el precio del combustible alcanzaba máximos históricos: 2,147 € la gasolina de 95; 2,304 € la de 98; 2,057 el gasóleo A… El miércoles, el mismo día que entraba en vigor el límite del precio del gas, la luz alcanzaba un precio medio de 224 euros MWh, 10 euros más que el último día sin tope. La escalada de precios en los bienes de primera necesidad, que ha dado a la sandía un protagonismo especial, también hace tiempo que castiga el bolsillo de las familias, mientras asoma por el horizonte una subida de los tipos de interés que va a repercutir sobre el precio de las hipotecas.
El escenario actual y el que viene están muy alejados de los cálculos que muchos habían hecho para entrar en el semestre de 2022 y el crucial año electoral de 2023. Este iba a ser el año del gran crecimiento, bien regado con el auxilio por los fondos Next Generation, que iban a permitir dejar atrás el bache de la pandemia. Pero la guerra del gas primero y la guerra de Ucrania después, cambiaron el contexto por completo: no solo los países europeos tuvieron que decidir cómo comportarse con una nueva guerra en su continente, sino que además han de enfrentarse a las profundas consecuencias económicas de ese conflicto.
El cambio de signo no empezó hace dos días, sino que ya hace tiempo que es adverso. Lo que pasa es que durante un tiempo ha habido algunas defensas. La “brava” respuesta occidental con las sanciones “más duras de la historia” y los resultados cuantitativos de la reforma laboral, han hecho de escudo, tanto simbólico como eficaz, para detener los primeros efectos de ese escenario, pero nada es eterno, ni siquiera el trabajo. Recordemos que el mercado laboral adopta siempre un comportamiento repetitivo en situaciones normales: progresivo incremento de la contratación en los primeros meses del año, con aceleración en el segundo trimestre justo antes del pico de demanda estacional propio del verano, y caída en otoño. Si la cosa pintaba mal, tengamos también en cuenta que tanto los efectos de la reforma como de la estacionalidad están ya tocando techo y que nos espera a la vuelta de la esquina un empeoramiento cíclico del escenario laboral, que ya veremos qué efectos tiene en la cuesta de enero.
Por cierto, la inflación es un flagelo del que ningún gobierno escapa sin importantes heridas, porque el efecto que causa en los precios de todo tipo de bienes golpea a las familias, especialmente en aquellas que viven al límite y aumenta tanto las preocupaciones como el malestar. Las medidas de choque, como las subidas de los tipos, generan a su vez un círculo vicioso que propicia el incremento de los costes de la financiación, de modo que, a medida que se produzcan, golpearán con fuerza a las familias hipotecadas, aumentando la percepción de encarecimiento de la vida. En definitiva, si además cosas como esta suceden en contextos electorales, como el andaluz, las consecuencias se manifiestan inevitablemente y determinan el resultado.
Asegura Iván Redondo que “si se aceptan las expectativas de los demás, especialmente las negativas, entonces nunca se cambiará un resultado” y tiene razón. El problema llega cuando las expectativas vienen fuertemente avaladas por la realidad. Tres de los últimos cuatro procesos electorales celebrados en España entre 2021 y 2022, han concluido con victoria del PP, siendo importante en Castilla y León, enorme en Madrid y adquiriendo, finalmente, en Andalucía, la forma de una mayoría absoluta. Andalucía y Madrid son dos comunidades lo bastante grandes como para determinar la evolución del ciclo electoral. Más aun si tenemos en cuenta los pronósticos demoscópicos más recientes de otros lugares clave como la Comunidad Valenciana, donde se vivirán en mayo unas autonómicas a cara de perro, gracias al resultado andaluz, y en el que cuestiones, como lo de Mónica Oltra, pueden acabar de convertir aquello en un polvorín electoral.
Parece claro, pues, que la fuerza de los acontecimientos empuja en una dirección muy clara a medida que nos acercamos a las elecciones generales, que como tarde, habrán de celebrarse entre finales de 2023 y principio de 2024. Respecto a 2019, el retroceso electoral del partido que ostenta la presidencia no está siendo precisamente pequeño, con la única salvedad destacada de Catalunya, mientras que el del socio es muy considerable, porque prácticamente se ha despeñado en todo los procesos. Y, lo que es peor, gestiona su evolución mediante la negación, el engaño y el autoengaño. El caso andaluz es especialmente aleccionador. La coalición Por Andalucía presumía de unidad, cuando primero apartó a Teresa Rodríguez y, más tarde, sus miembros negociaron la coalición a golpe de machete y causando bajas, puesto que dos partidos se quedan formalmente fuera de la misma. Eso sí, cuando llega el momento de hacer balance, atribuyen los malos resultados a la desunión, como si esta fuera el resultado de un fenómeno astronómico y no de las decisiones que se han tomado y que se siguen tomando, una tras otra.
También es verdad que sabiéndose ungida por Yolanda Díaz, la cabeza de lista de Por Andalucía se debía creer protegida de todo mal, dado el carácter místico que se da a su futura candidatura y su proceso de escucha. “Confianza y fe viva mantenga el alma, que quien cree y espera, todo lo alcanza” escribía Teresa de Ávila, pero no parece que los mítines en los que ha participado Yolanda hayan demostrado que solo con la devoción se alcanza el cielo.
A pesar de todo, en este momento, no cabe esperar mucho más. Lo que comentábamos recientemente, se ha manifestado con todo el dolor y amargura, porque guste más o guste menos, la gravedad existe, los objetos caen y si no se entiende cuál es y cómo es el reto, es imposible enfrentarlo.
Buenos dias Juanjo Cáceres,caballeros callejeros , cabelleras al viento sin coletas y a lo loco y cazadores de bulos varios:
Después de las elecciones en Andalucía con el sorpaso de mayoría absoluta del PP. y la pérdida de 3 escaños del PSOA,me viene a la cabeza esa frase que le solemos decir a un niño cuando se ha dado un golpe para que deje pensar en el dolor:
«Ya pasó,ya pasó»..le damos un besito y tratamos de tranquilizarle,luego le decimos que la proxima vez tenga más cuidado al bajar por la escalera .
Esa es La sensación que me ha quedado después de estas elecciones.
Luego escucho en los medios de comunicación las diatribas de los tertulianos blandiendo las hachas para hacer leña del árbol caido y como suben en el pedestal más alto a los que remontan sus expectativas.
Luego vemos las quejas por la subida de la gasolinia que se ha tragado los 20 céntimos de bonificacion del gobierno. y lo que cuesta llenar el depósito .
Al mismo tiempo esos que se quejan por lo que les cuesta llenar el depósito se gastan de 4 a 5 € en una cajetilla de tabaco cada día o cada dos días.
Hace unos años Steve Wonder (to ciego) nos cantaba subido en un coche :
¡Si bebes no conduzcas!
Hoy en día en el anuncio tendria que cantarnos:
¡Si fumas te costará más llenar el depósito!
Y es que los vicios que tiene nuestra sociedad impiden ver el bosque.
Por eso estoy convencido que el presidente Sánchez tiene mas claro lo que quiere para España que muchos de los dirigentes del PSOE que han entrado en pánico.
Porque nada es más agradecido que darlo todo a cambio de nada,que es lo que le ha estado dando el Gobierno de Sánchez a todos los españoles.
Y otro día seguiremos hablando del grado de estupidez que está invadiendo el panorama político.
El que más bilis vierte,mas gana.
El silogismo rajoyano está en alza.
«Cuanto peor mejor para todos y cuanto peor para todos mejor, mejor para mí el suyo beneficio político» .
Ante mi doy fe.
AC/DC
….JAJAJA…que nervios.
Las expectativas para el próximo otoño con respecto a la inflación y suministro son muy preocupantes. El desabastecimiento en los cereales, que hoy por hoy nos vienen de los almacenados y que va a ser difícil se puedan reabastecer al ritmo requerido, va a ser un gran problema. Así como muchos otros productos.
Interesante artículo de Juanjo Cáceres que comienza certeramente con el título y continúa con varias descripciones de la realidad política de la izquierda y sus desquiciados extremos , confluyendo todas ellas en el inquilino de la Moncloa cuyo rostro es ya el mapa del rencor por la ingratitud que tan bien dibuja Amistad en su idolatrada nota , de corte, estoy seguro , inintencionadamente fascista [
«Por eso estoy convencido que el presidente Sánchez tiene mas claro lo que quiere para España que muchos de los dirigentes del PSOE que han entrado en pánico.
Porque nada es más agradecido que darlo todo a cambio de nada,que es lo que le ha estado dando el Gobierno de Sánchez a todos los españoles.» ]
Solo faltaba decir aquello de Franco a un ministro recién destituido que solicitaba algún tipo de explicación a su Excelencia : « No se engañe , vienen a por nosotros ».
En su último párrafo , Cáceres nos remite a otro artículo previo y , claro está , a lo lo que ya aparecía como evidente .
Entre los comentarios, Fernando señalaba las paradojas inscritas en los contratos fijos – discontinuos con sencillez pedagógica , que entiendo forman parte del estilo de gobierno que practica Sánchez y que ha entrado en barrena .
Dicen los criadores de pollo que tal y como está la situación de las materias primas que dentro de dos meses se acabará la producción de pollos.
Pues nada,con la podredumbre que emiten los medios de comunicacion tenemos para alimentar una ingente cantidad de cerdos.
Comeremos cerdo.
Por cierto Mr Mulligan… «piensa el ladrón que soy de su misma condición».
.¡¡Venga ya!!….JAJAJA….que nervios.
Monica Oltra , ya sabe , la amiga de Yolanda , por fin ha dimitido. ( según ella ha sido una conspiración de la ultraderecha judicial ) .
El sábado nuevo reparto de rentas que el magnánimo líder nos regala por nada , ¡ de su propio bolsillo ! .
Descanse , porque sino le va a dar algo. Cada día tiene su afán . Ánimo .