Aitor Riveiro
Hace 1095 dÃas Madrid explotó en 191 pedazos cuando un grupo de indeseables perpetró el peor atentado terrorista de la historia de España. Recuerdo ese dÃa perfectamente, como si fuera ayer… En un primer momento, las informaciones hablaban de “una explosión��? en Atocha, con algunos heridos. Poco a poco, la realidad de lo sucedido nos fue sumiendo en un estupor generalizado y la noche de aquél fatÃdico jueves dejó una ciudad desierta, sin apenas tráfico y con pocas ganas de salir a inaugurar el fin de semana, que en Madrid comienza siempre un dÃa antes que en el resto de España.
El estupor dejó paso a la incredulidad y ésta a la indignación. Tres dÃas después, los españoles acudimos a las urnas más divididos que nunca. Y votamos con las entrañas, más que con la cabeza. Lo que cambió al gobierno no fue lo que ocurrió el 11-M en Atocha, Vallecas y Téllez. Lo que cambió al gobierno y dio el triunfo al PSOE fue lo que ocurrió entre el 12 y el 14 de marzo de 2004.
Hoy, 1095 dÃas después, España sigue dividida. Pese a las mentiras, medias verdades y verdades a medias que el Gobierno en funciones de Aznar nos contó tras los atentados de Atocha, más de 10 millones de españoles votaron al Partido Popular. Esa base sigue movilizada tres años después. Ayer mismo pudimos ver una multitudinaria manifestación en Madrid (digan lo que digan las guerras de cifras, fue multitudinaria), la última de una larga serie de movilizaciones que demuestra, mal que les pese a muchos, que el PP llega a las elecciones municipales y autonómicas de mayo con serias opciones de dar un duro revolcón al PSOE; y en menos de un año, elecciones generales. Si se confirma que la derecha española no sólo mantiene, sino que aumenta su representación en ayuntamientos y gobiernos regionales la lucha por el Congreso de los Diputados será encarnizada. Y el resultado nada previsible.
El PSOE, sin embargo, no ha logrado mantener esa base electoral 1095 dÃas después. No sólo porque ejercer el Gobierno siempre desgasta sino porque una gran cantidad de los votos que recibió el 14 de marzo de 2004 eran “prestados��? y provenÃan de personas que nunca les habÃan votado, que nunca antes habÃan participado en unas elecciones por convicción o que, decididos a no votar, acudieron a las urnas para “echar��? al PP. No conozco a nadie que, entre el 11 y el 14 de marzo de 2004, decidiera no votar a Rajoy, como tenÃa pensado, para votar a Zapatero. Sà conozco a mucha gente que no iba a votar y decidió votar al actual presidente del Gobierno como “mal menor��?.
No ayudan al PSOE algunas de las decisiones adoptadas en estos algo menos de tres años de gobierno. No voy a hacer ahora un listado, pero que tengan en cuenta que aquellos que decidieron votarles en el último momento no lo tienen ahora nada claro. Que se anden con cuidado y que recuerden que, pocos meses después, PSOE y PP empataron en las elecciones al Parlamento Europeo.
Pero hoy no es dÃa de hacer alegatos, reproches ni análisis. Hoy es dÃa de recordar que, 1095 dÃas después, muchos no han pedido perdón por las mentiras, la utilización de las vÃctimas, por llamarnos “miserables��?. ¿Hasta cuándo?
P.D.: Sobre lo que ocurrió ayer… Escribo esto a las 8 de la tarde, por lo que no sé el resultado final. Eso sÃ, confÃo en Casillas.