Apostando fuerte

Carlos Hidalgo

El lunes por la mañana discutía por whatsapp con un amigo acerca de si Sánchez agotaría la legislatura o no. Mi amigo decía que no, que con un PP en estado catatónico, en pleno terreno desconocido de las primarias, el otoño era el mejor momento para convocar elecciones y aprovechar la debilidad de un PP confuso y de Ciudadanos descolocado, protestando aún porque les han metido un gol desde la portería contraria.

Yo apostaba porque Sánchez haría todo lo posible por agotar la legislatura. Por varias razones. La primera es porque Sánchez resiste en cuanto toma una posición. Susana Díaz lo pudo comprobar cuando le promocionó como Secretario General interino frente a Madina. Pedro Sánchez tomó la posición y se aseguró de aguantarla, siendo dos veces candidato a la presidencia del Gobierno, pese al disgusto de Díaz, que había pactado promocionar al madrileño para aspirar ella a La Moncloa.

La segunda -y la principal- es que al actual presidente del Gobierno no le importa apostar fuerte. Le gusta pillar por sorpresa a los demás, actuar a hechos consumados y no le importa correr grandes riesgos Esto, que algunos han llamado “temeridad”, le ha terminado colocando en La Moncloa, así que, ¿por qué no seguir así?

La tercera es que hay mucho por hacer. Se relaciona en parte con las apuestas fuertes de Sánchez. Pero hay muchas medidas del PP que deshacer, mucha institución que volver a poner en marcha y muchos temas que abordar. ¿Quién en su sano juicio va a oponerse públicamente a derogar la Ley Mordaza, arreglar la LOMCE, depurar RTVE de manipuladores o restituir derechos laborales? Para arrancar un Gobierno hacen falta meses y para lograr virar algunas políticas públicas, años. Y 2020 está más cerca de lo que parece. 

La cuarta es que tener el Gobierno va a estabilizar al PSOE y a consolidar su liderazgo orgánico. Ningún barón o militante en su sano juicio va a cuestionar abiertamente al Presidente del Gobierno en un primer mandato. Y menos en el año y medio que nos queda hasta 2020. Además, estar en el Gobierno durante las elecciones municipales y autonómicas, más las europeas le va a permitir hacer las listas a su medida y con menos presiones, tener más posibilidades de ampliar los votos del PSOE. Y, en caso de que algún barón se estrelle, asegurarse de poder sustituirle sin los dramas que eso podría provocar estando fuera de La Moncloa.  

La quinta y última es que un año y medio o dos años son tiempo suficiente para consolidar el “efecto luna de miel”, tomar las decisiones más populares, desgastar parlamentariamente a los adversarios y, por qué no, devolver una por una las afrentas y encerronas que Pablo Iglesias y Albert Rivera le han hecho. Y añado: para convocar elecciones después de anunciar alguna medida de gran calado, del estilo a una reforma constitucional, para que la gente decida entre el impulsor del cambio y los que ven pegas a todo. Apostando fuerte.

Un comentario en «Apostando fuerte»

  1. «Hay que ser ambicioso pero realista y no mentir a los ciudadanos»
    Con esta frase Peter Sanchez demuestra ,que no va de farol.
    Esa es su mayor apuesta fuerte .

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