Hablando de liderazgos, me ha parecido bueno e interesante -por no decir excelente-, el artículo sobre Merkel de José I. Torreblanca
(«Victoria por incomparecencia») en el que intenta un balance desapasionado de la lider alemana («Ser crítico con Angela Merkel es fácil: lo difícil es ser justo»). Es un balance que explica la valoración tan positiva que tiene entre sus conciudadanos, ideología al margen, o sea muy superior a la de su partido, la CDU y que es fácil verificar en cualquier visita, aún turística, a cualquier parte de Alemania.
La incomparecencia a la que se refiere Torreblanca no es la de sus rivales electorales -como podría suponerse en un artículo aparecido en la jornada electoral -, sino la de los otros socios europeos en el proyecto de la Unión.
Un ex responsable de las armas químicas del ejército sirio, el brigadier general Zaher al Sakat, que desertó hace varios meses, ha explicado al diario británico The Telegraph que las órdenes de emplear esas armas contra civiles provienen de las más altas esferas del régimen, y ha señalado que Bashar al Assad está transfiriendo parte de su stock de armas químicas al grupo terrorista chií libanés Hezbollah y a Irán. Al Sakat era director científico de la temible Quinta División del ejército sirio, y el responsable de las operaciones con armas químicas en la provincia de Deraa, dónde comenzó la rebelión popular contra el dictador en marzo de 2011.
Al Sakat ha recordado las tres veces que a él personalmente le ordenaron usar armas químicas contra su propio pueblo; pero que su conciencia no le permitió acatar la orden y reemplazó los contenedores por otros que contenían cloro inofensivo. El general insistió al rotativo británico que todas las órdenes venían de arriba – del propio presidente Assad -, pese a los insistentes desmentidos por parte del régimen de que nunca ha usado armas químicas.
El ex comandante del ejército sirio afirmó que el presidente sirio está evadiendo los términos del acuerdo negociado entre Estados Unidos y Rusia para destruir sus armas químicas, mediante la transferencia de algunos de sus stocks a sus aliados Hezbollah, en el Líbano, e Irán.
El general ha comentado al periódico londinense que fue testigo de los primeros usos de violencia por parte del régimen contra los manifestantes pacíficos y de los primeros empleos de «trucos sucios», como los de colocar armas en las mezquitas donde comenzaron las protesta para insinuar que los manifestantes estaban armados.
A pesar de los desmentidos del régimen, el relato personal del general Sakat ofrece, según The Telegraph, una visión del incremento gradual del uso de armas de destrucción masiva, por parte del régimen, después de que los rebeldes penetraran en Damasco y Alepo, las dos ciudades más grandes del país árabe vecino, en el verano del año pasado.
Ya a finales de abril de este año, al poco de desertar, este general sirio explicó con cierto detalle el uso de armas químicas por parte del régimen contra su propio pueblo. Lo hizo en una entrevista en el canal de televisión Al-Arabiya, fácil de localizar (youtube). Muchos prefirieron hacer como que no se habían enterado.
En efecto, el artículo de Torreblanca es acertado. en cunato a que sus adversarios son los demás paises de la zona euro y de la Comisión europea es algo demasiado formal. El enfrentamiento empezó cuando hace poco Alemanía se negó a aceptar la constitución de un sistema bancario único como querían otros paises. Pero la Comisión no puede exteriorizar una crítica a Alemania y menos en periódo electoral. Parece ser que las encuestas de opinión en Francia respecto a Merkel dan por resultado un porcentaje elevado favorable a Merkel, mientras que el presidente francés recibe solo un 30% favorable. De modo que Francia no puede oponerse a Alemania, por el contrario muchos desean que se adopten las politicas alemanas.
La paradoja es que la mayoría de las reformas laborales restrictivas de los derechos de los trabajadores emprendidas en Alemania fueron impuestas por socialdemócrata Shroeder. Ello le ganó la antipatía de los militantes y simpatizantes socialistas. Esas reformas, al parecer, son una de las causas del auge de la economía alemana. La propia Merkel ha admitido varias veces en público que fueron promulgadas cuando Shroëder era primer ministro. Pero unos siembran y otros cosechan.
Lo que nos cuenta Barañaín de Siria es terrible. Menos mal que los aviones de espionaje o satelites norteamericanos pueden detectar cualquier transporte de armas químicas y puede denunciarlo. Desgraciadamente camiones con armas químicas no se pueden bombardear. Los efectos serían mortíferos.
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Hablando de liderazgos, me ha parecido bueno e interesante -por no decir excelente-, el artículo sobre Merkel de José I. Torreblanca
(«Victoria por incomparecencia») en el que intenta un balance desapasionado de la lider alemana («Ser crítico con Angela Merkel es fácil: lo difícil es ser justo»). Es un balance que explica la valoración tan positiva que tiene entre sus conciudadanos, ideología al margen, o sea muy superior a la de su partido, la CDU y que es fácil verificar en cualquier visita, aún turística, a cualquier parte de Alemania.
La incomparecencia a la que se refiere Torreblanca no es la de sus rivales electorales -como podría suponerse en un artículo aparecido en la jornada electoral -, sino la de los otros socios europeos en el proyecto de la Unión.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/09/21/actualidad/1379758225_982164.html#bloque_comentarios
Más «lecturas ejemplares» para el fin de semana:
Un ex responsable de las armas químicas del ejército sirio, el brigadier general Zaher al Sakat, que desertó hace varios meses, ha explicado al diario británico The Telegraph que las órdenes de emplear esas armas contra civiles provienen de las más altas esferas del régimen, y ha señalado que Bashar al Assad está transfiriendo parte de su stock de armas químicas al grupo terrorista chií libanés Hezbollah y a Irán. Al Sakat era director científico de la temible Quinta División del ejército sirio, y el responsable de las operaciones con armas químicas en la provincia de Deraa, dónde comenzó la rebelión popular contra el dictador en marzo de 2011.
Al Sakat ha recordado las tres veces que a él personalmente le ordenaron usar armas químicas contra su propio pueblo; pero que su conciencia no le permitió acatar la orden y reemplazó los contenedores por otros que contenían cloro inofensivo. El general insistió al rotativo británico que todas las órdenes venían de arriba – del propio presidente Assad -, pese a los insistentes desmentidos por parte del régimen de que nunca ha usado armas químicas.
El ex comandante del ejército sirio afirmó que el presidente sirio está evadiendo los términos del acuerdo negociado entre Estados Unidos y Rusia para destruir sus armas químicas, mediante la transferencia de algunos de sus stocks a sus aliados Hezbollah, en el Líbano, e Irán.
El general ha comentado al periódico londinense que fue testigo de los primeros usos de violencia por parte del régimen contra los manifestantes pacíficos y de los primeros empleos de «trucos sucios», como los de colocar armas en las mezquitas donde comenzaron las protesta para insinuar que los manifestantes estaban armados.
A pesar de los desmentidos del régimen, el relato personal del general Sakat ofrece, según The Telegraph, una visión del incremento gradual del uso de armas de destrucción masiva, por parte del régimen, después de que los rebeldes penetraran en Damasco y Alepo, las dos ciudades más grandes del país árabe vecino, en el verano del año pasado.
http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/middleeast/syria/10325193/Syria-Bashar-al-Assad-ordered-me-to-gas-people-but-I-could-not-do-it.html
Ya a finales de abril de este año, al poco de desertar, este general sirio explicó con cierto detalle el uso de armas químicas por parte del régimen contra su propio pueblo. Lo hizo en una entrevista en el canal de televisión Al-Arabiya, fácil de localizar (youtube). Muchos prefirieron hacer como que no se habían enterado.
En efecto, el artículo de Torreblanca es acertado. en cunato a que sus adversarios son los demás paises de la zona euro y de la Comisión europea es algo demasiado formal. El enfrentamiento empezó cuando hace poco Alemanía se negó a aceptar la constitución de un sistema bancario único como querían otros paises. Pero la Comisión no puede exteriorizar una crítica a Alemania y menos en periódo electoral. Parece ser que las encuestas de opinión en Francia respecto a Merkel dan por resultado un porcentaje elevado favorable a Merkel, mientras que el presidente francés recibe solo un 30% favorable. De modo que Francia no puede oponerse a Alemania, por el contrario muchos desean que se adopten las politicas alemanas.
La paradoja es que la mayoría de las reformas laborales restrictivas de los derechos de los trabajadores emprendidas en Alemania fueron impuestas por socialdemócrata Shroeder. Ello le ganó la antipatía de los militantes y simpatizantes socialistas. Esas reformas, al parecer, son una de las causas del auge de la economía alemana. La propia Merkel ha admitido varias veces en público que fueron promulgadas cuando Shroëder era primer ministro. Pero unos siembran y otros cosechan.
Lo que nos cuenta Barañaín de Siria es terrible. Menos mal que los aviones de espionaje o satelites norteamericanos pueden detectar cualquier transporte de armas químicas y puede denunciarlo. Desgraciadamente camiones con armas químicas no se pueden bombardear. Los efectos serían mortíferos.