Buena suerte, Tzipi, por la cuenta que nos trae

Mimo Titos

 

(Me niego a seguir el diktat de ETA. Están acabados; que terminen la faena las fuerzas de seguridad, con la menor interferencia política posible, y nosotros a seguir construyendo un país normal)

 

Poco antes de que un palestino de Jerusalén Este arrollara anoche a varios viandantes con su coche, el Presidente israelí Shimon Peres (sí, sigue vivo) encargó ayer a la Ministra de Exteriores en funciones, Tzipi Livni, la formación de un nuevo Gobierno tras su triunfo en las primarias del partido centrista Kadima, liderado por Ehud Olmert desde el infarto cerebral que incapacitó a su fundador, Ariel Sharon.

 

Al igual que estos últimos, Livni procede del derechista Likud: su padre era uno de los líderes del extremista movimiento de resistencia Irgun, dirigido por Menachem Begin contra la ocupación británica. Y al igual que ellos, en los últimos años la ex agente del Mossad ha llegado a la misma conclusión a la que ya habían llegado el malogrado Rabin y el propio Peres a primeros de los años noventa: si Israel quiere seguir siendo un Estado democrático de mayoría judía (bases de su establecimiento), tiene que renunciar a Gaza (ya desocupada) y Cisjordania.

 

Hasta el propio líder actual del Likud, Bibi Netanyahu, acepta en buena parte el argumento, o por lo menos dio muestra de ello cuando evacuó el 80% de la simbólica ciudad bíblica de Hebrón tras el acuerdo de Wye River, firmado con Arafat. La retórica de Netanyahu frente a los palestinos es hoy día considerablemente más contundente, pero basada en la continuación del terror palestino, o de la resistencia, como ustedes prefieran, y no tanto ya en los derechos del pueblo judío sobre la tierra ocupada.

 

 

Livni no lo va a tener nada fácil. De hecho, su tarea es casi imposible. Con el Likud no puede contar para llegar a un acuerdo que le permita completar la Legislatura (hasta 2010) porque Bibi lleva ventaja en todas las encuestas. Ello la obliga a mirar al Partido Laborista, de nuevo dirigido por Ehud Barak, de infausto recuerdo tras haber malogrado a base de arrogancia y suficiencia la amplia mayoría para la paz que había logrado en mayo de 1999. Barak duda. Fue él quién selló la suerte de Olmert amenazando con la retirada de la coalición gubernamental si no dimitía. Teniendo en cuenta que ha conseguido el objetivo de echar al presuntamente corrupto y lo rezagado que está el Partido Laborista en las encuestas, en principio debería seguir en la coalición. El problema es que está tan rezagado que no tiene ninguna opción de ganar, ni siquiera en 2010. Así que podría caer en la tentación de tratar de contener la pérdida haciendo leña de la desunión de Kadima, para a continuación formar un gobierno de coalición dirigido por Netanyahu. A decir de los que le conocen, Barak es muy inteligente. Su problema fundamental es que se cree todavía más inteligente, con tendencia al desprecio de los consejos y a la pretendida genialidad. Por lo que no es descartable que lleve al Partido Laborista al peor resultado de su historia, quizás por debajo de los dos dígitos.

 

Los ultraortoxos sefarditas de Shas tampoco son un hueso fácil. Para aceptar seguir en el Gobierno exigen más subsidios sociales para sus acólitos y excluir Jerusalén de toda negociación con los palestinos. A diferencia de Olmert, antaño Alcalde “agresivo” de la Ciudad Santa pero más recientemente bañado por el pragmatismo y dispuesto a compartir la ciudad, Livni no ha demostrado ninguna disposición en tal sentido. Pero claro, sin Jerusalén no hay tratado de paz posible con los palestinos. Y sin tratado de paz, ¿cuál es la diferencia de Kadima con Likud? No olvidemos que la negativa experiencia de la retirada unilateral de Gaza ha demostrado inviable el proyecto de Sharon, y luego de Olmert, de retirarse del 80% de Cisjordania conservando individida “la capital eterna” de Israel.

 

Hay más socios potenciales pero son pequeños, cuando no también problemáticos. El Partido de los Pensionistas y el Partido de los Ultraortodoxos asquenazíes podrían sumarse. Incluso Meretz, equivalente a Izquierda Unida si me permiten la simplificación. Y siempre estarían los diez diputados (de un total de 120 miembros en la Knesset) de los partidos que representan al millón de árabes israelíes, que apoyarían un eventual acuerdo con los palestinos desde fuera del Gobierno.

 

Livni tiene un mes para intentarlo porque se asume que rechazaría el plazo adicional de 15 días en caso de no conseguirlo, para tratar de aprovechar el momentum de su elección interna y evitar presentarse al electorado con la imagen de haber fracasado por dos veces. Se asume también que en caso de elecciones anticipadas, la Knesset hará uso de su capacidad soberana de convocarlas en algún momento de febrero o marzo, más allá del estricto límite legal.

 

Nadie en su sano juicio puede predecir a tan largo plazo cuando se trata de la política israelí. Livni tiene prácticamente todo en contra pero Oriente Medio es Oriente Medio. Además, hay algunos factores que podrían coadyuvar a que acabara ganando las elecciones en loor de multitudes. Veamos.

 

De una parte, Olmert seguirá presidiendo el Gobierno en funciones hasta que Livni forme uno nuevo, o si fracasa, hasta quizás marzo. Y tiene mucho interés en rehabilitarse parcialmente ante la opinión pública, quizás con la esperanza de que ello le ayude a librarse de la carcel por haber aceptado hasta 100.000 dólares en metálico del multimillonario estadounidense Morris Talansky cuando era Ministro de Industria y por haber cobrado a varios donantes por los mismos billetes de avión; acusaciones que sólo saltaron a la luz pública después de que Olmert se convirtiera al pragmatismo.

 

El chorizo piensa, seguramente con razón, que la opinión pública será más benevolente si consigue concluir un acuerdo marco de paz con los palestinos. En principio, debería abstenerse de intentarlo por estar en funciones, pero oiga, la paz es la paz y no vamos a ponerla en peligro por una minucia legal. Por ello, en las últimas semanas ha estado negociando personalmente con el Presidente Abu Mazen, al que le ha hecho una oferta bastante satisfactoria. Incluso en el mejor de los casos, Olmert no podría firmar el acuerdo pero no es inimaginable que lo concluya y lo someta a la aprobación del Gabinete, en cuyo caso Livni y Barak se verían, como decía un amigo mío, entre “la espalda (sic) y la pared”: Bibi les acusaría de burlar la democracia y se situaría como el único líder dispuesto a hacer frente al terror. Pero afortunadamente, Netanyahu no es el único jugador de la partida. El acuerdo habría sido previamente aceptado por los palestinos y bendecido por la comunidad internacional. De nuevo, si rechazaran una oportunidad histórica no tendrían muchos argumentos para diferenciarse del Likud y ya se sabe que el electorado suele preferir la receta original a la copia.

 

La clave seguramente esté precisamente en la comunidad internacional, más concretamente en el Presidente Bush, otro al que le convendría muy mucho dejar el poder con al menos un atisbo de progreso en alguno de los muchos frentes que su impericia ha provocado en Oriente Medio. En este sentido, el descalabro financiero operaría como acicate y, además, si ha sido capaz de convertirse a la socialdemocracia económicamente intervencionista…

 

La hipótesis de un acuerdo marco de paz cabría también en el improbable caso de que Livni consiguiera formar Gobierno rápidamente, pero sería más difícil todavía: el margen temporal se ampliaría, quizás hasta marzo, pero perdería el factor urgencia Olmert-Bush. Y también la urgencia de Abu Mazen, cuyo mandato presidencial también se acaba a marchas forzadas (en enero), con un balance francamente pobre: Gaza fuera de su control y sin haber “liberado” siquiera un centímetro cuadrado de Cisjordania.

 

En fin, cuando lean este artículo sin duda pensarán que su autor vuelve a dar señales de optimismo antropológico y bien podría ser que estén en lo cierto. Pero oigan, como se cumplen mis expectativas no les libra nadie de un orgulloso “ya lo decía yo”. Alguna vez acertaré, digo yo.

11 comentarios en “Buena suerte, Tzipi, por la cuenta que nos trae

  1. Tras unos días de forzada ausencia, de nuevo a los comentarios. Muy clarificador el artículo de Mimo, que parece saber realmente de lo que habla. Mi impresión es que sabe bastante más sobre Israel que sobre los sistemas de refrigeración de las centrales nucleares (por cierto, imprescindiible la permanencia de Betancourt en el blog, es necesario un ingeniero que sepa cómo funciuonan las cosas ante la tendencia irrefrenable a la especulación y el diletantismo de muchos de nosotros, entre los que claramente me incluyo. En este sentido, espero con ansiedad un artículo pedagógico de alguien que de verdad sepa contar la crisis financiera). Sobre Israel: muy interesante todas estas luchas de poder, pero a mi lo único que me preocupa es si aquel país consigue superar su pérdida de conciencia moral y se atreve de una vez a arreglar el problema palestino. El CV de esta mujer, Livni, no deja mucho margen para lesperanza. Debo decir que escribo todavía bajo el impacto de la lectura del último libro de Norman Finkelstein, Beyon the Chtztpah, que recomiendo con todo el entusiasmo posible. Finkelstein es el autor del ya clásico La INdustria del Holocausto. Como su nombre indica, es judío. Su familia sufrió el genocidio nazi. Se trata de un tipo enormemente conzienzudo, que prefiere los hechos a la ideología. En este libro de muchas páginas, presenta un catálogo minucioso de todas las barbaridades e indignidades cometidas por el Estado de Israel contra los palestinos que deja sin respiración. Por supuesto, resulta imposible acusarle de complicidad con los terroristas palestinas. Casi todas sus fuentes son de ONGs israelíes (como Bethlem) o internacionales (Human Rights Watch). Mientras Israel no se de cuenta que de una democracia no se puede construir sobre esa base, me parece que no hay nada que hacer.

  2. Saludos

    Gracias Mimo Tipos por intentar sacarnos a mas de uno de la burricie en lo que respecta a las cuestiones de política internacional.

    Desde mi inexistente conocimiinto del asunto que nos ocupa hoy, me quedo con el sentido de la última frase, si bien exprimiendolo un poco. Espero que aciertes en cuanto a que hay alguna esperanza de paz, porque desde que tengo uso de razón, venimos periodicamente dando vueltas al mismo asunto.

  3. Gracias, Titos.

    Me pasa como a los anteriores colegas: estoy saturado. Lo de ETA me produce el mismo efecto. La solución razonable es tan clara y, en apariencia, tan fácilmente alcanzable (en este caso, acuerdo muy parecido al esquema de Ginebra; en el País Vasco, utilización de los cauces democráticos para la reivindicación de la independencia) que me fatiga cada vez más el ejercicio fútil del análisis microscópico. ¿Cuándo comprenderán los israelíes que su mejor opción es un Estado palestino fuerte? ¿Cuándo comprenderán los etarras que no se puede construir un país tratando de imponer opciones a bombazos? ¿Cómo acabar con la irracionalidad que ciega a unos y otros?

    Abrazos para todos.

  4. Mimo Titos. Con respecto a su último comentario de ayer, si: apaga y vámonos.

    En relación a su documentado análisis de hoy sobre la situación política de Israel y el conflicto palestino, creo que peca de voluntarismo positivo y que quizá se pierde un poco en la maraña del conflictivo día a día de la política israelí. Me empecé a interesar por ese conflicto en el lejano año 56, después de ver una foto en la revista Life en la que aparecía un pastor israelí armado hasta los dientes que me causó gran extrañeza; poco después ocurrió la guerra de ese año, pero no llegué a conocer la historia moderna de Israel hasta la guerra del 67. Desde entonces he seguido con interés el curso de los acontecimientos en esta zona y, a lo mejor es pesimismo, pero yo no veo avances sustanciales. Considerando todo este tiempo, y simplificando, yo veo como en el gobierno israelí se van sucediendo líderes cuya talla política va en descenso (con la excepción quizá de Rabin) y con posiciones iniciales extremistas, que después de un tiempo en el poder ven necesario entablar conversaciones con los palestinos. Estos, a su vez, también con liderazgos en decadencia y ahora divididos por el fundamentalismo, contiúan con su histórica tradición de desaprovechar cualquier oportunidad que se les presenta. Y finalmente, cada vez que acaba su mandato un presidente americano se hace un utimo intento de conseguir un acuerdo aceptable por todos que fracasa al final por diversas razonesy se vuelve a empezar. Cree Ud. que la señora Livni será capaz de cambiar estas tendencias?

  5. Coincido en lo básico con el escepticismo, a mi juicio lúcido, de los comentarios anteriores. Y, desde mi casi total ignorancia en estos temas, me atrevo a insinuar que la política belicista de Israel no tendría los kismo efectos sin el apoyo absolutamente acrítico de prácticamente todos los Presidentes estadounidenses, presionados por la gran inflencia del Loby isralelí en los USA. En este sentido me atrevo a recomendar «El Loby israelí y la política exterior de Estados Unidos» de los catedráticos John J. Mearsheimer (catedrático de ciencias políticas en la Universidad de Chicago) y Stephen M. Walt (catedrático de Asuntos Internacionales en la John F. Kennedy School de la Universidad de Harvard).

  6. Hoy es un dia de esos que me gustaria estar de nuevo en Marte con «mis» lugareños marcianos….pero ,no es asi.

    Mientras El Mundo interpreta los atentados de ETA como una forma de forzar un nuevo proceso de paz:
    “Nada mejor para obligar a Zapatero a negociar que una ofensiva de sangre y fuego»

    La AVT vuelve por sus fueros
    “Basta ya de un Gobierno que no expulsa al entramado etarra de las instituciones’

    Y Gabilondo lamenta haber creído en la negociación con ETA
    “¡Qué inmenso error, qué estúpido error!”

    Hoy es un dia en el que veo ,con mas claridad ,el gran acierto de la politica antiterrorista que ha mantenido El Gobierno de España durante estos años de legislatura socialista.
    Zapatero se tiene que sentir orgulloso de todo el trabajo que ha realizado para que las fuerzas de seguridad del estado tuvieran la suficiente autonomia para poder realizar su trabajo bajo prismas estrictamente profesionales.
    Sin duda alguna ha quedado claro que él y su gobierno han actuado con la ley en la mano bajo el manto de nuestro estado de derecho y reforzando y asegurando la seguridad juridica de todos sus actos.

    Mientras tanto veo como los derrotistas ganan posiciones en el campo de la falsa contundencia politica.

    El terror de las bombas les nubla a muchos su intelecto.

    En fin :

    ¡¡Que duros son los que siempre claman dureza y que blandos son los que se arriman a ellos!!

    El tiempo siempre pone a cada cual en su sitio.

    Zapatero tiene un pedestal ,en el mundo donde yo vivo.

  7. ¿6 comentarios? ¿Qué ha pasado hoy por aquí?

    Del artículo de Mimo Titos me quedo con una frase:

    «Y siempre estarían los diez diputados (de un total de 120 miembros en la Knesset) de los partidos que representan al millón de árabes israelíes, que apoyarían un eventual acuerdo con los palestinos desde fuera del Gobierno.»

    Luego dicen por ahí que si Israel es una democracia… ¡Si eso es democracia, me borro de la lista de demócratas!

  8. Pos mi factura de la luz no dice ná de que tenga que recojé ná de ná.
    Yo conocía er der tocomocho y er de la estampita, pero er de la bombilla no lo conocía.

  9. Gracias por el artículo, Mimo Titos: comparto el escepticismo generalizado respecto al conflicto entre palestinos y israelíes, e incluso la saturación que alguno menciona. He de ser escueta, pues estoy con una conexión de tiempo limiitado y muy cara, así que disculpa que no me explaya más. Sólo quiero hacerte notar que en cuanto alguno de nosotros se pone a escribir algo sobre política internacional, de repente todo el mundo está ocupadísimo y no hay tiempo para escribir ni un comentario…

  10. Y gracias por los comentarios al tema de las nucleares, aunque sea con retraso. Miro el blog por encima estos días, pues apenas tengo ocasiones de contectarme a Internet, y los pocos ratos los dedico al correo y al blog (a eso se le llama vicio…).
    Estoy pasando los últimos días de mi estancia en Vitoria, y serán casi tres semanas en el País Vasco. Quiero dejar constancia de mi creciente cariño por estas tierras, por los sitios y por las gentes, lo que hace que sienta todavía más rabia por esa lacra que lleva enquistada décadas y no termina de quitarse. Por cierto Pablo Franco, qué despiste el mío, no me daba cuenta de que has vivido aquí. ¿Has llegado a estar en Armentia? Es uno de mis rincones favoritos, junto a los bulevares, y cómo no, la plaza de la Virgen Blanca, que ya es casi tan familiar como la plaza Mayor de mi ciudad, e igual de animada.
    He estado sobre todo en Vitoria, pero he tenido ocasión de regresar a una de las ciudades más bonitas de España: San Sebastián. Nunca me canso de caminar por el paseo de la Concha y de mirar Igueldo, Santa Clara y el Urgull. No he pillado un tiempo muy bueno, pero nublado y todo, Donosti tiene su encanto. También he conocido Bilbao por primera vez, y me ha gustado, pese al Guggenheim. Me quedo mejor con el tranvía.
    En fin, esto se está convirtiendo en un miniespacio patrocinado del canal Viajar y ya veo a Don Cicuta poniendo caras raras…En cualquier caso, tengo claro que volveré, al contrario que conocidos míos, algo espantados por los consabidos carteles de los presos, y que aseguran que no piensan pisar por estas tierras. Quiero señalar que pasar por sitios como Elorrio o Mondragón resulta de lo más inquietante, y que el tema del terrorismo termina por salir cuando se está entre gente de «confianza». Vamos, que no quiero dar la impresión de vivir en la inopia…
    La semana que viene estaré de nuevo por Madrid, después de casi dos meses de ausencia. Podré leer de nuevo los artículos con calma, retomaré más o menos la vida normal, y eso sí, echaré de menos al País Vasco.
    Abrazos

  11. Terriblemente complicado el mundo de los partidos políticos israelies. Bush y Condoleeza ya no tienen nada que hacer allí. Al igual que los palestinos, perdieron su oportunidad de arreglar por la intervención internacional ese conflicto. Y no creo que Obama pueda hacer mucho mas si es elegido presidente frente al famoso lobby judio que nos menciona Lezo en su post. En el fondo, quien de veras manda en Israel es la cúpula de las fuerzas armadas. Ellos han decidido por donde se traza el muro, cuando se ataca y cuando se retiran. Es un régimen parecido al de Turquía, aunque su floreciente caos democrático lo oculte.

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