Arthur Mulligan
En España 2050, ese informe elaborado por la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de País a Largo Plazo de España, los propósitos benéficos de los objetivos que se plantean alcanzan la misma altura que la garantía general que se ofrece para que lo mucho o nada se cumpla, ni que, de la misma forma, la realidad socioeconómica de España se transforme con la identificación de sus problemas estructurales. Hay precedentes en Andalucía, reservorio sociológico para el socialismo hispano realmente existente, que bajo la denominación de un restaurante chino Segunda Modernización perseguía conectar las ocho capitales andaluzas por AVE como promesa mayor, quedando en… nada.
Para comparar el desafío a escala humana, el trayecto hostil entre Bilbao y San Sebastián tarda 1 hora 48 minutos en recorrer los escasos 100 km que separan ambas ciudades vascas, un poco menos que en la primera mitad del siglo XX. Debe terminar ese estilo mendaz, moralista y falso del inquilino de la Moncloa, ese estilo lleno de lugares comunes y pretendidos buenos deseos. Ese estilo que comienza así:
“En los próximos días, en las próximas semanas, en los próximos meses, sucederá esto o aquello y animamos a la oposición a que sea constructiva y arrime el hombro, porque ustedes gobernarán en el día de mañana y también solicitarán nuestra ayuda al igual que en el pasado.
Sean magnánimos señores de la oposición y también dejen de ser revanchistas y tiendan la mano, sí, ustedes, los señores y señoras del poder judicial.
El juicio concluyó y ahora debemos coser las heridas.
En Europa no se entiende que políticos elegidos democráticamente estén en prisión. Si en algo erraron, ya han pagado su falta porque a nadie beneficia que sigan en prisión.
El problema es político y política debe de ser la solución.
No hubo violencia ni rebelión y ante la inminente reforma del delito de sedición todo queda en un quítame allá esas pajas, porque el independentismo ha llegado para quedarse y además es legítimo que así sea porque las ideas no delinquen como prueba el hecho de que hayan revalidado sus posiciones en las urnas.
Al gobierno de España, sea este lo que fuere, solo le inspira el poliamor de Jone Belarra y los fundamentos plurinacionales que constituyen según nuestro compañero Iceta la raíz unificadora de los mansos polipueblos que se asientan por nuestra geografía formados por seres asexuados sin identidades de género y profundamente anclados en el devenir de nuestra historia común.
Recapaciten, reflexionen y únanse a la casa común de la nación, dejando aparcada la lógica y sana discrepancia política que sólo crispa sin solución de continuidad.
Hagan como nosotros, únanse con aquellos que justificaron y todavía justifican la necesidad de que antaño descerrajaran tiros en la sien sobre nuestros pobres compañeros y compañeras para imponer mediante el terror su santa voluntad; únanse a la amnesia y al fomento de la desigualdad entre españoles para garantizar que no pueda estudiarse en español en buena parte del territorio políglota; no perseveren en demonizar a una izquierda que exalta modelos totalitarios en nombre de la paz mundial, por supuesto respetando sus legítimas posiciones políticas.”
Como señala Javier Zarzalejos “Si la vida te da limones, haz limonada. Y Pedro Sánchez se ha puesto a ello. Por decisión propia y por sus graves errores, el presidente se ha quedado sin salida hacia el centro. El fracaso de la moción de censura en Murcia, la implosión de Ciudadanos, la sonora derrota en Madrid y los límites insuperables de su sectarismo polarizador le han dejado encajonado sin retorno y a merced de la coalición radical de izquierda populista e independentismo.
Como a estas alturas ya sabe que las próximas elecciones generales, si quiere ganarlas, no las va a ganar en el centro, ha hecho una apuesta temeraria por cultivar el extremismo izquierdista e independentista que se ha asentado en Cataluña. Los indultos y la mesa de negociación son la inversión de Sánchez en la esperanza de que Cataluña vuelva a ser el granero de votos decisivo en una futura confrontación electoral que puede estar mucho más cercana de lo que podemos pensar. En la estrategia de Sánchez, ese retorno esperado compensaría con creces el desgaste que ya experimenta en el resto de España y que va a hacerse más profundo con el alto coste de la decisión de eximir a los sediciosos de su responsabilidad penal.”
Por último, no puedo dejar de reproducir el vibrante discurso del escritor Trapiello en Colón:
“Buenos días a todos. Nunca había hablado a tantas personas y si por mí fuera, estaría ahí abajo, entre vosotros. Quienes me conocen algo saben que no me gusta la notoriedad, como seguramente a la mayoría de vosotros tampoco. Y sin embargo estoy aquí. ¿Por qué? Por coherencia con lo que pienso, por respeto a mí mismo y porque lo considero un acto de utilidad pública.
Esta sí es una manifestación de utilidad pública, no los indultos a los golpistas catalanes hoy en prisión. De las muchas insidias que hemos venido escuchando estas últimas semanas esta es la más insistida. La repiten una y otra vez desde el gobierno, desde sus órganos de agitación y propaganda. Nos dicen: lo de Colón es cosa de la ultraderecha. Y sí, aquí hay personas de derechas. Y de centro. Y de izquierda. Pero por encima de nuestras diferencias, estamos de acuerdo en unas cuantas cosas.
Quizá no son muchas, pero sí importantes. La más importante: la defensa de nuestro orden constitucional. «Somos diferentes, mestizos de pura cepa», decía Félix Ovejero en una de las manifestaciones de octubre de 2017 en Barcelona. Y no estamos aquí para debatir programas políticos, ideas o estrategias. Hemos venido, convocados por Unión 78, a una sola cosa, a decir «No a los indultos». No nos ha convocado ningún partido político de derechas o de izquierdas, nos ha convocado una plataforma de ciudadanos hecha a imagen y semejanza de aquella que se formó en el País Vasco para decir ¡Basta ya! Y eso estamos diciendo aquí también: Basta ya.
Basta ya de embustes. Basta ya de decir un día que no se indultarán a los sediciosos catalanes y al siguiente lo contrario. Basta ya de pactar la concordia con aquellos que han acabado con ella y han prometido rematarla de una vez por todas. Basta ya de promover mesas a espaldas del Parlamento para tratar asuntos que incumben a toda la nación. Basta ya de insultar a quienes no piensan como ellos. A ver si lo entienden de una vez: nadie es facha por decir hoy lo mismo que decía el presidente de Gobierno hace unos meses.
¿Qué ha cambiado en España para que los indultos fueran indeseables hace un año y se trate hoy de convencernos de que son necesarios, imprescindibles? Después de afirmar que la sentencia era una venganza del Estado, el gobierno nos ha asegurado que los indultos crearán un clima de concordia. Pero ¿qué concordia, si los mismos que separaron y enfrentaron a la sociedad catalana, arruinando la convivencia y su economía, se han juramentado para volver a enfrentarla y acabar de romperla? En ese sentido son mucho más coherentes los nacionalistas: ellos no hablan de concordia. No quieren saber nada del diálogo. Siguen con la matraca de los presos políticos, la amnistía y el referéndum, al que ahora, con ayuda del gobierno, quieren cambiar de nombre para dejar fuera de él a todos los españoles. O sea, más de lo mismo.
Recordábamos hace unos días las palabras del don José Castillejo, de la Institución Libre de Enseñanza. Las escribió en Londres, en el exilio: «Los hombres necesitan vivir reunidos, aunque no se amen ni simpaticen, e Inglaterra conoce este arte». Saber que van a quedar en libertad unos delincuentes que desconocen en absoluto ese arte y que han confesado reiteradamente que van a dividir a los distintos que quieren vivir unidos y en libertad, resulta preocupante. Porque, al contrario que Sánchez, cuya palabra no vale nada, pues dice hoy una cosa y al día siguiente la contraria, a los sediciosos catalanes hay que tomárselos muy en serio: siempre han hecho lo que decían que iban a hacer y han dado pruebas sobradas de su deslealtad para con el Estado de Derecho, gobernara en España la derecha o la izquierda, y la derecha y la izquierda han transigido siempre con todos los incumplimientos democráticos nacionalistas.
Basta ya. Es hora de cambiar esta inercia penosa. Hace años, en los momentos más tristes de la historia contemporánea española, los de la Guerra civil, otro institucionalista, Antonio Machado, escribió esto por boca de Juan de Mairena. Recuérdelo, Sánchez, cuando se siente en la famosa mesa de negociación que no de diálogo: «De aquellos que dicen ser gallegos, catalanes, vascos, extremeños, castellanos, etc., antes que españoles, desconfiad siempre. Suelen ser españoles incompletos, insuficientes, de quienes nada grande puede esperarse».
No habla Machado, como hacen los nacionalistas, de buenos o malos catalanes, de buenos o malos vascos, extremeños, castellanos, no, sino de españoles incompletos, insuficientes, es decir, de quienes quieren impedir que vivan juntos los distintos y suspender las leyes que nos hacen a todos libres e iguales. Hemos oído también que esta manifestación no servirá de nada porque los indultos ya están pactados y decididos. No es cierto.
Los actos morales y políticos tienen consecuencias y este nuestro es un acto moral y político. Estamos aquí, o yo al menos estoy aquí, decía, por respeto a mí mismo y porque no hay utilidad pública mayor que decir en público lo mismo que decimos en privado, se sea de derechas, de centro o de izquierda; en este caso: No a los indultos.”
Pues eso mismo, no a los indultos.
Discrepo. Oponerse a los indultos me parece legítimo. Asumir que Sánchez va a concederlos porque es imbecil o quiere romper España o está vendido a sus enemigos, también me parece legítimo, pero profundamente errado. Como se sonó lo de que Zapatero traicionaba a las víctimas de ETA porque iba a darle la autodeterminación y Navarra iba a unirse a la CAV, etc. Me parece muy respetable que cada uno piense lo que quiera pero me da un poco de rabia que gente decente caiga en la manipulación pura y dura del PP, responsable como decía una pancarta ayer en Colón, de que los indepes pudieran celebrar su fake referendum y de que Puigdemont se escapara. No, no son mejores para preservar la unidad de España ni el respeto a la Constitución. Nunca lo han sido.
https://elpais.com/opinion/2021-06-13/juego-de-patriotas-en-la-manifestacion-de-colon.html
Pues eso, lo mismo digo
Ya había leído a Vallespín , especialmente esa preocupación de que « esto salga para adelante » en línea con la confusión e inexactitud de sus apreciaciones .
1 ) La bandera española más gorda en un escenario apareció con Sánchez . Pero lo de ayer no era un acto de un bloque , no no lo era.
2) Como dice Trapiello « A ver si lo entienden de una vez: nadie es facha por decir hoy lo mismo que decía el presidente de Gobierno hace unos meses.»
3) si quieren juzgar a políticos como fachas ( así , para generalizar ) tienen un amplio surtido en el fundador del PNV , en Torra , en gentes de Bildu , de ERC , y en todos aquellos que han actuado y actúan contra la Constitución del 78 junto a falangistas y algunas miembras del Gobierno , algo que Vallespin pasa por alto.
4) también confunde orgullo , accidente , cariño , patriotismo y bloque , intencionadamente. ¿ Por qué ? Ni el mismo lo sabe en su pretendida exquisitez.
5) Pensar que Savater , Rosa Díez o Trapiello se dejen manipular por el PP o por quien sea es de una arrogancia y condescendencia sonrojante. ; tengo la certeza matemática de que el inquilino de la Moncloa es en comparación un patán inconsistente y audaz , al que las generaciones venideras no respetarán y mucho menos encontrarán inspiración en su figura ( tal vez para el museo de cera ) , su pensamiento político ( un decisionismo errante ) o su acción como Secretario General del PSOE ( hay dirigentes que se arrepienten de no haberle rematado politicamente en su destitución ) .
6 ) Su permanente acción moralízante y divisora en su vida parlamentaria ya no cuela ; ayer se pedía su dimisión por no estar a la altura de su función de Presidente.
Maneja el rencor para unos , o la magnanimidad para otros según el día .
7 ) Desde luego nadie piensa que hace lo que hace porque es bobo , aunque haga bobadas , Ni si siquiera si son más o menos competentes que la derecha para mantener la unidad de España o más o menos orgullosos ; se trata de que la ley se cumpla y si logran mayorías suficientes en el Congreso puedan realizar sus programas y si no , pues no.
Se trata también de algo que muchos vemos como algo evidente : los indultos son muletas para sostener a Frankestein .
Cuanta caspa derramada.
Que vergüenza de discursos ultramontanos.
El de Rosa Hype fue vergonzoso.
Y por respeto a mi mismo,ahí lo dejo.
Dentro del buena manejo del concepto de «legitimidad» que hace LBNL en su primer comentario y que yo intepreto como «a la luz de la libertad de expresión practicamente todas las opiniones son legitimas » (de las excepciones, que las hay, hablamos otro dia) yo digo sin ningún pudor que aquellas piezas puestas al servicio de expresar de manera bastante faltona , por otro lado, toda una serie de prejuicios , apreciaciones, obesiones personales , fobias diversas etc no tienen mayor utilidad que para aquel que las escriba,
A mi por lo menos mas allá de un poco de conmiseración no me dan para nada más.
Soy de los que consideran que no se Dan las circunstancias para indultar y estoy esperando que el presidente aclare cuales son las motivaciones que aconsejan darlos y que se espera y en qué plazo como respuesta a la medida de gracia.
Atención preginta:
¿Quién le ha dicho a Ayuso que El Rey Felipe VI ,NO está de acuerdo con los indultos?.
Ejem……JAJAJA …que nervios.
JA, JA,JA , …que fiasco y que falta de respeto de Sánchez explicando su chapuza , o más bien la de la inútil hasta la exasperación de Laia.
Hoy es el hazmerreír de la prensa española , la de un parvenú sin formación , la de un nuevo rico que nos cuenta una conversación imposible con un Biden de cera cuyos servicios de orden le solicitan que ahueque el ala porque tiene cosas más importantes que hacer .
¡ Cuanta humillación y que desastre de Política Exterior ! Cómo va a defender una idea comprensible de España si alienta la plurinacionalidad de sus incómodos socios. Si nadie le pregunta en sus ruedas de prensa en el exterior por los resultados de tal o cual cumbre ya que se aprovecha el momento para que responda sobre los asuntos internos ,dado su proverbial mutismo .
¿ Cómo lograr respeto internacional si con sus acciones rebaja el prestigio de las instituciones encargadas de controlar el sometimiento de los demás poderes a la Ley y , en especial , con las amistades que fomenta , empezando por sus socios de gobierno que son , por tradición , inaceptables para los americanos a los que el resto de dirigentes trataban de agradar ?
Irrelevante el Presidente del Gobierno , irrelevantes sus políticas , irrelevante nuestra influencia a pesar de las extraordinarias conversaciones de segundos propiciadas por Moncloa.
Triste destino.