Carlos Hidalgo

Aunque llevo viviendo en Madrid desde los 18 años, soy de Talavera de la Reina, en la provincia de Toledo. Talavera, que hace unos 15 años era la segunda ciudad en población de Castilla-La Mancha, es ahora la cuarta, entre Toledo y Ciudad Real. También es la cuarta ciudad con más paro de España y la segunda, si no contamos Andalucía.

Por una acumulación de factores, la crisis de 2008 pegó especialmente fuerte en la ciudad castellanomanchega, tan fuerte que alcanzó una tasa de paro superiores al 40%, que en un plazo de 10 años consiguió rebajarla al 25%, con unos 8.000 parados menos. También da la casualidad de que en esos 10 años la ciudad ha perdido unos 8.000 habitantes.

Por ilustrar, añado unas pinceladas más, para darle color a este cuadro de mi ciudad natal. Si tienes un pleito en Talavera, por alguna razón, los abogados locales te suelen recomendar que contrates a un abogado de Madrid, dependiendo del juez que te toque. Y sin que necesariamente tenga relación con esto, voy a recordar tres noticias: en la primera, el decano de los fiscales de Talavera ha tenido que demoler su chalet, que estaba edificado ilegalmente en terrenos de la Confederación Hidrográfica del Tajo. En la segunda, el exjuez decano de la ciudad, Fernando Presencia, está ahora en chirona por prevaricar, emitiendo sentencias que favorecían a amigos suyos (y conocidos prebostes locales) e inventarse denuncias falsas con el ánimo de perjudicar la reputación de multitud de personas. En la tercera, el juez que estaba al frente del juzgado de lo Social número 3 de mi pueblo, Ángel Luis del Olmo, fue sancionado con multas de 7.500 euros tras una década de protestas por su falta de higiene personal, que provocaba arcadas en todo el juzgado.

Estos días hay manifestaciones y protestas ante el Ayuntamiento, gobernado por el PP en coalición con Vox, por la creciente inseguridad en las calles de Talavera. De nuevo, voy a dar una serie de datos que pueden o no pueden tener que ver con ello. Muchos policías nacionales piden el traslado fuera de la ciudad porque hay sitios, conocidos por todo el mundo, donde se trafica con drogas y no se pueden hacer redadas. En 2021, un hombre apareció carbonizado dentro de su coche, con el cinturón de seguridad puesto, al lado del cementerio municipal; la policía y los jueces locales determinaron que había sido un suicidio. Desde finales de los años 70, dos clanes locales controlan el tráfico de drogas en la ciudad, que es punto de paso casi obligado hacia Madrid desde Portugal y Andalucía. Las detenciones por tráfico de drogas se hacen siempre a personas de origen extranjero que llevan poco tiempo en el país.

La ciudad tiene una serie de apellidos ilustres que, década tras década, controlan la economía local. Por el apellido ya sabes si tienen unos grandes almacenes, una tienda de muebles, negocios de hostelería o constructoras. Muchos de ellos casi que, con toda lógica, son parte del PP talaverano, que recluta a muchos de sus cuadros en la Cámara de Comercio de Talavera. Sin embargo, los años en los que más se incrementa el paro o la inseguridad, son los años en los que han gobernado ellos. Especialmente en la época en la que el alcalde era un conocido empresario de locales de ocio nocturno donde nunca se han hecho redadas. Si bien es cierto que este año el paro está descendiendo, aunque parece que también al mismo ritmo en el que declina la población local.

¿Qué salidas parece que se están dando a la ciudad? Aparentemente ninguna, o ninguna efectiva. Se habla de que una posible conexión con la línea de AVE Madrid-Lisboa pueda solucionar algo las cosas. Pero lo cierto es que tal conexión no llega nunca y que la estación de trenes se está cayendo a pedazos sin que Adif haya encontrado tiempo o presupuesto para arreglarla. También parece que Meta, la empresa matriz de Facebook, va a instalar un centro de datos en la ciudad. Pero ese centro de datos va a crear muy poco empleo local y va a consumir ingentes cantidades de agua del Tajo, que a su paso por Talavera es una ancha manga de barro cuando se pone en marcha el trasvase Tajo-Segura. También se ha creado un campus de la Universidad de Castilla-La Mancha, pero no parece haber tenido efectos más allá de trasladar las zonas de copas del Oeste al Este de la ciudad y de encarecer ligeramente los pisos de esa zona.

Yo suelo denominar a Talavera, medio en broma, medio en serio, “La Detroit de la Meseta” porque, al igual que la otrora gran capital de automovilismo, hay largas avenidas llenas de locales tapiados o en venta, zonas abandonadas donde crece la maleza y se acumulan las basuras y cero esperanza para las personas jóvenes o de clase media baja.

Tal vez el turismo podría dar algo de esperanza a mi ciudad natal, pero es que también han pasado cosas como que se ganó terreno al Tajo cubriendo las murallas romanas de la ciudad de escombros y demoliendo parte del alcázar árabe para construir viviendas. Eso sí, las bases de las torres derruidas se convirtieron en unas jardineras muy monas para recibir con flores al bloque de hormigón que se alza en ese sitio.