Después de Snowden

Lobisón

Cuenta Juan Benet en su libro sobre Londres que la creación de la policía metropolitana dio origen a un fuerte debate, pues muchos se preguntaban si la existencia de policía no iba a suponer una limitación de las libertades de los ciudadanos. Hoy nos puede parecer algo un tanto exótico, como nos sorprende que en los países anglosajones no exista algo como el DNI, o que los bancos de huellas digitales, no digamos de ADN, susciten una resistencia casi invencible. Sin embargo, esta concepción libertaria de la organización social existe y  tiene raíces profundas. Parece que en las últimas elecciones Snowden dijo haber votado a Ron Paul, un curioso y venerable representante de esta tradición.

Si alguien quiere hacerse idea de cómo se resolvían los problemas de orden y seguridad en el Londres anterior a la liberticida creación de la policía metropolitana puede leer el libro ‘Una conspiración de papel’, de David Bliss, lo que le permitirá saber además cómo funcionaba en sus orígenes la bolsa, y la espectacular burbuja que se desató en torno a las acciones de la Compañía de los Mares del Sur. Probablemente concluirá que es mejor tener policía que no tenerla —y que la especulación en los mercados es tan vieja como los mercados—, pero antes de dejarse llevar por un exceso de fe en el progreso quizá deba recordar la muerte a tiros de un inofensivo inmigrante brasileño en los días posteriores a los atentados de julio de 2005, y algunos otros casos más de actuaciones policiales discutibles.

Viene todo esto al caso de la sucesión de escándalos desatados por las revelaciones del tal Snowden. El último —hasta hoy— ha sido el inmenso ridículo desatado por la sospecha de que Snowden viajaba en el avión presidencial boliviano desde Moscú. El agravio es muy real, aunque las insensatas declaraciones de algunos de los líderes de Unasur hagan pensar en una comedia (una comedia que puede tener consecuencias peligrosas). Sin embargo lo más llamativo es que para Estados Unidos lo más conveniente no sería conseguir la cabeza de Snowden, sino que el joven libertario encuentre asilo en algún paraíso de la transparencia y la libertad de expresión como Rusia, Venezuela o Ecuador, a ver si así podemos olvidarlo de una vez.

Y luego está el problema de las libertades y del control de las comunicaciones. Parece que algunas personas de orden, a las que les parece bien que se controle si los usuarios pagan o no derechos de autor cuando descargan material de internet, consideran intolerable que se controlen masivamente las comunicaciones. En realidad el problema sólo surge si de este control se derivan actuaciones sin intervención judicial ni respaldo legal. Pero ése es otro problema, que debería conducir a la elaboración de normas legales transparentes y sensatas, no a una difusa indignación.

En cuanto al espionaje propiamente dicho, mi única curiosidad es saber a quién se le ocurrió que intervenir las comunicaciones de la UE podía tener el menor interés. Me temo que en la NSA hay gente francamente mal informada.

4 comentarios en “Después de Snowden

  1. Perdón. Yo no quiero a un Presidente del Gobierno que haya cobrado billetes en efectivo metidos en cajas de puros o no durante al menos 3 años. Menos aún si eso constituía una violación de una ley y no de cualquiera si no de una destinada a controlar a los representantes públicos como el, a la sazón, ministro en cuestión. La cosa es todavía peor dado el origen ilícito (contratas bajo soborno) de los billetes que llegaban en cajas de puros.
    El que cobra en metálico lo hace a sabiendas de que el que paga tiene razones para esconder su pago. En este caso, era también el cobrador (el PP) quién lo hacía. Y por ello sus dirigentes no pueden aducir nada. Eran cómplices, en beneficio propio, incluido el ministro encargado de velar por la aplicación de la ley de incompatibilidades, el propio Rajoy, que en cambió se lucró.
    Por último, habían llegado al Gobierno a lomos de la corrupción socialista, Filesa incluida…
    Ahora dirán que está todo prescrito. Seguramente pero a efectos políticos me parece tan irrelevante como si se puede probar delito al gallego de las fotos con el narco. El «delito» político eran las fotos, indicativas de otras cosas. El «crimen» político en este caso es cobrar en plan mafioso en violación de la ley cuya aplicación debes procurar y a sabiendas de que el origen del dinero es cuando menos oscuro.
    Un jeta de tomo y lomo.
    DIMISiÓN, aunque Felipe recomiende no pedirla. Quizás no le parezca grave dado el precedente de Filesa. A mí si y a la sociedad española debería parecérselo y si no que nos den, por paletos y subdesarrollados.

  2. Al hilo del comentario de LBNL .:
    Tengo que reconocer que Pedro J.es mas cabrón que el mismisimo Luis «El Cabrón».
    es alucinante….se pone en cabeza mediatica y con el beneplácito del PP se carga a un juez y a un ministro acusandolos de conspirar en contra del PP…El Puto Amo de «El Mundo» mueve sus cartas y aúpan con otros de su calaña al PP al poder.
    Una vez el PP popular bien instalado en el poder ,va el tio y se dedica a vender periódicos a costa de sacarle los higadillos al partido en el gobierno.
    Menudo menda.
    En fin ,lastima del Partido Popular Crian Cuervos,que les sacan los OjOs.
    …luego ,cabalgamos …..JAJAJA…..que nervios.

  3. No sé si les pasa a ustedes lo mismo, pero a mi me da pereza todo. Me da pereza Snowden y, como Lobison, deseo que «el joven libertario encuentre asilo en algún paraíso de la transparencia y la libertad de expresión como Rusia, Venezuela o Ecuador, a ver si así podemos olvidarlo de una vez.»
    Me da pereza Margallo con esas disculpas que ha dado.
    No digamos la pereza que me da Bárcenas, y sus papeles, fotocopiados o reales. Y sus abogados, pasados y futuros. Y me da pereza ese adalid de la democracia que dirige ese periódico que hoy ha publicado la primera entrega de la bomba. Por cierto, hoy le oí en directo en Al Rojo Vivo y resultaban conmovedores sus esfuerzos por luchar por la democracia desvelando la verdad. Lo cual no le impidió rematar su comparecencia diciendo que hoy había pasado no sé qué que por fin aclaraba de verdad lo que pasó el Once M. Cada loco con su tema.
    Y me da pereza Esperanza Aguirre, a la que también acabo de oír en directo haciendo un discurso en el que se erige defensora a ultranza de la no corrupción, clamando porque salgan a la luz todas las corruptelas de su partido. Ni mención al tamayazo, ni a Fundescamp, ni a los alcaldes y prebostes de la Comunidad de Madrid metidos en la corrupción hasta las cejas.
    Me da pereza oír hablar de esta recuperación económica que parece ser que estamos viviendo y que no se sabe cuándo ni cómo ha llegado.
    Y el Gobierno no me da ni pereza. Aparte de vergüenza, me da bastante asco.

  4. Interesante artículo lleno de ironía. Sobre todo el último párrafo sobre el interés de desvelar las comunicaciones dentro de la UE. Lo del Embajador español diciendole a Evo que le dejase subir al avión es penoso. ¿Pero cómo una persona educada en una escuela diplomática puede caer en una falta de protocolo y sentido diplomático tan vergonzosa?

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