Magallanes
Se puede definirla Revolución Industrialcomo un proceso en que casi continuamente técnicas de fabricación de bienes fueron reemplazadas por nuevas técnicas de fabricación que aumentaban la productividad al incorporar avances científicos y tecnológicos. Es decir, un nuevo diseño del proceso productivo que incorporaba nueva maquinaria permitía que un trabajador pudiese duplicar o triplicar el número de bienes producidos por unidad de tiempo. Ahora bien, ¿ese trabajador hipotético podía ser el mismo que había empleado la anterior técnica?
Desde luego que casi nunca fue así. Los obreros y técnicos especializados en la anterior forma de producción podían adaptarse a la nueva tecnología si las innovaciones eran pequeñas, pero cuando el cambio era radical, lo más frecuente era que fuesen despedidos y reemplazados por nuevos obreros y técnicos educados en el manejo de la nueva tecnología. Consecuencia de ello fueron graves desórdenes sociales cuando muchas veces la magnitud de la sustitución de operarios afectaba a barrios enteros, en los que muchísimas familias se veían obligadas a sobrevivir buscando otras ocupaciones o se resignaban a malvivir.
Pero a largo plazo, las innovaciones técnicas supusieron un enorme aumento de la productividad y, por tanto, del nivel de vida de las familias trabajadoras. Los textos de economía siempre han enseñado que las innovaciones tecnológicas permitieron el crecimiento del empleo y del nivel de vida de la población trabajadora. Los sufrimientos y desordenes que cada generación sufrió fueron problemas políticos o sociales y no tienen cabida en los textos de economía. En todo caso, se menciona que la sustitución fue de obreros y técnicos no especializados, que no tenían la educación necesaria para operar con métodos más sofisticados y mecanizados, por trabajadores y técnicos con una mayor educación general y especializada. Y era perfectamente asumible que los hijos de los primeros estuvieran entre los segundos, por lo que el sufrimiento era algo inherente al relevo generacional y tenía la compensación del aumento del nivel de vida.
Pero desde la impresionante innovación que la informática y la comunicación sin hilos ha supuesto en todos los órdenes de la sociedad, esta idea del relevo generacional no ha funcionado tan bien. En efecto, por una parte jóvenes expertos en informática y comunicación han ido sustituyendo en múltiples sectores productivos a otra generación. Pero no se ha incrementado su nivel de vida como en otras etapas de la revolución industrial. La mayoría ha conseguido solamente mantener el nivel de vida de sus antecesores y solo una minoría ha conseguido mejorarla, pero no demasiado. Obviamente, estoy excluyendo a los genios del Silicon Valley que se han hecho millonarios con sus innovaciones. Estos últimos han escalado en la pirámide social alcanzando formar parte de la cúspide – poco más del 1% en EEUU- en la que se encuentran grandes banqueros, presidentes de grandes corporaciones, tanto industriales como comerciales, grandes gerentes de fondos especulativos y poseedores de fortunas heredadas e incrementadas en dichos fondos. Pero la mayoría de los jóvenes que han recibido una mejor educación que sus padres y son expertos en la última generación de innovaciones no ha cosechado un nivel de vida superior al de sus progenitores. Es decir, existe una frustración debida a la idea de que en las sociedades avanzadas la mejoría en el nivel de vida es continua. De que basta con adquirir una buena educación. Hoy en día nada garantiza que cuanto mayor es el nivel de estudios mejor empleo se va a encontrar. Hay en la pirámide de rentas como una gran base que luego se estrecha notablemente para volver a ensancharse algo en la cúspide.
Según Krugman, este fenómeno empezó más o menos en el presente siglo. Durante la mayor parte del siglo XX, la distribución de la renta entre trabajo y capital tuvo pequeñas fluctuaciones, pero fue estable. Pero la desigualdad de rentas se ha acentuado desde entonces. Krugman se refiere en principio a EE.UU, pero comenta que en un informe dela OITse considera que esto mismo está pasando en otros paises. Cita también al McKinsey Global Institute. en el que se indica que en varios sectores productivos la informática ha permitido no necesitar técnicos de grado medio, por lo que en la plantilla de la empresa se pasa de empleados de cualificación muy baja a otros de cualificación elevada. También señala que el proceso de automatización de actividades productivas también puede empezar a darse en sectores de actividades intelectuales desplazando a personas muy cualificadas. Hoy en día muchos estudios superiores se adquieren mediante créditos bancarios y si se sustituyen por software aquellos que han ocupado puestos que requieren estos estudios, ¿cómo van a resolver sus problemas?
Concluye Krugman que si la tendencia que describe es, en efecto, lo que está ocurriendo en la actualidad, si queremos mantener una sociedad en que la clase media sea la dominante – una pirámide de rentas abultada en su parte media – es absolutamente necesaria una redistribución de la renta. Una redistribución que no solo garantice un seguro médico y una educación gratuita, sino también una extensión del subsidio de paro para desempleados de larga duración.
Y yo concluyo que posiblemente una de las causas, aunque no la principal, de las actuales revueltas ciudadanas que se han producido sucesivamente, primero en paises avanzados, después en países estancados (árabes), y finalmente en paises emergentes, es el creciente vaciamiento de la clase media.
El artículo es muy interesante, pero creo que la conclusión es un poco precipitada: ni en Turquía ni en Brasil ha habido reducción de las clases medias en la última década.
«Hoy en dia, sin embargo, está surgiendo un cuadro mucho mas oscuro de los efectos de la tecnología sobre el empleo. En este cuadro, trabajadores con una educación superior tienen las mismas probabilidades que trabajadores con menor educación de encontrarse despedidos y devaluados, y proseguir ampliando estudios puede crear tantos problemas como soluciones»
Paul Krugman, «Simpatía por los Trabajadores de Leeds», International Herald Tribune, pag. 9, 15 de junio de 2013. Mis comentarios en mi anterior artículo corresponden también a este artículo de Krugman.
Lobisón tiene razón. Parece ser que en Brasil la principal razón de la revuelta es que «los políticos en el poder» se han forrado con comisiones en todas las obras de construcción y embellecimiento que se han hecho para el actual campeonato de fútbol y se están haciendo para las olimpiadas. Parece ser que, además, se han estancado los gastos en educación y sanidad públicas. Se ha querido que los que usan los transportes públicos sufraguen parte de este déficit.
En Turquía puede pasar algo parecido. Erdogan por lo visto, ha supervisado y dirigido todas las construcciones del «nuevo Estambul» y ha querido mejorar la marca Turquía olvidandose de la educación y sanidad públicas.
Una buena noticia:
http://www.infolibre.es/noticias/politica/2013/06/21/imputada_cupula_sanidad_madrilena_que_impulso_privatizacion_hospitales_5007_1012.html
Esto es lo que hay, la solución es esto, lo que hoy plantea el CONSEJO DE MINISTROS con mayúsculas.
Señor Rajoy hoy en el Consejo de Ministros las medidas a tomar es suprimir 57 Organismos Públicos, incluidos Defensores del Pueblo, Tribunal de Cuentas, en definitiva la solución a la crisis pasa por suprimir, suprimir, suprimir, dejar la gente de la Administraciones en la calle y anular la Instituciones que tengan algo que ver con los derechos se los ciudadanos.
Muy bien quedan muchas cosas todavía donde puede meter la tijera, es un despilfarro que las personas coman tres veces al día, los enfermos crónicos, para que tratamientos que solo paliaran sus dolores, para que defender al pueblo, si lo que hace falta es que no protesten, para que los Tribunales de Cuentas, lo que hace falta es facilitarles para que se lleven el dinero a Suiza, para que la Justicia si estamos viendo que es un despilfarro y no sirve para nada, para que imputar a nadie, para que después la Fiscalía lo desimpute. Tienen ustedes mucha razón, para que sirve nada, si no sirve para nada. Y usted señor Rubalcaba, para que está ahí, y nosotros para que estamos.