El giro positivo pero incompleto de Otegi

Millán Gómez

El pasado domingo desayunamos con la entrevista que el diario barcelonés “La Vanguardia� realizó a Arnaldo Otegi. En dicha entrevista, el líder de la ilegalizada Batasuna dejó varias perlas que debemos analizar. Algunas de las afirmaciones más positivas de Otegi en esta entrevista son cuando afirma que “el Estado no tiene que pagar un precio político a eta ni a nosotros�, “… el proceso no tiene alternativa…�, “…el Gobierno tiene motivos para desconfiar de la interlocución con eta…� o cuando declara que si el Gobierno paga un precio político a eta este hecho supondría “la rendición del Estado�. Es curioso que en tantas y tantas manifestaciones de la AVT se haya exigido “la no rendición de la nación española ante los terroristas� y ahora vaya Otegi y diga que no quieren la rendición del Estado. El Partido Popular y sus organizaciones satélites como la propia AVT, el Foro de Ermua y la derecha mediática han creído a eta y a Batasuna a pies juntillas o no, dependiendo de si les interesaba partidista y electoralmente. Evidentemente, el PP no se cree estas declaraciones de Otegi. Para el PP, la verdad es un elemento que varía dependiendo de si les favorece o no. Curioso y mezquino.

Estas declaraciones son esperanzadoras y la prueba irrefutable de que algo se está moviendo en el seno de la archiconocida como izquierda abertzale. Suponen una relativa ruptura con el pasado. Declaraciones de este estilo no se produjeron en procesos de final del terrorismo anteriores ni mucho menos. Es evidente que a un sector importante de la izquierda abertzale desea la paz, le sorprendió negativamente el atentado del pasado 30 de diciembre en la T-4 de Barajas y no quiere más muertos. No significa esto que el sector favorable a la paz sea ni mucho menos mayoritario pero sí es más visible, notorio y eminentemente positivo.

Sigo sin entender cómo hay abertzales que afirman que desean la paz y, acto seguido, en las elecciones autonómicas vascas una formación independentista, formada tras una escisión dentro de Herri Batasuna con una gran valentía y asertividad, que defiende los valores democráticos y la paz como Aralar obtiene un único diputado en el Parlamento de Vitoria-Gasteiz mientras que el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK-PCTV), formación política para que la ilegal Batasuna solicitó el voto, obtiene 9 diputados en la cámara vasca. Aralar sí condena el terrorismo etarra. En cambio, EHAK-PCTV hace oídos sordos incumpliendo uno de los más preciados valores democráticos como es condenar la violencia sea tipo que sea.

Poco después de publicarse esta entrevista, el presidente Zapatero reconoció ver cambios en el discurso de Otegi, percibió “elementos distintos� pero exigió a Batasuna un rechazo “creíble, fehaciente y convincente� a la violencia y una muestra de que eta se dispone a dejar las armas “para siempre.� El presidente del Gobierno reaccionó a la noticia de las declaraciones de Otegi con responsabilidad, contundencia y reflexión. No se puede acusar en esta ocasión de tardanza en su respuesta a Rodríguez Zapatero.

Sin duda, el elemento más negativo de las afirmaciones de Otegi es que en ningún momento condena ninguno de los atentados de eta y éste es el factor básico para que la izquierda abertzale pueda volver a formar parte de las instituciones y del juego político democrático. Batasuna, si quiere ser legal, debe condenar el terrorismo etarra y dar muestras inequívocas de que separa de eta y que única y exclusivamente desea defender su programa político de un modo pacífico en igualdad de condiciones en una Euskadi donde brille, como nunca antes, la paz, la libertad y la tolerancia. En democracia necesitamos a los que no opinan como nosotros y que todos los ciudadanos voten en libertad y sin miedo. En caso contrario, no existe democracia.

Batasuna quiere presentarse a las próximas elecciones municipales del 27 de mayo y los guiños realizados por Otegi en la entrevista a “La Vanguardia� caminan en esa dirección. Los ministros de Interior y Justicia, Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Fernández Bermejo, ya han dejado claro que la máquina del Estado está en alerta para que Batasuna no burle a la ley, tal y como nos tiene acostumbrados.

Otegi condena los atentados del 11-M pero miente cuando tilda de “absolutamente rechazable buscar el mayor número de víctimas y además en trenes de cercanías que acercaban a trabajadores a sus puestos de trabajo�. Volvemos a esa vieja teoría etarra según la cual los pistoleros de eta nunca han asesinado a ciudadanos que formasen parte de la clase social trabajadora. ¿Acaso no eran trabajadores los jóvenes policías José Manuel Rodríguez, Dionisio Villamangas o Jesús Holgado que fueron asesinados por eta en San Sebastián? ¿Acaso no era un trabajador de origen humilde Miguel �ngel Blanco? ¿Acaso no eran trabajadores tantos y tantos policías llegados a Euskadi procedentes de otras partes de España asesinados por eta? ¿No era un trabajador el periodista José Luis López de la Calle, asesinado en Tolosa? ¿No eran trabajadores los jóvenes inmigrantes ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Estacio?

A estas y a otras muchas preguntas tendría que haber respondido Otegi en la entrevista. Mentiras como decir que eta nunca ha asesinado a trabajadores han engordado la gigantesca bola de nieve en forma de falacia que eta ha ido construyendo a lo largo de sus ya 48 sangrientos años de historia violenta.

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