Barañaín
Seguramente tienen razón quienes creen que es el miedo – miedo a la pérdida de poder a medio plazo o a la debacle inminente en el caso concreto de Andalucía- lo único que puede explicar la sucesión de disparates que van encadenando en los últimos tiempos prominentes figuras del partido popular.
Ya se trate de las razonables sospechas de utilización partidista de datos confidenciales de la hacienda pública por parte del ministro del ramo, o de la inaudita inhibición de su colega de Interior ante las revelaciones de ciertos juegos sucios puestos de manifiesto a propósito del acoso a Ignacio González, o de los balbuceos tanto en Interior como en Justicia de quienes son incapaces de asumir responsabilidad alguna por la pifia que ha favorecido la fuga del etarra Plazaola o, en fin, de la actitud del ministro de defensa en el Congreso, en el caso de la denuncia de la militar Zaida Cantera, etc…, estas conductas parecen traducir un acentuado nerviosismo.
Cierto que Rajoy había sorprendido al respetable público, tan acostumbrado a su autismo y a su indiferencia a las críticas, al perder los papeles con aquellos exabruptos de “patético” y, sobre todo, el “no vuelva Usted por aquí” que espetó a Pedro Sánchez en el debate del estado de la nación. Y sabido es que en nuestras organizaciones políticas, tan plegadas al poder de sus cúpulas, lo que dice el jefe, su estilo, marca tendencia. Y si en el segundo nivel de la organización, son lumbreras como Rafael Hernando o Carlos Floriano quienes transmiten las ideas-fuerza que los estrategas diseñan, el desastre está garantizado. Así que en los niveles más bajos, cualquier mentecato puede creer que está practicando un adecuado seguidismo del jefe supremo cuando simplemente está desbarrando.
Las elecciones en Andalucía ya se presentaban complicadas para el PP sin que el delegado del gobierno de Rajoy en esa comunidad, un tal Antonio Sanz – al que razonablemente no cabe augurar ya ningún progreso en su carrera política – avergonzara a propios y extraños al “extranjerizar” a Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, con su ingeniosa declaración: «No quiero que a Andalucía se la mande desde Cataluña ni que su futuro lo decida un político que se llama Albert». Para políticos y comentaristas –incluidos muchos nada sospechosos de hostilidad hacia el PP-, esa caída tan burda en un tópico propio de nacionalistas xenófobos en boca de todo un delegado del gobierno de la nación en la mayor comunidad autónoma de nuestro país es una ruindad y una irresponsabilidad de tal calibre que le inhabilita para seguir en el cargo. La pedrada verbal del señor Sanz les ha parecido intolerable. Tanto que al día siguiente del episodio, algunos hasta criticaban, como una lamentable falta de reflejos democráticos, que ese delegado del gobierno no hubiera sido cesado ya.
¿Falta de reflejos? Debe ser un signo de los tiempos o una manifestación más del miedo al que me refería, que ahora algunos se escandalicen con lo que no es más expresión de una determinada “cultura política” muy arraigada en una parte de la derecha española. No se entiende bien que algunos exterioricen tanto su desagrado por ese desliz, cuando el tal Sanz seguramente solo creía haber interpretado bien el sentido de las continuas alusiones previas de Floriano a los de “Ciutadans” con las que cree poder desprestigiar a esa emergente formación política. Él entendió que esa era “la consigna”. Quizá no entendió mal. Sanz ahora, como antes Floriano, pretendía tal vez resucitar el éxito de convocatoria que en la derecha más cerril tuvieron las andanadas anticatalanas promovidas o apoyadas por el PP durante la primera legislatura de Zapatero. ¿Acaso se han olvidado ya aquellos episodios (ya se tratara del Estatut, de una OPA a Endesa o de los archivos de Salamanca) en los que, entre otros, brilló con luz propia Esperanza Aguirre?
Al PP el miedo no se lo provoca el PSOE-A. Más que nada porque, seguramente, desde que se decidió el adelanto electoral en Andalucía los populares tuvieron claro que la posición de Susana Díaz era inalcanzable. Aunque no acabo de entender esa estrategia electoral que pretende hacer ver a los electores que su contrincante está pensando realmente en la política nacional y que, para ella, ganar la Junta es sólo un trampolín para una carrera política de más altura. ¿Ustedes creen que así se desvaloriza la figura de Díaz ante los andaluces? Yo creo que no, al contrario, es una forma indirecta de realzar su peso político (porque nadie se imagina que Moreno Bonilla, pongamos por caso, pudiera aspirar al gobierno nacional, lo que objetivamente le sitúa en un nivel notablemente más bajo a ojos de los ciudadanos). En fin, conténtese el PP con disfrutar de anécdotas como la de ese lapsus -¿o maldad?-, de Susana Díaz asegurando a Rajoy que con ella al frente del gobierno andaluz le esperaban cuatro años duros… en La Moncloa.
El miedo del PP, obviamente, tampoco tiene que ver con la guerra particular que mantienen Podemos e IU. Por más que resulte meritorio el esfuerzo de Antonio Maíllo (IU) por sobreponerse al espectáculo –literalmente inenarrable- de la descomposición de su formación a nivel nacional de la mano de troyanos desvergonzados (Tania Sánchez, Mauricio Valiente,… ) al servicio de Podemos. Y mucho menos son los bolivarianos quienes quitan el sueño a los populares. Al contrario, estos desearían que Podemos fuera capaz de difundir aún más una solvencia intelectual y una calidad política tan descacharrantes como las mostradas en su gran mitin-espectáculo de Málaga, ese en el que se dirigían enfáticamente a abuelos y abuelas (muy a tono, por cierto, con su carrera de fichajes para las candidaturas municipales no ya de viejos rockeros sino de venerables momios), y en el que lo mismo daban loas encendidas a la policía, la guardia civil y a lo que hiciera falta (todo por la respetabilidad), que alertaban a los ciudadanos de que las políticas represivas del gobierno ¡ son como las de Fernando VII ! (una perla del inefable Jiménez Villarejo). Solo faltaron para animar la fiesta los de Marinaleda, ahora en sus filas (que le desertara semejante tropa es, al menos, algo que le ha salido bien a IU).
Es Ciudadanos el que quita el sueño al PP. Y, si es cierto lo que cuentan los analistas que revelan las encuestas (que ese partido el único que no deja de crecer), es entendible su desconcierto: después de tanto tiempo presumiendo –con razón- de haber integrado a toda la derecha y de tanto tiempo suponiendo que el único riesgo de fractura acechaba por su ala más extremista, resulta que la amenaza real es un mordisco electoral por el flanco del centro-derecha. Amenaza por partida doble, toda vez que permite vislumbrar nuevas posibilidades de alianza para el PSOE (y no solo en el ámbito andaluz). Esté o no justificado objetivamente el temor del PP – que cuenta con margen para su recuperación-, ya es todo un hito, digno de celebrar, que Albert, el catalán, le haya puesto al borde del ataque de nervios.
Muchos andaluces seguirán votando a su opción habitual mientras que otros, como yo, ven la manera de colaborar en el crecimiento de alternativas «visagras», que, por primera vez en Andalucía, aparentan cubrir un espectro ideológico más amplio y pueden satisfacer a un electorado deseoso de que al partido ganador, sea cual sea, se le lleve con el «bocao» puesto y las riendas cortas.
Mi voto, emigrado del PP, será para ciudadanos, con la esperanza de que otros, emigrados también desde otros partidos, colaboren en el crecimiento de una opción que, tanto en Andalucía como futuramente en la generales, destierren a los partidos nacionalistas a su ámbito local ya que, hasta ahora, abusaban de su excasa implantación nacional para jugar y hacernos jugar » su partido»
«visagra» = Vocablo generado por la unión de los comunes «bisagra» y «viagra» y con el que se determina la capacidad por parte del partido, o partidos, en cuestión para, no solo colaborar en la gestión de gobierno con el partido mayoritario, sino que, al mismo tiempo, define que se posee la capacidad erectil necesaria para » darle por culo» cuando y como sea necesario.
Ay Fernando…..JAJAJA….que nervios….como sigas así, te nombro embajador de La Insula Barataria para preservar tu intrinseca capacidad votacional.
Pobre Rosa Hype,la has abandonado en su limpieza de las instituciones ,has dejado la balleta magenta ,por los guantes de Rivera para ponerle un OjO a la funerala al PP de «Arenas movedizas».
¡tu si que sabes!….JAJAJA….que nervios
Con las elecciones andaluzas estoy teniendo lo que vosotros los terricolas españoles considerais como una experiencia religiosa ,estoy como en trance y no precisamente por el humo que ciega mis OjOs,,,,jeje,
¡¡Ayer mi hijo me mandó un selfie con Susana Diaz!!!
Por cierto,gracias Barañain ,mas que nada por tu «malvado sentido del olvido» al no mencionar la levedad del ser Rosa Hype, en tu articulo…..jeje.
¡¡¡Incluso has conseguido que Fernando este mas preocupado por «la viSagra» que por Rosa Hype!!!
Gracias Barañain,gracias ,gracias,gracias…..JAJAJA….que nervios.
Un selfie con Susana Diaz??? ….. Joer, Amistad, tu hijo se va a llevar una desilusión el domingo. No va a sacar los votos que espera.
Me parce que el susanismo tal como lo plantea ella es un arma de doble filo en una comunidad bastante machista, por lo que no te extrañe que, sin darse cuenta, esté provocando con su: «aquí estoy yo», un cierto despegue del electorado masculino de pueblo, que con el mangoneo de sus esposas ya tienen bastante losa encima para sentir más presión feminista. Se pueden decantar por Podemos.
El alcalde de Dos Hermanas, Quico Toscano, al cederle a Podemos, para su mitin, el velódromo, lugar clásico de mítines del PSOE, ha cabreado a Susana que ha renunciado a dar el que tenía previsto en el pueblo. Que no se equivoque Susana con Quico, que no sólo pasa totalmente de ella sino que toda la población de Dos Hermanas le vota a él y no al partido. ….. Es felipista de la viueja guardia y tiene la sartén de dos Hermanas bien asida por el mango.
Pobres machistas andaluces si la que les gobierna es la candidata de Podemos…allá ellos….jiji.
Fernandooooooooooo……osea que a los machistas andaluces no les va el mangoneo de sus esposas?!?
Esas esposas seguro están encantadas con los Señoritos Pepis que tienen en casa, que no mangonean ni ná………………… 🙂
Joer Sarah, que el trapo era para Amistad. No le entres tu!! ……… jajajaja.
«Pobres machistas andaluces si la que les gobierna es la candidata de Podemos…allá ellos….jiji.»
Sí señor! Que gobiernen LAS de abajo
http://divinitystatic-a.akamaihd.net/belleza/Teresa-Rodriguez_MDSIMA20150217_0154_40.jpg
Si ya, para Amistad…………… 🙂
Entiendo el problemón que tienen nuestros sociólogos y polítologos para entender un país donde su Agencia Tributaria dice que la financiación en B de un partido político no tributa ni es delito fiscal e insulta a Cáritas y la Cfuz Roja. Se fusila poco en España.
Ahí les dejo una entrevista de José Luis Rodríguez Zapatero en Expansión, donde no se habla de lobbis, de empresas de negocios… de majaderías, en fin. Se habla de política.
ECONOMÍA / POLÍTICA
26 Expansión Martes 17 marzo 2015
“El independentismo catalán está yendo a menos; sin espacio en el proyecto europeo”
ENTREVISTA A JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO Expresidente del Gobierno/
Bernat García. Enviado especial
Dakhla (Marruecos)
El presidente del Gobierno entre 2004 y 2011, José Luis Rodríguez Zapatero, ha visto cómo su visita a Dakhla, territorio del Sahara Occidental controlado por Marruecos según Naciones Unidas, se ha convertido en un nuevo encontronazo con el Ejecutivo
de Rajoy, tras su polémica visita a Cuba. Después de tres años con escasísimas apariciones públicas, el expresidente empieza a reactivar su agenda, sobre todo internacional.
La visita de Zapatero al Foro Crans Montana ha sido uno de los puntos álgidos del programa. El que fuera ideólogo de aquella Alianza de Civilizaciones es requerido por autoridades y asistentes. Entre todo ello, encuentra un hueco para entrevistarse con EXPANSIÓN, en una terraza de hotel a 30 kilómetros de la ciudad, donde el desierto del Sáhara termina por morir en el Atlántico. Usted ha hablado mucho de las religiones, del fanatismo religioso. Pero ha sido un discurso centrado en África, cuando ahora mismo este problema ha aparecido ya en Europa… El foco [del fanatismo religioso] es Oriente Medio, el foco es África, el foco es en gran medida la mala resolución de la intervención de Irak, es el desastre de Siria y la guerra civil, que ha sido la expansión del radicalismo. Hay una especie de industria del radicalismo y del fanatismo con características que no recordábamos desde hace mucho tiempo. Desde ahí, se interrelaciona con Europa y supone un riesgo alto.
– ¿Cree que en Europa se están tomando las decisiones correctas para abordar esta amenaza?
Básicamente sí. Habría que poner quizás un mayor énfasis en la parte relativa a fortalecer la convivencia y el pluralismo en las sociedades europeas, sociedades que tienen que ser de todos, de todas las culturas, de todas las religiones. España es un país con unos buenos niveles de convivencia, respeto y tolerancia, y Europa debería también intentar liderar y fortalecer el programa electoral del PSOE está todavía por perfilar; deseo que haya un debate rico y sin prejuicios”“El pacto contra el yihadismo va en la
dirección correcta; la prisión permanente no afecta a la idea esencial” “proceso para que las confesiones religiosas se comprometan más activamente en desautorizar, en ombatir, en condenar, en excluir cualquier mensaje de violencia.
– ¿El pacto antiyihadismo en España va en la dirección correcta?
Sí, eso va en la dirección correcta. La unidad frente a la violencia siempre es positiva.
– ¿A pesar de que el PSOE haya dicho que eliminará el capítulo relativo a la prisión permanente revisable si llega al Gobierno?
Parece que es una cuestión en la que hay posiciones distintas pero que no afecta a la idea esencial de un acuerdo, que es la idea de unidad, sin fisuras.
– ¿Se ha concentrado Europa demasiado en la crisis económica y ha dejado pasar la oportunidad para liderar y solventar este problema?
Europa tiene el mejor potencial para liderar los procesos que en Oriente Medio pueden estabilizar y arrinconar a los violentos, pero hay dos factores que condicionan en este momento a Europa. Uno es la relación con Rusia. Rusia debería de ser un jugador importante en Oriente Medio, y como la cuestión de Ucrania lo ha enfriado, ha llevado las relaciones a una posición que está debilitando mucho la situación de respuesta frente a Oriente Medio. Y el segundo factor evidentemente es la atención absolutamente prioritaria a lo que ha sido la crisis económica, y aún es.
– ¿Ha sido demasiado timorata Europa con su postura con Rusia?
Es fácil juzgar, pero ciertamente algunas de las fronteras después de la caída del muro de Berlín han tenido problemas, y yo siempre apuesto por la diplomacia, por la política y el diálogo. Rusia tiene el problema de encontrar su papel en este nuevo escenario multilateral, y habrá que confiar en que los últimos acuerdos que ha liderado en buena medida Alemania con Rusia se consoliden. Sería fundamental que Rusia tenga un papel definido en el concierto internacional.
– ¿Por qué tienen tanto éxito formaciones como Podemos y Syriza?
Yo creo que hay que tener un poco de perspectiva, y no dejarnos llevar por la inmediación de esta sociedad de la comunicación inmediata, y ver el recorrido que los nuevos fenómenos políticos tienen. Una cosa es ser nuevo y otra es pasar a jugar en el sistema. Es muy distinto. Sin duda, mi opinión es que la larga crisis económica es la que ha motivado los cambios en el panorama político pero no hay todavía elementos de juicio suficiente para saber si esos cambios son coyunturales, si es un ciclo o si estamos ante un cambio de fondo de tendencia. Es prematuro vaticinar eso.
– Syriza ha congelado promesas electorales para alcanzar acuerdos con la troika.
La realidad determina dos cosas. Una es que la soberanía está compartida hoy más que nunca en Europa, y mucho más se comparte cuando necesitas financiación externa. Es bastante elemental. Y dos: el proyecto europeo ha tenido fallas claras, pero sobre todo en la concepción del euro. Pero no hay una alternativa de enmienda a la totalidad. No hay una alternativa global, hay alternativas y políticas parciales, de cambios en Europa, pero parciales. Eso siempre lleva tiempo. Seguramente un tiempo más largo que al que aspiran los ciudadanos.
– ¿Cree que el liderazgo de Angela Merkel ha sido dañino en la recuperación europea?
Merkel es la intérprete de la voluntad popular alemana. No podemos desconocer que en la Unión Europea hay opiniones públicas y diversas, posiciones económicas diferentes de los Estados, y eso hace que la síntesis sea un proceso democrático de muchas aristas. La opinión pública alemana es muy distinta a la opinión pública de Grecia, obviamente. Encontrar el punto de unión y de consenso es lo que cuesta tantas horas en el proceso que Grecia tiene por delante.
– Durante el foro en Dakhla ha hablado de la necesidad de eliminar fronteras y banderas en África. Pero es un discurso que puede servir también para España. ¿Cree que el proceso independentista en Cataluña se está superando?
Por eso antes afirmaba que los cambios políticos de la larga crisis económica pueden ser coyunturales. Los cambios en los estados de opinión, en las fuerzas políticas emergentes pueden ser coyunturales. Hay que esperar a ver el próximo ciclo electoral en España e incluso esperar al ciclo de los próximos cuatro años, que serán más determinantes para ver precisamente esos cambios. Y esto también afecta al independentismo catalán. Mi opinión es que no está yendo a más sino a menos. Y seguramente ello es fruto de la constatación de que una alternativa de esa naturaleza es una alternativa, además de no conveniente, sin espacio en el proyecto europeo. Es el proceso de debate europeo.
– ¿Qué le parece el nuevo rumbo del PSOE? Su programa económico ha despertado el rechazo en dirigentes que formaron parte de sus gabinetes, como el exministro Sebastián.
Creo que el programa económico está todavía por perfilar. Las elecciones generales en principio son en noviembre, y por lo tanto vamos a esperar al debate. Es natural que haya un debate en el PSOE sobre el programa económico, es una parte esencial y habrá debate y no creo que mi papel sea opinar sobre ese debate. Lo deseo intelectualmente rico, y sin prejuicios.