Barañain
El desmoronamiento de UPyD, el trasvase de efectivos de esta organización a Ciudadanos y sobre todo el impúdico reciclaje de algunos de sus candidatos electorales me parecen reveladores de la levedad del impulso regeneracionista de los “emergentes” actores políticos. No abundaré en la crítica a la gestión política de la señora Rosa Díez, para no reiterar lo que en este Debate Callejero se ha escrito con detalle y por gente mucho más conocedora que yo de la trayectoria de esa organización y de sus poco edificantes entresijos, pero también por aquello de no hacer leña del árbol caído que sería como dar la razón a Fernando Iwasaki cuando se lamenta de que “después de siete años en los que ningún medio de comunicación ha querido escribir nuestra biografía, ahora la mayoría quieren escribir nuestra necrológica” (lo leo en ese reportaje aparecido este fin de semana en El País con algunos de los intelectuales – Azúa, Pombo, Trapiello, etc.-, que apoyaron a UPyD y ahora se muestran como estuporosos, sin saber qué decir).