Manuel Lobo
Día 6 de diciembre… un día importante personalmente… y no por la celebración de la Constitución, si no por tener la oportunidad de estar presente y aportar mi granito de arena en la Conferencia de Cambio Climático que se celebra en Madrid.
Hace una semana, una compañera me dijo: “Ya está, tenemos hueco en la COP… y te toca exponer sobre construcción con madera”. No importaba que fuera festivo o que el fin de año esté siendo intenso profesionalmente… surgió la oportunidad y aquí estoy.
Antes de nada… seguro que cuando han leído “construcción es madera”, rápidamente les ha venido a la mente la cabaña de los cuentos a base de troncos en mitad del claro de un bosque, o quizá en esa “caseta” que vemos en las grandes superficies para instalar como cuarto de trastos en los patios…
Nada más lejos de la realidad, con madera se puede realizar cualquier tipo de proyecto de arquitectura… últimamente hasta rascacielos….
¿Y a quien no le gustaría habitar en entornos más confortables, realizados con la última tecnología y sostenibles?
El sector de la construcción es el menos digitalizado, según un informe de McKinsey… Si, hasta la agricultura está más digitalizada que la construcción… con productividades que están incluso por debajo de las de hace más de 50 años…
Trabajar con madera, implican soluciones industrializadas, donde las herramientas digitales y la maquinaria especializada son necesarios. Modernas plantas industriales tranforman las tablas, en grandes piezas compuestas como el CLT (madera contralaminada), material del cual muchos arquitectos lo consideran el hormigón del siglo XXI.
Utilizar madera de forma responsable como la sociedad en la vivimos, hace que pongamos en marcha una cadena que no empieza en una fábrica, sino en el bosque hace unos cuantos años, cuando se replantó el árbol del que vamos a utilizar su madera. Mediante los certificados existentes de cadena de custodia, garantizamos que el uso del bosque es adecuado, no solo de forma forestal, sino ecológico y social…
Además, la madera es contenedor de CO2. Su uso contribuye de forma drástica a reducir el CO2 que emitimos en el proceso de construcción al poder sustituir materiales cuya producción es altamente contaminante como el acero o el cemento.
Finalmente… la madera nos conecta con la naturaleza, proporcionando ambientes más cálidos, en los cuales nos sentimos más cómodos y con mejor ambiente interior… No es sólo por la belleza como material de la madera… son algunas de sus propiedades físicas, las que consiguen que no podamos sentir así…
La construcción con madera ya es posible, de hecho, en Australia, Norte América, China y cómo no el resto de países europeos, ya es una realidad. Entre un 10 y un 30% de la construcción se hace en base a la madera, construyendo de forma más eficiente y con más calidad. En nuestro país ya haya ejemplos de edificios de referencia que nos pueden servir de piloto de aprendizaje para los que tienen miedo al cambio.
Los bosques son fuente de riqueza y de recursos, uno de ellos, madera… si no lo aprovechamos y los abandonamos a su suerte, correremos el riesgo que desaparezcan… no lo permitamos.
Me sorprendió ya otro artículo suyo sobre este tema, cómo estar en casa de madera de unos amigos en Noruega.
De todas formas, entiendo la madera tiene unos tratamientos determinados con productos químicos…