Garbeo por Tierra Santa

Padre de familia

 

Cuando lean estas líneas, estaré dándome una vuelta por Israel, tras los pasos del Ministro Moratinos y del Enviado Especial del Presidente Obama, George Mitchell, para tratar de valorar in situ, de primera mano, la situación tras la reciente formación del Gobierno liderado por Netanyahu con Lieberman como Ministro de Asuntos Exteriores.

 

La ortodoxia indica que las perspectivas para la paz en la región no pueden ser peores. Netanyahu no llego a ganar las elecciones (se quedó a un escaño del Kadima de Livni) pero la derecha sí lo hizo cosechando una amplia mayoría entre el Likud, la derecha extrema rusófila y los partidos ultraortodoxos, que todos juntos forman el nuevo Gobierno. La entrada en el mismo de Ehud Barak y su cada vez más escuálido Partido Laborista no es tampoco un signo esperanzador. Fue Barak quien, como Primer Ministro, no supo aprovechar la mejor oportunidad de alcanzar la paz con los palestinos y sirios en los últimos años noventa y fue también él, como Ministro de Defensa, quién lideró la reciente ofensiva israelí en Gaza.

 

 

¿Por qué la izquierda laborista ha aceptado compartir gabinete con la derecha y la derecha extrema, especialmente tendiendo en cuenta que el centrista Kadima ha preferido mantenerse en la oposición dada la renuencia de Netanyahu a comprometerse con un plan de paz? Un reputado columnista israelí explicaba recientemente que Barak entraría o no en el Gobierno dependiendo de si finalmente Livni aceptaba hacerlo. Al plantarse, ella se convertía automáticamente en jefa de la oposición, privando así a Barak del correspondiente coche oficial que, sin embargo, conservaría aceptando seguir entrar en el Gobierno. Puede que esta explicación tan prosaica no sea completa, pero tampoco es completamente errada.

 

Muchos en Israel ansían que la policía sea pronto capaz de reunir las pruebas suficientes para procesar a Lieberman, Netanyahu el primero, deseoso de poder prescindir de él. No estaría mal porque una cosa es que haya que pactar con un extremista y otra mucho peor, que por mor de sus escaños haya que darle el cargo más visible para la Comunidad Internacional. Pero sinceramente, no creo que vaya a pasar a corto plazo. Es más, haciendo de la necesidad virtud, es posible que sea bueno que la derecha más ardiente ostente un cargo tan significativo. Volveré sobre este punto más adelante.

 

Lo de Netanyahu al frente del Gobierno es harina de otro costal. Antes que extremista o Neocon, Bibi es un oportunista de tomo y lomo, movido por el ansia de poder y la vanidad personal. Y si le juzgamos por sus actos, no es tan fiero el león como lo pintan. Es cierto llegó al liderato del Likud capitalizando la popularidad de su hermano, el héroe de Entebbe, al convertirse en la única baja de la exitosa operación que dirigió para rescatar a varios centenares de israelíes secuestrados, por aquello de que los oficiales lideran el ataque en el Tsahal. Luego le ganó las elecciones a Peres en 1996 a lomos de 60 asesinados por Hamás en las semanas previas, prometiendo dureza y el fin del terror. El terrorismo no sólo no terminó con él al mando sino que, después de que fallara el intento de asesinar al líder de Hamás, Meshal, en Amán, no tuvo empacho para excarcelar y deportar al líder espiritual, el jeque Yasín. Como tampoco en retirar al ejército israelí de la segunda ciudad más sagrada para el judaismo, Hebrón, cuando Clinton le convocó a la Cumbre de Wye River con Arafat y el Rey Huseín. Sus ejercicios de equilibrismo no consiguieron evitar la caída de su Gobierno a manos de sus otrora aliados ultraordoxos, los mismos que ahora vuelven a apoyarle.

 

En realidad, la caída de su primer Gobierno dice algo a su favor: no estuvo dispuesto a satisfacer las ilimitadas demandas de los ultraortodoxos, principalmente económicas. Tuvo ocasión de vengarse como Ministro de Finanzas de Sharon, recortando subsidios a troche y moche, los mismos que ahora habrá de aceptar reponer. También le dará igual tornar su neoliberalismo económico a ultranza de antaño en intervencionismo social si la coyuntura obliga: Bibi es la mejor personificación de la máxima Marxiana (de Groucho) de que si no le gustan mis principios, no se preocupe que tengo otros.

 

No nos pongamos exquisitos. El último ex Presidente de Israel está procesado por violación y abusos sexuales y el último ex Primer Ministro lo es por varios casos de corrupción. La clase política israelí es la que es, como también la solidez de sus instituciones democráticas, suficientemente solventes como para, pese a todo, castigar los desmanes de aquélla.

 

Aún con todo, es evidente que el electorado israelí no ha optado por las voces más dialogantes y mejor situadas para avanzar hacia la paz con sus vecinos. Algunos pensarán que el pueblo israelí es intrínsecamente intransigente y puede que interpreten que se merecen un futuro de inestabilidad y confrontación continua, al estilo de aquéllos que sentían un profundo desprecio por los serbios, capaces de votar una y otra vez a Milosevic y a Seselj, que hacía bueno al primero. Yo estoy convencido de lo contrario, algo tan obvio como que el pueblo israelí no es ni peor ni mejor que los demás.

 

La población israelí es básicamente tan egoísta como el resto: quiere vivir bien sin preocuparse de los demás y trata de elegir a los gobernantes que le prometen prosperidad y tranquilidad. Sería sin duda mucho mejor que optaran por aquellos líderes que argumentan que la prolongada ocupación sobre el pueblo palestino es, además de ilegítima, un estigma que va pervirtiendo las mejores tradiciones judías. O que fueran capaces de ver que la mejor – la única – garantía de seguridad y estabilidad para Israel a largo plazo es firmar la paz con sus vecinos mientras tiene la sartén por el mango.

 

Pero claro, primero eran los atentados suicidas a la puerta de casa y ahora los cohetes, últimamente en el Sur pero hace un par de años en Haifa, el equivalente a Valencia, obligando a estacionar centenares de pacientes del hospital – árabes y judíos por igual – en el parking del mismo. Sí claro, peor lo pasaron los libaneses del Sur mientras el ejército israelí invadía. Por eso los libaneses apoyan a Hezbolá antes que a aquéllos que se centran en la reconstrucción y los negocios. Y por eso los palestinos apoyan en demasía a Hamás, que no ha hecho sino empeorar las condiciones de vida en Gaza.

 

En fin, que la radicalización no es un fenómeno exclusivamente israelí, más bien al contrario, es bastante común cuando los líderes no son capaces de sortear las dificultades y optan por el enfrentamiento: a la gente no le queda otra que apoyar al burro de la tribu propia frente al de la ajena. Lo explicaba muy clarito el pasado domingo en El País Rita Levi-Montalcini: “en los momentos críticos prevalece más la componente instintiva del cerebro, que se camufla de raciocinio” y es culpable de las grandes desdichas de la humanidad y es a “la que apelan los dictadores para que las masas les sigan. Todas las tragedias se apoyan siempre en ese hemisferio que desconfía del diferente”.

 

¿Estoy siendo demasiado simplista? Quizás un poco, pero no demasiado. Una de las cosas más difíciles de entender del conflicto de Oriente Medio es por qué casi todo el mundo entiende que es un conflicto intrínsecamente diferente a los demás, eternamente irresoluble. Oiga buen hombre, si lo del País Vasco es tan complicado, cuánto más no lo será un enfrentamiento de tantos siglos entre etnias y religiones diferentes en un terruño tan reducido, con aderezos como el petróleo de repercusión global? Sí, pero no. En efecto, hace dos mil años, en esos mismos lares ya estaban a tortas constantes entre sirios, romanos, macabeos, saduceos y quién sabe cuántos más. Pero también estábamos a tortas en el resto del planeta, no?

 

Algunos pensamos que, pese a todo, la Humanidad progresa, no tanto en el plano de las pulsiones barbáricas y atávicas del hemisferio derecho del cerebro pero sí en el ámbito de mitigarlas e, incluso, castigarlas y prevenirlas. Europa es seguramente el mejor ejemplo, pero hay muchos otros. En este sentido, el conflicto palestino no es ni más difícil ni menos posible de resolver que el de Sri Lanka o el de Taiwan, por poner sólo dos ejemplos, el primero sin visos de solución política a corto plazo y el segundo, complejo donde los haya pero contenido con éxito desde hace décadas.

 

Volvamos a la práctica. Hace pocos días alguien me recordaba un episodio histórico no tan lejano, de principios de los ochenta. El Primer Ministro Shamir, también del Likud, como Netanyahu, pero mucho más correoso, se oponía a dar un solo paso hacia la paz. El Partido Laborista de Rabin y Peres se lo pensó mucho pero al final optó por los principios y deshizo el Gobierno de coalición. Los bien intencionados del resto del mundo agradecieron el gesto pero interpretaron que, inevitablemente, conllevaría la frustración de las leves esperanzas de seguir avanzando tras el cruce del Rubicón que había supuesto la paz con Egipto pocos años antes. Y hete aquí que se equivocaron de medio a medio. Hasta ese momento la presencia en el Gobierno de los “pragmáticos” había servido de coartada a Shamir para resistir: la Comunidad Internacional, es decir, EEUU, no podía presionar por miedo a tumbar un Gobierno “menos malo”, en el que estaban “los buenos”.

 

Cuando los laboristas pasaron a la oposición, la coartada desapareció y, oh sorpresa, en menos que canta un gallo, Shamir se vio forzado a aceptar acudir a la Conferencia de paz de Madrid. Bien es verdad que lo hizo declarando a todo aquél que quisiera escucharle que venía para negociar durante los próximos diez años, o sea, a jugar a la pérdida de tiempo para empatar a cero. Pero cosas de la vida, mientras ponía el autobús delante de la portería, la crisis económica tumbó su Gobierno, llegó Rabin y zas, de golpe y porrazo la OLP fue legalizada y se firmó el Acuerdo de Oslo.

 

No quiero pecar de voluntarista: el Gobierno israelí es todo menos bueno. Netanyahu es un “duro” sin principios, Lieberman es un sucedáneo de Jesús Gil pero con mucho más apoyo, y los ultraortodoxos son lunáticos fanatizados, que manejan el móvil e Internet con soltura pero al servicio de objetivos atávicos.

 

Ahora bien, contamos con Obama y su claridad de ideas al respecto del papel que debe jugar EEUU en el mundo, recuperando su respeto por los Derechos Civiles, recomponiendo su imagen ante el mundo árabo-musulmán y combatiendo el terror al tiempo que las causas que subyacen a su apoyo por parte de las hordas de marginados y alienados del mundo. Un tipo educado en EEUU pero también viajado, con múltiples ocupaciones domésticas pero consciente de la necesidad imperiosa de que su país revitalice su mejor activo, el “soft power”, o en palabras de su Secretaria de Estado, el “smart power”.

 

Obama no va a abandonar el tradicional apoyo americano a Israel, ni falta que hace. Al contrario, se trata de interpretarlo, modulándolo al servicio del mejor interés de Israel, de su consolidación como una democracia liberal en una zona, cuando menos, convulsa. No es casualidad que escogiera a George Mitchell como Enviado Especial, un tipo al que no le tembló el pulso cuando prescribió, por escrito, la necesidad de poner fin a los asentamientos israelíes en tierra palestina ocupada. Y al que no le duelen prendas en afirmar que el Estado palestino “es la única solución”, asumiendo el lenguaje de la Iniciativa de Paz de la Liga Árabe, ofrecida en 2002 y hasta la fecha desaprovechada por Israel.

 

Evidentemente, no va a ser fácil, ni rápido. La división palestina entre Fatah y Hamás es un obstáculo añadido que requerirá de los buenos oficios, y de la “persuasión”, de Arabia Saudí, entre otros, para que los israelíes no puedan aducir, como tantas veces en el pasado, que ellos están dispuestos a dar pasos difíciles hacia la paz pero que carecen de interlocutor válido.

 

A favor de la paz, sin embargo, está el hecho de que Netanyahu no tiene coartada: cuando visite Washington a principios de mayo no podrá aducir que su Gobierno es el menos malo de los posibles. Y tampoco podrá argüir que la Knesset no aprobaría lo que Obama le pide: el centrista Kadima, el izquierdista Meretz y la decena de diputados árabes apoyarán cualquier exigencia norteamericana. Podría repetirse el precedente de Shamir por el que el Gobierno de derecha radical de Netanyahu se viera forzado a hacer concesiones más rápidamente que otro más centrista? Así lo espero. A la vuelta del viaje les cuento si mis deseos encontraron sustento en la realidad social.

18 comentarios en “Garbeo por Tierra Santa

  1. Hola a todos!!

    Hola padre de familia, la teoría para solucionar la situación Israelí es muy fácil, la aplicación es difícil. A la población israelí habría que darles a leer el artículo de ayer sobre el miedo… porque es verdad que no son más buenos ni más malos que los demás, pero creer que con mano dura se acaban los problemas es un poco simplista… dónde está esa mano Izquierda…? jeje Me gustan esos que no les tiembla la mano diciendo lo correcto, lo malo es que no les hacen caso, lo que demuestra que alguien no está a favor de lo correcto, y entonces ¿cómo apoyarles? De nuevo parece que el cambio tiene que venir desde dentro, desde la población israelí y desde la población palestina, a pesar de sus dirigentes.

    Lobison, me alegro que compartas lo de la normalización de los sueldos y salarios… Pero ¿quien empieza? ¿cuando?

    Amistad, tu teoría de ayer sobre las hipotecas, los contratos, las empresas y los bancos… apoyo la moción!!jeje

  2. Servidor es que se ha autoimpuesto no volver a tocar el tema Israel en el blog.

    ::

    Hoy se cumplen 17 años del inicio del AVE Madrid-Sevilla, el primero en España. José Blanco, que parece otro desde que lo han hecho ministro, escribe en El País un interesante artículo recordando la fecha y los kilómetros construídos y por construir de alta velocidad en España. El éxito de los gobiernos socialistas en este apartado es total: tanto de Felipe como de Zapatero. Ya que uno vivía por aquellas fechas en Sevilla, y conoció de primera mano profesional los preparativos de la Expo y del AVE, quiere recordar aquí, humildemente, el enorme acierto del Gobierno de Felipe con aquel primer trazado. Todavía recuerda uno las críticas de la oposición intentando echar por tierra un proyecto tan importante como necesario para Sevilla y Andalucía. Menos mal que el tiempo, y el AVE, ponen a cada uno en su sitio. También un recuerdo para mi recordado Jacinto Pellón.

    ::

    Dice Rajoy que Trillo está preocupado por la suerte de sus colaboradores. ¡Qué tierno! Me tragué ayer las conclusiones de la fiscalía en el juicio del Yak-42 y si algo quedó claro es que el *autor intelectual* de aquella chapuza trágica fue Federico Trillo, con el visto bueno de Aznar. No entieno que no esté sentado en el banquillo. Pero entiendo menos que este sujeto siga en política.

  3. Padre de familia, se me olvidaba! como aquí la gente se mosquea demasiao con determinados temas, este de Israel entre otros, te iba a pedir que te traigas algo! pero algo de beber, claro, que me ha recomendado Jon que beba mucho (Jon, he seguido tus consejos y este finde he bebido + de 2 litros y ya casi casi se ha ido la tos… aaachús! jeje), por lo menos para brindar por los que están enfadaos, por los que están mosqueaos, por los que están ofendidos, por los que ya no escriben, por los que siguen escribiendo, por los que escribirán…jaja

    Saludos!

  4. Hago totalmente mío el párrafo segundo de Polonio. Y yo creo que el primero y el segundo también. Pero sobre todo el segundo.

    Blanco no es que esté desconocido, es que parece otro. Está hasta más guapo. Solo le queda decir concepto.

    Respecto al AVE a Sevilla, me pregunto qué dirían todos aquellos agoreros de entonces al oír a Obama el otro día. Que se fastidien.

    Y un recuerdo también a Jacinto Pellón. Fue vecino y muy amigo. Y era un hombre excepcional, por su inteligencia y su honestidad.

  5. Buenos días. Servidor tampoco quiere profundizar en el tema, por motivos obvios, y lástima, ya que el artículo de cabecera es estupendo, documentado, y se me ha hecha amena su lectura. Pero sí quiero matizar el por qué no entrar algo que sería normal en otras circunstancias. Y no es otra que el fariseismo que rodea a la cuestión. El pollo éste que se llama Lieberman y que ostenta el honor de representar al Estado de Israel en el ámbito de las relaciones exteriores me merece el mismo juicio moral que los insignes Le Pen, Häider, Milosevic o Ahmadineyad, pero si los calificativos que se me ocurren sobre éstos provocarían aplausos hasta con las orejas, aplicados a Lieberman me reportarían acusaciones de antisemitismo, pondrían en cuestión mi integridad moral y alguno haría como que no me lee. Asín que mejor no meneallo.

    Mejor regocijarse en la operación anti-ETA y en dar gracias por el dolor evitado. Que siga.

    Al respecto de esa Alta Velocidad que ahora asombra al mismísmo Obama, a ver si encuentro ese vídeo de finales de los ochenta, cuando se gestaba ese gran proyecto en vísperas de las citas históricas de 1992, con el fino humorista Javier Arenas y sus palmeros haciendo chistes sobre «el Rapidillo». No está en el Youtube, pero por algún lado debe andar. Definitorio de por qué la derecha en esta tierra de María Santísima no se come una rosca ni a la de tres.

    Buenas tardes.

  6. Dice La Aguirre:“Ahorrar sufrimientos a las familias en aquel momento tan duro no es para criminalizar a nadie”.

    Podrian haber planeado un entierro en una fosa comun sin tener que identificar a los cadaveres uno a uno….no habrian tardado tanto en celebrar los funerales.

  7. Hay una representante popular que estos dias no para de pegarse batacazos por pisar pieles de platano y no se ha roto la crisma.
    No se si es por que tiene la cabeza dura o porque sus daños cerebrales no son producto de los golpes,sino de su mala bilis.

    «Cospedal intenta hacer sangre y hace el ridículo…Se ensañó con el traslado del comisario de la cacería, y el destinado era otro».

    http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=32983

    El titular de Interior, por su parte, ironizó señalando que la secretaria general del PP anda “un poco despistada”, pues este es su segundo error en una semana -tras las polémicas declaraciones del fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, Cospedal “confundió a la Policía Judicial con la Comisaría general de Información”-. Rubalcaba prometió enviarle un organigrama del Ministerio en el que ella trabajó junto al ahora diputado Angel Acebes. Gonzalez “hace muy bien su trabajo”, zanjó….jeje.

  8. La cosa, Amistad, no estribaba en ahorrar sufrimientos a nadie. El problema es que, una vez acaecido el desgraciado accidente, comienzan a circular dos noticias rápidamente por los media. Por un lado, que existía ya constancia por escrito de las deficiencias técnicas de los vuelos contratados/subcontratados/requetecontratados para transportar a nuestro personal a Afganistán, todo por ahorrar algunos duros, mientras que por el contrario algunas andanzas de nuestro personal de Exteriores y otros Departamentos gubernamentales por el mundo estaban cubiertos por generosas pólizas de seguro que cubrían hasta los posibles menoscabos sufridos en estado de ebriedad. Ante esa indignación, nuestros egregios responsables de Defensa y de Presidencia pensaron que el esplendor épico de unos funerales de Estado acallarían rápidamente las protestas, y para eso no se podían parar en «menudencias» (que diría Don Manuel).

    Visto para sentencia, sí. Posiblemente con condenas en vía penal para los imputados, veremos. Pero con la más absoluta de las impunidades políticas. Y encima, con la desfachatez y desvergüenza de que el responsable político se va de rositas, pero no calladamente y a casita, sino ejerciendo en la actualidad de inquisidor mayor del Reino desde la Leal Oposición. El tema me deja un regusto más que amargo.

  9. Excelente artículo de Pater Familias, que se lo sabe de Israel absolutamente todo y da gusto leerle, especialmente hoy cuando el tema es menos tenso que antaño.

    Tambien, como a PMQNQ me parece bunísimo el artículo de Octavio Granado. Hay dos clases de economistas, los que habaln desde los libros y los que habaln desde los datos, aunque los primeros son necesarios, lo son mucho mas, y mucho mas útiles los segundos. La diferencia entre MAFO y Granado a este respecto -habiendose magnificado las declaraciones de MAFO, que tampoco es para tanto lo que decia-, es que uno habla como un sacerdote «hagase esto porque esto es lo bueno» y otro habal mas como un médico «le pasa a usted esto, pero esto otro no».

    Abrazos

  10. Poco que añadir a Padre de Familia. Reconozco mi ignorancia en el tema…

    Me uno a las recomendaciones sobre artículos y les enlazo una serie de propuestas que han realizado un grupo de economistas para la reforma del mercado laboral. Hay propuestas muy interesantes que ya se han debatido aquí. http://www.crisis09.es/propuestas/

    Saludos,

  11. ¿Pratxanda?, ¿Teoura?, ¿Barañaín?, ¿Don Cicuta?……

  12. El artículo de Padre de Familia me parece excelente y muy equilibrado, lo que tiene mucho mérito a la vista de las pasiones que en su momento se despertaron en DC respecto a este tema. (En DC y en todas partes: en un momento dado de la invasión de Gaza intenté argumentar en casa que, pese a las atrocidades, Israel tenía derecho a la autodefensa, y mi familia me amenazó con incapacitarme y encerrarme en un geriátrico. Supongo que me era lo que me merecía por actuar como un ‘abuelo no enrollado’, que diría don Cicuta.)

    Lo que creo que todos deseamos es no sólo que Avigdor Lieberman sea procesado y dimita, sino que Mitchell y Clinton le retuerzan el brazo a Netanyahu. La expresión es de Shlomo Ben Ami, pero es inevitable pensar en otras partes del cuerpo en vez del brazo.

  13. Dios mío, foto en El País de Rosa Díez haciéndose la simpática con Edu Madina!!

  14. ¿Esperaban realmente que hubiera otra ocurrido otra cosa en el akelarre montado en Ginebra («Durban II») los representantes de la Unión Europea -entre ellos, ay, el de nuestro país-, que finalmente no han tenido más remedio que dejar plantado al energúmeno centrifugador de Teherán?

    Esta performance llamada Durban II sólo podía ofrecer una ración más de la misma basura que ya suministró la Durbán I.

    Menos mal que esos activistas disfrazados de payasos han salvado la dignidad de las democracias. Claro que no todos lo ven así. Juan Miguel Muñoz en El País, un poco apagado el pobre, proclama: «La cumbre contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia (…) deja patente la brecha entre occidente y el mundo». «Pero – reconoce, condescendiente- no hay duda de que el discurso del presidente iraní en nada contribuyó a atemperar los ánimos». En nada contribuyó, oiga.

    En «Público» un especimen asombroso que responde al nombre de Eugenio García Gascón resulta, la verdad sea dicha, casi desternillante en su estulticia:

    «Continuamente llegan a este país (Israel) visitantes de Sudáfrica, ministros y líderes en general, que sin excepción se quedan pasmados con lo que ven, y coinciden en señalar que lo que ocurre aquí es mucho peor de lo que ocurría en la Suráfrica del apartheid.»

    «Seguramente Mahmud Ahmadineyad no es la persona más indicada para criticar el racismo de Israel, pero quienes debieran hacerlo prefieren guardar silencio …Esos diplomáticos europeos que ayer abandonaron la sesión son los mismos que se callan y vuelven la vista hacia otra parte, los mismos que alimentan con su comportamiento la constante discriminación que existe en Israel contra todo aquel que no es judío por la gracia de Dios.»

    «Irán no es un paradigma de democracia, pero al menos no ha agredido a nadie desde hace siglos. Es una teocracia, pero no hay que olvidar que en Israel existe otra teocracia …»

    «La amenaza de destruir Israel que aparentemente formuló Ahmadineyad hace un par de años es posible que nunca existiera. Lo sostienen historiadores de la altura de Juan Cole, de Michigan University.» (¿Qué altura tendrá el tal Juan Cole?)

    En fin, mucho más recomendable leer a otros periodistas como este que escribe en su blog lo siguiente:

    «El circo no ha muerto.

    Hay que ver qué cabronazos son los judíos. Mira que el pobre Ahmadineyah se había preparado a conciencia el discurso de su vida, nada menos que en la segunda sede de Naciones Unidas, siendo él el único orador estrella del encuentro (y no como en la Asamblea General de la ONU, que parece aquello el turno de la panadería), con la mayoría de las cadenas de noticias del mundo en directo para retransmitir sus palabras y con un público entregado. Su prosa dejaría en evidencia las mentiras de Occidente: su culpa en la creación de la Entidad sionista, basada en un mito denominado Holocausto y que él sabe que nunca existió. El mundo se iba a maravillar ante su razonamiento y los sionistas se iban a acojonar definitivamente, harían la maleta a toda leche y por fin los hoteles de lujo de Tel Aviv quedarían a disposición de la élite de los ayatolás y de la familia del propio Ahmanideyah, que es como en realidad deberían estar.

    Y en esto que mientras iniciaba su discurso, aparecen tres tios vestidos de payaso, haciendo pedorretas, riéndose en su cara y arrojándole una nariz de plástico. Vaya por delante que el presidente de Irán desconoce completamente lo que es un payaso y a lo mejor en un primer momento penso que aquellos tres se habían escapado del baile tribal inaugural de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Racismo, Xenofobia y Formas Conexas de Intolerancia, del que no habia entendido nada. Lo del ataque con la nariz de plástico no sabía si era alguna costumbre suiza. Pero su única ceja denotó que algo iba mal cuando vio el entusiasmo con el que le aplaudían los representantes de regímenes totalitarios y violadores de los derechos humanos. «Algo no funciona» pensó recordando a George Bush, quien demostró estar en forma mientras el periodista Mountazer al-Zahiri trataba de acertale con los zapatos. Ahmanideyah ve menos peliculas de Chuck Norris: Se quedó paralizado.

    Los tres payasos, que responden a los nombres de Rafael Haddad, Jonathan Hayoun y Jeremy Cohen resultaron ser judíos y franceses o franceses y judíos, es decir, occidentales hasta la médula. Como son occidentales los que han pagado la fiesta totalitaria en Ginebra y occidentales los que han sido insultados desde la tribuna. Y aunque tuvieran mala puntería –el periodista iraquí si que era bueno, pero Bush tampoco estuvo mal– hicieron muy bien en vestirse de payasos porque aquello era un circo. Aparte de que la mayoría de los participantes no tienen legtimidad moral ninguna para dar lecciones de tolerancia a los demás, resulta que la Comisión organizadora de la Conferencia estaba formada por tres países ejemplo de tolerancia y lucha contra el racismo y la discriminación: ¡¡¡ Libia, Irán y Pakistán !!! ¿Pero a quien se le ha ocurrido esta reunión? ¿A los hermanos Marx? Por cierto que el presidente iraní no dejó títere con cabeza (le encanta) porque de sus insultos no se libro ni la ONU, o sea el anfitrión. Educación y diplomacia todo en uno.

    En fin, que luego los europeos que habían acudido a la reunión se levantaron y se marcharon. No sé ni a qué fueron a Ginebra porque en español se dice «ir de puta y poner la cama». Confieso que respiré aliviado cuando me enteré de que el represante español había seguido a sus colegas de la Unión Europea. (Dios bendiga a la República Checa por presidir ahora la UE porque fue el checo quien apuntó a su colegas que a Ahmanideyah lo iba a seguir escuchando Tarzán subido a una palmera).

    Y una reflexión. No deja de ser significativo que el día del cumpleaños de Adolf Hitler un energúmeno indigno de presidir una de las naciones más antiguas y cultas de la tierra pusiera en duda la legitimidad del Estado judío para existir. Como también es significativo que horas antes de que los judíos (y los que no lo somos) recordáramos ese crimen contra la Creación que fue el Holocausto, tres judíos eligieran el simbolo de la alegría infantil (un payaso) para ridiculizar las palabras de odio que venían de la tribuna.»

Deja una respuesta