Gracias, Zapatero, por haber acabado con ETA

LBNL

Hombre, no ha sido él sólo. Lo hemos conseguido entre todos, durante décadas de derrotas y triunfos, pero unos han hecho más que otros, unos lo han venido haciendo desde el principio mientras que otros se subieron al carro algo más tarde y, también, ciertamente unos se han desempeñado con más acierto que otros.

El acierto de Zapatero ha sido meridiano como demuestran los resultados. No ha sido un camino perfecto, principalmente porque tenemos varias bajas mortales que lamentar en los últimos 8 años, de las que la única responsable es, obviamente, ETA, que no Zapatero. Pero analizando fríamente los números, ETA nunca ha matado ni atentado menos que con Zapatero.

Tampoco ha sido perfecto que la acertada estrategia seguida haya generado tanto ruido, tanta crispación, política y social. En este punto hay que repartir culpas. Es cierto que Zapatero, y el PSOE en general, siempre apoyó a Aznar en la lucha contra ETA mientras que en demasiadas ocasiones el PP se dedicó (y todavía se dedica, al menos Mayor Oreja; véanse sus últimas declaraciones lunáticas) a poner palos en las ruedas y azuzar para sacar rédito político. Pero también es cierto que el PSOE debería haber hecho más por integrar al PP en la estrategia, al menos a sus líderes más sensatos, muchos de los cuales se habríaan sumado si hubiera habido un mayor esfuerzo para disipar sospechas sobre una supuesta connivencia con ERC e incluso con Batasuna.

Recuerdo una cena con una amiga del PP muy razonable hace cinco años largos, concretamente en mayo de 2006. Hablamos largo y tendido del proceso para el fin dialogado de la violencia, que ella percibía como una bajada de pantalones ante ETA absolutamente ilegítima, incluso si se conseguía que ETA no volviera a matar dado que, para eso, podríamos haber cedido antes. Le expliqué que Zapatero no estaba dispuesto a “conceder” la autodeterminación y que se trataba de escenificar una rendición como condicional cediendo sólo aquello que se materializaría en cualquier caso tras la desaparición de la violencia, como las liberaciones aceleradas de presos y un nuevo estatuto de autonomía al estilo del catalán, dado que así lo reclamaba la mayoría popular.

Ella no me creía, es decir, creía que yo estaba siendo sincero pero ingenuo, aunque por supuesto deseaba estar equivocado y que verdaderamente las cosas fueran como yo exponía. Acordamos anotar en una servilleta, que aún guardo, donde estaríamos en 5 años. Escribí que las fuerzas de seguridad seguirían en el País Vasco, que el nuevo Estatuto no incluiría el derecho de autodeterminación, que los 3 herrialdes vascos seguirían igual de franceses que siempre, que los presos estarían accediendo al segundo y tercer grado y a la libertad condicional en función del cumplimiento de sus penas, su comportamiento y su actitud política y que, por supuesto, Navarra estaría donde los navarros, exclusivamente, quisieran. Ella anotó un triste “no me lo creo” y nos emplazamos a una cena un lustro después.

Me equivoqué en un par de cosas. El nuevo Estatuto nunca llegó y, sobre todo, ETA  seguía existiendo el pasado mayo, aunque sólo en teoría, porque ya había dejado de actuar. En todo caso, yo preveía que el proceso dialogado llegaría a buen puerto de manera que todo hubiera sido más ordenado y más rápido.

Ya sabemos lo que pasó. Las disensiones dentro de ETA la llevaron a denunciar la rendición trampa de Zapatero. Qué paradoja. Mientras el PP y la AVT denunciaban la tregua trampa de ETA y la connivencia de Eguiguren y López con ETAsuna, el sector más descerebrado de ETA se daba cuenta de que todos los aderezos ofrecidos por el Gobierno al estilo de la mesa de partidos, etc. eran precisamente eso, aderezos para vestir el santo del desistimiento con ropajes de rendición condicional.

Tenemos la cena pendiente porque en puridad ninguno de los dos ganó. Sin embargo, estoy seguro de que estará contenta de que nada de lo que ella temía se haya  materializado. Quizás arguya que si no hubiera sido por la cerrazón de ETA el Gobierno habría hecho más concesiones de las deseables, y a lo  mejor tiene razón. Claro que, a cambio, llevaríamos un par de años de paz y no andaríamos a vueltas con conferencias internacionales pacificadoras e ilegalizaciones de formaciones políticas que se reclaman estrictamente pacíficas pese a los indicios de que pudieran no serlo del todo.

Cuando cenemos probablemente me cueste convencerla de la importancia de haberse embarcado en el proceso de diálogo incluso si hubiéramos sabido que iba a descarrilar. Los gobiernos anteriores probaron todo tipo de vías, incluida la reinserción negociada con ETA p-m, la negociación de Argel, el amedrentamiento vía GAL, el diálogo de Aznar y su dureza a ultranza posterior, etc. Entre tanto, la eficacia policial fue aumentando, demasiado lentamente para la magnitud de la amenaza, en parte por falta de recursos pero también por lo difícil que era penetrar en la compleja madeja social sobre la que ETA se sustentaba.

Con independencia de los calificativos legales y morales que cada uno quiera aparejar a los GAL, lo cierto es que fueron un fiasco en términos de eficacia porque si bien se “eliminó” a unos cuantos terroristas “insignes”, se reforzó sustancialmente la legitimidad socio-política de ETA, que se benefició ingentemente de que el Estado se arremangara y luchara con sus mismas armas sucias: la lucha armada se re-legitimó como defensa frente a la represión.

En Irak y Afganistán los analistas hablan de la indispensabilidad de ganar “the hearts and minds” (los corazones y las mentes) de la población local, en paralelo a la lucha contra las milicias rebeldes. El proceso de diálogo que abrió Zapatero consiguió precisamente eso: el sector abertzale que venía apoyando sin denuedo a ETA con mayor o menor entusiasmo, dependiendo del momento, tiró la toalla. No fue sólo el proceso de diálogo. Recordemos que cuando Zapatero llegó al Gobierno, el Plan Ibarretxe estaba muy de moda, con una especie de desafío institucional vasco a la legalidad constitucional. Aznar era partidario de encarcelar al Lehendakari por desacato al sistema y de que las Cortes rechazaran de plano la propuesta sin examinarla. Zapatero optó por todo lo contrario: gracias por su propuesta, la hemos examinado y no nos parece apropiada, buenas tardes.

A Ibarretxe no le quedó otra que irse por donde había venido. Tenía claro que su propuesta no iba a prosperar en Madrid pero confiaba en que sería tumbada con dureza, entre alegaciones patrióticas españolistas que le sirvieran para avivar la pasión en casa. Nada de nada. Al contrario, la normalidad institucional con la que Zapatero despachó el delirio de Ibarretxe tuvo bastante que ver con el posterior desalojo del PNV del poder autonómico.

Ni Suárez, ni Felipe, ni Aznar consiguieron cercenar el apoyo social vasco a ETA en la medida y con la rapidez con las que Zapatero lo ha hecho, con sus declaraciones y con sus acciones y, por supuesto también, con la ayuda que ha supuesto la continua merma de las capacidades criminales de la banda terrorista, porque la desesperanza es un buen acicate para el desistimiento.

El comunicado que se espera haga público ETA de forma inminente no será, con toda probabilidad, el que todos estamos esperando desde hace años: abandono, disolución, rendición, lo dejamos… o como se quiera, porque aún vestida de seda, la mona mona se queda; no más tiros, secuestros, extorsiones ni violencia de cualquier tipo.

Ahora bien, en los últimos tiempos están pasando algunas cosas que incitan a no perder la esperanza. La renuncia de ETA a seguir extorsionando ya indicó claramente que esta tregua era la última por irreversible. Pero es que, además, hace muy pocas fechas EKIN anunció públicamente su disolución. Recordemos que EKIN nació precisamente como correa de transmisión de las consignas de ETA al mundo abertzale. Sí, la Conferencia internacional ha añadido cláusulas inaceptables a su demanda a ETA para que pare de una vez. El refuerzo a algunas de las reclamaciones tradicionales de ETA unido a la imposibilidad del Estado para satisfacerlas, tendería a indicar que ETA mostrará su  voluntad de poner fin a su actividad en cuanto el Estado se avenga a razones, en cuyo caso así seguiremos por un tiempo más.

Pero quién sabe, igual nos sorprenden y renuncian a su actividad en los próximos días exigiendo, por supuesto, pero ya sólo políticamente, la larga letanía de reivindicaciones habituales: autodeterminación, herrialdes franceses, presos, etc.

Por supuesto que me encantaría que se diera la segunda hipótesis pero, qué quieren que les diga, lo cierto es que el esperado comunicado de ETA es bastante irrelevante. En el peor de los casos, se tratará de un enésimo intento, tan estéril como los anteriores, de sacar tajada política a la decisión de disolverse. Pero en todo caso, con el trasfondo de que ya han dejado la “lucha armada” empujados por su debilidad material y el abandono socio-político de su base.

ETA se ha acabado definitivamente hace ya un tiempo; ahora estamos asistiendo al  último cuarto de hora de un partido de futbol resuelto por goleada a favor del Estado. Es de prever que la alianza liderada por Bildu tenga excelentes resultados en las elecciones generales del próximo 20-N. Pero ese gol político no va a suponer una reactivación de ETA sino, al contrario, un factor más para que la base abertzale se convenza de que la acción exclusivamente política no es sólo posible sino más rentable.

Volviendo al principio, el responsable máximo de la cadena de decisiones que nos ha traído hasta aquí no es otro que el Presidente Zapatero y creo que es de justicia destacar su clarividencia, su calma, su respeto a la divergencia y sus ideas muy claras sobre qué se podía hacer y qué no. Zapatero ha cometido muchos errores pero el problema más importante que se encontró cuando fue investido Presidente del Gobierno lo deja resuelto. Así que, gracias Zapatero.

8 comentarios en “Gracias, Zapatero, por haber acabado con ETA

  1. Muy buen artículo Libnel, gracias. Escribe Libnel: «El proceso de diálogo que abrió Zapatero consiguió precisamente eso: el sector abertzale que venía apoyando sin denuedo a ETA con mayor o menor entusiasmo dependiendo del momento, tiró la toalla. No fue sólo el proceso de diálogo. Recordemos que cuando Zapatero llegó al Gobierno, el Plan Ibarretxe estaba muy de moda, con una especie de desafío institucional vasco a la legalidad constitucional. Aznar era partidario de encarcelar al Lehendakari por desacato al sistema y de que las Cortes rechazaran de plano la propuesta sin examinarla. Zapatero optó por todo lo contrario: «gracias por su propuesta, la hemos examinado y no nos parece apropiada».
    La derrota de Aznar en las elecciones de 2004 evitó que éste pudiera haber armado una crisis política casi tan grave como el 20-N. Y muchos países hubieran tomado partido por el desafío de Ibarreche. Luego vino lo de negociar con ETA con el entusiasmo que le puso Eguiguren. ZP vió una posiblidad de paz y no la despreció. Tuvo que morder el polvo después de su discurso de fin de año, pero como dice Libnel, el sector abertzale, se distanció de ETA al ver que ZP quería la paz y ETA la guerra, y con engaño. No solo los abertzales, sino también esa gran mayoría de equidistantes del País Vasco, se alinearon con el rechazo a ETA. Por supuesto, la colaboración intensa de Francia permitió que los abertzales mas inteligentes se dieran cuenta de que la violencia solo llevaba a la derrota total. Esto es importante decirlo, porque en la época de los GAL, la colaboración de Francia era mínima. Concretamente , el socialista Gaston, que fue alcalde de Marsella y despues Ministro de Interior, no dejaba de apoyar el independentismo vasco. No se puede justificar la existencia de los GAL, pero ETA estaba matando 200 personas por año y Francia no colaboraba más que de boquilla.

  2. Muchas gracias por el artículo.

    Brillante artículo ayer de Juan Carlos Escudier en «Público».

  3. Amén al artículo.
    Y ahí va el de Nacho Escolar hoy en Público:
    http://www.escolar.net/MT/archives/2011/10/el-fin-de-eta.html

    Y, leídos estos dos artículos, el de cabecera del blog y el de Escolar, ¿no tienen ustedes la sensación de que hay mucha gente enestepaís, a la que parece que le da un mal porque esta pesadilla se acaba? No sé, es tan incomprensible que debe ser que yo lo percibo mal. O a lo mejor es que quieren que se acabe, pero lo quieren un poquito más tarde, por alguna extraña razón. No sé, es muy raro en cualquier caso.

  4. 3

    Supongo que habrás leído el de Juan Carlos Escudier ayer en «Público». Genial.

  5. Qué buen artículo. Decir estas cosas obvias es hoy día una provocación. La derecha y algunas víctimas andan al borden del infarto pensando que ETA se acaba antes de que el PP llegue al poder. El autor, con todo, echa las campanas al vuelo, o vende la piel del oso antes de haberla cazado, cuando hay que tener en cuenta que, como decía un periodista del País el lunes, la patata caliente está ya en el tejado de ETA. El comunicado llegará, como decía Aznar en sus buenos tiempos, cuando tenga que llegar. A ver quién abre ahora el melón de los presos, que hay muchos que se la cogen con papel de fumar.

    Y por cierto, hablando de todo un poco, no se pierdan este video, que es imprescindible para entender el nivel de encanallamiento que se ha alcanzado en la vida política española:

    http://www.youtube.com/watch?v=7cxqR3ujgG8&feature=share

    Magnífica la entrevista de Egiguren, qué tipo más lúcido frente al ‘pasmao’ de Patxi. Yo estoy de acuerdo con lo que dice: si los batasunos están captalizando todo esto y escenficando el adios con la conferencia internacional, es porque el Gobierno, acojonado con los ataques del PP, no ha querido mojarse ni arriesgarse.

  6. Impresionante el vídeo que ha colgado don Cicuta. Los hay cínicos, ¿eh?

  7. Uno agradece un articulo como el de hoy ,despues de leer perlas como esta: “El Gobierno y ETA tienen un proyecto para evitar que el PP pueda gobernar” dichas por el ex-ministro del interior,de los gobiernos de Aznar ,Mayor Oreja.
    No contento con el resultado del juicio del 11M,intenta ahora, con toda la vehemencia que le caracteriza,hacernos creer que las fuerzas de seguridad del estado estan a las ordenes de eta y que nuestro estado de derecho no puede evitarlo mientras esten los socialistas en el gobierno.
    No creo que sea una idea descabellada pensar que Mayor Oreja piensa lo que les he descrito,no, lo realmente descabellado y sin pies ni cabeza es que una alucinacion recurrrente de un ex-ministro de Aznar,no sea tajantemente censurada por el lider del PP ,que se supone que es Rajoyibus,su candidato a presidir el gobierno de la nacion.
    Esta situacion politica me lleva a pensar, y mas que todo a temer, una profunda purga en las fuerzas armadas y de seguridad del estado y de la fiscalia del estado…..porque sino no se entiende que esten constantemente afirmando con rotundidad que vivimos en un estado policial y de persecucion encontra del partido Popular…..incluso si se detienen a terroristas se afirma que es gracias a la eficacia de terceros.

    Uno siempre ha pensado que Ziluminatius es un hombre bueno y siempre lo ha demostrado en su quehacer politico.
    Yo mas que agradecerle por lo que ha hecho por los españoles,le agradezco su indudable determinacion politica.

    Es pronto para sentir la libertad que da la paz,pero estoy convencido que nuestro estado de derecho nos la dara.

    Ante mi doy fe.
    AC/DC
    firmado:
    Dos Neuronas para ti.

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