LBNL
Ya lo siento, volver a dar la paliza con lo de Ucrania, que queda muy lejos y parece tener mucha menos importancia que las imputaciones y fianzas desorbitadas que reparte a troche y moche esa juez impasible de Sevilla obsesionada con su cruzada particular, que el décimo aniversario del traumático atentado del 11-M y las cuitas que sigue suscitando o que la perenne indecisión de Rajoy sobre el cabeza de lista PPopular para las europeas. Es pura apariencia porque lo que está pasando y, sobre todo, lo que puede llegar a pasar, es muy gordo y puede tener consecuencias muy tangibles sobre las vidas de todos nosotros – y ninguna buena.
Da igual que España no consuma gas y petróleo rusos: una interrupción en el suministro – incluso la mera amenaza – elevarían drásticamente el precio internacional y por tanto el que pagamos por al menos una parte de lo que consumimos, aunque provenga de otros lares. Tampoco exportamos bienes de equipo a Rusia o importamos nada de importancia pero si las exportaciones de Alemania y Francia se ven afectadas, sufriremos las consecuencias indirectas, aunque sólo sea por el efecto ralentizador sobre el crecimiento de sus economías, de las que somos tan dependientes. Y por supuesto tendremos que gastar más en defensa para cubrir nuestra parte del aumento de la factura de seguridad resultante vía OTAN. Finalmente, podemos irnos olvidando de las hordas de turistas rusos que esperábamos acoger en cuanto acordáramos dejarles entrar en la Unión Europea sin visado.
Por supuesto, lo que está pasando en Crimea es muy preocupante, incluso si no nos afectara directamente al bolsillo, porque la elevación de la tensión internacional, el reemplazo de la cooperación diplomática por la confrontación y la amenaza de confrontaciones bélicas y ocupaciones de pueblos, no tienen nada de positivo para nadie. Como tampoco lo tiene la bronca en Venezuela o la amenazadora inestabilidad en Turquía. Pero en Crimea ha habido una invasión, encubierta, de un Estado sobre territorio de otro Estado, y eso es, objetivamente más grave, como lo constata la Carta de las Naciones Unidas.
Por ello, la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Japón, hicieron público un comunicado del G-7 ayer denunciando la ilegalidad del referéndum que Crimea va a celebrar el domingo que viene y los planes de rápida anexión a Rusia y advirtiendo de que la escalada diplomática traerá consecuencias. Estados Unidos ya ha adoptado sanciones y los Ministros de Exteriores de la UE se aprestan a hacer lo propio el próximo lunes. La idea es convencer a Rusia – mezclando gestiones diplomáticas y amenazas – de dar marcha atrás o, al menos, aceptar un marco diplomático multilateral para negociar una salida diplomática a la situación creada. Como de momento no ha habido ningún progreso sino todo lo contrario – las tropas rusas en Crimea están fortificando sus posiciones en la frontera con el resto de Ucrania – es muy posible que cuando se reúnan de nuevo en Bruselas los jefes de Estado y de Gobierno de la UE a finales de la semana que viene, tengan que ir más allá de lo acordado por sus Ministros el lunes. Y ahí se puede montar la de dios es cristo.
Europa importa un 25% de sus suministros energéticos desde Rusia (petróleo y gas) pero ello implica que Rusia destina a Europa un 60% de sus exportaciones de energía. Lo malo es que ese 25% incluye un 80% de las necesidades energéticas de Hungría y un 0% de las de España, es decir, es un porcentaje muy asimétrico. Por otro lado, Europa importa poca cosa más de Rusia (algunas materias primas) pero le exporta muchísimo, sobre todo Alemania y Francia. Así que cualquier cosa que se parezca a una guerra comercial implicaría sacrificios propios. En todo caso, todo lo relativo al comercio es muy complejo porque Rusia es miembro de la Organización Mundial de Comercio y es muy difícil justificar la adopción de sanciones o medidas discriminatorias contra otro miembro, salvo si media una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que no llegará dada la capacidad rusa de veto en su seno.
Tampoco está nadie pensando en ir a la guerra pero EE.UU. está desplazando navíos de guerra al Mar Negro y la OTAN está reforzando las capacidades aéreas de algunos de sus miembros, como Lituania y Polonia. Afortunadamente los ucranianos tienen claro que si meten en camisa de once varas, saldrían trasquilados, así que la posibilidad de una guerra abierta con Rusia es escasa. En cambio, la probabilidad de una guerra fría más o menos intensa y más o menos larga, es cada vez mayor.
Es muy difícil que Putin, después de meterse en el lío en el que se ha metido, vaya a aceptar retirarse de Crimea así como así. Nadie lo espera verdaderamente. En realidad lo único que se le pide es que no vaya más allá promoviendo follones en el resto del Este de Ucrania, donde también hay bolsas importantes de población de origen ruso, que mantenga el control sobre sus tropas de manera que no haya derramamiento de sangre y que acepte un mecanismo diplomático, a través de la OSCE, para gestionar la situación creada por medio de conversaciones diplomáticas.
De momento no hay nada de eso y de ahí el título de este escrito. Pinta mal. Y si los escenarios más pesimistas se materializan, también para nosotros.
Yo no creo, como dice el articulista, que las fianzas que designa la jueza Alaya sean desorbitadas, ya que no parecen tener como intención recuperar el montante robado a través de ellas sino más bien poner eco al enorme volumen de lo defraudado a lo largo de los años de abuso de un sistema creado para opacar las ayudas clientelares y los parte y reparte llevándome la mejor parte. El problema de los ERE es que el dinero sale de la caja y es cuantificable y deja ratro y pista en su movimiento, mientras que otros abusos, tanto en lo referente a dinero «creado de la nada» como incrementos especulativos de valor de terrenos, o supuetas mordidas y comisiones con presumibles recargos en costos de obras civiles, además de salpicar tambien a todo el espectro político-gestor están más en el nivel de «presuntos» que de realidades constatables y cuantificables. La jueza Alaya no va a poder abrir las carteras ya repletas, pero sí está abriendo los ojos de la ciudadanía.
Yo creo que la UE va aconsiderar a Crimea como vacuna a posibles males dispersos por toda su geografía haciendo hincapié en lo inadmisible del sistema de hechos consumados. Pienso que movida va más buscando el lado de «no hay mal que por bien no venga». Estoy con el articulista que si Ucrania es respetada en el resto de sus fronteras, Crimea se venderá como la recuperación de un bien propio cuyo desgajamiento fué artificial y en un contesto que no tiene nada que ver con la situación actual, por lo que la voluntad expresada por la mayoría rusoparlante de su población de deshacer el artificial desmembre , será respetada. …….. amos, igo yo.
Intresante artículo que trata de lo mismo.
http://elpais.com/elpais/2014/03/12/opinion/1394622061_921601.html
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De acuerdo con el articulista en que:»La idea es convencer a Rusia – mezclando gestiones diplomáticas y amenazas – de dar marcha atrás o, al menos, aceptar un marco diplomático multilateral para negociar una salida diplomática a la situación creada.» En efecto, como dice el articulista también «nadie espera verdaderamente» que Rusia se vaya de Crimea. Por tanto,lo único negociable es la frontera entre Ucranía Oeste y Crimea. Además, la devolución de bienes propiedad del gobierno Ucranio que se han quedado en Crimea. Parece ser que Crimea era de la URSS y Krushov decidió incorporarla a Ucrania – seguía estando en la URSS pero de otra forma. Esa podía ser una posible frontera. Puede haber bolsas de ucranios pro occidente en Crimea y ucranios partidarios de ser de Crimea. En vez de las horribles repatraciones de unos y otros que era la fórmula utilizada hasta mediados del siglo XX, puede haber una negociación.
Que EEUU ha desplazado barcos hacia el mar negro,no me asusta en absoluto. Obama lo hace para que Republicanos y Netanyahu no se rasguen las vestiduras, también para aumentar su poder negociador, pero menos. El articulista nos habla de los problemas de Turquía y Venezuela, olvidandose de Siria. Ahi también Rusia tiene su base naval y por eso protege a dictador sirio aunque el país haya quedado hecho una mierda por los brutales bombardeos de Assad y ya no volverá a ser un país viable por mucho tiempo. Venezuela también va a acabar en una masacre de antichavistas. Kerry ya no tiene nada que hacer en Palestina. Egipto vuelve a ser una dictadura a la que hay que apoyar. En fin hay muchos problemas, pero Ucrania es el menor de ellos, a mi parecer.
Quien mezcle gestiones diplomáticas con amenazas para convencer a los rusos es que no conoce a ninguno. Si amenazas primero, olvídate después de las gestiones diplomáticas. El que piense que una agrupación de países contra intereses rusos va a perjudicar la popularidad de Putin, es que no ha aprendido nada de la historia del siglo pasado. No hay nada mejor para un gobernante que quiera perpetuarse en el poder que gobernar un país con una amenaza, aislamiento o embargo exterior. Putín no es quien se ha metido en un lío. Quienes se han metido en un lío han sido quienes han apoyado al gobierno golpista de Kiev. Y hay menos posibilidades de que Rusia se convenza mediante amenazas a que EEUU y la UE pidan perdón por promover un golpe de Estado en Ucrania.
Cualquiera con dos dedos de frente sabe que Kiev no volverá a tener el control de Crimea ni del Donbas, y podrá darse con un canto en los dientes si tiene un pasillo al Mar Negro, cosa harto dudosa.
En España y la UE, .a burbuja rusa ha explotado; ni inmuebles, ni compra de productos europeos ni vacaciones en Europa por una buena temporada. Ya no valdría ni suprimir visados.
En cuanto a la invasión de Crimea, al menos hay que agradecer a Moscú que no bombardeara Lvov o Kiev para llevarla a cabo. Es la única invasión que conozco sin ninguna víctima, aunque está claro que en el resto de Ucrania la escalada del conflicto cobrará muchas víctimas.
Se cumplen pronto 15 años de la ignominiosa invasión de Kosovo por parte de la OTAN con el objetivo único de instalar una base militar estadounidense. También entonces estaba vigente la carta de Naciones Unidas. Un Estado reconocido internacionalmente tras los acuerdos de Dayton, Serbia y Montenegro fue bombardeado; ciudades grandes y pequeñas, como Subotica, en la frontera con Hungría (lo más alejado de Kosovo posible), puentes, fábricas… La razón que se esgrimió: los serbios estarían cometiendo un genocidio contra los albaneses. Posteriormente forenses españoles y Naciones Unidas dijeron que de genocidio, nada. Parece ser que murieron más civiles por bombardeos equivocados de la OTAN que a manos de Serbios. Mientras se producían estos humanitarios bombardeos para apoyar la democrática UCK, este “ejército de liberación” mataba a prisioneros serbios para extraerles los órganos. Esto último también ha sido probado por investigaciones independientes fuera de toda duda. Pero esas menudencias, así como la ausencia de genocidio, ya no eran noticia. La base estadounidense ya estaba establecida, que era lo importante. Y los humanitarios miembros del UCK, a quienes apoyaba nuestra aviación mientras extraían órganos, pudieron venir después a España a desmantelar las naves industriales mediante butrones.
300.000 serbios huyeron de sus hogares tras el bombardeo de Serbia y Montenegro por parte de la OTAN.
La credibilidad de los argumentos de Rusia frente a su población es del 90%. La credibilidad de EEUU y la UE frente a su población en este contencioso no será superior al 50%.
Los gobernantes y los analistas occidentales cada vez están más alejados de la realidad y de de los intereses y sentimientos de su propia población. Pinta fatal.
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