La del 23-F, la amnistía de la que había que sentirse orgullosos

Senyor G

Esta semana pasada jugó la selección Española (masculina de fútbol*) contra Chipre. Aprovecharon para rememorar que una derrota contra la misma selección (*) produjo el despido de Javier Clemente como seleccionador nacional (*), y que eso fue hace 25 años. ¡25 años! No hubiese dicho que hacía tanto tiempo. Eso fue en 1998, y a mí casi me parecía que fue ayer. Así las cosas, no son como las recordamos, y nos hemos quedado hasta cierto punto congelados en nuestra juventud, en mi caso a finales del siglo XX, soy de 1975, justo el año que murió Franco, no llegó al par de meses, pero puedo decir que mientras él vivió yo no hablé ni pude votar ni opinar, sólo llorar como queja.

En cualquier caso llegué a la edad adulta, aunque joven con una estructura (o relato hilvanado) de la historia de España (y occidental o mundial) determinado. Es curioso cómo ha ido cambiando la percepción de nuestra propia historia en algunos temas de los últimos tres siglos, pero debo centrarme en el hilo al que quería ir. En esos últimos años del siglo XX aún se hablaba de la transición y del Rey (ahora emérito) de una determinada manera. Aunque algunos tuvieron y tienen sentido, también se hicieron lugares comunes algunos aspectos que sí han llegado a nuestros días y que con dos minutos de reflexión mínimamente crítica no aguantarían mucho. Fue la época de la serie de La Transición en RTVE de Victoria Prego, de suplementos y libros de El País y otros.

Creía haber leído en ese paquete multiformato y plural una tesis del tipo que después del golpe de estado del 23 de febrero se decidió ser quirúrgico en la busca de responsabilidades del golpe, no ir a por todos los responsables. Así que seguiremos con la duda de la implicación real en el mismo o en qué medida. Además estaba seguro de haber leído en un libro de El País un artículo de Victoria Prego dónde decía que el golpe tenía tres objetivos, y que después del golpe se fue hacia la consecución desde las instituciones de dos de esos objetivos. Uno de ellos, la paralización o reorientación del proceso autonómico, contra los dos sospechosos habituales mediante la LOAPA.

Equivocado pero no tanto.

Mi amiga Miguel (apellido) me ha dejado el libro de El País que me dejó entonces, “MEMORIA DE LA TRANSICIÓN. Del asesinato de Carrero a la integración en Europa.”, y no es como yo creía recordar; y no es un libro de Victoria Prego y no existe ese artículo. Así que ni Clemente hace poco que fue despedido como seleccionador (*) ni parece que Victoria Prego escribió eso que yo decía del juicio quirúrgico ni el 2 de 3 de sus objetivos. No es la primera vez que constato que me pasa. Y la serie de RTVE “La transición” acaba con las primeras elecciones.

Aun así podemos encontrar en el mismo El País de 2011, siendo yo ya padre, esta columna de recientemente fallecido Bonifacio de la Cuadra, La trama civil del 23-F | Opinión | EL PAÍS, dónde se puede leer:

[…] aquel episodio se saldó con generosidad penal para los centenares de militares implicados -Antonio Tejero cumplió el máximo castigo, 15 años de privación de libertad, mientras la inmensa mayoría de guardias civiles a sus órdenes no pisaron la cárcel- y con total impunidad para la trama civil, a excepción del ultraderechista Juan García Carrés, condenado a dos años de prisión….

Las iniciales investigaciones sobre los golpistas civiles, cómplices o instigadores del 23-F, quedaron en nada, porque el Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo se dio por conforme con sentar en el banquillo a las cabezas visibles de la asonada.[…]”.

Léanlo además por lo que explica sobre su labor periodística a la hora de denunciar la trama civil y cómo funcionan estas cosas de las leyes y los juicios. Que sí, que todos somos inocentes hasta que se demuestra lo contrario, pero te puede tener diez años con el tema abierto; hay temas que acepta el juez rápidamente y otros que nanay.

En otro recopilatorio periodístico, en este caso de El Periódico de 1985 “Diez años sin Franco. DESATADO  y bien desatado” se puede leer sobre los días posteriores al golpe. Cuando Calvo-Sotelo nombra su nuevo gobierno, Manuel Fraga, el presidente fundador de AP-PP, se entrevista con el capitán general de Canarias en Tenerife y aboga por destituir a la cadena de mando que había parado el golpe y que en esos momentos quería sancionar “a los oficiales que habían logrado que el mismísimo día de la Constitución, 6 de diciembre, los diarios publicaran lo que se llamó el manifiesto de los cien, un documento de apoyo a los golpistas y crítica con la prensa”. La sanción fue mucho menor que la condena recibida medio mes antes de siete años por el periodista Xavier Vinader por haber dado nombres de la extrema derecha vasca en Interviú.

Hemos mejorado, pero no sé si las asociaciones profesionales de jueces, abogados y otros liberales dijeron algo en su momento de todo esto. Y si el sector militar era o no un poder, supongo que no, porque no lo dijo Montesquieu.

Ni tampoco dirían nada de lo que luego sigue en el mismo libro sobre el juicio:

En cuanto a la intoxicación informativa fue fomentada desde el verano de 1982 tanto por los golpistas procesados como por la denominada trama civil del 23-F, que nunca fue desarticulada.”

La trama civil del 23-F nunca fue desarticulada. La trama civil del 23-F intoxicaba informativamente. Lo tenemos claro, o por lo menos nos hacemos una idea.

Dejo lo de la LOAPA como hija del golpe de estado que parece tener claro el Jordi Pujol de 2009 cuando decía en una entrevista en El País:

¿El 23-F se hizo por y contra Cataluña?

No sólo, pero también por Cataluña y contra Cataluña, y contra un sistema autonómico que realmente fuese un sistema de autogobierno. La Loapa es hija del 23-F. Aunque ya se insinuaba antes.

Y vuelvo a la MEMORIA DE LA TRANSICIÓN (1996) donde Nativel Preciado entrevistó a Alberto Oliart, entre otras muchas cosas, ministro de Defensa del gobierno de Calvo-Sotelo, es decir justo después del golpe, entrevista en la que confirma que se limitaron las responsabilidades.

P. ¿Fue muy duro afrontar el juicio militar?

R. Tuvo un gran instructor, el general García Escudero, que fue capaz de poner en claro casi todo, menos las acusaciones que Tejero hizo a Cortina. Por lo visto, Tejero tenía una memoria prodigiosa a la hora de describir detalles de los encuentros con pelos y señales. Cortina es el único que fue absuelto, al no haber contra él pruebas concluyentes. Voy a contar algo por primera vez: el general García Escudero vino a verme en pleno juicio para decirme: «Ministro, si aplico el Código Militar a rajatabla tengo que procesar a todos los oficiales y suboficiales de la División Acorazada y del Maestrazgo». Eso suponía varios miles, 4.000 como mínimo, así que le dije que procediera sólo contra los jefes.

Eso es una amnistía, creo yo, si quieren con conciencia de pensamiento político y estratégico, pero no va a por todos con todo el peso de la ley como él mismo reconoce. La entrevista es de 1996, no sé si en ese momento a todas esas asociaciones legales y entes judiciales dijeron algo. Claro, igual no es una amnistía porque no se hizo una ley y a las claras, sino que dieron instrucciones y hasta 23 años después no dijo nada.

La entrevista por cierto sigue justo luego comentando que el embajador de EEUU en España, “míster Todman, me dio más de un dolor de cabeza, al crear el equívoco de que apoyaba a los golpistas; tuve que llamarle la atención de forma enérgica un par de veces. Le sustituyeron cuando entramos en la OTAN”.

Fin de la cita, pero debía mentir porque no me imagino a un embajador de los EEUU haciendo esas cosas, y de ahí podemos acabar pensando que lo de los 4.000 militares amnistiados también se lo inventaba. Estoy bromeando, por lo visto los EEUU no le habían perdonado a Suarez los abrazos a Fidel Casto y Arafat.

Creo que podemos constatar que, por ejemplo, en el caso del 23-F no se fue ni a por todos los responsables. Sólo altos jefes militares y sólo una persona de la trama civil. Discutan sobre si eso fue amnistía o tiraron p’alante. No entro a comentar si podemos considerar que Feijoó ha amnistiado su sede de Génova contra el criterio de venta de su antecesor, si M Punto Rajoy ha sido amnistiado, si los viajes de los Pujol Ferrusola a Andorra estaban amnistiados hasta que se les acabó el amor institucional, si el Rey emérito ha sido amnistiado o su destierro es suficiente castigo…

Ojo, lo que es castigo lo es para todos, y recordemos que si la amnistía 2023 llega a buen puerto en sus objetivos, aunque siempre será una anomalía como lo son los indultos, habrá muchos dirigentes del procés juzgados y con condenas efectivas. No es verdad que se habrán ido de rositas, como no es verdad que no se han hecho amnistías con la constitución vigente, ni de que la ley o la justicia se aplique igual para todos.

Y nos dejamos cómo deberes volver a ver la serie de La Transición con el Senyoret_U y releer el libro que me ha vuelto a dejar mi amiga.

Un comentario en «La del 23-F, la amnistía de la que había que sentirse orgullosos»

  1. Magnifico artículo que nos pone en perspectiva diversas cuestiones de nuestro pasado.

    Sí que cabe reseñar que la exculpación de suboficiales y demás se encuentra estrechamente relacionada con el pacto del capó del 24F, que facilitó la salida del hemiciclo de los Diputados retenidos. Hay una interesante minihistoria ahí….

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