La delgada línea roja

Barañain 

Si por algo se ha percibido la profundidad del cambio político acaecido en Euskadi, es por la voluntad que se está demostrando en la lucha contra el terrorismo, política  que incluye, y eso es toda una novedad en la trayectoria de las instituciones vascas, la deslegitimación social del mismo.

 Una muestra de esa voluntad de deslegitimar al terrorismo es el empeño en combatir la apología  de ETA que con impunidad ha venido siendo habitual en amplias zonas de Euskadi. Y, al hacerlo, preservar la memoria de sus víctimas. Porque cada homenaje a un etarra encarcelado es sentido por las víctimas y sus familiares como si se les agrediera de nuevo.

 En estos últimos meses se ha convertido en algo habitual la imagen de ertzainas retirando imágenes de etarras o pancartas ensalzadoras de la organización terrorista de edificios públicos o, incluso, de los tugurios en los que abreva la izquierda abertzale.  Y esta actitud ha calado tanto entre la ciudadanía como en otras instituciones pese a algunos recelos iniciales. Esta misma semana se ha alcanzado un acuerdo entre la Consejería de Interior y la Asociación de Ayuntamientos Vascos para “eliminar de las calles vascas cualquier simbología alusiva a ETA”. Y ello incluye también evitar que las fiestas patronales sean el pretexto para la exhibición en las casetas o choznas (que aquí dicen “Txosnak”) de toda la iconografía habitual del entramado etarra. 

Lo había advertido ya el aún candidato Patxi López, poco antes de las elecciones. Lo hizo precisamente en un acto de homenaje al edil de Mondragón, Isaías Carrasco, asesinado por ETA un año atrás: “Son menos que nunca pero se puede y se va a hacer más. Si yo presido el próximo Gobierno vasco no vamos a permitir ni un solo espacio público para la impunidad y para la apología, ni del terrorismo ni de los terroristas”. 

Luchar contra los violentos respetando las reglas del Estado de Derecho es una exigencia en la que están comprometidas todas las fuerzas democráticas. No siempre es fácil. En el caso vasco, la mayor dificultad no es el combate policial y judicial contra la organización terrorista sino el desmontar todo el entramado civil de legitimación y de reproducción de la violencia que se sostiene en una no despreciable bolsa de apoyo ciudadano. Y hacerlo garantizando el ejercicio de sus derechos civiles. La legislación antiterrorista y la de partidos políticos son instrumentos jurídicos que han suscitado siempre recelos en ese sentido. Entre la lucha sin ingenuidad contra el terrorismo (y contra sus bases civiles) y el pleno respeto a los derechos democráticos de todos (incluidos los de quienes integran esas bases civiles) existe una línea roja que no puede traspasarse si no se quiere poner en cuestión la autoridad moral del Estado. Y es una línea muy fina, es fácil pisarla aún sin querer. 

Ha sido Mondragón, precisamente, el escenario en el que se han puesto de manifiesto algunos problemas o  riesgos que entraña esta política del departamento vasco de Interior que dirige el consejero Rodolfo Ares.  Les recuerdo el episodio: la asociación de familiares de presos etarras  “Etxerat” había convocado, en ese feudo nacionalista de Guipúzcoa, cuatro actos públicos para los últimos días de septiembre. Se trata  de actos para reivindicar el acercamiento de los presos a su casa en los que la iconografía esencial la constituyen los cientos de fotografías de los presos a gran tamaño portadas por sus familiares y amigos. 

Como el Departamento de Interior del Gobierno Vasco  no autorizó la exhibición de tales fotografías por considerarla enaltecimiento del terrorismo y humillante para las víctimas (los actos se autorizaban si se evitaba tal exposición), sus organizadores acudieron al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, el cual les dio la razón. En su resolución,  la Sala de lo Contenciosos Administrativo del TSJPV exponía que Interior debería haber prohibido estas celebraciones si tenía la sospecha de que en ellas se puede llegar a enaltecer el terrorismo o producir alteraciones del orden público. Al no haberlo hecho, el tribunal no veía razón constitucional para que se pueda impedir una exhibición de fotografías.

Mientras algunos nacionalistas respiraron aliviados porque les venía pareciendo excesivo y contraproducente el “acoso” al que, a su juicio,  Interior sometía a la izquierda abertzale, tanto el consejero Ares como el ministro Rubalcaba exteriorizaban su enojo manifiesto. Las asociaciones de víctimas del terrorismo -que se estaban sintiendo moralmente compensadas por las demostrada voluntad del gobierno vasco de acabar con las muestras de apoyo a los etarras-,  mostraban también su decepción. 

No duró mucho el malestar: apenas unos días después, la Audiencia Nacional no sólo avalaba el criterio de Interior sobre la exhibición de imágenes de los presos de ETA sino que, yendo un paso más allá, prohibía todos esos actos convocados en Mondragón. Según el juez Eloy Velasco tales actos conforman una manifestación clara y objetiva de ensalzar a los terroristas dentro de una estrategia de apoyo a las actividades delictivas de ETA. El lema de estos actos – “¡Los queremos en casa!”– pone de relieve que están dirigidos a militantes de ETA que están presos y que  no responden al ejercicio de la libertad de reunión o de expresión. 

Ha habido voces críticas respecto a esta decisión y no sólo en el campo nacionalista. Voces que defienden la “plena licitud de la exhibición de fotos de presos de ETA en manifestaciones convocadas para exigir su reagrupamiento en cárceles próximas” incluso si no se comparte tal exigencia y se apoya con convicción la política de dispersión de esos presos. Aunque repugne la doble moral de quienes, insensibles ante los crímenes, reclaman lo que ellos llaman “trato humanitario” para sus amigos, el que esos  nunca dieron ni darían a sus víctimas.

 Puede criticarse con razón  la candidez mostrada por el Tribunal Superior del País Vasco, el que autorizó esas concentraciones con exhibición de fotos de presos, al no identificar correctamente cual era el desafío planteado al Estado por las convocatorias de Mondragón.  La cuestión no sería si hay o no riesgo de alteración del orden público en esas convocatorias. Lo que “es indudable que la liturgia semanal (las manifestaciones de familiares de presos) forma parte del ritual ideado para preservar la cohesión movilizada de un núcleo irreductible en torno a ETA”. Como explicaba Kepa Aulestia ( Efecto Mondragón ), se trata de un mensaje esencial y sostenido en el tiempo  cuyo  sentido  último es el de “exonerar pública y semanalmente a los activistas condenados por crímenes terroristas”.

 Pero tal convicción puede no ser suficiente para invalidar el ejercicio de un derecho fundamental, el de libre expresión de los familiares y simpatizantes de los encarcelados que critican con desvergüenza la política penitenciaria y exigen el fin de la dispersión. O, incluso, de la amnistía. Porque se considera que debe prevalecer su derecho a reclamar tal cosa. Y que el Estado no puede privar de sus derechos ni siquiera a  quienes los niegan a otros.

 Escribía J. M. Ruiz Soroa, comentarista habitual de El Correo (Nos estamos pasando varios pueblos): “Es evidente que a las víctimas les puede molestar la exhibición de esas fotos, que les puede herir en su recuerdo y sensibilidad. A mí también me molesta y hiere, lo reconozco. Pero ni mis sentimientos ni los de las víctimas son los prioritarios para definir el alcance de los derechos fundamentales de las personas, y así debe ser. Los derechos fundamentales protegen siempre al más débil, son derechos contra la mayoría, aunque eso nos haga torcer el gesto a los que formamos ahora esa mayoría”.

 Y  criticaba más aún el “deplorable ejercicio de autoritarismo y simplismo” del Juez de la Audiencia Nacional que  prohibió no ya la exhibición de fotos sino incluso el acto reivindicativo mismo con esa falta de rigor y de argumentación que viene advirtiéndose en  no pocas de las actuaciones de los jueces de la Audiencia Nacional que, decía, “ han sustituido el Derecho por su libre voluntad acerca de lo justo e injusto”.

 Pero lo más importante,  lo que subyace tras estas críticas, es el temor de que estas actuaciones  de la Consejería de Interior o de la Audiencia Nacional (“exhibiciones de poder ciego”) puedan mermar  la autoridad moral de una política que, en sí misma, se ve muy acertada. Convendría no pisar demasiado la delgada línea roja.

19 comentarios en “La delgada línea roja

  1. Completamente de acuerdo con el articulista en que hay que tener mucho cuidado, en el fondo y en la forma, a la hora de limitar derechos fundamentales, de cualquiera. Cierto. Desde un punto de vista jurídico-cívico, tal posición es inapelable.
    Ahora bien, cuando uno lee los documentos de ETAsuna y ve como precisamente la exclusión de las instituciones, la ilegalización de su entramado social, el arrinconamiento generalizado de todo su mundo, les está haciendo tanto daño, a mí al menos se me pasan las dudas y abrazo con entusiasmo lo que, quizás jurídicamente no es completamente correcto y desde luego no es éticamente bello, pero es eficaz a la par que correcto moralmente.
    Sería mucho mejor que las manifas de familiares con retratos que tradicionalmente han constituido parte del paisaje vasco hubieran desaparecido por sí solas, por mor de la desafección de la banda y sus cada vez más caóticos bandazos. O simplemente que la rebeldía del resto de la sociedad les hubiera obligado a desfilar por parajes perífericos para evitar los gritos, insultos y lanzamientos de huevos de la mayoría social que les exigiera que dejaran de servir de coartada a los asesinos.
    Lo malo es que no ocurre, unos dicen que porque los vascos nacionalistas pacíficos son cómplices, otros porque los vascos en general tienen la sangre de horchata, otros más porque los vascos decentes son cobardes… en fin, vaya usted a saber pero el caso es que no ocurre. El caso es que cuando unos falangistas quieren manifestarse por Bilbao, les tiene que proteger la policía mientras que cuando son batasunos, todos a los que nos dan ascos miramos con cara de asco o miran para otro lado.
    En fin, no es bonito, no es jurídicamente correcto pero sí lo es moralmente y además es eficaz. Así que por mí, adelante con el arrinconamiento de todos esos akelarres que, además y hasta que se pruebe lo contrario, en parte son producto del chantaje de ese inframundo a los familiares de presos, que se quedan fuera del viaje en autobús gratis hasta la prisión si no salen en procesión cuando lo ordena el alto mando.

  2. Gracias Barañain por el artículo. Parece que todos los actos tienen que ver con los que sistemáticvamente promueven los amigos de zumosol, y no estaria de más hacer un pequeño esfuerzo por desbrozar un poco. Por ejemplo, recientemente se ha prohibido un acto de homenaje a Txiki Paredes Manot, uno de los últimos fusilados por el franquismo en 27 de Septiembre de 1975, en el cementerio de Zarautz, acto protagonizado por su familia y encabezado por su madre que, a mi juicio, nunca debió prohibirse, a pesar de la pretendida utilización de todos estos actos de recuerdo por parte de los nazis con txapela. Se trata de actos íntimos que no apologetan nada.

    Respecto de los falangistas y facios varios, protegidos o no, me asalta siempre una duda: ¿No debería la Ley de Partidos, cuyo mayor defecto es, a mi juicio, que se trata de una ley ad hoc, reforzarse y reforzar nuestro sistema constitucional poniendo en duda la legalidad y legitimidad de otros partidos cuyos fines resultan antagónicos con nuestro Estado Democrático?.

  3. Holaaa!!

    La delgada linea roja… Una pregunta, ¿por qué las fotos de los terroristas-asesinos más buscados siempre han estado sólo en las comisarías y aeropuertos y demás, y no por todas partes de España, empezando por todas partes del Pais Vasco? ¿hay una ley que lo impide?

    Saludos!

  4. Cualquiera que haya tenido o tenga un familiar preso sabe perfectamente para qué sirve y cuál es el principal cometido de esas organizaciones de ayuda a los presos etarras. No es otro que el control de los propios presos. ETA no se puede permitir una rebelión en un colectivo tan emblemático: dinamitaría su retaguardia. De ahí que, en la misma medida que las autoridades de Interior posibilitan mejoras a quienes se arrepienten o colaboran con la policía, esos colectivos, controlados por ETA, intenten que no se produzca ninguna indisciplina. Un control que llega a ser auténtico chantaje a familiares y amigos de los presos, que impone abogados y que hace la vida imposible en las cárceles a quien discute la línea oficial.

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    Todas esas manifestaciones a favor de los presos forman parte de la coherencia del discurso etarra: no son terroristas sino presos políticos, puesto que la lucha armada es la defensa de un pueblo ante un invasor: España. El famoso conflicto. Así de simple. A partir de ahí todo la escenografía el guión conocido. Nada de ello quita que existan madres y padres que sientan dolor por el hijo preso. Nada diferente al dolor que siente la madre del violador, por ejemplo. La vida es muy jodida, pero mucho más para las víctimas, habría que añadir.

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    Dicho lo cual creo que el TSJPV tiene razón: lo que hay que hacer es prohibir esos actos. Es decir, justo lo que ha hecho la Audiencia Nacional. Ni creo que se deba autorizar una manifestación de fascistas, ni de homófobos, ni de xenófobos…ni de exaltación de presos etarras, tengan la careta que tengan. No es un problema moral, sino legal. Es la ley la que nos permite defendernos de estas alimañas.

    Nota: Es curioso la capacidad de nuestro amigo Barañain para ver las líneas rojas que marcan nuestro estado de derecho cuando se trata de prohibir la publicidad de fotos de unos condenados por terrorismo y su incapacidad para adivinarlas cuando Israel bombardea Gaza, matando a numerosos inocentes. Confieso que esta bipolaridad me tiene intrigado.

  5. Gracias, Barañain, por su exquisito artículo.

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    Yo tampoco lo entiendo, Polonio. Ya lo dije aquí. Quien se la coge con papel de fumar en un contexto, explica/disculpa/comprende/justifica auténticas hecatombes -crímenes de guerra, posiblemente crímenes contra la humanidad- en otro.

    Abrazos para todos.

  6. Los reproches hacia la objetividad de Barañain en Polonio y Teoura son debidas a «su guerra interna».Nada que no sepamos.
    Tambien dirian lo mismo sobre Ignacio Sanchez-Cuenca cuando justificaba el valor de la negociacion politica para acabar con el terrorismo de eta.

  7. Por supuesto que el artículo es exquisito, y todo demócrata que se precie comparte la mayor. Siempre lo hemos dicho, por activa y por pasiva, que la diferencia entre el mundo de los violentos y el de los que dicen estar comprometidos con el Estado de Derecho es el respeto por éstos de todo el sistema de garantías que le caracteriza, aunque nos llegue a doler o nos llegue a percibir cierta sensación de impunidad. Hemos tenido ocasiones en estos años, sobre todo durante el periodo conocido como «proceso de paz», de presenciar demasiadas invitaciones a legisladores, jueces y fiscales para que tomaran decisiones «ad hoc» (recuerden el famoso caso «De Juana») rayanas en la excepcionalidad, cuando no en la arbitrariedad, impropias de un Estado de Derecho.

    Yo tampoco entiendo el escrupuloso respeto de Barañain en este supuesto mientras justifica los pisotones de lineas de todos los colores en OM, pero bueno. Ya puestos, menos aún entiendo que lo haga el tal Ruiz Soroa: pero si este pollo pedía el voto para Unión Progreso y Pan con Queso y bramaba cuando lo del ya citado killer De Juana, haciendo omisión de que la condena del hideputa lo era por amenazas terroristas y que las condenas por delitos sangrientos ya habían culminado (gracias, entre otras cosas, a los beneficios penitenciarios ansáricos, mirusté). Debe ser otro a los que han prohibido entrar al blog o algo de eso.

  8. Parece que Barañain es también un provocador, mucho más sutil y elegante que yo, he de reconocerlo, pero provocador al fin y al cabo.

    Tan pronto nos defiende la guerra preventiva, los castigos colectivos, los asesinatos selectivos y las expulsiones/deportaciones de palestinos por las necesidades de seguridad de Israel, como duda de la licitud de las prohibiciones judiciales de los homenajes públicos a los presos etarras.

    Quiero pensar que lo que dice no es más que un ejercicio dialéctico y que a base de tensar y retorcer los argumentos lo único que busca es crear desasosiego y polémica.

    Mejor eso que imaginar que en el fondode su alma albergue un rescoldo sabiniano que le lleve a pensar que lo que vale para unos cuantos moros terroristas no puede aplicarse a la raza euskaldún, que por muy asesinos que sean, al fin y al cabo son de la misma sangre, y al final eso es lo único que cuenta.

    Evidentemente que se puede y se debe prohibir una acto de homenaje a los asesinos etarras, y no sólo proque sea efectivo y evite muertes. Al contrario de HS2S3 y Salaberría (cómo no) pienso que no hay nada más ético y democrático que impedir la puesta en escena de la parafernalia totalitaria personificada en el homenaje público a terroristas convictos.

    En cuanto al inefable ISC y todos los defensores del llamado «proceso de paz»: El valor de la negociación política para acabar con el terrorismo etarra es el mismo que el valor del consentimiento para acabar con todas las violaciones.

  9. Ay, ayayay …. A ver si dejas de manipular: yo no pienso con grandilocuentes palabros como tú que lo más ético y democrático es «impedir la parafernalia» de homenaje a terroristas. Lo más escrupulosamente ético y democrático es el cumplimiento estricto de la legalidad. Y punto. Y a veces, cosas de la vida, ello supone la salvaguarda garantista de derechos incluso de alguno que pulula por ese entorno. Existe un límite, una «línea roja», que cuando se sobrepasa, aun con la excusa de luchar contra el terrorismo y de salvaguardar la democracia, acaba cargándosela. Desde 2001, con la excusa de la protección de las libertades del mundo occidental frente al terrorismo global, hemos tenido ejemplos variados de como se puede derivar a otra línea distintiva, la del Estado policial y parafascista. Pero sutilezas voy a contarle sobre el Estado de Derecho a un tío cuya mini-secta practica el totalitarismo estalinista en su más genuinas expresiones (os falta el «gulag», que todo se andará).

    Lo de ISC, no inefable, sino persona a la que tú jamás llegarás ni a la altura de la pantorrilla, y lo de los defensores del proceso de paz, en tu comparativa, vuelve a ser una más de tus indignidades. Ahora comprendo como ninguno de vosotros apareciera a confortar con su presencia a ninguna víctima del terrorismo desde que fracaso ese proceso (con gran júbilo, intuyo, de esta pandilla de tarados).

  10. Lastima Jergon…ibas muy bien…hasta que sentenciaste tu comentario.

    ¡Menos mal que España no tienen bomba atomica!.

    Rosa Hype estoy seguro que apretaria el botón rojo con su dedo acusador.

  11. Como no voy a sentir nostalgia…..mis primeros mareos los tuve yendo ,a Formentera ,con “La Joven Dolores”….jeje.

    Maspillao… no te puedo decir con toda seguridad si sigue surcando la mar.

  12. No pudo ser lo del sueño olímpico de Madrid. Se veía venir, aunque la temprana eliminación de Chicago y la presentación de la candidatura alimentaron la ilusión durante horas. Lo siento por todas las personas que han derrochado trabajo, pasión e ilusión. Y mi enhorabuena a Río: Mundial de fútbol en 2014, Olimpiadas dos años después y economía mundial emergente. Espero que les sea provechoso.

    La duda: ¿Le buscarán las cosquillas políticamente a Gallardón desde el PP? ¿O tendrá arrestos el tío para intentar Madrid 202? Se admiten puestas.

  13. Fé de erratas: se admiten «apuestas», claro está.

    Amistad: a la pobrecita «Joven Dolores» se la llevaron al desguace, a Denia, hace tres o cuatro años, creo recordar, pese a la protesta de algunos colectivos de defensa de la cultura y el patrimonio y a recogidas de firmas. Ahora hay modernos barcos y catamaranes que hacen cómodo, rápido y seguro el trayecto, pero menos romántico.

    Por cierto, hasta ayer por ahí tenías rondando a Trigo Limpio. Volvió anoche a Andalucía.

  14. Supongo que quienes honestamente han luchado por la candidatura de Madrid estarán desolados. Lo siento por ellos. Pero si algo se merece Madrid es que la dejen tranquila una temporada de obras y saraos y quienes vivimos en ella podamos disfrutarla de una puñetera vez con alguna tranquilidad. Gallardón con los Juegos en la mano hubiera sido un peligro, para exiliarse a Río. De ahí que algunos nos alegremos muchísimo que los juegos hayan puesto un océano por medio con Madrid. Otra vez será.

    Espectacular el fracaso de Obama. Casi tanto como el de los llamados *especialistas* en sus pronósticos.

    ::

  15. No he podido entrar hasta ahora y ya no son horas de discutir.

    Algún comentario:

    4,5,7

    Evidentemente, yo no aprecio contradicción entre defender los derechos humanos aquí y por ello mismo defender al Estado de Israel, el único en aquella zona del mundo que sabe de qué va tal cosa.

    8
    ¿»rescoldo sabiniano»? No, de eso nada. ¿»provocación»? ¿Por qué? ¿Dónde ve la provocación? Yo es que no acabo de ver porqué no puedo desfilar con la foto de quien me de la gana. Y creo, como Ruiz Soroa (ignoraba que hubeira pedido el voto para UPyD pero si lo dice el experto en el tema lo creo) que «los derechos fundamentales protegen siempre al más débil, son derechos contra la mayoría, aunque eso nos haga torcer el gesto a los que formamos ahora esa mayoría».

    Gracias a todos. Y felicidades a Río (era mi apuesta, o sea que me alegro).

  16. Para el interesado: si quiere saber algo sobre matices sabinianos, mejor preguntar a su jefa. Convivio gozosamente con los nacionalistas durante años, más de los que el odiado ZP lleva en la Presidencia patria. Seguro sabe más que Barañain.

    Sobre los derechos humanos y tal: claro que Israel es el único Estado de Derecho en la zona geográfica de referencia. De ello me enorgullezco como español (precisamente por ser español estoy orgulloso del legado judío-sefardí que tenemos, nunca lo justamente ponderado y valorado en lo que vale). Por eso (repito por enésima vez) me duelen algunas de sus «desviaciones» belicas y sus pasadas. Serían propias en el centrifugador de turno, no en el moderno Israel. Y reitero, con relación a la deriva agresiva de Irán: entiendo la racional preocupación de Israel ante la amenaza de toda esa pandilla de locos con burka que tienen por vecinos. Espero que la Comunidad Internacional esté a la altura.

    Tema olímpico: pedazo de escaparate para un país que poco a poco va saliendo del subdesarrollo. Espero sinceramente que la nominación redunde en beneficio del proyecto político de dignificación del gran Lula. De corazón.

    Posdatilla: pequeña muestra de nuestras raices ESPAÑOLAS menospreciadas por el integrismo. Me emociona y divierte, y mi pequeño casi se la sabe de memoria.

    http://www.youtube.com/watch?v=plq62KWBg2Y

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