La subida de impuestos que viene

José D. Roselló

Al gobierno que salga de las urnas el próximo día 20 de noviembre, previsiblemente popular, le va a tener que tocar enfrentarse con una situación, de nuevo, de las de entre la espada y la pared.

El año 2011 va cerrarse con grave riesgo de entrada en recesión, los indicadores adelantados preven caídas del crecimiento bastante severas en los principales países de la Zona Euro,  y, en consecuencia, caída de los ingresos fiscales. La esperada evolución al alza que se preveía a principios de este año no va a producirse y en cambio se auguran más tensiones  en  el aumento del gasto por unos mercados de trabajo y una actividad económica renqueante a corto plazo.

Esta coyuntura se ve enmarcada en la conocida situación de inestabilidad en los mercados de deuda pública que ya ha obligado a los países que se encuentran, usando la terminología pokerística, “bajo el cañón”, a tomar medidas que dotaran de credibilidad a su compromiso con la reducción de los déficit. Hasta ahora estos compromisos se han materializado fundamentalmente a través de recortes de gasto -y de otras medidas de acompañamiento de tipo institucional-, que han agotado en gran medida el margen de maniobra por este camino.

 A esto se añade la complicada situación de las administraciones autonómicas y locales, muchas de ellas en severos problemas para cumplir los compromisos a los que les obliga la Ley de Estabilidad presupuestaria.

 Si el crecimiento económico no va a venir en ayuda de los balances de las administraciones, y, como parece ser, el salirse de las sendas de ajuste de los déficit es algo que no puede plantearse por temor a las consecuencias que pueda tener sobre la credibilidad de los compromisos adoptados hasta ahora, solo queda una salida. En una nueva vuelta de tuerca al enfoque adoptado por los gobiernos europeos -erróneo o no, parece ya que ni se discute- la única solución practicable es aumentar la recaudación fiscal por la vía normativa, esto es, sentarse y subir los impuestos.

 El hecho es que es plenamente legítimo, y sigue siendo muy útil, plantearse reformas en este sentido en el sistema fiscal español.

 Nuestro país tiene una presión fiscal comparativamente baja respecto tanto de la OCDE como de la Zona Euro, moviéndose los ingresos fiscales en la actualidad en torno a un 30% del PIB.

 Asimismo, la composición de estos ingresos se ha caracterizado por un peso muy inferior de los impuestos ligados al consumo (IVA y especiales) y muy superior de las cotizaciones sociales. Esta situación siempre ha sido un elemento a tener en cuenta a la hora de plantearse las razones de dos desequilibrios típicos de la economía nacional, la sobrerreacción de los precios en España cada vez que aumenta la factura del petróleo, debido a lo relativamente bajo que es el impuesto sobre hidrocarburos y, por otro lado, la comparativamente levada tasa de paro, que iría en relación con los también comparativamente altos pagos a la seguridad social. No es la primera vez que se habla de poder derivar una reducción en estos a costa de un aumento en la tributación indirecta.

 La lástima es que, en lugar de afrontar esta reforma de manera sosegada y en un contexto integral, donde se aparejasen el dónde y el cómo asignar el plus de recursos obtenidos, esto vaya a verse encuadrado en una medida dictada por la urgencia del mañana por la tarde, en lugar del sosiego de qué se quiere ser de mayor y a qué modelo de desarrollo queremos servir. De esta manera nos vemos abocados a una bastante posible solución de aliño, adoptada casi con culpabilidad y de manera algo vergonzante, al sabor de la última reforma constitucional de urgencia, cuando qué distinto hubiese sido de haberse llevado a cabo en un ambiente calmado, involucrando a unas administraciones territoriales que hubieran hecho gala, para variar, de una saludable dosis de lealtad institucional y cuyo resultado fuera un modelo acordado, perdurable y transversal.

 No deja de ser irónico que la longitud y la profundidad de la crisis haya obligado al gobierno socialista a tomar medidas que pueden calificarse como pertenecientes al acervo de la derecha a la vez que, casi con toda seguridad, va a obligar al más que hipotéticamente futuro gobierno popular, a entrar en la oficina con uno de los puntales de la política económica completamente a contraestilo del más tradicional ideario  liberal conservador. Cosas que pasan.

14 comentarios en “La subida de impuestos que viene

  1. Ay, miedo me da lo que pueda hacer el PP con los impuestos. He estado leyendo estos días el programa electoral del PSOE de 2004. La parte sobre reforma fiscal es muy buena, pero Solbes no quiso hacer nada de lo que allí consta. Una pena. Habríamos llegado a la crisis mejor preparados. Ahora, como dice con toda razón el articulista, todo se hace rápida y chapuceramente, intentando tapar agujeros aquí y allá.

    Leyendo El Pais de ayer, llego a la conclusión de que Rajoy está ‘encamado’ con la ETA. Yo creo que con el apoyo de la ETA, Rajoy intentará ilegalizar al PSOE, y aprovechará los huecos en las cárceles que van a dejar libres los terroristas excarcelados por el PP.

  2. Buenos días.

    Ayer se comentó aquí esa noticia «sorprendente» en torno a las conversaciones Urkullu-El Vago de Rajoy sobre el final de ETA. Hay múltiples especulaciones en torno a la cuestión. Yo soy de la opinión de que a Rajoy, como le ocurría a Ánsar Imperator en su día, le seduce la idea de aparecer en la foto del «Abrazo de Vergara 2011-2012» que ponga fin a la historia de la banda criminal. También soy de la opinión de que todo depende de la magnitud de la victoria. Si Rajoy vence por mayoría absolutísima, le presionarán desde el sector «jabalí» para ir contra Bildu-Amaiur (ilegalización) y disparar contra todo lo que se menee. Sería, obviamente, dar oxígeno a la agonizante organización para satisfacer las ínfulas de sectores minoritarios y extremistas. Cabe que gane por poco margen, en cuyo caso saldrá el Marianico dialogante, también en esta cuestión.

    Pero, ¿no pudiera ser que estuviesen hablando de ETA en otro sentido? Lo sugiere Manolo Saco en Público: posiblemente, lo que hayan estado tratando estos dos próceres es de la posiblidad de que ETA anuncie su disolución o su abandono definitivo de las armas antes del 20-N y de la manera de poner sordina mediática a este notición, que no es que vaya a hacer ganar las elecciones a Rubalcaba, pero sí subir su popularidad, rememorar su capacidad de gestión, etc. en demérito de la cantada mayoría absoluta del PP y de las posiblidades del PNV frente a un «premiado» PSE-EE, que tantos sacrificios ha hecho en este largo, penoso y esperemos que feliz proceso de fin de la violencia terrorista.

    Posdatilla: Don Cicuta, hipérboles al margen, la acumulación bestial de poder político e institucional del PP tras el 20-N va a traer consigo, ante a ausencia de «contrapoderes» y la mala situación en la que quedará la oposición, tentaciones de abuso de poder y algunos raptos de autoritarismo. Contra ello ha de estarse vigilantes. Por pura higiene democrática.

  3. Y qué fue de aquello tan bonito de «bajar impuestos es de izquierdas». ¿Se sabe por dónde andan sus autores?

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    Al ser preguntado si el jefe del Ejecutivo le informó de la decisión sobre la base naval de Rota, Rubalcaba ha respondido: “Me informó”. Y cuando se le ha repreguntado si compartía la decisión, el candidato socialista se ha limitado a responder otra vez: “Me informó”.

    Vuelvo a pedir un monumento para Rubalcaba en la sede de Ferraz.

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  4. Qué pena me da Rubalcaba, después de lanzar la ingeniosísima campaña de «Rubalcaba, sí», se lo agradecen con el escudo antimisiles. El candidato, que siempre ha sido anti-OTAN y un rojo de los pies a la cabeza, hubiera preferido que lo que ya estaba acordado desde hace bastante tiempo por el Gobierno del que él era vicepresidente no se conociese hasta después de las elecciones. Pero ZP, que es muy malo, lo ha hecho saber.

  5. No entiendo las procupaciones que tienen en cuenta el comunicado de eta para argumentar que beneficiara al PSOE de Rubalcaba.

    Creo que los españoles no tendran en cuenta el fin de eta a la hora de emitir su voto,teniendo en cuenta que lo que realmente demuestran las encuestas es que se ha abierto la veda para la caza de socialistas y comerselos con patatas.

    «Yo creo que con el apoyo de la ETA, Rajoy intentará ilegalizar al PSOE, y aprovechará los huecos en las cárceles que van a dejar libres los terroristas excarcelados por el PP»……JAJAJA….que nervios

  6. Creo que muchos no han entendido todavia que Ziluminatius esta gobernando y que Rubalcaba es el candidato socialista para las proximas elecciones.

    Y eso duele…..jeje.

  7. Hay que ver lo complicado que es esto de la filosofía del republicanismo que traía ZP como novedad: ahora toca escudo antimisiles en Rota. Yo es que no me aclaro ante tanta grandeza.

    (¿Se sabe qué opina la ministra de Defensa del invento o no se le ha pasado la llantina?)

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  8. A mí también me da mucha pena Rubalcaba, allí metido en Ferraz en contra de su voluntad. Él, que se esforzó tanto para que hubiera primarias y librarse así de este cáliz que le está tocando vivir; él, que no quería…. como aquella de la lotería de Martes y Trece, que no quería, señores, no quería…. estar dónde está, y ahí le vemos sometido a toda clase de vilezas por parte del malvado, siniestro….. (pongan ustedes todos los insultos que gusten) Zapatero.
    Amos anda….

  9. Gracias por los comentarios…que pena yo que me habia preparado unas estupendas replicas, duplicas y contrarréplicas.

    Felices silbidos pilaristas mañana.

  10. El mayor problema de la distribución de la riqueza no está en el caudal sino en las filtraciones de las cañerías.

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