Lemas baratos, asesores caros

Carlos Hidalgo

El 10 de noviembre iré a votar. Me da igual que me convoquen nuevamente a las urnas. Hasta me da igual que me pueda tocar estar en una mesa electoral. Iré a votar.

¿Qué es lo que menos me gusta? Que los candidatos mayoritarios nos han convocado a las urnas con el mismo ánimo que un jugador que vuelve a poner sus fichas en el tapete de una mesa de ruleta.

Pedro Sánchez, jugador en racha, confía en aumentar sus ganancias. Pablo Casado, que tiene la mitad de las fichas que antes, apuesta por recuperar las pérdidas. Pablo Iglesias, frenético, apuesta al doble o nada. Y Albert Rivera comprueba horrorizado que colocó mal sus fichas cuando la ruleta ya está girando.

 Pero es que la voluntad del pueblo no es un juego de azar. Y tratarla de esa manera es una manera de despreciar a todas y cada una de las personas que van a ir a depositar su voto el segundo domingo de noviembre. E, independientemente de “relatos” y otros caros humos de la comunicación política que venden los que ven muchas series, pero estudian poco, la responsabilidad es colectiva. Ni uno solo de los participantes en esta mesa de ruleta metafórica se plantean que esto no es un juego, ni el alcance de la falta de respeto que han perpetrado. Porque ni uno de ellos, ni uno, ha movido un dedo para que no haya una repetición electoral, consumando una segunda legislatura fallida.

La voluntad del pueblo es sagrada y la gente, en su conjunto, puede ser incomprensible, hasta injusta, pero no es tonta. La mejor manera de curarse de esa falsa impresión es escuchar a tus ciudadanos entre elección y elección. Puedes decepcionarte, puedes sentirte mal tratado, pueden sorprenderte sus prioridades, pero responden a lo que se les da desde la política. Y como político puedes elegir. Es tu deber elegir. Y puedes elegir actuar según consignas baratas escritas por asesores caros o en tratar de ser un verdadero líder, alguien que inspire a la gente a mejorarse a sí misma para que mejore lo de todos. En democracia un político tiene el deber de convencer. Y de lo que tiene que convencer es que las fórmulas mediante las cuales todos ponemos algo de nuestra parte hacen que todos ganemos. Pero para convencer hay que dialogar. Y hay que animar al diálogo.

 Pues bien, esta segunda legislatura fallida de nuestra historia es un fracaso del diálogo. Y, salga lo que salga de las urnas, hay que recordar que con la voluntad de la gente no se juega. Y que la política es algo serio, no un espectáculo televisivo donde los aspirantes compiten en popularidad. Porque en una democracia sana ser popular ha de ser consecuencia de tener buenas ideas, de convencer a otros de ellas y de bregarte en el diálogo, no en dar golpes sobre la mesa.

 Pero no tenemos diálogo. Tenemos poses baratas ideadas por asesores caros. Ojalá esto no dure.

4 comentarios en “Lemas baratos, asesores caros

  1. Vale que haya un malestar general por el comportamiento de los políticos es evidente….pero…la única manera que tiene un ciudadano en democracia es votar.
    Puede que los eslóganes sean un boomerang…pero a mi me guata saber que ideología tiene una Marca electoral.
    con el PSOE ERC PNV está clarísimo.
    ¿Y en las marcas electorales como Ciudadanos,Unidas Podemos,Mas Pais JxCat,VOX?
    ,
    ¿Eso que son?.

  2. « Los candidatos mayoritarios nos han convocado a las urnas. »
    El mogollón , ese concentrado de toma de posición del follón, es un intruso habitual de los analistas del club de Max Estrella , con el que intentan unificar ( simplificar ) una situación compleja como la española mediante el recurso de adjudicar una culpa universal e indiferenciada de carácter populista.
    Los candidatos mayoritarios no nos han convocado a nada porque carecen de poder de convocatoria. Ha sido Sanchez unigénito, y solo Sánchez , porque fue el que asumió compromisos múltiples , antitéticos y simultáneos con el concurso anormal de Tezanos, un druida extemporáneo.
    No existe la convocatoria de candidatos mayoritarios ni Cristo que funde tamaño dislate.
    No hay una instancia que convoque de manera colegiada a elecciones.

    « La voluntad del pueblo es sagrada y la gente, en su conjunto, puede ser incomprensible, hasta injusta, pero no es tonta. »

    Sagrada puede ser , y de hecho lo es , el Arca de la Santa Alianza , como ya demostró Indiana Jones ; pero fuera del mundo del cómic no se toleran estas afirmaciones – se consideran tonterías de la voluntad del pueblo , un constructo simbólico , más o menos operativo- propias de nacionalistas de mala voluntad , o sea , de nacionalistas .
    El Pueblo carece de voluntad ; seguro que quería decir otra cosa : el censo electoral , un semoviente oscuro de bajas pasiones que se agregan estadísticamente con resultados contradictorios.
    Cuanto más refinadas son las reglas del juego , es decir , cuanto mejor responden a las necesidades de la nación para conformar un gobierno , mejor resulta el sistema en su conjunto.

    « tratar de ser un verdadero líder, alguien que inspire a la gente a mejorarse a sí misma para que mejore lo de todos.»

    Mejorar, mejorarse a sí mismo suena al Camino de Santiago o simplemente Camino , el célebre librito del ilustre fundador del Opus Dei , Monseñor Escrivá de Balaguer.
    No significa nada , ni siquiera en términos glamurosopatriòticos de JFK.
    Mi mejora es tu horror , que diría un torturador.
    Tal vez un buen líder , un buen organizador , optimice la eficacia del sistema político.

    «esta segunda legislatura fallida de nuestra historia es un fracaso del diálogo»

    Un diálogo en política necesita una acumulación previa de representación , de fuerza relativa a objetivos compartidos y de acoplamiento sistemático a las reglas de juego.
    Sánchez aceptó el encargo de formar gobierno.No ofreció nada a la derecha y retiró su oferta inicial a la izquierda. Obnubilado por el druida Tezanos prefirió convocar elecciones por consunción.
    Es lo que quería y es lo que ha obtenido.

    « en una democracia sana , ser popular ha de ser consecuencia de tener buenas ideas,»

    Una democracia sana es aquella que preserva la Constitución y sus libertades ; es independiente de la popularidad de sus líderes y ésta , de la bondad de sus ideas.

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