Jelloun
El reinicio de la actividad polÃtica está siendo protagonizado, en buena medida, por los problemas de liderazgo a los que se enfrenta el PP.
El asunto, como es sabido, lo agudizó en medio del verano –por lo demás “tranquilo�, informativamente hablando-, la salida a la palestra de Ruiz-Gallardón postulándose para acompañar a Mariano Rajoy en la lista al Congreso, con las previsibles reacciones en cascada de cierre de filas y la aportación (supongo que imprevista) del dinosaurio fundador adoctrinando sobre “sucesiones� y “recambios ordenados� (¡él, precisamente él!).
La polémica protagonizada por Ruiz-Gallardón sólo ha sorprendido a medias, pues si algo ha caracterizado la relación atÃpica que mantiene con su partido ha sido esa permanente exhibición de ambición polÃtica compatible con el cultivo de una imagen de disidente -sin excesos-,  inasequible al desaliento ante los reproches que recibe desde la estructura interna de la organización (¡y de los hooligans mediáticos de guardia!). El alcalde de Madrid viene sometiendo al PP a una especie de “ducha escocesaâ€? intercalando salidas arrogantes con muestras de sumisión casi serviles. AsÃ, tras el aldabonazo y la polémica tocaba declaración de inocencia respecto a sus intenciones, seguida de autocrÃtica interna ante la ejecutiva del partido y demostración pública de humildad. Acto seguido, en una entrevista radiofónica, concluÃa su enésima muestra de lealtad al lÃder Rajoy con una frase de Luis Cernuda – «Creo en mi porque algún dÃa seré todas las cosas que amo»-, de interpretación obvia en este contexto. ¿Es posible que todo sea puro cálculo o realmente -de modo inconsciente-,  la arrogancia puede al personaje? Francamente me parece improbable que se salga con la suya pero es evidente que el alcalde parece convencido de que nada puede impedir que llegue a lo más alto.
En realidad, el asunto de la crisis del liderazgo de Rajoy ya coleaba desde que se anunció la vuelta de Rodrigo Rato a Madrid y se venÃa abonando con la inclemente sucesión de encuestas que, una tras otra, han ido revelando la escasa valoración de la figura de Rajoy como lÃder opositor y presidenciable entre el electorado, incluido el más proclive al PP, y con el marcaje al que los sectores mediáticos más intransigentes y fanáticos de la derecha le han venido sometiendo (o al que él se ha dejado someter).
Asà las cosas,  Rajoy ha querido contraatacar dedicando estos dÃas a escenificar su control sobre el partido, forzando puestas de escena con los grupos parlamentarios y dirigentes de su formación, con las consabidas manifestaciones de adhesión inquebrantable. Ha enfatizado su autoridad presidencialista y el control personal sobre las listas electorales –que serán, proclamó, las que «convengan al partido y a su presidente»-, y ha anunciado, ayer,  su inminente designación formal como  candidato (¿pero no lo era ya?). Es poco probable que tanta reiteración de solidez aparente despeje las dudas al respecto. Bien al contrario, me parece que con la  sobreactuación está poniendo en evidencia lo precario de una posición, que necesita estar constantemente revalidándose.
Lo absurdo de la situación es que -como ha comentado Carlos Carnicero-,  cuando Rajoy proclama que las listas electorales las confecciona él pretende cuestionar la presencia en las mismas de quien los electores demandan –según las encuestas-,  siendo obvio que “los que reforzarÃan sus posibilidades de ganar son los mismos que denuncian silenciosamente, solo con su presencia, la debilidad del candidatoâ€?. Â
En la entrevista con el Presidente del Gobierno con la que El PaÃs reabrÃa el “curso polÃticoâ€? (entrevista, por cierto, que me resultó bastante insustancial sin que tenga  claro del todo si ello se debÃa más al entrevistado o al entrevistador) Zapatero ironizaba sobre esto que estaba ocurriendo en el partido de la oposición, algo insólito, pues serÃa “el primer partido en el que hay más codazos por ir de número dos que por ir de número uno. ….toda la pelea es quién va a ir de dosâ€?. Y es que parece como si sus ambiciosos compañeros que ahora le dan palmadas de ánimo en la espalda, pesimistas respecto a las posibilidades electorales,  lejos de querer disputarle ya el liderazgo para afrontar con garantÃas los comicios próximos pretendieran de Rajoy – un “lÃderâ€? al que todos cuestionarán dentro de unos meses-,  que asuma hasta el final el papel de “vÃctima necesariaâ€? para que, tras su derrota, emerja el verdadero lÃder que la derecha necesita.
Ahora bien, la crisis de liderazgo no es algo exclusivo del principal partido de la oposición. De una manera u otra, en distintos grados, y con diferentes repercusiones prácticas desde luego, es visible en prácticamente todo el espectro polÃtico. Es el caso de la coalición nacionalista catalana (CiU) que sigue sin recuperarse del desconcierto provocado por su derrota electoral tras largos años de gobierno de la Generalitat, coincidente en el tiempo, además, con el final del “hiperliderazgoâ€? ejercido por Pujol. No es sólo cuestión de nombres – Más y Durán-, o de rivalidades entre socios de desigual peso: no se acaba de definir una lÃnea reconocible que haga compatible la oposición al gobierno de la izquierda catalana con su reiterada vocación por influir en la polÃtica nacional. Pero es el caso, también, del PNV y aquà sin que quepa achacar la crisis a pérdida del poder (tras las últimas elecciones y cosechados sus peores resultados el PNV se ha vuelto a hacer con el control de las tres poderosas diputaciones forales). Asistimos ya a una pugna descarnada  por el liderazgo del PNV -que no es de ahora-, que personifican Imaz  por un lado y el tándem  Ibarretxe- EguÃbar  por otro, sin que pueda aventurarse el desenlace y por tanto el rumbo estratégico que adoptará ese partido. Y es el caso, como no, de Izquierda Unida si bien aquà hay que reconocer que los problemas de liderazgo parecen ser un elemento consustancial, estructural, de esa organización cuya trayectoria es un rosario de crisis consecutivas.
Tampoco creo que se libra de la crisis de liderazgo a la que aludo el PSOE, aunque en este caso –en el que nadie discute al dirigente Zapatero-, la lectura ha de ser necesariamente más matizada y la explicación más amplia. Volveré sobre ello, espero, en una próxima ocasión. Pero ya adelanto que lo que puede haber de crisis, que lo hay, poco tiene que ver, en mi opinión con episodios como el conflicto vivido en Navarra o la relación entre el PSOE y el PSC o, en fin,  la salida de la Sra. DÃez, por poner ejemplos que suelen ser aireados por la derecha como muestra de “desgarramientoâ€? o crisis. No, sin minimizar la importancia que alguna de esas cosas pueda tener, no creo que sean exponentes de lo que debe preocupar a la izquierda.
Y mañana viernes. No quiero ni pensar que…
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Es una suerte escribir en este blog. No sólo hay quien nos indica sobre qué debemos o no debemos escribir, midiendo la intensidad de los temas, quien está siempre presto al diagnóstico de los males ajenos (desocupándose generosamente de los propios) o quien, con alma docente y angelical, nos califica cada una de nuestras intervenciones de tonterÃas o estupideces, según el caso o el lugar o contra quién, que no es lo mismo hacerlo contra uno que contra otro,sino que ahora tenemos ambulatorio y médico de cabecera. Es una suerte. Gracias Locoide. ¿Todo gratis?
Espero que, de seguir mi crÃtica a don José Luis, enfermedad que pudiera ser contagiosa y peligrosa en el blog, tengan cuidado, nadie proponga mi internamiento en clÃnicas de reposo. Yo, que he leÃdo un poquito más que Rajoy, aunque mucho menos que don José Luis, a quien Dios guarde muchos años, siempre me acuerdo de Koestler en estos casos y me da el yuyu.
Prefiero antes gritar ¡Viva Zapatero! Ya ven.
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Amistad, muy bueno lo de *Licor 43*. Apúntese 43. ¿Ve como le entiendo?
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Me vuelvo a leer a Azúa que, aunque lo tenga ustedes en *el Ãndice*, es un maravilloso escritor, no como Suso de Toro ( esto último es para joder un poco pero es que todavÃa no estoy curado).
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Que sigan ustedes con salud.
Pos hablando der camello de Juan P.G., yo entoavÃa no m’anterao si er camello ese es de los que sirven pa montarse la gente, o si é de los que venden papelinas.
Aaatttchiiissss!!!…yastá…ya me he contagiao….estoy releyendo mis cuatromil y pico post escritos desde que entre en el blog de Calleja alla en el Rancho Grande….y he llegado a la conclusion de que me he pasao un poco de frenada…mañana escribire otros 25 para redondear la semana y sere mas comedido los proximos dias.
Todo por mantener viva la llama de mi amor por Zapatero.
Vero..vero….maquiavelo.
yo es que ultimamente no `puedo…pero tengo unas ganas de que me arrojen el guante economico que no me las contengo…citando de lejos como los toreros….eje ejeeeeeee
saludos
Venga Econcon todos sabemos que «BotÃn no se ha hecho progresista, es un pragmático y sabe que con las cosas de comer no se juega»…anda torero mio… toma la muleta y deleitanos con un «buen bocata de palabras» para almorzar.