Morir con dignidad

Barañain

 Cuando el gobierno acaba de aprobar el anteproyecto de la “ley reguladora de los derechos de la persona ante el proceso final de la vida” (título  cursi con el que se evita nombrar la “muerte digna” que es a lo que refería inicialmente este proyecto) es inevitable recordar la persecución y el calvario judicial a los que un desalmado consejero de sanidad de Esperanza Aguirre -Lamela se llamaba el tipo-, sometió al doctor Luis Montes, por haber sedado a enfermos terminales en el hospital de Leganés.

 Se criminalizó una actuación ejemplar y se sembró la sospecha y desconfianza entre la ciudadanía ante la una práctica clínica tan necesaria como insuficientemente aplicada en nuestro país. No sólo eso: la intimidación surtió efecto y aquel “caso Montes” supuso un retroceso en la aplicación de los cuidados paliativos: los médicos, a la defensiva, se abstuvieron de sedar ante el temor a la imputación. En España se sigue sufriendo innecesariamente en el tramo final de la vida.

 Esta ley que promueve ahora el gobierno de Zapatero desarrolla el concepto de “autonomía del paciente”. No es esa la novedad – el proyecto no implica de hecho  ningún cambio normativo en particular -, sino su aplicación concreta al ámbito de la asistencia al paciente terminal. La ley persigue clarificar los derechos de los pacientes en esa específica y dramática situación y las obligaciones de los médicos que los atienden.  Se enfatiza un derecho ciudadano  que se expresa como  derecho a la sedación terminal,  derecho a rechazar un tratamiento (una vez informado de las expectativas que tiene) y  derecho a ser tratado en casa -con apoyo externo-, o a pasar la agonía en habitación individual, si es en el hospital. La ley otorga así seguridad jurídica a los profesionales sanitarios a la hora de garantizar una muerte confortable ante ese desenlace inevitable. Positivo, sin duda, pero ¿no sabe a poco?

 La ley no aporta nada que no exista ya en las leyes autonómicas preexistentes (la de Andalucía, que fue la pionera, y las de Aragón y Navarra). De hecho, uno de sus efectos positivos será el de encarrilar con un criterio común el conjunto de medidas en los diferentes servicios de salud, evitando que otras legislaciones autonómicas puedan poner en cuestión esta práctica o distorsionar su aplicación efectiva (con clausulas de objeción de conciencia profesional, por ejemplo).

 Por lo mismo, uno de sus efectos negativos será que, no aportando novedades sustanciales,  contribuya a fijar o cristalizar la cuestión en un determinado punto, posponiendo o evitando el debate sobre la eutanasia y el suicidio asistido. La distinción jurídica entre eutanasia “activa”, que seguirá penalizada, y esta eutanasia “pasiva” (es obvio que cesar determinados tratamientos o sedar acelera la muerte) que se admite, sólo se explica  desde criterios ideológicos y morales, que no sanitarios. Abrir el debate sobre la eutanasia -sobre el derecho a disponer de la propia vida-, era un compromiso electoral (2004) del PSOE y su abandono un ejemplo de acobardamiento ante la presión del PP y de la Iglesia, que sigue considerando un crimen que una persona decida libremente sobre el momento de su muerte (la vida pertenece a Dios y el hombre debe aguantar lo que le toque hasta el final).

 Los socialistas se justifican aduciendo la falta de madurez de la sociedad española para abordar esa cuestión. Pero las encuestas que se manejan (CIS) reflejan un apoyo muy mayoritario -por encima del 60%-, de los españoles a la despenalización de la eutanasia. Se recuerda con estupor que a finales de 2004 al estreno de la película de Amenábar “Mar adentro”, sobre la experiencia del tetrapléjico Ramón Sampedro, acudió medio gobierno, con su presidente a la cabeza. Que siete años después se presente un casi anodino proyecto de ley del que se elimina incluso la referencia a “muerte digna” en su título, ilustra bien el camino -hacia atrás-, seguido por el ejecutivo.

 Siendo benevolentes habrá que reconocer, no obstante, que  incluso el modesto nivel de la regulación que se plantea puede ser excesivo para algunos sectores. El PP aprobará seguramente la ley pero no dejará de alimentar la desconfianza. Ni rastro de autocrítica sobre el “caso Montes”. La diputada Ana Pastor (exministra de sanidad con Aznar) ha reclamado al gobierno la puesta en marcha de un plan nacional de cuidados paliativos advirtiendo de que sin ello “al médico sólo le quedará la sedación”. Y ha insistido en marcar el territorio al gobierno contraponiendo “vida digna hasta el final” a “muerte digna”. Ha olvidado que ese plan que  reclama ya existe y fue aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

 Algunos sectores intentarán torpedear el proyecto reivindicando la necesidad de reconocer el derecho a la objeción de los profesionales a la hora de aplicar la sedación a sus pacientes. El mismo día en que el gobierno aprobaba el anteproyecto de ley, en  “Diario Médico”, un profesional de un centro sanitario privado de Madrid -dedicado a la oncología y filial de un conocido hospital estadounidense-, se mostraba  contrario a la norma, que veía como un anticipo de la legalización de la eutanasia. Lo esencial no sería, a su juicio, el respeto a la autonomía del paciente sino la defensa de su dignidad (incluso si esa defensa contraviene la voluntad autónoma del paciente) que competería al profesional. No hay que rascar mucho para descubrir en el fondo de muchas de estas muestras de dolorida indignación moral, la defensa de intereses materiales. El negocio de agotar hasta el límite los recursos de la tecnología médica sin otro resultado que engordar el beneficio (y paliar la mala conciencia de los familiares) se resiente cuando se ponen límites a esta forma, a veces inhumana, de entender la práctica médica.

 La ley solo trata de asegurar que se haga uso de lo que son buenas prácticas médicas y respecto a eso el consenso profesional es casi abrumador. No cabe oposición del médico. Y como decía el doctor Luis Montes, “a las buenas prácticas no se hace objeción, es delito”.

20 comentarios en “Morir con dignidad

  1. Desde que gobierna ZP la vida de los españoles es más difícil. 5 millones de parados, y recortes en el ya de por sí escuálido estado de bienestar español que probablemente no son nada comparados con los que nos caigan después del 22 M, una vez se consume el histórico hundimiento del PSOE, y Bruselas nos apriete más las tuercas para no tener que rescatarnos.

    Los jóvenes y las familias con hijos pequeños son los que más están sufriendo esta situación de profunda desesperanza y malestar creciente que llevó a manifestaciones como la de ayer, más parecida a las revueltas árabes en sus formas y en sus causas que a las viejas movilizaciones sindicales de cuando los sindicatos eran algo más que unas maquinarias burocráticas para que unos espabilados vivieran del cuento:

    http://www.elpais.com/articulo/espana/manifestacion/indignados/reune/varios/miles/personas/toda/Espana/elpepuesp/20110515elpepunac_12/Tes

    La deseperanza y la falta de espectativas de la generación mejor formada de la historia de España, condenada al paro, a la temporalidad al subempleo o a la emigración, han empujado a miles de ellos a las calles a gritar su indignación contra políticos y banqueros (¿No era Botín el máximo valedor de ZP cuando le pedía que aguantara hasta el final de la legislatura?)

    Una generación en edad de procrear que mantiene una de las tasas de fertilidad más bajas del mundo en el país europeo donde más difícil y caro resulta ser padre: sólo por vocación, accidente o integrismo religioso se lanzan algunas parejas españolas a la incierta aventura de la reproducción, mientras ZP eleva el aborto a la categoría de derecho de la mujer (!)

    Por todo ello parece una broma macabra que negando la posibilidad de una vida digna, el zapaterismo quiera justificar su agonía con una ley de muerte digna. «Sufra mientras viva, que ya nos encargaremos de que cuando muera, no se entere, atiborrado a drogas y sedado hasta la inconsciencia» parece querer decirnos ZP en su epílogo necrófilo.

    Cuando Jorge Manrique nos hablaba de la muerte de su padre:

    Assí, con tal entender,
    todos sentidos humanos
    conservados,

    alabando su buen morir consciente tras una vida digna, ZP y sus ministras nos proponen una muerte inconsciente tras una vida indigna.

    Facilitar las pulsiones sucidas cuando la vida se ha vuelto insoportable, cuando nos la han hecho imposible. Ya sólo eso nos pueden ofrecer.

    Como el joven licenciado tunecino que se quemó a lo bonzo, pero en un ambiente aséptico y con olor a formol.

  2. Cuando una ley personalmente la encuentras aceptable para ti mismo, es porque tambien la encuentras necesaria y justa. Es lo que a mi entender ocurre con esta ley, llámese muerte digna o como se quiera. Hace mucho tiempo que a través de ONGS con las que yo colaboro he visto muchas cosas en los programas de ayuda a enfermos terminales y tambien el deseo en muchos casos del propio enfermo, que no es otra cosa que no tener que sufrir un dolor innecesario en los últimos días de una vida. Que casualidad siempre son los mismos los que salen en defensa de de la vida cuando se sabe ciertamente que ya no hay vida. Porque no es vida cuando ya solo se cuenta con la voluntad de los demás para mantener un dolor físico sin esperanzas de recuperación.
    Siempre que hay una ley progresista que trata de ayudar en esta vida a poder mejorar precisamente la vida, salen las mismas voces, defendido la vida del no nacido, la del enfermo sin esperanzas de vida, ese que solo quiere que le quiten el dolor, porque la conciencia solo le trae mas dolor, se demonisa al medico que trata de quitar ese dolor, se demonisa a quien a ciencia cierta no quiera traer al mundo a un ser que vendrá a este mundo con minusvalía antes de nacer. Los abortos sean de la forma que sean son un pecado, son un crimen, pero no es un crimen los millones de niños que vienen a este mundo a padecer, a sufrir y a una muerte segura sin remedio. Las asociaciones pro vida, los partidos de derecha, la Iglesia Católica todos a una a defender la vida, pero nada hay que decir de las injusticias, de la miseria, del hambre, de las desigualdades, de la enfermedad a la que son condenados al venir a este mundo, porque nada se hace para mejorar esta situación. Desde el Vaticano y esa ultraderecha, (que casualidad que todos son católicos) se clama contra los anticonceptivos, el aborto, la eutanasia, la muerte digna, en definitiva a defender la vida del no nacido, del que no le queda esperanza de vida, pero de los que mueren después de nacidos porque vienen a un mundo en el que no se puede vivir, ni un comentario, ni una manifestación ni una simple referencia, desde los oropeles del Vaticano no se divisa ese mundo en el que viven millones de niños hasta su temprana muerte, ni de las manciones de la Costa Azul y Montecarlo. Por lo tanto bienvenidas sean las leyes que protegen de alguna manera a quien solo desea no sufrir el dolor en sus últimos días, a quien no quiere traer a este mundo a ese hijo al que no podrá aportarle nada, llámese como se quiera llamar, pero a las cosas por su nombre es como se entienden. Tiempo al tiempo.

  3. Cuando un gobierno se dedica a favorecer a quienes quieren morir y matar (al gestante), pero pone palos en las ruedas de quienes queremos simplemente vivir con dignidad, ese gobierno no puede llamarse progresista.

    Ese gobierno no puede haber caído más bajo. Es un gobierno siniestro y necrófilo, un gobierno que sólo lleva al país depresión y apatía, tristeza y desolación.
    La muerte es un trago inevitable que llega al final de la vida, pero es su negación. ¿Puede ser digna la muerte? Lo único que puede ser digno es nuestra actitud ante ella, y esa actitud sólo es posible desde la consciencia. Podemos elegir luchar hasta el final con los medios médicos o luchar hasta el final desde casa con nuestra familia, pero de ninguna manera es digno, ni es humano, ser sacrificado como un perro enfermo, como un caballo viejo.

    Quizá sea más fácil, más cobarde, menos doloroso. Quizá sea más fácil, más cobarde, menos doloroso acabar con la vida que una mujer lleva en su vientre que enfrentarse al reto de criar un hijo. pero en ninguna de las dos posturas hay un ni ápice de dignidad ni de humanidad.

    No jueguen con la semántica para ocultar su pretensión de relativizar lo más sagrado: la vida humana. Al menos tengan la decencia de ser sinceros y como Millán Astray gritar ¡muera la vida y viva la muerte!

  4. Buenos días!!!

    Cada uno debe morir con quien le dé la gana y como le dé la gana, que para eso es su vida y es su muerte, no te xode….. 😉

    Y si llega el caso de poder elegir, como no me dejen morir como yo quiera les monto un pollo…. jejejeje

  5. Respecto al comentario 3: El que se dice memo se esfuerza por demostrarlo. No hace falta, su nombre ya lo dice.

  6. Como coincido en todo con el artículo de hoy no añadiré nada más. Al comentario 3 le diría que servidor quiere morir vivo, por eso defiendo la eutanasia.

    ::

    ¿Soy al único enestemundo al que le parece indignante el artículo de Lluís Bassets? De la detención de DSK le preocupa cómo quede Francia, la socialdemocracia, el FMI… ¿y la presunta víctima? Ah, sí, de ella sólo se ocupa para decir que «no se puede descartar que el director general del Fondo fuera víctima de una honey trap, una trampa de miel o de cariño». ¿Se atrevería a decir algo parecido de cualquier otra presunta víctima de violación o sólo cuando se trata del socialdemócrata director del FMI? Claro que antes ha metido en el mismo paquete la vida amorosa JFK y Mitterrand con esta presunta violación. Ahora entiendo el deterioro de las páginas de opinión de El País.

  7. Totalmente de acuerdo con Polonio (6) respecto al artículo de Lluis Bassets.

  8. Este tío del (3) no es más tonto porque no entrena. Miren, miren que flor nos deja: se refiere al embrión como «el gestante», cuando dice «se dedica a favorecer a quienes quieren morir y matar (al gestante)». La gestante es la mujer encinta, no el embrión ni el feto.

    Pero bueno, ¿le vamos a pedir peras al olmo? Analfabeto funcional como su jefa y señora.

    Hablando de cosas serias: mi más cordial enhorabuena al articulista.

  9. Yo tampoco había escrito nada sobre el artículo de Barañaín por mi total acuerdo con él. Desde siempre he creído que uno tiene perfecto derecho a decidir cómo muere. Y a ayudar a sus más próximos a no sufrir en ese trance. Me parece tan obvio que no merece discusión.
    En lo que no había reparado es en el artículo de Bassets. Lo acabo de leer y no salgo de mi asombro. E indignación. Miren qué párrafo:
    «Esta política tan exigente con el carácter de sus profesionales, y sobre todo con su manifestación pública en forma de comportamientos intachables, es estricta novedad de los tiempos que nos ha tocado vivir. Ahora se celebran los diez años del fallecimiento de François Mitterrand, personaje que no hubiera resistido la trepidación mediática contemporánea.»

    ¿Tiene Bassets alguna información sobre violaciones o intentos de violación de Miterrand? ¿O es implemente que confunde tener relaciones sexuales o sentimentales consentidas por ambas partes con violaciones o intentos de violación?
    Y este otro párrafo:

    «Lo de menos a la hora de enjuiciar el carácter de Strauss-Kahn es la exacta responsabilidad sobre los hechos».
    Pero ¿cómo va a ser lo de menos?

    Qué barbaridad de artículo.
    Por otro lado, al margen del ataque a la camarera (si se demuestra que lo hubo) está algo que también es totalmente escandaloso para mí. ¿Por qué el FMI paga 3.000 dólares por una habitación para su director?

  10. No se trata de morir cada uno según su voluntad, evidentemente, pues esto ya está previsto en la legislación actual. Como si se quieren tirar de cabeza de lo alto de un puente. Ni de garantizar ciertos mínimos de asistencia sanitaria a los terminales, pues la sanidad es una competencia autonómica y se podrá garantizar lo que se pueda pagar, que visto lo visto cada vez parece que va a ser menos.

    Se trata de una nueva pirueta, patética esta vez, de un gobierno que detrás de su retórica pseudolírica se dedica a legislar la nada , haciendo como que avanza un paso hacia la eutanasia, pero sin atreverse a darlo.

    Es lo de siempre, a falta de capacidad para mejorarnos la existencia, con hechos mensurables y evaluables, el gobierno promete facilitarnos la muerte. El que no quede satisfecho que le pida cuentas desde el Averno.

    El colmo de la desvergüenza.

  11. Gracias Barañain por tu articulo,y perdona a ese memo funcional que nos visita,un poco de indulgencia con los que tienen serrin como cerebro…..jeje.
    Leyendo el articulo de hoy ,uno se pregunta por que La Iglesia considera que los suididas no pueden ser salvados y pasarán su próxima vida en el infierno, les niega el derecho a tener un funeral y entierro y el cuerpo pasara a manos de la iglesia. Esto prevalecía en la iglesia Católica de la edad media, aún los familiares del suicida eran echados fuera del pueblo y mantenidos en el exilio…cosa que escuchando a la derecha cainita de este pais ,es lo que les gustaria hacer a todos los que desean una muerte digna de sus familiares.
    Porque si el suicidio es considerado como una afrenta a la voluntad de Dios,la muerte digna es considerada como un asesinato de «los principios fundamentales del movimiento».

    En fin…Yo no Soymemo….jeje.

  12. Stephen Hawking: «No hay cielo, es un cuento de hadas»

    El prestigioso científico vuelve a atacar las creencias religiosas y asegura que no hay nada después del momento en que el cerebro deja de funcionar.

  13. PMQNQ se pregunta:

    ¿Por qué el FMI paga 3.000 dólares por una habitación para su director?

    Puedo contestar a su pregunta ,si lo desea,pero creo sera mejor que no la haga….ejem….mi sarcasmo tiene limites que la inteligencia no puede superar….jeje.

  14. Parece que DSK seguirá unos días más en prisión, después de que la jueza haya desestimado la petición de fianza de la defensa. Al menos nos ahorraremos 3.000 dólares dólares diarios durante un tiempo. Aplaudo la normalidad con la que ha sido detenido, conducido a la comisaría, trasladado esposado… vamos, como cualquier otro ciudadano. Y sin que nadie haya acusado a la policía ni a los jueces de estar involucrados en una conspiración judeo masónica. Qué diferencia conestepais.

  15. Estamos en la encrucijada si congreso si primarias para elegir el futuro de Partido Socialista. Visto lo visto con la señora Chacon creo a mí entender que está urgiendo un secretario general nuevo que lleve las riendas de partido, aunque para ello deba dimitir si ocupa algún ministerio o cargo. Zapatero debe seguir ocupandose de la Presidencia del Gobierno que es su tarea y está legitimado para ello. El nuevo secretario general debe dedicarse en cuerpo entero a regenerar el Partido Socialista y preparar las elecciones ya sean en otoño o primavera. Dada la situación política que atravesamos Zapatero tiene bastante con seguir a cargo del Gobierno y debe dejar paso a un nuevo gestor de los destinos del partido. Poco tiempo queda para las elecciones de una forma u otra y no se debe desaprovechar en luchas internas que para nada favorecen al partido. En un congreso extraordinario todos tienen derecho a presentar una candidatura, y en ese congreso están las primarias. Para que más quebraderos de cabeza inútiles. Carmen Chacon ha dado el primer paso, creo llegado en momento de la cordura, del consenso, de hacer lo posible en aras de la concordia y tambien tendiendo en cuneta los resultados electorales y el poco tiempo. Es lamentable ver un Partido Popular aceptando a xenofogos y todo lo que sea con tal estar en el poder. Acabo de colgar un video sobre la intolerancia de una candidata del PP a grito pelado interpelando a una pobre invalida y negándole el derecho al voto porque otra persona había tocado el sobre, lo tenéis colgado el video. Por lo demás espero de la cordura de todos que el sábado salga algo positivo de la reunión de la ejecutiva. Tiempo al Tiempo.

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