LBNL
Esto de publicar tiene sus gajes: hace un par de semanas, en vísperas del pistoletazo de salida de Iowa, demostré de nuevo mi gran olfato apostando por Bloomberg y desdeñando completamente a Biden. Hoy en cambio parece claro que será Biden quien se imponga. Ya lidera sobre Sanders en delegados electos por 664 a 573. Ventaja que normalmente crecerá el martes cuando se ventilen otros 349 delegados en Michigan, Washington, Missouri, Mississippi, Idaho y Dakota del Norte. Sanders tiene alguna posibilidad en Michigan (125) pero Biden ganará seguro en las tres siguientes (193) por su fuerte tirón en la comunidad afroamericana. No contaba yo con la pifia de Bloomberg en el único debate en el que tuvo ocasión de participar antes del Supermartes. El fracaso de Buttigieg en Carolina del Sur y su retirada, junto a la de Klobuchar, la otra “moderada”, ambos endosando a Biden, acabaron de aupar al ex Vicepresidente de Obama, forzando la retirada de Bloomberg tras pegársela en todos los Estados que votaron el pasado martes. Sanders también lo hizo pero al menos ganó en California, la joya de la corona, aunque por menos diferencia de la prevista (34-27%). De todos es sabido que las elecciones se ganan en el centro y, en este caso, concretamente en Florida, Michigan, Pennsylvania y Wisconsin, donde Trump cimentó su triunfo. De tal forma que el fracaso del “radical” Sanders debería ser un buena noticia para vencer a Trump. Sin embargo, no está nada claro que Biden sea el “moderado” que más difícil se lo pueda poner.
Según las últimas encuestas, Biden, Sanders, Buttigieg y Bloomberg ganarían a Trump tanto en Florida como en Pennsylvania. Pero mientras que los otros tres ganarían en Michigan, Biden solo empataría, y solo Buttigieg derrotaría a Trump en Wisconsin, perdiendo Sanders por un punto y Biden por dos. Evidentemente habrá que esperar a las encuestas que ya descuenten la retirada de Buttigieg y Bloomberg pero es un mal síntoma sobre la capacidad de Biden de arrastrar a todo el electorado anti-Trump. Dicho de otra forma, seguramente los forofos de Sanders apoyarían con menos problemas a Buttigieg que a un nuevo exponente del establishment que apoyó la invasión de Iraq y ha co-pilotado el declive de la clase media. Por la misma razón, la capacidad de Biden de robarle votos “populistas” a Trump entre los descastados es mínima.
Queda mucho y puede pasar de todo, incluidos infartos y demás problemas de salud entre los septuagenarios en liza – es alucinante que Trump sea el más jóven de los tres. Y es posible que los ingentes daños económicos provocados por el corona virus le amarguen el resto del año a Trump, que ya no puede seguir fardando de que la bolsa nunca ha crecido tanto como con él. Y luego vendrán la elección de los candidatos a vicepresidentes, que podría revitalizar a Biden si escoge a algún exponente del ala “izquierdista” del partido, ojalá una mujer. Así que no está todo perdido en absoluto pero así, de primeras, Biden es muy poco ilusionante.
Además, todo el affaire ucraniano de su hijo, que ha reconocido haber cometido un error, ofrece un flanco débil para la propaganda sin escrúpulos de Trump que, muy a la manera del PP (por ejemplo, Casado con su Masters), no tiene empacho en interpretar su exoneración del impeachment como la confirmación de que su actuación fue correcta. Y ya sabemos que para su electorado los hechos no son trascendentales.
En todo caso, dado que va a acabar imponiéndose Biden, ojalá que triunfe también en Michigan y ensanche sustancialmente su ventaja, ojalá lo suficiente como para poner fin a la disputa con Sanders antes de lo que marca el calendario: los forofos de este último tendrán menos dificultades para aceptar la opción menos mala cuanto antes desaparezca la más ilusionante.
Yo dije Warren, así que no ha ido mucho mejor.
Sigo sin tener ni sentimiento de calle americano ni conocimiento de los candidatos, pero vaya, que lo normal es que un presidente repita. Aunque sea Trump.
¿Y a quién podría votar yo?
Lo del más joven Trump, me alucina