Artículo colectivo

 

Antesala

Mando un soplido desde ultramar para apagar las velas de este quinto cumpleaños. En este sexto año de andadura, que todos nuestros soplidos se sientan en medio de los vendavales que están por venir. Abrazos y soplidos callejeros.

 

Barañain

Perseverando

Empezamos esto para no dejarnos arrastrar por la marea de rebeldes cívicos pre-a-porter que amenazaba con ocupar toda la blogosfera, cogimos gusto a la cosa y… aquí estamos, cinco años después. A veces parece que damos siempre vueltas a la misma noria: ¡y es que,  a pesar de los pesares, nos gusta la política más que a un tonto un lapicero! Pero si echamos la vista atrás, y repasamos el año transcurrido, nos sorprende la variedad del “temario” abordado desde esta ventana.

¡Sí, teníamos que estar aquí!  ¿Cómo íbamos a perdernos la discusión sobre la crisis interminable,   la voracidad de los mercados o las decisiones del BCE? Teníamos que comentar el fin del ciclo de Zapatero, la vuelta de CiU y la marcha triunfal de Rajoy, pero también sobre el 15-M, la Ley Sinde, el cambio en la constitución, los 110 km/h  o los recortes sociales. ¿Quién, si no, iba a despotricar tanto contra el Supremo a cuenta de Bildu?  Atentos tanto al glamour como a la impostura, no  creímos una palabra ni a Camps sobre sus trajes, ni a Berlusconi sobre sus polvos.  Ni a la teleEspe. Hemos sabido, un año más, del informe Pisa y del debate sobre el estado de la nación, pero también hemos hecho un hueco a la melancolía, a las emociones, a la soledad, al psicoanálisis, al arte de cúchares, a las tareas del héroe o a las andanzas de una tal Lola en Nueva York,… que de todo ha habido en este DC (¡si hasta un articulista se ha atrevido con un homenaje a Zapatero!). Entre la esperanza y la desconfianza, hemos  analizado la primavera árabe y hemos asistido al final de Bin Laden y de Gadafi. Estuvimos pendientes de Fukushima y, de modo recurrente, nos  asomamos al conflicto de Oriente Medio, o sea, al conflicto. Cómo somos raritos, hasta hemos dedicado un hueco a las elecciones en Perú y en Finlandia.  Y, en fin, ¿cómo nos íbamos a perder la claudicación de ETA?

¡¡A saber qué nuevas emociones nos aguardan en los próximos doce meses!! ¡¡Permanezcan atentos a sus pantallas!! 

 

 

Ceferina

Muy buenos días a todos

Hace mucho que no escribo nada aquí, bueno ni aquí ni en ningún otro sitio porque yo cartas escribo pocas, pero les leo todos los días, a pesar de los afanes de cada día, y de los achaques que una va teniendo, y me siguen gustando ustedes mucho, los de antes y los nuevos, y me acuerdo de los que ya no están, como el señor Lezo que en paz descanse, o los otros que dejan de escribir porque se cansan. Me acuerdo de cuando empezaron ustedes y me parece difícil de creer que haya pasado tanto tiempo.

Yo estoy muy preocupada por lo que va a pasar después de las elecciones del 20 de noviembre, esas que parece que va a ganar don Mariano Rajoy, que yo no lo entiendo cómo va a poder ganar, si ese señor no le gusta a nadie, si nunca ha hecho nada para gustar, sólo criticar e insultar a don José Luis Rodríguez Zapatero, y la gente parece que se cree que cuando él sea Presidente del Gobierno, se le van a acabar los problemas, a mí me parece que es lo desesperada que está la gente por lo mal que va todo lo que les hace creer que ese señor lo va a arreglar, como algunas personas cuando están muy angustiadas por alguna enfermedad incurable y se creen que un curandero les va a sanar, es la desesperación yo creo, lo que lleva a la gente a creer cosas que no van a pasar.

Don Mariano dice siempre que para acabar con lo mal que está todo, lo que hay que hacer es conseguir que deje de ir mal todo, que para acabar con el paro, lo que hay que hacer es conseguir que deje de haber paro, y que para que las cosas vayan bien hay que hacer las cosas bien….y todo el tiempo así, yo no sé si es que él es tonto o si se cree que somos los demás los que somos tontos. Pero a pesar de eso, yo cuando hablo aquí en el barrio con la gente, dicen muchos, a ver si estos que vienen ahora lo arreglan de una vez. Igual es que a lo mejor es verdad que hay muchos tontos.

Yo estoy muy contenta de que se haya acabado ETA, y eso y muchas otras cosas hay que agradecérselas a don José Luis Rodríguez Zapatero, que parece que solo ha hecho cosas mal, y eso es muy injusto, esta crisis y todo esto que está pasando con tantos parados no es culpa de él, si lo fuera, no estaría pasando también en otros países. Como dice el señor Amistad Cívica, a mí me parece que el señor Rodríguez Zapatero es un hombre bueno y estos que van a venir ahora me parece que no lo son.

Sigan ustedes escribiendo mucho tiempo. Y queden con Dios. Que falta nos va a hacer su ayuda.

 

 

Don Cicuta

Los más malvados decían que esta cueva de zapaterismo moriría el 20 de noviembre de 2011. Cinco años habían sido suficientes. Incluso las dos neuronas de Amistad Cívica parecían secarse sin remedio. Pero aquel día DC resurgió de sus cenizas. El merluzo pirrónico fue elegido diputado. Su primera medida consistió en pedir ayuda al Gobierno de China para que el término “pirronismo” fuera borrado de todos los registros e historiales de Google. Pero no pudo con DC, que sobrevivió desde un servidor en Laponia, para fastidio de Alguien, que pilló una pulmonía pirrónica. Julian Assange y DC hicieron temblar al establishment mundial con la filtración de los papeles secretos de Albacete, una especie de Protocolos de Sión en versión pirrónica. Vargas Llosa se asustó y decidió recomendar el voto a Belén Esteban, la de chispeantes ojos, en lugar de a nuestra Rosa Constitucional.  En los papeles de Albacete constaba que Vargas Llosa tuvo un encuentro con la Esteban en la clínica marbellí del método Buchinger. El País pasó a ser un suplemento que regalaban con Diez Minutos los viernes. Fernando Savater transmutó en dibujo animado de la serie Sin Chan mediante metempsicosis pirrónica y Santiago González, Herman Tersch y los suyos formaron una falange pirrónica que le dio una manaza de hostias a Salaberría. Lobisón se casó con Merkel en segundas nupcias.  Y Teoura y Barañaín lograron que palestinos e israelíes se unieran contra el pirronismo. Sólo Polonio decía que estábamos peor con Zapatero.

 

 

Conjunto Abeliano

Ante la demoledora perspectiva de la derrota fulminante, del retroceso de los valores, de la deriva europea, del paro abrumador, de la recesión invasora y amenazante,… nos convoca el Sr. Alguien en cabalística fecha para celebrar el quinto aniversario del Debate Callejero.

La crisis de todo se está llevando por delante todo. ¿Todo? …¡No! Una pequeña aldea virtual poblada por irreductibles blogueros resiste ahora y siempre al invasor… ¡en Debate Callejero! Estos blogueros siguen incomprensible, contumaz y persistentemente buscando las fórmulas necesarias para darle sentido al sinsentido de las cosas. El secreto de la fuerza irreductible de estos blogueros es la pócima mágica que pacientemente guisa y prepara todos los días, para todos, el sabio Druida Alguien.

En estos momentos en el que el cielo está derrumbándose sobre nuestras cabezas, necesitamos saber que existen aldeas (aunque sean virtuales) en las que fluya la libertad, la tolerancia, el respeto,… para poder pensar que un mundo mejor es posible. ¡¡Larga vida a Debate Callejero!!

 

 

Julio Embid

Hola amigos y felicidades a todos, que hoy cumplimos cinco años de Debate Callejero.

Cinco años, pasándolo bien y metiéndonos con todo y con todos, siempre desde el respeto y el sentido común, pues este Debate Callejero nuestro es como el rugby: un deporte de villanos practicado por caballeros (y también cabelleras y damiselas sin apuros). Seguiremos escribiendo y seguiremos dando estopa intentando cada mañana sacar una sonrisa, porque por muchos recortes, muchos despidos y mucha hipocresía que haya y vaya a venir, le sacaremos punta a todo cual lapicero de colores.

Mucho ánimo a todos y muchas felicidades, sobre todo a la persona responsable de este rinconcico en la red.
Un abrazo

 

 

Frans van den Broek

Si a algunos satisface su necesidad ritual cíclica la celebración de la navidad, el año nuevo o el cumpleaños, al que escribe se le ha añadido el aniversario de DC y la periódica necesidad de colaborar con sus páginas, llueva o truene, nieve o inunde. Hay algo en el modo de ser de los homo sapiens que nos compele a la repetición, al ciclo, la renovación de lo mismo y a la vez transmutado. Por ello, siempre me alegraré de la llegada de estas fechas, que además coinciden con mi pausa de noviembre, hecho que suele estar regado de la suficiente cantidad de vinos y amistades en la ciudad de Madrid. Tal es la asociación de eventos que se han adherido al aniversario de DC, por lo que dejo a los otros los cumpleaños y fiestas para quedarme con DC y embriagarme de callejerismo. Que siga, como dicen, muchos años.

 

 

Millán Gómez

Lustro de aprendizaje

Recuerdo perfectamente las conversaciones para crear este proyecto hace ahora cinco años. Lo viví como una ilusión. La alegría de un crío. Pulsar semanalmente F5 para comprobar que mi artículo está colgado y, acto seguido, esa sensación de deber cumplido y felicidad. Tenía 21 años entonces. Ahora 26. Por lo tanto, este portal y lo que significa es parte de mi vida. Son más de 200 artículos escritos. En algunos he pecado de ingenuidad e idealismo. Considero que a la hora de opinar he sido demasiado inocente en algunos de ellos, entiendo que debido a mi juventud. He cometido el error de creerme en algunos casos la supuesta sinceridad de los políticos porque siempre quiero pensar que cuando alguien habla lo hace desde la sinceridad. Diferente es cuando tengo que informar y en ese ámbito sí busco contrastar siempre los datos. Eso sí puedo decir que lo he hecho siempre. Por algo sufro esta desafección latente con la clase política actual.

En mis artículos he escrito cientos de sentimientos. La muerte de Carlos Llamas, las ilusiones por la paz, los deseos de una Galicia y España mejores y, muy especialmente, el artículo sobre el final definitivo del terrorismo. Durante estos cinco años he aprendido y lo seguiré haciendo. He aprendido de mí mismo y, muy especialmente, de quienes aquí escriben. Es un verdadero orgullo y placer compartir portal con articulistas tan formados y brillantes. Espero que esta aventura continúe durante muchos años más. Siempre he sido fiel a este portal y lo seguiré siendo. Aquí, un compañero. Aquí, un periodista. Porque esto es lo que me gusta: tratar de acercarme a la realidad y contarla.

 

 

LBNL

Un año más y seguimos aquí, escribiendo, comentando, cambiando de nick (algunos) y debatiendo, que de eso se trata. Este año toca mudanza y hago votos, como todos los años, para que sigamos en el empeño por mucho tiempo, seguramente con más motivos la mayoría de los habituales, porque ya no tendremos que hacer un esfuerzo ímprobo para defender al Gobierno pese a todo. Ojalá no sea así, ojalá me equivoque y el Gobierno del PP nos saque los colores con una gestión eficaz, limpia y respetuosa con los principios democráticos. En fin, veremos. De lo que estoy seguro es de que DC nos permitirá analizar conjuntamente lo que pase, que ya es un desahogo. ¡Feliz aniversario y enhorabuena a los premiados!

 

 

Lobisón

El empleo

Hace cinco años, cuando nació DC —en ausencia mía, vaya por dios—, ETA era el tema central del desacuerdo entre los demócratas, porque el PP más cerril insistía en adivinar oscuros pactos entre el gobierno y los terroristas. Mes y medio después el bombazo de Barajas dejó a Zapatero en una posición política deslucida, pero debería haber demostrado que esos pactos no existían.

Ahora ETA ha anunciado el abandono definitivo de la violencia, cosa que, aun con todas las cautelas preceptivas, no deja de ser una buena noticia. Los terroristas en libertad —si no se equivocan las fuerzas de seguridad— caben en un autobús y, aunque no es razonable esperar que se suban a uno para venir a entregarse en Madrid, es de suponer que están más preocupados por su futuro que por pasar a la posteridad.

Así, los terroristas vascos han acabado por coincidir con la mayor parte de los españoles en su principal preocupación: el empleo. Y, aunque los sectores más cerriles del PP siguen a lo suyo, casi todos los demás sueñan también con el empleo: el que aspiran a tener después del 20-N.

 

 

Lope Agirre

JUAN MARI BANDRÉS

In memoriam

Es curioso comprobar la manera en que los recuerdos afloran a la superficie. No siempre sucede de modo uniforme, ni de forma pausada. Los recuerdos van y vienen; pero pocas veces se sabe cómo van a efectuar su entrada o su salida de nuestra existencia. Hará un año, más o menos, que me encontré con Juan Mari Bandrés por última vez en un bar de la Plaza de Gipuzkoa de San Sebastián. Estaban conmigo Alberto, de la Fundación Mario Onaindia y Ezozi, la viuda de Mario. Veníamos de una cita, infructuosa, y decidimos tomar un aperitivo, para alegrar la mañana. Comentábamos el poco interés de las instituciones en preservar la memoria histórica, sobre todo si esa memoria contradecía y contrariaba la versión oficial del país: la retórica nacionalista. Entonces se nos acercó un señor que conducía a un hombre sentado en una silla de ruedas. Él, Juan Mari, nos miró y sus ojos, pequeños como pajarillos, brillaron, y unas lágrimas finas resbalaron por sus mejillas. Luego nos dio, uno a uno, la mano. Los tres salimos del lugar, convencidos de que nos había reconocido.

La primera vez que hablé con él fue en una reunión preparatoria para organizar lo que más tarde sería Euskadiko Ezkerra. Los que nos juntamos entonces proveníamos de diferentes organizaciones de izquierda, bastante heterodoxas, aunque fuesen EIA (Partido para la Revolución Vasca), y el EMK (Movimiento Comunista de Euskadi), los grupos con mayor implantación. Bandrés me pareció un buen hombre, un caballero, un señor educado. Su imagen elegante contrastaba con la de quienes le acompañaban, unos jóvenes barbudos que intentaban dejar sordo al oponente, con gritos, antes que convencerlo con argumentos. Así éramos. La mala educación era revolucionaria.

Pero nada más alejada de esa imagen que la de Bandrés.

Hubo un momento en que tuve que escoger entre la poesía y la política. Conseguí un puesto en la Universidad, como profesor de literatura. Un buen día nos encontramos en la calle. Me dijo:

-¡Qué buen político pierde el país, y qué gran poeta gana!

No estoy de acuerdo. Nunca hubiese sido un buen político en este país amargo y duro, que las palabras las convierte en vinagre.

La poesía en cambio hace del vinagre un néctar delicioso, fuerte y sabio.

Unos años más tarde, sería 1983 creo, los profesores no numerarios nos declaramos en huelga. En magna asamblea, los compañeros me declararon representante suyo, sin derecho a objeción. Esa misma noche tomé un tren a Madrid. Tomé pensión en casa de una antigua novia, y me presenté en la sede de Comisiones Obreras, desde la que se llevaba la coordinación de la huelga. Como es, o era, usual en estos casos, se formó a su vez un pequeño comité, para dar a conocer nuestras reivindicaciones. A mí me tocó la tarea de hablar con los parlamentarios. Sólo Juan Mari me recibió, porque me conocía, según dijo. Me llevó a su despacho de la Carrera de san Jerónimo. Le entregué el folio con nuestras reivindicaciones, a las que no prestó demasiada atención. Estaba más interesado en saber de mi vida. Le conté a grandes rasgos en qué líos andaba metido.

-¿Y la poesía? –me preguntó.

-Muy bien, gracias.

Me invitó a cenar a un restaurante de la calle Echegaray. Y luego, a copas. Él bebía muy poco, y yo bebí doble, de lo suyo también. Nos despedimos.

-Espero que nos veamos en Donosti –dijo.

En la ciudad nos veíamos poco. Yo asistía cada vez menos a reuniones políticas. Estaba sumido en la enfermedad del desencanto, del que me costó salir. Hubo una temporada en la que dejé de votar. También abandoné la Universidad, bastante cansado de la burocracia y de otras cosas, que no cuento. Pero seguíamos teniendo trato. Si coincidíamos en algún bar, nos poníamos a charlar, también de poesía.

La ruptura de Euskadiko Ezkerra fue traumática, como toda ruptura entre seres que, en el fondo, saben que son familia. Unos pocos se integraron en el PSE; algunos, formaron otro partido. No duró mucho. La distancia fue agrandándose, junto al desprecio y el odio. Uno que fue militante cualificado de Euskadiko Ezkerra puso a su perro el nombre de “Bandrés”.

Él y Onaindia se quedaron solos, muy solos.

De todo esto me iba acordando el sábado 29, durante el funeral por el alma de Bandrés, en la iglesia de san Vicente, en pleno centro de la Parte Vieja, cuyo párroco es tío carnal de Martín Garitano, Diputado General de la provincia. Junto a la puerta lateral de la iglesia, colgada a media altura, se encuentra “La Piedad” de Jorge Oteiza. Bajo esa imagen dolorosa vi juntarse ese día a antiguos compañeros de batalla y fatiga, y hablar sin rencor ni reproches, con amabilidad, palabras suaves y gestos blandos.

Creo que el fin de ETA nos ha devuelto el sentido común, y la educación.

Puedo afirmar, además, que fui testigo de un hecho insólito hasta ahora, que predice un futuro apacible para este país. A un conocido bar, situado frente a la iglesia de san Vicente, entraron Txiki Benegas y Ramón Jáuregui, junto a otros conocidos políticos.

Y no llevaban escolta.

 

 

Magallanes

Quinto aniversario de debate callejero

Había una vez una familia numerosa. Los padres habían fallecido, pero los hijos seguían unidos porque vivían todos en la gran mansión que les legaron sus padres. La hermana mayor, Mercalena, disciplinada y eficiente, era ingeniera y dirigía una fábrica que vendía maquinaria de muy buena calidad. Los demás se ganaban la vida en múltiples ocupaciones. Les iba bien, pero vinieron malos tiempos y la mayoría empezó a tener dificultades económicas.  El mayor, Sarcocío, era el que mejor se las arreglaba, también tenía una fábrica y lograba seguir vendiendo aunque no tan bien como su hermana Mercalena. Le seguían Berlosquio, Zapero, Patricio y Papapolo. A Berlosquio se le daba muy bien hacer programas televisivos, pero era muy desordenado y orgiástico por lo que su economía no marchaba nada bien. A Zapero, constructor, le iba bastante bien, pero dejaron de comprar viviendas y se encontró entrampado con los bancos. Aunque regentaba un hotel de lujo siempre lleno, no le bastaba para hacer frente a sus deudas. A Patricio le dio por alquilar locales a empresas extranjeras. Le fue muy bien hasta que los inquilinos, dada la mala situación para todos, empezaron a marcharse y se quedó con los locales vacíos y sin poder hacer frente a las hipotecas. Finalmente, el pequeño Papapolo, presumiendo de que le iba todo viento en popa, pidió muchos préstamos a sus hermanos sin decirles que también pedía créditos a bancos. Cuando vinieron los malos tiempos, no pudo devolver los préstamos y sus hermanos se enfadaron mucho. Los bancos acreedores no hacían más que llamar a la puerta de la mansión exigiendo que alguien de la familia les pagase las deudas del hermano pequeño. Entre todos decidieron que Papapolo se fuese a vivir al pequeño cuarto trastero hasta que pagase sus deudas y le quitaron el postre en las comidas.

Pero sus hermanos mayores también habían hecho frente a los malos tiempos pidiendo créditos fuera de la familia en cantidades crecientes. Cuando los acreedores decidieron que no prestaban más, sospechando que los demás hermanos también eran  incapaces de devolver sus créditos, a Berlosquio, Zapero, Patricio y Papapolo se les ocurrió, en vez de reducir su tren de vida, convocar una reunión de familia. En ella solicitaron que cada uno debía ceder su riqueza y hacer un fondo común de la familia para  enfrentarse a los acreedores  y mejorar los términos de su endeudamiento. Con  esa garantía, los acreedores se sentirían seguros y seguirían prestando. Pero Mercalena, que no tenía ningún problema con los acreedores, se negó aduciendo que a ella le tocaba poner una cantidad que era igual a la suma de las de sus hermanos, lo que le parecía  muy injusto. Les echó en cara que tenían que haber sido más disciplinados y menos despilfarradores y  que se las arreglaran como pudiesen. Sarcocío intervino a favor de sus hermanos recordándole a su hermana que eran una familia y la convencieron de formar un fondo común pero con una porción de la riqueza de cada uno mucho más pequeña, de modo que a Mercalena no le tocara aportar tanto. Así fue y se quedaron muy tranquilos, prometiendo a su hermana mayor que todos iban a gastar menos. Pero el único que se lo tomó en serio fue Zapero, convirtiéndose en el hazmerreír de sus amigos que advirtieron sus esfuerzos por ahorrar. Le echaban en cara que estaba dominado por su hermana mayor.

Pero los malos tiempos continuaron y las deudas de todos ellos siguieron creciendo; y nuevamente los acreedores, al ver que el fondo de la familia se había quedado pequeño, exigieron que pusieran su casa en orden. Mercalena, muy contrariada, reunió  a la familia y reprochó enérgicamente a Berloquio por no haber cumplido su palabra de hacer recortes en sus gastos y felicitó, en cambio, a Zapero y a Patricio por haber hecho su tarea. Pero acto seguido, les insistió a todos en que había que hacer más.

Después, Mercalena, un poco harta de las exigencias de los acreedores, se reunió con Sarcocío y juntos convocaron al jefe de los bancos acreedores. Le dijeron que iban a triplicar el fondo familiar, pero que a cambio, ellos iban a perdonar la mitad de la deuda de Papapolo. Este, en efecto, había caído en una depresión profunda en el cuarto trastero y era incapaz de devolver ni un céntimo de su deuda. El jefe de los banqueros se negaba a ser tan generoso y entonces Mercalena, hecha una furia, le dijo que aceptaban  o echaban a Papapolo de la casa, con lo cual ya nunca sabrían donde poder localizarle para exigirle su deuda.  El jefe de los banqueros se achantó y aceptó. Después de aquel triunfo relativo, Mercalena y Sarcocío se plantearon de dónde iban a sacar más riqueza para triplicar el fondo. Entonces los hermanos se acordaron de su prima Lagardia, que dirigía un próspero banco de bancos y le pidieron ayuda. Lagardia les contestó que iba a contactar al chino, para que les hiciese un préstamo; era un chino que tenía un gran almacén de productos baratos y que se había enriquecido muchísimo a costa de venderle a la familia. También iba a  pedirle un préstamo al ruso que también se había enriquecido vendiendo a la familia gas y petróleo. Y finalmente, le iba a pedir al brasileño, aquel que solo vivía para el carnaval, pero que últimamente le había dado por trabajar mucho.

El chino, el ruso y el brasileño, cuya prosperidad les había hermanado, aunque con reticencias, finalmente consintieron, pero exigieron a los hermanos que les vendiesen su gran mansión  familiar en el centro de la ciudad. Los hermanos no tuvieron más remedio que irse a vivir a una casa de pisos de la periferia. Aprendieron a vivir más frugalmente añorando aquellos tiempos en que sus padres miraban con desprecio a los que actualmente estaban ocupando su mansión. Pero consiguieron que los acreedores se tranquilizaran y todos vivieron muy felices.

 

 

Melinda

Estimadísimo debatecallejero y estimadísimos blogueros:
No tengo perdón de dios por haberos abandonado de forma tan drástica e infame durante los últimos tiempos. La política nacional a veces llega a aburrirme de tal manera que cierro el chip, como si fuera, abriéndolo para otras cosas. Lo lamento en este caso porque, al tiempo, soy ciudadana responsable y me pesa no haber colaborado, como vosotros, a mantener vivo este blog en horas difíciles. Lo siento, aunque me alegra mucho saber que ahí sigue vivo y coleando en su quinto aniversario.

Creo, sin embargo, que lo que nos viene encima no sé si llegará al tamaño del planeta  Melancolía (peli que vi ayer y que da un poquito de miedo) pero sé que bien va a necesitar de desahogos de todo tipo y antídotos antidepresivos. Contad conmigo como lectora y ocasional contribuyente.
Besos a todos.

 

 

Ricardo Parellada

La pelea que viene por los nicks de DC

En este quinto aniversario, muchos seguidores de Debate Callejero se preguntarán qué futuro le espera a este blog tras las elecciones generales. Si, como aseguran todos los pájaros de mal agüero, el 20-N hay un cambio de gobierno (Dios no lo permita), ¿qué será de los paniaguados de este blog gubernamental? La mano invisible del blog no me ha autorizado a que revele los próximos destinos de algunas de las más altas luminarias de DC, pero sí me permite que desvele algunos novios de los más jugosos nicks que quedarán libres.

Es sabido por todos que este blog fue puesto en marcha por la oficina de propaganda de La Moncloa, que ha gozado desde el principio de una generosa subvención de fondos reservados y que se mantiene en marcha por la labor generosa y callada de grandes personalidades del socialismo español. Pues bien, a pesar de su evidente connivencia con el poder actual, es tal su altura intelectual y su prestigio que los más selectos meritorios de la oposición no cejan día y noche de forcejear para tomar las mejores posiciones. Y es que, al lado de las peleas y codazos por hacerse con los nicks de DC, las quinielas sobre la composición del gobierno son cosa de niños. A título de ejemplo, me limitaré a comentar los postulantes que hay detrás de algunos de nuestros apodos más emblemáticos. Otros los podrá deducir fácilmente el lector.

A nadie le extrañará que Ruiz-Gallardón se muera por que le dejen firmar como Teoura. Su ambición es inequívoca y no está dispuesto a asumir ningún otro nick. Si no le dejan el de Teoura, tendrá que conformarse con un miserable ministerio. Todo el mundo sabe que el mayor objetivo intelectual de Sánchez-Dragó es poder firmar como Van den Broek y que solo si se lo impiden aceptaría la portavocía del gobierno. Montoro y Guindos han abandonado todo pudor y ya han llegado a las manos por la grandeza de Sicilia, como Losantos y Pedro J. por el verbo de Amistad. González Pons practica la contundencia para imitar a Cicuta y, en fin, entre tanto quiero y no puedo, es un secreto a voces el de Sáenz de Santamaría por la elegancia de Melinda… E tutti quanti.

 

 

Pepemart

Un artículo al mes no parece mucho, pero me tiene entretenido un montón de tiempo pensando qué se puede contar. Agradezco que haya un espacio para hacerlo, gente que lo hace posible, y más gente con interés en que esto siga. Preparándonos para el «deep blue» que llega.

 

 

Alberto Penadés

Siguiendo

Casi todo el mundo está de acuerdo en que la prensa tradicional habrá desaparecido pronto.  Pero por mucho que cambie todo, la firma es la firma, y las cabeceras de algún modo sirven de garantía. Los blogs no serán tampoco la última palabra en la circulación de información y opiniones, pero este se ha hecho también con una cabecera reconocida, y eso es un valor muy importante, me parece a mí.  Puede que el viejo estilo de los primeros años, en los que funcionaba como tertulia virtual,  sin hora ni lugar de reunión, solo el día, los vayamos a añorar, pero ahora están “las redes”, y  si el blog rebota en ellas, puede simplemente alcanzar a más lectores y producir más comentarios, aunque no estén insertos en la página de DC. Ánimo, que se avecinan tiempos en los que la información y la persuasión serán muy importantes. Abrazos a todos

 

 

Polonio

Como no sabían que era imposible, lo hicieron. Cinco años ya. Felicidades a Debate Callejero y a quienes lo mantienen. Esta es también la España que nos deja ZP. Y que dure. 

 

 

Pratxanda

Quinto y último año de este antro de zapaterismo y perdición. Digo último porque el Mesías ya no estará entre nosotros, sino descansando en algún lugar de León. Supongo que en verano, porque en invierno… bueno, yo es que nací en el Mediterráneo.

El año que viene, alguien con el carisma del hombre del tiempo de la edición matinal de un canal local gobernará Enestepaís. Si todo va bien. Si va mal gobernará Merkel directamente, o por vía interpuesta. Hay quien opina lo contrario, que lo bueno sería que hagan dimitir a Montoro y venga su equivalente alemán a hacer el presupuesto.  A ver si así se priman las inversiones no nacionalistas y se construye el corredor mediterráneo. Y a ser posible empezando por la Junquera.

En fin que DC deberá reconvertirse en El Muro de las Lamentaciones,  (MdeL), un lugar donde venir a desahogarse cada vez que González Pons diga… FIRME alguna cosa como Ministro.

Opcionalmente, cada 14-M podemos traer ramos de flores al nuevo jarrón chino de la colección, en especial Amistad Cívica. Podemos hacer un pequeño altar.

Y, eso sí, finalmente Fernando deberá dar un paso al frente y hacerse articulista, para explicarnos los logros de Rajoyibus.

En fin, que entre eso, la sucesión de Rubalcaba, la sucesión de PPatxi y los temas territoriales, tenemos material aún.

Eso si España no se rompe, o peta, claro. Conservo unos billetitos de las antiguas pesetas. Como coleccionista.Â

 

 

Aitor Rivero

Una nueva era

El quinto aniversario de Debate Callejero coincide en el tiempo con el más que probable inicio de una nueva era, no solo en España, donde el próximo 20-N elegiremos un nuevo Congreso y un nuevo Gobierno, sino en toda Europa. En riesgo está todo aquello por lo que muchos han luchado tanto y que nosotros disfrutamos hoy como si fuera el maná que nos cae del cielo. Durante la década venidera tendremos que dar dos batallas: mantener el Estado del bienestar y, sobre todo, pelear para que el modelo sea la referencia de todos los países emergente y en vías de desarrollo. Un grano no hace granero, pero cada cual deberá aportar lo que pueda. Y esperemos que DC así lo haga.

 

 

José D. Roselló

Mientras la crisis pasa a cámara lenta, el resto de las cosas de la vida parecen transcurrir a cámara rápida, cada vez más rápida, como si fuese verdad el recurso cinematográfico ese dónde se ven volando las hojas de un calendario. También se mezclan los recuerdos de lo que se escribió en el aniversario dos, con lo del tres o lo del cuatro, qué se mencionó y qué no, y si el estilo fue jocoso, serio o intimista. Al lío: posiblemente contra muchos pronósticos, DC ha llegado al lustro, y con el lustro de DC se va a mezclar un cambio en el panorama político español de los que tienen su importancia. Un poco a lo Monterosso, el día 21 nos despertaremos para constatar la presencia de los dinosaurios. Estaremos aquí para contar lo grande y lo menudo mientras el cuerpo aguante. Ah, asentando tradiciones como el mensaje navideño de la Casa Real, además muy acorde con el espíritu de la campaña electoral, el consabido llamamiento a la participación: “no nos mires, únete”.

 

 

Jon Salaberría

Con este aniversario, cinco años ya, Debate Callejero supera el tiempo que dura toda una legislatura en cualquier institución. Siendo el interés por la política el predominante en este foro, no está de más la comparativa. O cumple los mismos años que ya tiene mi hijo, con lo que la ocasión tiene valor sentimental indudable para un servidor.

Pero con este aniversario, Debate Callejero demuestra, además, capacidad de supervivencia. Supervivencia que obedece, simplemente, a la necesidad de su existencia. Seguro que han existido, no obstante, eventuales momentos de duda, de titubeo, a pesar de una ratio de visitas envidiable, lo que demuestra que el nuestro es un blog muy seguido y que apunta, desde su modestia, opiniones que acaban siendo de referencia. Bien podría haber estado en peligro su continuidad, sin duda. Pero Debate Callejero es necesario. Y los tiempos que vienen vuelven a justificar ese carácter.

Se avecinan, sí, tiempos de tribulación. La etapa de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, bajo cuyo mandato nacimos, toca a su fin, y con él siete años de políticas de progreso en materia de dependencia, de extensión de derechos civiles, de un esfuerzo inversor sin precedentes en educación, de una nueva línea de actuación en política internacional … y de una valentía y una decisión (acompañadas de eficacia) frente al terrorismo de ETA, contra viento y marea, que hace que esta etapa histórica se cierre con la noticia soñada por los demócratas desde hace décadas, el momento que hubo quien pensó que jamás vería: el fin de la violencia. Se cierra brillantemente el “monotema” de la legislatura 2004-2008, y que estaba en la génesis del blog, sin duda. Como se cierran, lo más importante, décadas de terror y ausencia de libertades en Euskadi y España. Pero toda esta etapa de indiscutibles claros e inevitables oscuros, se cierra con el trasfondo en negro de la crisis económica y su efecto más pernicioso y socialmente más dramático: el desempleo.

Una crisis económica que tiene una etiología financiera, que tuvo su origen en las decisiones de los mercados, no de las instituciones democráticas, que está acentuada por las carencias de nuestro modelo productivo y que sin embargo pasa factura a un altísimo precio: el del desprestigio de la política entre la ciudadanía. Desgraciadamente, más visible entre los estratos ideológicos de centro-izquierda e izquierda. No somos ajenos, y lo hemos debatido, a las circunstancias y reivindicaciones del movimiento 15-M, lastradas desgraciadamente por la falta de articulación política de las mismas. El descontento se manifiesta en desapego, y este se traduce en abstención. La derrota de la política es la victoria de los culpables de la génesis de la crisis, terrible ironía de la historia.

El resultado: estamos en ciernes de un cambio político del que en estos momentos iniciales de campaña electoral sólo se deriva una duda, la de su dimensión. En el nuevo proyecto político se atisban novedades que pueden poner en cuestión no sólo decisiones de gestión presupuestaria de rutina, sino que pondrán en cuestión conceptos y principios.Â

En los próximos años, nos jugamos la pervivencia de los pilares fundamentales del Estado de Bienestar, que desde ya y con la excusa propiciatoria de la crisis, van a ser discutidos. Pensemos en sanidad, en educación, en atención a la dependencia, en el bienestar de nuestros hijos y de nuestros mayores. Conquistas que tuvieron un impulso político claro (porque la derecha española no estuvo en el momento de comenzar a cimentarlas), pero que son conquistas de toda la sociedad. Y nos jugamos también el ser o no ser de las políticas de igualdad en el más amplio de los sentidos. En esta contienda de ideas, Debate Callejero será de nuevo necesario. Lo será para que podamos reivindicar la necesidad de reforzar la política como instrumento de freno a las decisiones de los mercados y como el instrumento de transformación que siempre ha sido y que debe ser. Como la más noble de las actividades públicas. Y lo será para afrontar también el apasionante proceso de reinvención de la izquierda frente a la supremacía momentánea de una marea conservadora que no aporta, no genera ilusión, esconde sus intenciones pero que está llamada a llevar el rumbo del timón de la gobernabilidad gracias a la fidelidad de su electorado y al efecto de la desilusión en el del adversario. A la pura inercia. Finalmente, Debate Callejero deber ser y seguro será un pequeño oasis de libertad de expresión en un ámbito, el de la opinión, que también se apresta a vivir una ola de pensamiento único como pocas se habían conocido: los planes de privatización de medios públicos justifican la preocupación, y nuestro granito de arena será más que apreciable en ese escenario.

Feliz quinto aniversario en tiempos difíciles. Y que estos sirvan para fortalecernos. Un abrazo.

 

 

Miguel Sebastián

¡Enhorabuena por ese lustro! Y enhorabuena por “lustrar” la realidad de nuestro país con esa mezcla difícil de rigor y divertimento. Tenéis por delante un año apasionante, para la política y para la economía, tanto española como global. También para la evolución del País Vasco y para el futuro del PSOE. Estaremos pendientes de vuestros siempre útiles análisis y debates. Sospecho que dentro de poco me volveréis a tener como colaborador, y no solo como lector, por lo que me iré buscando un alias. Por cierto, una de las genialidades de DC es que todo el mundo escribe con seudónimo excepto el ministro, que pone su nombre verdadero. ¿No suele ser lo contrario? Felicidades y abrazos.

 

 

Senyor_G:Â

Acabo como empecé el año pasado, ¡Debate Callejero o Barbarie! Ante un quinto aniversario hay que llevar preparada la respuesta que me enseñaron en Madrid, que para algo es la capital: “Y del gusto doy un brinco”. Es por la crisis. Resta y sigue la pertinaz crisis, y lo que durará, aunque todos esperamos que sea nada comparado con el futuro de DC. Esta crisis que ya no es un cambio, es un estado definitivo. Nos urgen con la rapidez a tomar decisiones, como los trileros y otros timadores, pero la cara de Tony Leblanc se nos queda a nosotros. Mi señorito y heredero está en un tiempo radicalmente diferente, no sabrá reconocerse en nada en Tony Leblanc, ni en los referentes políticos de su padre, como yo aun fui capaz de hacer con los de los míos e incluso con los de mis abuelos. El cambió llegó para quedarse y deberemos esforzarnos en la palabra, en asaltarla, el resto de poderes los tenemos perdidos. Salud, rebelión y suerte