¿West Wing o House of Cards?

LBNL

Permitanme separar, desde el principio, dos vertientes de la misma cuestión: la gestión “técnica” de la pandemia y su gestión política. En cuanto a la primera, son muchos los que piensan, y están en su perfecto derecho de pensarlo, que el Gobierno ha gestionado fatal la pandemia: imprevisión inicial, medidas exageradas después, pésima comunicación pública… Y aducen las más de 25 mil víctimas frente a cifras muy inferiores en la mayoría de países del mundo, como prueba irrefutable. Yo discrepo. Creo que el Gobierno podía y debía haber reaccionado antes pero que reaccionó con valentía cuando apenas nadie se lo reclamaba. Que la imposición de uno de los regímenes más duros de confinamiento es absolutamente proporcionada a la mayor magnitud de la pandemia en España frente a otros lares. Y que la comunicación podía haber sido más clara pero no cabe queja por la falta de transparencia: al contrario, yo me quejo de demasiadas ruedas de prensa. Pero este artículo va de la otra gestión: la política. Y ahí creo que Gobierno y oposición pecan, gravemente, de lo mismo. A mí me encantaría poder argumentar que la oposición es desleal, rechaza los ofrecimientos de diálogo y no colabora porque está instalada en el cuanto peor mejor para nosotros. Y lo hago porque lo percibo así. Pero también entiendo a quiénes se quejan de que el Gobierno ha ninguneado a la oposición. No me refiero a los Presidentes Autonómicos, que no son oposición aunque sean del PP. Me refiero a los líderes de PP y Ciudadanos. No puedo con ellos y no me fío tampoco un pelo. Pero el Gobierno tiene la responsabilidad de hacerles partícipes de sus decisiones en una situación tan grave como la que atravesamos. Y una de dos, o lo hace a la chita callando y la oposición miente como bellaca, o no lo ha hecho, en cuyo caso Moncloa también peca de jugar con fuego. Que Ciudadanos decidiera anoche apoyar la prórroga del estado de alarma después de que el Presidente llamara a Arrimadas (¡tras 18 días sin hablar!) y se comprometiera a informarla regularmente de la evolución, apunta a la segunda opción.No parece ni siquiera una táctica inteligente arrumbar a Ciudadanos cuando los mimbres de la coalición que sostiene al Gobierno son tan endebles como ha demostrado la espantada de Esquerra sobre la prórroga. Cabría pensar que en Moncloa siguen el manual de House of Cards antes que el de West Wing. Para los que no hayan visto estas dos series (si es que eso es posible…), en ambas el inquilino de la Casa Blanca tiene que lidiar con una oposición feroz en el Congreso y el Senado, además de con Gobernadores varios. En House of Cards, el Presidente no tiene ningún escrúpulo y consigue siempre salirse con la suya, es decir, mantenerse en el poder. El guionista debía ser demócrata porque la oposición no es de mejor ralea, simplemente menos hábil, así que gana el Presidente pero también gana la nación. En West Wing, en cambio, el Presidente y los que le rodean son ilustrados, tienen principios, anhelan ideales y son muy majos. Y no por ello son menos capaces de enfrentarse con vigor a la oposición, tan malvada y zafia como la de House of Cards, pero más torpe que el equipo de seres humanos que gobierna el país e incluso salva al mundo de varias catástrofes.

Dejemos de lado a Pablo Iglesias que siempre ha ido de frente dejando claro que él es de Juego de Tronos y punto: vencer matando a quien haga falta. Está en el Gobierno pero no porque Sánchez lo quisiera como socio: al contrario, dijo bien claro que no dormiría tranquilo con el de Vice-Presidente. Pero no quedó otra opción tras la negativa de PP y Ciudadanos siquiera a abstenerse. La situación entonces, también era complicada: repetir las elecciones es un fracaso colectivo. Pero era distinta porque no moría gente y porque no cabía acercamiento alguno a quienes tildaban al Presidente y a su partido día si día también de traidores, socios de los “golpistas” (¿se acuerdan como repetían lo del “golpe” sin parar antes de que el Supremo tumbara lo de la rebelión?) y filo-terroristas.

Los modos de la derecha siguen siendo, en mi opinión, completamente inaceptables pero acusar de gestión ineficaz y negar la responsabilidad de la gestión sanitaria del PP en la Comunidad Autónoma de Madrid, es en términos relativos, mucho menos indigno que lo anterior.

Pero es que, si me apuran, en la situación de crisis máxima que atravesamos, como demuestra el establecimiento del estado de alarma, el Gobierno debería incluso ofrecer diálogo a Vox. En tiempos de guerra lo demás debe quedar atrás. Además, no tendría ninguna consecuencia práctica porque Vox lo rechazaría de plano. Pero hacer lo correcto siempre está bien y tiene réditos a largo plazo. Y si no que se lo digan al President de West Wing.

No, aquí se llama a Ciudadanos solo cuando Esquerra da la espantada. Y se hace caso a la petición de cogestión del PNV, cuando no queda más remedio. ¡Qué sentido tiene ningunear al PNV actual al que solo le falta declararse social-demócrata y dar vítores al Rey!

Como en House of Cards, hoy el Gobierno sacará la prórroga del estado de alarma adelante y el país saldrá ganando, porque de no hacerlo que dios nos coja confesados. Pero en Moncloa estarán a setas y a Rolex, rezando porque el PP vote en contra y matar así dos pájaros de un tiro, pudiéndoselo echar en cara el resto de la legislatura. Y dentro de 15 días otro dramita que nos tenga a todos en vilo y nos demuestre lo malo que es el PP.

Mensaje para Moncloa: Ya lo sabemos. Y además, da igual. Las próximas elecciones se decidirán por cómo gestionen la recesión y saquen partido de los ingentes recursos provinientes de Bruselas. Haganle un mimo de vez en cuando a Casado que está muy solo y perdido y seguro que les sale a cuenta. Y a todos nosotros también. Y recuerden que West Wing tuvo muchas más temporadas que House of Cards.

3 comentarios en “¿West Wing o House of Cards?

  1. De este debate para la prórroga del estado de alarma ,me quedo con la frase que le ha dirigido Sánchez a la diputada de JxCat Laura Borras algo así como:
    Usted votará NO porque sabe que va a salir el SI…y lo sabes… jeje.

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