La pregunta olvidada

Juanjo Cáceres

«Te has embrutecido de tal manera, bebiendo vino añejo, desabrochándote después de cenar y durmiendo sobre los bancos desde mediodía, que te has olvidado hasta de preguntar lo que quieres realmente saber” (William Shakespeare. Enrique IV)

Referirse directamente a las cosas entraña a veces dificultades insuperables. Al no hacerlo se le puede llamar autocensura y yo acepto que así sea, porque cualquier palabra puede desencadenar, tras pronunciarse, nuevas realidades y eso es algo que me propongo evitar. Podría desear lo contrario y buscaría entonces palabras mágicas, transformadoras, pero no es el momento, ni el contexto idóneo, ahora que la madeja se desenreda y empieza a mostrar lo que se oculta bajo tanto hilo.

Desde que se contó el último voto de las elecciones andaluzas, los baños de realidad se suceden incesantemente. Un IPC que supera el 10% durante el mes de junio en España, mientras el presidente del Instituto Nacional de Estadística presenta su dimisión, fruto aparentemente del desencuentro entre los que las estadísticas oficiales dicen y lo que el Gobierno preferiría que contasen. Subidas confirmadas de los tipos de interés. Previsiones de recesión derivada del aumento de tipos y de la coyuntura general. También alertas apocalípticas respecto a la disponibilidad de gas el próximo invierno. Naturalmente prosigue de forma persistente la guerra y no hay indicio alguno de que se acerque a su fin. La coyuntura es manifiestamente adversa.

Entretanto, los dos pilares del Gobierno de España formalizan grandes eventos. El primero, ya realizado, consistente en acoger la cumbre de la OTAN en Madrid, una dinámica de grupos por la que el presidente se ha paseado cómodamente y que ha servido para ampliar los horizontes culturales de los mandatarios en lo que a arte pictórico se refiere, pero sobre todo para proclamar los renovados principios y objetivos de defensa y para que España deje atrás por siempre jamás el año 1986. El segundo, a celebrar esta semana, la puesta de largo del proyecto Sumar, un nuevo centrifugado de los partidos que forman el conglomerado situado a la izquierda del PSOE, que mediante una nueva fórmula, promete menos arrugas y un secado mucho más rápido. Un poco antes, ambos pilares proclamaban mano a mano las medidas contra la inflación más progresistas de la historia, si bien pronto han sido descritas como ineficaces para abordar ese objetivo, como meramente paliativas para las clases menos pudientes y como ajenas a las necesidades de las clases medias, ante un escenario que cada vez se complica más.

  • ¿Y usted cómo se encuentra?
  • Yo soy una jubilada con una pensión mínima, ya te lo puedes imaginar. Y cuando ayer fui a comprar medio melón y me pidieron 8 euros, pues ya me dirás que puedo hacer.
  • ¿Y usted, señora?
  • Pues mire, no he puesto el aire acondicionado en todo el verano. Solo ventiladores y abanicos.

Pequeñas escenas costumbristas. El retablo de la inflación. La realidad oculta bajo unas cifras incontestables que empieza a revelarse en toda su crueldad. Eso es lo que tiene lugar mientras se celebran esos compromisos euroatlánticos que rubrican un cambio de época y una aproximación más militarizada a la resolución de conflictos, y mientras el otro actor del gobierno lanza una campaña para mostrar lo contento que está de haberse conocido. La desconexión se consolida como el gran enemigo de la acción política efectiva.

Presumir de éxito organizando cumbres internacionales o de convocatoria para hablar de uno mismo, asegurará aplausos de la minoría e indiferencia de la mayoría. Esa mayoría que ya no se atreve a gastar 70 euros en llenar el depósito. Esa mayoría que vivirá en sus carnes el largo otoño y que no se mantendrá eternamente en la pasividad. Y que cuando le dan la oportunidad de votar, lanza un mensaje. Suponiendo, claro, que el desbarre verbal militar que algunos se marcan más allá de los Pirineos o del Atlántico no nos lleve a todos a experimentar un desastre aun mayor de esos que nos toca vivir diariamente.

9 comentarios en “La pregunta olvidada

  1. El olvido de este artículo es más bien la mención a Putin. Decía yo ayer que pronto el electorado occidental se olvidaría de las causas y empezaría a exigir soluciones a los problemas, graves, causados por la invasión de Ucrania. Pues todavía más pronto…
    Hay problemas que no tienen solución, como mucho opciones para mitigarlos. Cuando Putin decide desencadenar una guerra no provocada y todos sufrimos las consecuencias, no hay gobernante capaz de evitar que las suframos. Pero bueno…

  2. Para mí, la pregunta olvidada es:¿Cuando nos van a mandar los hombres de negro?
    Cuando el crecimiento del empleo viene de la mano de un alto porcentaje de empleo financiado por las arcas del Estado y no de un empleo creciente y estable en la industria, agricultura, comercio, etc. o sea, en empresas que intentan generar riqueza y financian al estado por la vía del impuesto sobre beneficios. Cuando el Gobierno se felicita por el incremento de ingresos y reducción del déficit, proveniente del fuerte incremento en la recaudación por la vía del IVA al: consumo, energía eléctrica, carburantes etc. recuperando por esa vía una parte de los recursos que gasta en sueldos de funcionarios de toda índole, o sea de empleo no generador de riqueza, mientras que el vinculado a generación se estanca o disminuye, la cosa tiene dos nombres. Uno coloquial: vivir por encima de las posibilidades. Otro más técnico: estafa piramidal.
    En esas estamos y como no cambien pronto las cosas el futuro tiene mal color.

  3. Hacer crecer a la empresa Estado incrementando el número de inversores (consumidores con empleo funcionarial) y de los que recupera parte de lo invertido por la vía de impuestos recrecidos por la inflación, al tiempo que trata de incremenar y amarrar a otros inversores/empleados, provenientes de empleo en otros tipos de empresas, por generación/incremento de puestos de trabajo, unos fijos y otros con técnica de paro encubierto, es un esquema piramidal soportado por el incremento de cotizantes, unos más estables y una gran mayoría con pies de barro.
    Si no es un esquema piramidal, es una burbuja con explosión retardada.

  4. Estas crisis internacionales han visibilizado una nueva forma de pensar….o mejor dicho ,dejar de hacerlo.
    «Los Estúpidos Egoístas,perros de hortelano»…
    ¡¡Cuidado con ellos!!
    …JAJAJA…que nervios..

  5. Putin en realidad no está ausente. Esta plenamente presente en tanto que actor principal del cambio de época. No es necesario dejar claro eso siempre, aunque si hay que hacerlo se hace.

    La cuestión que yo plantel es como se gestiona el cambio de época y creo que ahí seguimos con el pie cambiado. Me gusta la bonificación de los títulos de transporte: es la primera medida realmente efectiva para intentar incidir en el precio del carburante porque promueve el cambio de modo de transporte haciendolo competitivo en coste, pero su impacto es muy variable segon las circunstancias personales seguir subvencionando el combustible en cambio no reduce la oferta y engorda a las refinerías.

    La derecha evidentemente no está exenta de críticas, por mil motivos. Sin ir más lejos por su demagogia sobre los excedentes fiscales, pese a la deuda soberana de España y la necesidad de implementar medidas redistributivas. Pero al final están en la posición adecuada para recabar el voto de castigo o el voto de la disconformidad. Andalucía es eso .

  6. Coincido con que la medida de abaratar el transporte público es efectiva. En mi caso lo está siendo. Me desplazo a diario entre dos poblaciones, donde vivo y donde paso el día con mis aficiones de jubilado. Ahora voy en el tren de cercanías pagando un abono mensual de 44 euros, cuando en coche ya pagaría casi el doble a la semana. En Septiembre creo que lo reducirán a la mitad. Bien es verdad que tengo los dos coches que uso aparcado uno en cada sitio, lo que me permite movimientos motorizados en cada uno, cosa que hago poco
    Además estoy notando que a mi edad me ha venido fenomenal el cambio de sistema, tanto económico como de salud, que estaba ya totalmente sedentario y ahora me muevo.
    El problema es que no todo el mundo tiene las estaciones de Renfe tan cerca como yo, ni pueden cubrir sus trayectos con medios públicos.

  7. No creo que yo debiera participar de esa ventaja de la reducción del costo del transporte público. Ya con la tarjeta de más de 65 años estaría suficientemente bien tratado. Coincido en que las ayudas deberían ser selectivas.

  8. Es algo estomagante propio de quien no da pie con bolo . El rabioso y muy agresivo encaje de la propaganda ( « vienen a por nosotros » ) cada vez es menos eficaz. Los viajes en el metro de Bilbao son realmente económicos pero la inmensa mayoría también disponemos de vehículo y eso es lo que nos irrita , la falta de control , porque no puede llegar a quebrar el mercado , como tampoco el CGPJ, la inflación , los poderes oscuros y oscurecidos.
    Sánchez y su gobierno están en modo decadente e irreversible .

  9. Desconozco los números pero es obvio que, por infinidad de factores, conviene gratuizar los transportes públicos y tasar los privados, incluidos impuesto de circulación, peajes y demás. Y extender la red de transporte pública

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